APADESHI

Asociación de Padres Alejados de sus Hijos

             Organismo no Gubernamental sin Fines de Lucro Per. Jur. 1078-94

 

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Denuncias Falsas

en casos de

 Obstrucción de Vínculo

con los Hijos

 

DENUNCIAS ERRONEAS

 DE ABUSO SEXUAL

ASPECTOS PSICOLÓGICOS

Parte I

 

AUTORES

 

& Elaboración e Investigación Científica sobre Denuncias erróneas de abuso deshonesto  

Lic. Susana Pedrosa de Alvarez    - Investigadora psicológica de APADESHI                                                                                                                                      

 

& Características de las Denuncias Falsas - José María Bouza-  Presidente de APADESHI 

 

 

 

 

DENUNCIAS FALSAS

(La Palabra Padre es usada en su forma genérica)

 

 

A mediados de 1988, comenzando la labor de APADESHI, Asociación de Padres Alejados de sus Hijos, existía un tema excluyere entre los papás y mamás impedidos del vínculo con sus hijos, consistente en la expresión de la angustia ante la imposibilidad de estar con sus hijos y la impotencia que sentían.

Otro tema que surgía inevitablemente en las reuniones y entrevistas, era la adjudicación de la responsabilidad del mantenimiento de esa situación a la corrupción en el sistema Jurídico .

Detectando formas de obstrucción diversas, características del padre obstructor y su entorno, practicas jurídicas desleales y  para el asombro todos los casos eran extremadamente parecidos, con escasa variación.

Surgían preguntas ante estas similitudes:

¿Estaba digitada la desvinculación de los hijos como forma de destrucción familiar?

¿Quien o quienes, podían tener semejante poder?.

 

Tomamos contacto con  la cultura Jurídico - Familiar de otros países y para mayor sorpresa, en otros lugares la similitud de la forma de exclusión del Padre no conviviente, incluido a nivel del tratamiento jurídico social, coincidía con el practicado en Argentina.

En 1994 encontramos literatura de ESTADOS UNIDOS, que contenía experiencias y conceptos similares a los alcanzados por nuestra Institución, similitud sin haber tomado contacto con este País, nos sugirió proseguir con nuestro trabajo social y de investigación de la problemática de la desvinculación y la difusión de las estrategias empleadas para ese fin, tal cual lo veníamos haciendo alejándonos de las teorías que deseaban imponer desde sectores de las estructuras psicológicas y del derecho.

También mantuvimos inalterable la conceptualización a partir de experiencias y confrontación con los hechos que recogíamos en la Institución, manteniendo pura la línea de pensamiento que nos acercaba al análisis de las perversiones que observábamos en el tratamiento de la problemática.

El descubrir en lugares distantes las mismas irregularidades, confirmo nuestro rumbo, permitió contestar preguntas, entender el mal uso de los conocimientos y posibilidades de los profesionales del  derecho y la psicología y el negocio emergente con la destrucción de una familia y la obstrucción del vínculo con los Hijos.

Alcanzada la Ley 24.270, impulsada por APADESHI, con la sanción al Padre o Tercero  que obstruye el vinculo, surgió con fuerza devastadora  la Inculcación Maliciosa hacia los hijos para el rechazo al padre no conviviente y su entorno, de esta forma  intenta burlar una vez más a la Justicia, con esta excusa como justificativo al delito que cometen, abusando nuevamente de los hijos, colocando a estos como el factor  de la negación del contacto con el padre no conviviente.

Lamentablemente el sistema jurídico nuevamente se asocio, dando lugar a estos métodos, continuando con la Indefensión de los menores que son sometidos a  presión para mentir.

En 1995 aparece un desproporcionado  aumento de las denuncias falsas y entre ellas, las más terribles de todas como son las denuncias Falsas de abuso deshonesto hacia los hijos o directamente por violación.

Nuevamente el Sistema Jurídico convalida estos métodos desvinculantes y coloca a los menores a riesgo cierto de perturbación mental y al manoseo físico y psicológico efectuado en los peritajes, convirtiendo un abuso sexual falso, en uno verdadero ejecutado por el sistema interviniente.

Los comentarios y análisis del presente texto representan a los casos en los cuales la presencia de la obstrucción del vínculo con los hijos surge nítidamente y en ningún momento realizamos una minimización de las denuncias verdaderas, así como de los verdaderos abusos sexuales que contienen sus propias características bien diferenciadas. Trataremos de volcar con brevedad, las experiencias, descubrimientos y testimonios escuchados durante estos años, reservando en todo momento la identidad de las personas.

 

 

 

 

 

 

 

 

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DENUNCIAS FALSAS Y SUS CARACTERÍSTICAS

 

La  Separación o Divorcio de Padres con hijos menores y el rol destinado al padre no conviviente,  coloca al individuo ante situaciones desconocidas, complicadas y de alto riesgo.

Las personas que padecieron un Divorcio Destructivo, en algún momento del proceso jurídico recibieron una  denuncia falsa de su ex pareja, resultándole dificultoso  salir airoso  de tan desleal acción.

Estas denuncias falsas están presentes en el ámbito jurídico y en el entorno Socio - Familiar. Hasta la difusión y esclarecimiento por parte de nuestra Institución, esta estrategia pasaba en la normalidad de un  expediente y el damnificado no la identificaba como tal, debido al desenfreno de acciones a que se veía confrontado. Indudablemente el desconocimiento existente era demasiado, sumado que en los Juzgados ante los reclamos por el impedimento de contacto con los hijos, el ser denunciado constantemente (denuncias Falsas) por diferente cosas, el rechazo por parte de los hijos ( Inculcación Maliciosa ) etc., se les respondía que “ solo le ocurría a el / ella ” , por lo tanto era responsabilidad suya el haber llegado a  esa situación de caos personal.

Nada más alejado de la verdad esa aseveración, que se extendía al asesoramiento de abogados y psicólogos. Tales comentarios de hechos alienantes eran tomados como una alteración del  analizado, por consiguiente ocasionaban estragos en la vida de estos padres que vivían la realidad y se intentaba convencer que era su imaginación.

El trabajo Institucional produjo la apertura y el descubrimiento de estrategias generalizadas de obstrucción paterno - filial.

La costumbre a nivel Jurídico y social de otorgar las tenencias a las Madres, sin mayor evaluación ( 98% ) coloca a la mujer con hijos a su cargo como el principal ejecutor de estrategias desvinculantes, no tratándose de un hecho  originado en el sexo del ejecutor, pues cuando los hijos quedan con el papá y este decide obstruir, utiliza las mismas técnicas y palabras siendo protegido por el mismo sistema desvinculante.

Las denuncias falsas que mencionamos, también las reciben mamás no convivientes, y a pesar de ser ínfimas por abuso deshonesto, se han detectado algunos casos, en estos no se observaron la contundencia de las denuncias recibidas por papás, tampoco alcanzaron el mal trato jurídico otorgado a los mismos.

Lejos de querer minimizar las denuncias verdaderas,  que representan fuera del conflicto de obstrucción con los hijos un grave problema de Violencia Familiar, describimos en este texto aquellas cuyo principal factor de semejanza, es la obstrucción del vínculo con los hijos, dato insoslayable para sospechar fuertemente de falsedad de las mismas, conjuntamente con la identificación de las estrategias habituales.

Existen errores conceptuales o interpretaciones desdibujadas, por parte de abogados, psicólogos, psiquiatras, psicopedagogos, asistentes sociales y de funcionarios intervinientes, debido a fallas en su formación y actualización., como la abundancia de subjetividades brindadas a través de los medios periodísticos, al cual los profesionales citados tienen mayor acceso y posibilidades de expresarse, volcando las fallas de sus análisis, que son asimiladas por la población, como verdades absolutas por ser emitidas por quienes anteponen a su apellido un titulo, y desde allí mantenidas, aumentas y retransmitidas formando opinión social a partir de errores o temas no estudiados.

Una serie de situaciones coadyuvan en la prosecución y falta de solución a los conflicto generados ante la separación de una  pareja con hijos menores, o tal vez son causante directos que esta separación ocurra con la violencia conocida :

·       Considerar como un sector único a todas las madres separadas con hijos menores, adjudicándoles el rol de víctimas,  cuando el sector comprendido por aquellas que obstruyen el vínculo y actúan irregularmente, tiene características particulares y bien definidas.

·       Considerar 2 bandos enfrentados, varones contra mujeres, o viceversa., alejado de la realidad, pues en los casos que los hijos quedan con el papá, muy escasos y este obstruye el vínculo con los hijos, sus actitudes son iguales al de una mamá obstructora., lo que nos indica que no se trata de una tendencia femenina, sino, a una condición humana sin diferenciación de sexo que agrede a su descendencia y a su ex pareja.

·       El más injusto error es establecer el reclamo del vínculo con los hijos, como una guerra de sexo, confundiendo el amor por un hijo con un capricho. Nadie lucha años por estar con sus hijos por revancha hacia su ex pareja, cuando es sabido que en ese reclamo y persistencia se pierde el trabajo, los bienes y anula la vida del reclamante.

·       Ubicar al papá, con único referente de la ley de inasistencia familiar cuando la ley responsabiliza a ambos progenitores.

·       Discriminación existente contra los papás y hacia las mamás que no quedaron con sus hijos.

·       Atribuir la violencia familiar al varón, soslayando la violencia ejercida por la mujer.

·       Minimizar la violencia psicológica de la mujer hacia el hombre, maximizando la del hombre hacia la mujer.

·       Manejar la tenencia de los hijos o la relación fuerza poder a través de los hijos como una reivindicación femenina, cuando la mal llamada guerra de los sexos, no debe entrar en la esfera familiar y mucho menos involucrar a los hijos.

·       Considerar a un padre reclamante del vínculo con sus hijos, como un padre abandónico.

 

 

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ANALIZAREMOS  LA VARIEDAD DE DENUNCIAS 

 

Tipos de denuncias :  Verdaderas    -    Semi-verdaderas    -    Falsas 

 

Lugar y tiempo de  las Denuncias 

·       Antes de la separación 

·       Posterior a la separación

·       Fuera de un expediente judicial

·       Incorporadas  a un expediente judicial en  causa  Civil y/o Penal

DENUNCIAS VERDADERAS

Al igual que las denuncias Falsas, sufren en lo Jurídico con la dificultad de su probanza y la demora de los juzgados. Por ese motivo en relación a las denuncias por  Violencia Familiar, se genero un  estilo para dar contundencia a las mismas, en la cual se impuso el concepto, que “ todas las denuncias de violencia Familiar son verdaderas y el problema es la falta de pruebas “

Este concepto errado por generalizar, abrió una puerta a las denuncias Falsas en  casos de Familia, en los cuales se  detectan obstrucción del vínculo con los hijos.

La extensión  del concepto anterior al sector de casos de obstrucción vincular, ocasiona enormes injusticias y perdida de la relación con los hijos tanto con el padre denunciado como con la familia extensa.

Denuncias Falsas Anteriores a la separación, más frecuentes:

·       Violencia Familiar:  La Ley de Violencia Familiar ejercita la exclusión del hogar para el denunciado, abriendo una nueva forma efectiva de ejecutar una denuncia falsa y así asegurarse la tenencia  de los hijos y la obstrucción del vinculo de estos con  el padre no conviviente a partir de esa denuncia con la cobertura jurídica y la exclusión del hogar del denunciado. Una ley con buena intención al ser promulgada, es usada maliciosamente por quien desea posicionarse  judicialmente y eliminar la relación de los hijos con el padre excluido.

 

·       Malos tratos: Generalmente el denunciado no sabe que fue realizada, se presenta en comisaría como exposición civil.

Las denuncias Falsas, formales o de carácter intimista se realizan

·       En Comisaría

·       A familiares y amigos, preparando a futuros testigos falsos o cómplices en la desvinculación

·       En los colegios, con comentarios a los docentes

 

El denunciado falsamente suele enterarse de la exposiciones civiles durante el Juicio de Divorcio y/o Tenencia, de lo comentado ante los familiares y amigos, cuando estalla el conflicto final, conducente a la separación de la pareja.

El denunciante cuida que no se entere el denunciado, para usarla  cuando el caso se torne jurídico y lo hablado con amigos o familiares para asegurarse aliados tras la separación, que solo tengan su versión  (decidió separarse, lo tiene planeado desde tiempo antes de comunicarlo, prepara su posición legal y social).

En ocasiones,  al denunciado le comenta sobre las denuncias que realizo, prosiguiendo la convivencia, utilizando la denuncia Falsa, como una forma de presión y dominación, elaborando en el entorno la presunción que las denuncias son verdaderas. Incorpora aliados y se reserva el denunciante, la utilización en caso de producirse la separación para presentarla en los Juicios pertinentes.

En este tipo de actitud el denunciante somete a su pareja a una violencia psicológica, que suele terminar en una agresión física por parte del damnificado. Probablemente  represente la estrategia desvinculante más peligrosa, llegando a violencia sin limite, observada en su fase terminal en la presentación en los medios de prensa como: “ muerte/s en un drama pasional”.

CUANDO LO IRREAL EN LOS EXPEDIENTES JUDICIALES COMIENZA A TOMAR VIDA

Innumerables relatos reflejaron diferentes formas y etapas de las desvinculaciones, algunos de estos testimonios los volcaremos como ejemplo, para una mayor comprensión del conflicto presentado.

RELATO: Papá 2 Hijos: Teníamos algunos problemas de pareja, a mi entender no muy graves., una noche, mi esposa me dijo que me tenia que ir, me hecho de casa, dijo que hablara con su abogado. Para evitar males mayores pase la noche en casa de mis Padres, al otro día  volví a casa. Al intentar ingresar me di cuenta  que había  cambiado la cerradura, no me atendía, cuando  respondió me insulto, negándose a que pueda estar con mis hijos. Cuando  fui  al abogado, ya había iniciado la demanda de divorcio. Sin saberlo estaba acusado de maltratarla a ella y a los chicos y de abandono del hogar. Juro que jamás los maltrate. Mi esposa había iniciado las conversaciones con el abogado 6 meses antes que me digiera que me tenia que ir de casa. Nunca habíamos conversado la posibilidad de separarnos.

 

 

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Es más frecuente la denuncia falsa, antes de la separación, cuando la iniciativa de terminar la relación, es tomada por la mujer, ( casi en la  totalidad de los casos de obstrucción de vínculo con los hijos )  la decisión se maneja con anticipación, con ayuda del entorno cómplice - familiar. Se elabora  el corte  de forma, que el denunciado falsamente aparezca  ante el entorno,  como el culpable de la ruptura por actitudes de violencia y ante el Juzgado  como una persona de riesgo para lograr la obstrucción del vinculo con los Hijos y un inicio legal contundente

Es importante recalcar que no ocurre la separación en parejas que participan de un Divorcio Destructivo, por “ una discusión del momento “, afirmación común y errada en aquel que explica el final y las dificultades de obstrucción con sus Hijos.

La ruptura es calculada, definida, intervienen abogados, que asesoran. Inciden  familiares y amistades que en ocasiones toman  las decisiones y dirigen las acciones, tanto familiares como Jurídicas.

El Denunciante busca abogados y psicólogos, acordes a sus manejos desleales e ilegales, ejecutando su plan al encontrar a esta clase de personajes nefastos que acceden a sus objetivos. Si el profesional no responde a la falta de ética requerida, es reemplazado buscando otro  ideal  para sus necesidades.

RELATO: Papá, 1 Hijo: No comprendo por que invento todo. Se dejo dominar por mi suegra, ella había hecho lo mismo con su marido y logro que se alejara de los hijos., decía que era violento, que las abandono,  descubrí que era falso, el pobre hombre las paso todas, cuando se acercaba a la casa, le hacia una denuncia en la comisaría, hasta que se agoto y dejo de intentar ver a sus hijas. Ahora mandan a mi hijo con una psicóloga, esta se niega a hablar conmigo, según me asesoraron es una falta de ética profesional. Mi hijo me rechaza, y esta psicóloga presento por medio del abogado de mi esposa un psicodiagnostico del nene, recomendando que no se establezca régimen de visita, por considerarme nocivo para el pequeño,  ¿ De donde saco que soy nocivo, nunca hablo conmigo., el nene tiene 3 años y desde que nos separamos no me dejaron estar con el ?

En ocasiones los profesionales convocados por el obstructor, establecen un vinculo cómplice y cooperan ilícitamente a través de su profesión en la obstrucción y/o en las denuncias falsas, violando toda ética profesional.

RELATO: Mamá, 1 Hija: Descubrí que mi marido me engañaba con una compañera de trabajo, hice lo posible para salvar la pareja, hasta que no lo tolere mas y decidí separarnos. Nuestra hija quedo conmigo, tiene 11 años, dice que me odia y que le arruine la vida al padre, los vecinos están convencido que fui infiel a mi esposo. Por la única amiga que me quedo, me entere que durante meses, el les contaba que yo estaba mal de la cabeza, que iba a un psiquiatra, que estaba medicada, y que sospechaba que me encontraba con otro hombre., totalmente falso. Mi hija cree toda esas mentiras, tengo miedo que se vaya con el Padre cualquier cosa que le llamo la atención, me amenaza con marcharse para siempre con él.

El anterior es un testimonio en el  cual se ejemplifica la forma de denuncia falsa, fuera del ámbito judicial y sus consecuencias.

EL VARÓN Y LAS DENUNCIAS

Antes de la separación:

·       No suele realizar denuncias, sean estas verdaderas o falsas

·       No tiene acceso sencillo a la Policía , en relación a las denuncias contra su  pareja

·       Culturalmente no es aceptable que el varón denuncie por malos tratos a su mujer, aunque estas agresiones sean reiteradas, violentas y tenga pruebas

·       Es menos litigante

·       Tiene mayor desconocimiento en lo Jurídico

·       Esta menos informado, en relación al divorcio y sus manejos

·       Es menos influenciado por un entorno desvinculante

·       Generalmente no decide la separación

 

Tras la separación

·       Usa las Denuncias  Falsas en menor porcentaje que  la mujer

·       Influye poco el entorno en sus decisiones

·       Potencia dudas sobre la moralidad de su ex-cónyuge, aunque le da escasos resultados.

 

RELATO : Papá, 2 hijos: Mi ex mujer es de carácter difícil, se pone nerviosa, es de golpear y de romper cosas, la  pareja  no iba mas.,  estaba cansado de ser golpeado y que  le pegara a  los chicos.,  Fui a la  comisaría, no  me  tomaron la denuncia,  me sentí ridículo, me hacían  bromas. Volví a casa y le conté, hablamos, parecía que había entendido, prometió ir a un psicólogo. Pasamos una noche con arrumacos  como si  fuéramos  novios. Al día siguiente se fue con los chicos, antes  paso  por la  comisaría y me hizo una denuncia por haberla golpeado, a ella se la tomaron.  Me citaron  de  la  comisaría, a  los 2  días por  medio del Juzgado, me desalojaron  de mi casa. 

Estuve 6 meses sin ver a mis hijos. El Perito forense constato que ni ella,  ni los niños, tenían golpes,  nunca  presento  testigos, mis  hijos  Negaron que recibieran malos tratos por parte mía y que  la madre  les había  dicho que debían decir que a veces  yo les pegaba, o no los dejaría salir a jugar y los dejaría sin comer, en su ingenuidad la pusieron al descubierto ante l os peritos, Al mes de separados ella estaba viviendo en nuestra casa, con mis hijos y otro hombre, esta persona  golpea a mis niños. Las visitas las hago acompañado, pues en una ocasión golpearon al mas chico y denunciaron que fui yo, a pesar de denunciarlo este sujeto convive con ellos. El Juzgado civil no hizo nada, la madre lo desmiente, mis hijos lo acusan.

 

 

Es notable en los Juzgados Civiles o los llamados de Familia, como  la nueva pareja, en los casos de litigio por Tenencia y obstrucción del vínculo con los hijos, se lo obvia  y no se la investiga. Es conocido los casos de violencia, abusos deshonesto, violación, perpetrado en altísimo porcentaje por estas personas, se tiene en cuenta cuando no existe un proceso litigante por los hijos, contando con impunidad y fuera  de la causa. en los casos de litigios entre los Padres. Esta dificultad en hacer ingresar a las nuevas parejas sospechosas, determina que intervengan en la obstrucción y lleguen al abuso de los menores, ocultados por el papá  o mamá conviviente. No debemos olvidar que aunque en menor cantidad de casos, una mujer en su rol de nueva pareja del papá conviviente, también puede cometer abuso deshonesto y violación.

RELATO: Mamá, 2 Hijas: Durante el matrimonio no podía tener amistades, al separarnos estuvimos un tiempo bien, pero me celaba por todo, cualquier cosa servia para hacerme quedar mal ante mis hijas, hasta que ellas decidieron irse a vivir con el papá.  Me presente al juzgado para pedir que las reintegren al hogar, me encontré que estaba acusada de pegarles, de llevar hombres a casa.  Mis propias hijas mienten  y en el Juzgado dicen que es culpa mía por dejar que se fueran con el padre, que tendría que haberlas retenido por la fuerza,  ¿ me gustaría saber como retengo por la fuerza a dos adolescentes de 13 y 15 años.

Las madres deben cumplir un rol, no pueden apartarse del mismo, deben retener a los hijos y asumirse víctimas. Fuera de ese guión, ante cualquier conflicto emergente en relación a la tenencia y vínculo con los hijos, son desprotegidas.

 

TIPO DE DENUNCIAS FALSAS                                                                                                                  OBJETIVO BUSCADO

Alcoholismo, drogadicción                                                                                                                      Sugerir dudas, someter a interminables peritajes 

Alteraciones  mentales                                                                                                                           Obligar a tratamiento psicológico , limitar contacto

Intento de sustraer  los hijos                                                                                                                   Visitas vigiladas, obstruir el vínculo

Abuso deshonesto hacia los hijos                                                                                                           Cortar vinculo con los hijos en forma definitiva

Desviaciones sexuales                                                                                                                           Desvalorizar su imagen

Involucrarlo en delitos comunes                                                                                                             Dudar de su honestidad

Aleccionar mal a los hijos                                                                                                                       Continuar con su inculcación maliciosa 

Incumplir visitas                                                                                                                                     No dejarle mejorar el tiempo de contacto

Similares a familiares y amigos                                                                                                              Eliminar el apoyo de los allegados 

Estas Denuncias, normalmente carecen de prueba, pero alcanzan el objetivo de entorpecer y/o anular la relación con los Hijos

Los Papás, reciben DENUNCIAS FALSAS por:

·       Malos tratos

·       Abuso deshonesto

·       Violencia

·       Amenazas

·       No proveer económicamente al  sostén Familiar

·       Adicciones

·       Infidelidad

 

Las Mamás, reciben DENUNCIAS FALSAS por:

·       Dificultades mentales

·       Actitudes agresivas

·       Abandono de los Hijos

·       Reputación dudosa

·       Falta de atención del hogar

·       Infidelidad

 

Estas Denuncias Falsas son difíciles de probar, debido al dificultoso armado de las pruebas y en la  provisión de testigos falsos. El interés, no esta centrado en lograr una condena para el denunciado., se utilizan en lo Civil, para dificultar el contacto con los hijos, dilatar la fijación del régimen de visitas, ocultar el ejercicio de la inculcación maliciosa. 

“ No importa si existen pruebas o se demuestre falsa la denuncia, el objetivo se cumple al realizarla y el sistema de costumbres jurídicas ejecuta el resto, obstruyendo el vínculo del padre no conviviente con los hijos “

A nivel del entorno familiar o de amigos el denunciante elabora, un escenario teatral, para obtener aliados, cuenta  tristes experiencias del matrimonio y lo insoportable de la relación

 La estrategia del desvalido

El denunciante crea un estado de indefensión, en el cual, el entorno se ve comprometido a la protección. De esta forma, los obliga a corresponder ante cualquier solicitud  por la  dependencia  que tiene con ellos. El testigo falso, queda comprometido con el denunciante, no puede desdecirse  de su testimonio y al mismo tiempo lo presiona para continuar en complicidad., estas personas, suelen creer que están ayudando a una  víctima, que hacen un acto de protección hacia los menores. Al descubrir la verdad, es tarde, el daño lo causaron. Estos testigos mencionados en los escritos civiles, suelen no concurrir a testimoniar, al darse cuenta del uso al cual se ven expuestos, perdiendo  estos testimonios, afectara poco al denunciante, su objetivo pasa por denunciar un hecho, no en probarlo.

Características del Denunciante Falso

·       En alto porcentaje, poseía una relación extramatrimonial previa, es uno de los datos  mas llamativos que surgieron de las entrevistas contrario a lo masivamente expuesto de colocar a quien se queda con los hijos como la víctima de un divorcio. Este hecho nos lleva a reafirmar la diferencia entre los participantes de un divorcio común y aquellos con obstrucción de vínculo con los hijos.

·       Forma nueva pareja a poco de separarse imponiéndola a los hijos como el nuevo papá o mamá

·       Tiene antecedentes psicológicos o psiquiátricos

·       Dificultades de relación con su  familia de origen

·       Escasas amistades  antes de la separación

·       Aumenta las amistades, durante el periodo preseparación  y  posterior a la misma

Motivos para realizar las Denuncias Falsas

·       Tienen  necesidad de eliminar la figura del padre no conviviente, esto se transforma en obsesión

·       Imponer la nueva pareja, presentándola como “ una buena persona “ en comparación con su ex pareja      

·       Tapar desequilibrios psicológicos,  endosándolos al  denunciado

·       Justificar sus deslealtades

·       Asegurarse la Tenencia de los hijos

·       Quedarse con los bienes  conyugales

·       Hacer creer a la nueva relación que su ex pareja, le hacia la vida imposible de sobrellevar, por eso la infidelidad

·       Desalentar al  denunciado en mantener contacto con  los  hijos

·       Hacer aparecer al padre no conviviente como un abandónico y despreocupado de sus hijos

 

El Padre no conviviente ya no esta y para facilitar el ingreso de la nueva pareja en la vida de los hijos, debe ser repudiado por el entorno y castigado por la Justicia

En la revisión de los expedientes con denuncias de abuso deshonesto acercados con presunción de falsos, se detectaron:

·       Obstrucción del vínculo con los hijos

·       Denuncias similares

·       Falta de pruebas en las denuncias

·       Indicios concretos que las denuncias son falsas

·       Reiteración de las mismas denuncias

·       Estrategias jurídica desvinculantes por parte de los profesionales intervinientes

 

Los Juzgados conocen los métodos desvinculantes, sin embargo toleran y dan lugar a estas denuncias falsas, excusándose que ellos están obligados a recibirlas y a proceder. Los motivos de la actuación Judicial merece un análisis extenso  que nos desviaría del tema de las denuncias falsas del presente texto, sin embargo no podemos dejar de mencionar que ordenan el impedimento o limitación legal del contacto con los hijos a pesar de no existir pruebas o estar demostrada que no son verídicas.

Entre las disputas de la pareja, el enfrentamiento con los Juzgados, sumado a las dudas en el proceder de los mismos, el denunciado consume sus días y  desatiende el trabajo, hasta perderlo, agravando la posibilidad de ejercer su defensa, al carecer de recursos económicos. El denunciante Falso, a pesar de asumir la característica de víctima  es el más fuerte, el que decide. Actúa en forma ilegal y no recibe sanción.

En las Denuncias Falsas se muestra al Padre No Conviviente  como:

·       Alcohólico/a

·       Homosexual

·       Violento/a

·       Agresivo/a hacia los Hijos

·       Que No le gusta trabajar

·       abandónico/a

·       Desentendido/a de sus obligaciones asistenciales

·       Con desequilibrios mentales

·       Impulsivo

·       Litigante

·       Falto de dialogo conciliador

·       Pervertido/a

·       etc.

 

 

Existe  una  Denuncia Falsa Tipo para cada incidente Judicial

·       Se toma como base las denuncias tipo y el letrado de su creatividad agrega detalles

·       Ningún  abogado coloca en un escrito, que la parte contraria es muy buena, es una demanda, pertenece a la parafernalia de los Litigios, debe existir una víctima y un culpable.

 

En casos que existe el Típico denunciante Falso, con estructura desvinculante de la relación de los hijos con el Padre no conviviente, no aparecen abogados o psicólogos respetuosos de la ética profesional, el motivo es que no responden a las necesidades psicológicas y de objetivos de estas personas, de allí la similitud  encontrada en la forma de actuar de los profesionales en casos de Divorcios destructivos desvinculantes de los hijos.

El Denunciado falsamente, desea defender el vinculo con los hijos y se encuentra ante denuncias falsas, busca  profesionales que merezcan confianza, tratando de enfrentar el Juicio con  pruebas. Al no conocer los usos y costumbres jurídicas, prioriza elementos de prueba como valor fundamental para salir airoso. La intención es buena, pero los resultados no acompañan y cambian de abogado constantemente o estos abandonan el caso por la enorme cantidad de tiempo que les requiere, lo desgastante, injusto y  poco lucrativo de su gestión y el continuo reclamo del cliente  ante las demoras e ilógico de las resoluciones Judiciales. Ante estos cambios el Juzgado considera que la persona tiene dificultades de relación, confundiendo la necesidad de una correcta defensa en juicio.

En determinado momento del Juicio, el padre no conviviente busca profesionales similares a los de la otra  parte, en la creencia que poseen mayor capacidad jurídica. La experiencia le entrega otro fracaso, los profesionales citados, no alcanzan sus éxitos mediante la excelencia de su labor, sino, por representar a la parte cuyo rol  de poseedor de la tenencia de los hijos o por discriminación a favor del obstructor, le confiere los resultados positivos e impunidad, lo cual no esta relacionado con las pruebas o forma de diligenciar un juicio.

El denunciante pierde parámetros de conductas consideradas morales por nuestra sociedad , desea separarse y quedarse con los hijos, bienes y destruir al denunciado. Al perder los límites  utiliza todos los medios que tiene a su alcance. Por ello recurren a denuncias falsas, conociéndolas o por sugerencia del profesional actuante. La  gran difusión de la efectividad de este accionar, condujo a la utilización de las mismas, más allá del consejo de un abogado, desdibujando la figura de estos profesionales,   involucrando a todos cuando la mayoría de los abogados, psicólogos, etc., desean actuar correctamente y se ven sorprendidos por las actitudes de sus clientes y colegas sin ética.

 “ EL FIN JUSTIFICA LOS MEDIOS ”          esta en su máxima expresión en los litigios de Familia. Aunque el fin buscado es descalificador.

Nos encontramos con una paradoja

Aquel que decidió la separación, que porcentualmente fue infiel, que es el más agresivo, que tiene el costumbrismo jurídico a su favor y la aceptación social en sus métodos, generalmente con antecedentes de disturbios psicológicos., resulta beneficiado y en su proceder se asemeja a un animal salvaje, que probó sangre y no puede detenerse hasta devorar su víctima. Antiguamente cuando las separaciones no alcanzaban el porcentaje actual, cercano al 70 % de las parejas, si el individuo en su rol de padre no conviviente, desistía de los intentos de mantener el vínculo con los hijos, el padre conviviente cesaba sus agresiones, demandas judiciales y denuncias falsas. Actualmente esto no ocurre, se busca la eliminación total del individuo, no solo como padre, sino como persona.

Cuando el denunciado se encuentra ante Denuncias Falsas, el pensamiento comienza a trabajar febrilmente:

¿ Con quien  me case ? ¿ Por que hace esto ? ¿ Con quien tuve hijos? ¿ Como puedo hacer para que entienda razones?   ¿Donde esta la Justicia ?

 

! Todas son preguntas, jamás obtiene respuestas !

Este tipo de denuncias son extraídas de Costumbres jurídicas, y Pautas Socio - Culturales, donde se copian demandas y se reiteran en un calco. La computación permitió tenerlas en archivo y el profesional actuante tiene la demanda preparada, sobre divorcio, tenencia, regímenes de visitas y diversos incidentes, cambian el nombre de las Partes,  algunos detalles e ingresa el escrito Judicial.

El demandado al recibirla

·       Se desestabiliza

·       No entiende que ocurre

·       Se dirige a su  abogado para contestar

·       Contesta: “niego cada uno de los puntos.... y al mismo tiempo reconviene a la otra parte, con agravios de naturaleza similar

 

! De esta forma comienzan las agresiones que no tendrán fin !

RELATO :  Papá, 3 Hijos: Toda vez que iba al juzgado civil por las denuncias que me hacían,  parecía que gozaban con las mismas, como si esperaran que cada denuncia superara a la anterior. No se, si me dolía más las denuncias o que me  faltaran el respeto en el juzgado.

 

El denunciado falsamente, no tiene acceso a conocer el método de las falsas denuncias, no es un tema divulgado y es silenciado a nivel del Sistema Jurídico. Cuando comienza a  conocerlo, ya esta envuelto en denuncias de todo tenor, la situación lo supera, consulta  con varios  abogados e ingresa al engranaje judicial. Su vida se convierte en  citaciones, interrogatorios, faltas de respeto.

Debe ocultar a familiares y amigos, sobre estas denuncias falsas, en ocasiones por tratarse de supuesto abuso deshonesto, violación hacia los hijos etc. No puede  comentarlas a nivel laboral  o colocaría su fuente de ingreso  en situación de perderla.  Se aisla y  avergüenza,  entrando en un estado depresivo y de temor, que lo inhibe e impide relacionarse con otras personas, se convierte en un ser desconfiado e introvertido.

Es la etapa de realidad mas cruel, pedirá protección del Juzgado, desalentadose ante el desamparo  que encuentra.

Es indispensable para enfrentar los litigios de familia, conocer todo lo referente a estos, y la DENUNCIA FALSA representa una enorme porción, tal vez la mas importante en la actualidad.

En Juicios de Familia se usa el costumbrismo y debe reconocer en los escritos y las audiencias:

·       Cuando es una frase que realmente corresponde a la otra persona que alguna vez compartió afectos, proyectos e ilusiones  siendo hoy un   extraño  que esta decidido a su exterminio y cuando pertenece a los usos y costumbres jurídicos.

 

Los abusos, la perdida de contacto con los hijos, la relación preferencial de los Juzgados con el Denunciante, coincidente con el padre en custodia de los hijos. Estas situaciones supera al denunciado:

·       Pierde la capacidad de escuchar

·       Se vuelve agresivo

·       Busca asesoramiento, sin saber concretamente para que

·       Cambia de  abogado constantemente

·       Pierde su trabajo

·       No puede hacer frente a las obligaciones alimentarias

·       Intenta sin conseguirlo, dialogar con la otra parte

 

El denunciado falsamente en esta etapa se encuentra ante un final anunciado, ó se produce la luz que le permita reconocer a sus enemigos reales y se prepara para librar una contienda desigual o pierde el vínculo con sus Hijos, que paralelamente reciben   inculcación maliciosa para que lo rechacen, basándose en las denuncias falsas que le realizaron. 

La estrategia cuando actúan profesionales sin ética alguna, es proponerle retirar las denuncias y/o cesar con las mismas, a cambio de la cesión definitiva de la Tenencia de los hijos, renunciar a la Patria Potestad, no tener un régimen de visitas o restringirlo a un mínimo, una cuota Alimentaria inalcanzable. Lamentablemente muchos caen ante estos sujetos y sus convenios, entregan todo o casi todo, en la esperanza que el martirio termine y poder estar con sus hijos., la experiencia muestra que después de ser despojados, sobreviene una andanada terminal de denuncias falsas y presión jurídica.

 Analicemos algunos puntos citados

 

·       Presentan al Padre Denunciado Falsamente  como Enemigo Publico Numero 1, Si se toma literalmente las denuncias y características que se le  endilgan al denunciado, en una exageración imaginativa podríamos pensar que debido al tenor de las denuncias, este debiera ser ajusticiado, previas torturas como escarmiento ante los aberrantes hechos que se le adjudica

·       Le agregan otras tantas morbosidades, para dejar satisfecho a quien con gran lasciva leerá las denuncias a sabiendas de la irrealidad, dentro de un Sistema de aceptación de la Gran Fabulación que son los casos de separación con hijos menores

·       En la demanda de Divorcio, el  demandante expone tantas barbaridades, que en el incidente de Tenencia,  debe  superarse  en  creatividad.

·       Es usual  las denuncias  verbales en los Juzgados buscando convencer  a los funcionarios (Juez, Secretario, Asesor de menores)

·       En la demanda de Tenencia, el denunciante recurre a toda una gama de agravios y realza, lo que es sexual, desea mostrar al individuo como  pervertido que representa un riesgo  para los hijos

          

Indudablemente los Juzgados se componen por Funcionarios y empleados con su  experiencia personal y frustraciones, más la carga de una formación Académica cuestionada, no acorde con  la realidad del aluvión de separaciones actual. Los preconceptos  y el estilo de sentencias, permite el mantenimiento  de la cultura de la mentira en los juicios de Familia

 

En adelante comienzan los Peritaje Psicológico y toda la gama de errores en el uso de las técnicas e interpretación

PERITAJE PSICOLOGICO

Es en los Peritajes Psicológicos donde se localizo la mayor cantidad de quejas entre los entrevistados, por la subjetividad y el desconocimiento del tema de la desvinculación de los hijos y las Técnicas utilizadas.

Entre estas quejas encontramos:

·       Los papás son discriminados, al igual que las mamás que no retuvieron a sus hijos

·       Se los obliga a  reconocer como ciertas las imputaciones falsas de la otra parte

·       Es mal visto en el  varón, su deseo de obtener la Tenencia de los hijos y en la mujer cederla

·       Sugestivos los  (SIC) usados ante las expresiones de los mismos, como un llamado a duda a sus dichos y la casi ausencia en lo expresado por quien tiene los hijos y sus desbordes

·       Cuando una mamá no pudo, no quiso ó no supo retener a los hijos, estas experiencias de Peritajes son difíciles, suelen recriminarles no haber retenido, aun  por la fuerza a sus hijos y a pesar de dar explicaciones surgen los (SIC). Lamentablemente deben pagar el error de no cumplir con su rol de retener a los hijos a cualquier costo, violencia y denuncias falsas incluidas.

 

RELATO : Papá, 1 hijo: En los Peritajes no podía contar nada, lo que digiera era mal visto, llevaba pruebas y el psicólogo decía que allí no hacían falta, le conté todo con el mayor detalle, tratando  de no  exagerar,  quería que cuando fuera mi esposa a contar sus mentiras pudiera evaluar correctamente. Cuando entregaron la evaluación dieron todo lo dicho por ella como cierto, tomaron sus historias para realizar el informe al juzgado . A pesar que tuvo el expediente con todas las pruebas que demostraban las falsedades, únicamente se baso en sus mentiras. El mensaje que  emitió es que ella era una buena madre, que los problemas psicológicos que tenia, incluidos los intentos de suicidio se debían a mi obsesión por estar con mis hijos y recomendaban limitar el contacto con ellos hasta que la madre se sintiera mas segura.  Lo increíble de mi culpabilidad por sus desequilibrios es que antes de conocernos fue internada 2 veces por esos motivos y están las pruebas de las internaciones, En  ocasiones  ante las tonterías que preguntaba y las interpretaciones que hacia, dude si estaba ante  un  psicólogo o  un paciente fugado de un manicomio.

RELATO : Papá, 1 Hijo: Obviaron 3 intentos de suicidio de mi ex - esposa antes de conocerme, uno durante el matrimonio y una internación de mi hijo por golpes, reconocido por la madre que se descontrolo. Mi hijo me  rechaza, ella le llena la cabeza, pusieron que mi hijo tiene problemas de conducta por el trato conmigo y recomiendan no reiniciar el vinculo, expresan  que es  mi culpa , que no se relacionarme con el niño. Desde que nos separamos nunca me dejo estar con mi hijo, pasaron desde la separación 8 meses y nunca tuve contacto alguno,  ¿ Como pude afectar al chico si nunca me dejo estar con él, tanto los Peritos como el Juzgado lo saben, consta en el expediente y es reconocido por la madre ? 

En Juicios por la tenencia de los hijos normalmente el que  recibe una demanda de Tenencia agraviante no tiene margen para contestar, no se  contesta agraviando, no es de usos y costumbres como en el  Divorcio, ya que de contestar con similares términos  el Juzgado lo ve mal, aun presentando pruebas contundentes. Los agravios y las mentiras parecen pertenecer al mundo del demandante,  que esta en posesión de los Hijos.

Como en un mundo al revés, el mentiroso es el dueño de la verdad

El padre demandado sin los Hijos, queda descolocado ante las denuncias falsas, no sabiendo como proceder para dejar las cosas aclaradas. Es tanta la desesperación por demostrar las mentiras, que pierde el objetivo principal, que son los hijos y la protección de los mismos, sin percatarse que justamente ese es el objetivo buscado por el demandante

Buscara los porque de tantas barbaridades sin encontrarlos. Si tiene medios económicos o cobertura social, recurrirá a una ayuda psicológica, en los casos estudiados la experiencia no resulto positiva

RELATO :  Papá,  2 Hijas: Cambie  varios Psicólogos, cuando les contaba lo que me pasaba con mi esposa y el juzgado me decían que lo imaginaba, que se debía a mi estado emocional. Cuando por esas cosas que “ supuestamente “ yo imaginaba y debía cambiar de perspectiva, termine detenido por una denuncia  por abuso sexual hacia una de mis hijas y viví por primera vez la experiencia de estar detenido. El día que ella me acuso de haber cometido ese delito, para mala suerte de  mi esposa  y de su abogada yo me encontraba en  Brasil en un curso de capacitación laboral enviado por la empresa que me había contratado. De algo que estoy seguro es que no voy más a un  psicólogo, para locos tengo bastante con la madre de mis hijas  y mis  incursiones jurídicas.

 

Si al menos,  al Padre no conviviente, le entregaran el guión teatral jurídico, sabría cual  es su parte en la obra, nadie se lo dice y pasa años queriendo demostrar la verdad y esta solo le interesa al que recibió la injuria, todos los demás la tienen clara, es de Usos y Costumbres.

 

·       Una demanda de Tenencia con  denuncias Falsas, trata de lograr el impedimento de contacto con los hijos

·       A través de las chicanas jurídicas, dilatan las resoluciones Judiciales

·       Bloquean a través de las denuncias falsas la restitución  del vínculo o la mejora en  la relación  vincular

 

Se hace notable que el único impedimento para tener contacto con los hijos, es que el Padre que retiene a los hijos no desea que ocurra y esto alcanza.

Un ejemplo para entender este abuso, lo podemos encontrar en una comparación alejada de la realidad pero que sirve para entender la situación:  Ante el secuestro de un menor, se convoca al secuestrador, le  preguntan si desea liberarlo y ante la negativa de cesar con el delito le agradecen la gentileza de haberse acercado a dar esa respuesta y el menor continua en cautiverio.

Como una broma macabra no faltara la resolución, que realce alguna denuncia falsa, y mediante la mención de estos hechos, justifique negar y/o restringir el vínculo con los hijos.

Cuando a nivel de los Juzgados se extiende la denuncia falsa hasta convertirla en una falsa verdad Jurídica

En la revisión de los Expediente  Civiles, generalmente la demostración de la falsedad de la denuncia es tan contundente  que no  permitiría obtener una resolución Judicial que no fuera a favor del denunciado, por lo tanto al tener que emitir los Juzgados fallos, de acuerdo al costumbrismo, le resulta inevitable citar hechos  que aunque probadamente falsos, justifiquen un fallo injusto para el denunciado falsamente. 

El damnificado ira a una segunda instancia Judicial (Cámara) la cual suele acompañar el fallo de primer instancia., El Padre damnificado por el Fallo intentara recurrir a la Corte  Suprema, en ocasiones logra que el caso se acepte,  no alcanzando que se cambie el fallo injusto, demorando indefinidamente la resolución final.

El  estado de  indefensión  es tal, que  a pesar, que  la  verdad rebalsa en los expedientes, la mentira es utilizada para justificar lo injustificable, sumiendo a estos padres en un estado de abandono en todos los ordenes de su vida, extendiendo el tiempo de revinculación con los hijos.

Si este proceso de eliminación de un padre, se cumple en su totalidad, el denunciante habrá logrado que  papá o mamá  injuriado:

·       Abandone a sus Hijos

·       No pueda rehacer su vida social -  laboral y afectiva

·       Enferme

·       Actúe violentamente

·       Se suicide

 

Denuncias Falsas introducidas a los expedientes de Régimen de visitas:

·       Me agredió

·       Estaba ebrio/a, drogado/a

·       Me amenazo de muerte

·       Estaba acompañado  por amigos o familiares y me amenazaron

·       Se quiere robar a los hijos

·       Golpea a los  hijos

·       Abuso sexualmente de los Hijos

·       Etc.

 

En estos casos utilizan la agresividad para caracterizar a la otra parte, de esta forma, intentan impedir el contacto de los hijos con el Padre no conviviente, usando a la Justicia y a la policía como ejecutores de sus estrategias desvinculantes.

Posterior a la sanción de la Ley Penal 24.270 ( Sanciona al Padre o tercero que impidiere u obstruyere el contacto del Hijo menor o discapacitado con el Padre no conviviente ) viéndose los padres que poseían la custodia de los hijos, acotados en sus posibilidades de impedir la relación filial, se incrementaron las denuncias falsas por abuso deshonesto, adjudicadas al padre no conviviente, logrando el objetivo de eliminar por orden Judicial, los regímenes de visitas extendiendo la exclusión   a los abuelos.

En el caso de las denuncias del tipo de abuso deshonesto, por lógica la sufre el  papá, pero se detecto casos de mamás no conviviente, que se vieron afectadas por estas denuncias.

Estas clases de denuncias  a pesar de no prosperar en lo habitual  en lo Penal, obstruyen el vínculo por largo tiempo, mediante la acción de los Juzgados civiles o de familia.

Mientras se resuelve judicialmente la denuncia, el Denunciante somete a los Hijos a Inculcación Maliciosa,  para el rechazo del Padre denunciado

El denunciado se encuentra en una  actitud de desvalorización. Lo denunciaron y tiene que  probar que no es:

·       Violento/a

·       Violador/a

·       Peligroso/a

 

No puede  probar que es inocente, porque tampoco se puede probar lo que Falsamente se dice que es o hizo

LAS DENUNCIAS  SEMI-FALSAS,  son aquellas que tienen algún viso de realidad, puede ser la agresión Física, que quizás realizo, no en forma habitual, pero lo hizo en alguna oportunidad y fue visto por un vecino,   intervino la policía, de ahí usarlas como antecedente en denuncias falsas, tomando como parámetro algo que tal vez fue mutuo o circunstancial. Tal vez estas agresiones fueron durante la etapa de convivencia.(No justificamos la violencia bajo circunstancia alguna )

En la obstrucción del vínculo con los hijos,  el papá o mamá denunciado  no suele tener antecedentes de  agresión  a sus hijos, pero el denunciante traslada sus problemas reales, exagerados o inventados  a la relación hijos - padre no conviviente. Aún en casos de personas que golpean a sus parejas, no se establece obligatoriamente, que también lo hagan con sus hijos.

Tampoco podemos perder de vista que una de las características del padre obstructor, es la violencia  y la provocación. Cuando describe al otro padre en la mayoría de los casos, esta describiendo su propia personalidad.

Las denuncias falsas son dificultosas de enfrentar si existe una similitud con algún hecho ocurrido en el pasado y se recrea dándole un marco actual.

En una época cuando se hacían denuncias de este tipo, se sugería a los varones ir a reuniones de Hombres Golpeadores, muchos papás que recibieron estas denuncias falsas, en el deseo de congraciarse con los Juzgados o psicólogos o Asistentes sociales, actuantes en el caso, asistían  a estos grupos de autoayuda o terapéuticos. Lógicamente no era su lugar de pertenencia y quedaban identificados  para toda la vida como un Hombre Golpeador, engrosando una estadística irreal, complicándose su situación legal a futuro. No era orientado  a  estos grupos el papá que se probaba realmente golpeador, sino, que se incluía aquellos que por haber recibido una denuncia de esa naturaleza y sin análisis se lo consideraba como golpeador, cuando en realidad  tenía dificultades por impedimento de contacto con los hijos  y se le aplicaba la estrategia de la Denuncia Falsa para la obstrucción del vínculo. Tener un antecedente de aceptación  en estas reuniones, significaba una aceptación de la Falsa Denuncia recibida.

Al requerir el régimen de visita, la ampliación ó enfrentarse a otra denuncia falsa, el antecedente lo condicionaba, poco valían los reclamos y explicar el porque acepto, su destino jurídico estaba definido. 

Similar al anterior es el caso en el cual una persona no tiene problemas psicológicos, y le sugieren ir a algún Instituto o fundación afín y  acepta, a la espera que su actitud le sume puntos ante el Juzgado, algo difícil de obtener y que la otra parte utilizara en su momento  dentro del expediente en su contra.

De aceptar una ayuda psicológica para superar el momento de conflicto vincular, es aconsejable que el profesional sea totalmente ajeno al sistema Jurídico o Institución allegada al mismo y quedar expresamente explicado dentro del expediente que se trata psicológicamente por el abuso que le están cometiendo en relación al uso de las denuncias falsas y la desvinculación con sus hijos

Para evitar cualquier contratiempo al respecto, inmediatamente a la separación  o estando el juicio en una etapa tranquila es conveniente :

·       Asistir a un centro de Salud publico y realizarse un psicodiagnostico  completo ,  no dejando abierta la estrategia de  desvinculación por supuestas falencias psicológicas.

 

RELATO : Papá, 2 Hijas: Durante cuatro años impidió el contacto con nuestras hijas, me denuncio de sicótico, me hicieron todo tipos de peritajes y  como me salían bien los impugnaba su abogada y me mandaban a otros. En cada denuncia nunca presento pruebas, agregaba una acusación nueva en mi contra, alcohólico, drogadicto,  pervertido sexual etc.  Después de 4  años en que me dejaron sin trabajo y no tengo donde vivir me permiten estar con mis hijas 2 horas a la semana, junto a una asistente social a la cual le tengo que pagar yo. El único motivo por el que no podía estar con  mis hijas es que la señora madre se presenta y denuncia todos los días algo nuevo.

Al comenzar  un expediente relacionado con familia, es importante que el Juzgado este prevenido ante posibles denuncias falsas

Cada vez que se encuentra con una Denuncia Falsa, aun la más leve, conteste con un escrito comunicando al juzgado, la actitud de utilizar la estrategia de la Falsa Denuncia, solicitando siempre que el juzgado:

·       Coloque limites a este método

·       Obligue a presentar las pruebas en forma inmediata  o a retirar la denuncia escrita o verbal

·       Aperciba o sancione tanto a la parte denunciante como al abogado, de continuar con estos métodos.

 

Es importante manifestar:

·       La actitud psicológica inestable de la persona que realiza este tipo de denuncias

·       Pedir  que esta persona sea sometida a psicodiagnosticos completos y específicos, como todo el entorno familiar que convive con los menores.

 

En el desenfreno de llevar adelante el ataque hacia el padre no conviviente, el  denunciante, no solo daña moral y psicológicamente a los hijos, pueden llegar a daños físicos para recrear pruebas. El denunciante puede tornarse en un  gran peligro para  los hijos. Si las denuncias apuntan al orden sexual, probablemente se este ante un caso de abuso hacia los hijos, por parte del progenitor que las realiza o de la nueva  pareja  o familiar conviviente o riesgo  que esto se produzca.

RELATO :  Papá 1 hija: Me denuncio que yo manoseaba a mi hija en las visitas, la nena tiene tres años, a lo sumo le limpiaba la cola cuando iba al baño. Me suspendió el juzgado el  régimen de visita,  restaurándolo a los 3 meses sin poder efectivizarlo por la negativa materna. Al tiempo recibí la denuncia  Penal de haberla violado, me detuvieron, no se constato la penetración que habían denunciado, como  yo no la veía desde hace meses, porque la madre lo impedía, quede totalmente fuera de duda. No se puede entender que el juzgado civil diera crédito a esta denuncia por violación, cuando todos los días me tenían reclamando que se cumpliera el régimen de visita y que la madre una y otra vez se negara argumentando  cosas sin sentido. Conseguí que el juzgado me devuelva las visitas, que de poco me sirve, por que no la obligan a cumplirlo ! Viva la Justicia ! .

Es necesario eliminar el uso de estos métodos de denuncias Falsas,  relacionados con el Abuso deshonesto, que producen el consiguiente:

·       Impedimento de contacto con los hijos

 

·       Peritajes interminables y abusivos

 

·       Sensación de violación en  los niños , debido  a la inculcación  que se les hace y los peritajes físicos y psicológicos a los que se ven sometidos

·       Relaciones con los juzgados y asesorías de menores, que se tornan violentas

·       Daño psicológico permanente a los niños

·       Ruptura de la relación Parental

·       Inculcación Maliciosa a los hijos para que sostengan  la acusación, que asumen  que realmente fueron abusados

Las Denuncias Falsas por abuso deshonesto, hacia los Hijos, pueden ser:

·       Por intento de violación

·       Tocar partes íntimas 

 

Las Denuncias Falsas lógicamente son muy difíciles de probar, denuncias donde había fotos, videos Pornográficos, almanaques, etc., dieron lugar a disparatados operativos de protección al menor, donde luego de meses, escritos, peritajes etc., no se encontraba nada, y los menores en los peritajes decían,  sobre esos elementos que supuestamente vieron, que se lo había contado la mamá o el papá conviviente o alguien de su entorno.

Conclusión nuevamente se utilizo a los hijos y al sistema jurídico para provocar la desvinculación, en una cruzada moralista que desprotegio al menor  y ocasiono grave daño al denunciado falsamente y sanción alguna al denunciante

 

 Si la denuncia es de índole sexual

·       Dejar claro en el juzgado que el denunciante está rodeado de personas que pueden ser riesgosas., si tiene algún indicio probatorio incorpórelo al expediente

·       Pedir peritajes psicológicos para todo ese entorno, protegiendo su integridad y la de sus hijos, estos probablemente se encuentren en riesgo de recibir por parte del denunciante o su entorno lo que a usted lo acusan.

 

Si ingresa en un litigio de tenencia o régimen de visitas, si su conducta a sido intachable, ahora debe serlo mucho más.

·       Hay lugares donde no debe ir, por considerárselos moralmente dudosos

·       No contactarse con  personas con antecedentes delictivos

·       Palabras que no se deben decir

·       Actitudes que no se deben tomar

 

! En estos casos, no alcanza ser honesto, debe parecerse honesto y a pesar de serlo y parecerlo, probablemente le resulte dificultoso defenderse ante DENUNCIAS FALSAS!

Hay personas que luego de una separación piensan:   Estuve siempre controlado/a,  contenido/a, no podía salir, ahora hago lo que quiero ”  Ese descontrol es peligroso, ya  que la otra parte puede usarlo en su contra, en la relación con los hijos y el Juicio.  

Los hijos y las relaciones afectivas del Padre no conviviente

Los Hijos perciben determinados mensajes del padre con el que conviven y del entorno, ese mensaje invariablemente tendrá un componente negativo hacia el Padre no conviviente. Si le transmiten que usted es “mujeriego” y en ocasiones se lo encuentra en diferentes compañías, esas palabras se arraigan más profundamente en los hijos, el mismo ejemplo en el caso de una mamá no conviviente y sus relaciones.

Mantener  buena conducta.  No es para convencer a un juez, sino, para demostrarles a los Hijos que el comportamiento es recto.               “ Un hijo es un juez inapelable ”

Tiene el derecho, es sano y recomendable vincularse afectivamente con otra persona, pero si la posible Denuncia Falsa, apunta hacia ese tipo de cosas, este atento.

Al tener una relación afectiva firme, es conveniente blanquearla y que no  parezca “ Furtiva “ y que accidentalmente los hijos la descubren o se la cuentan. Los hijos de padres separados buscan la imagen de familia perdida, pueden sentirse incómodos ante la formación de una nueva pareja por parte de sus padres  y  es normal que esto ocurra, pertenece al duelo emocional.

Generalmente el papá o mamá no conviviente demora en formar una pareja, al contrario del padre conviviente que  la incorpora rápidamente, esto genera en el padre no conviviente un temor a blanquear una relación, en la creencia que les puede afectar en lo legal  o desacreditar ante los hijos, queriéndose mostrar ante estos como los preservadores de la familia y las buenas costumbres.

En relación al Divorcio la formación de una nueva pareja, en  la incidencia  jurídica es mínima, cuando esta relación se produjo a  posterior de la separación, en el resto no es tenido en cuenta, salvo que siendo sana  por ocultarla se la presente como nociva ( es factible que ocurra cuando la relación se oculta por temor, al que dirán los  hijos o el juzgado ).

Cuando comprenden el error de ocultarla, se uso en su contra judicialmente, predispuso mal a los hijos y probablemente le ocasiono el resquebrajamiento o la ruptura de esta relación afectiva importante  para la reestructuración total de este padre no conviviente.

Si  quiere representar  ante sus hijos una  teatralización de papá o mamá abnegado/a, castos y puros , que entregan su vida por ellos, cometen grave error, los hijos observan a un ser deteriorado, vapuleado, partido, con rencor, atado al pasado, sin presente y sin futuro, temerosos  de ellos, hasta el punto de ocultarles, negarles o no valorando una relación  que les hace bien.

Si después de una separación con graves conflictos de relación con los hijos, encontró  un trabajo rentable, amistades que reconfortan,  y una  pareja que a pesar de todos sus defectos y conflictos legales, económicos etc.  es  el mayor tesoro que podrá brindarle a sus hijos que esperaban ver al papá o mamá destruido/a, fracasado/a  y sin proyección. Bien vale la pena protegerse ante este tipo de denuncias falsas del ámbito de lo privado realizadas ante los hijos, brindándoles una imagen mejorada. La mayoría de los padres que fueron obstruido no han podido recuperarse por no ser capaz  de reconocer que a pesar de todo lo sufrido, denuncias falsas incluidas, pueden ser feliz con algo o con alguien escapando del laberinto de los expedientes judiciales.

La persona que obstruye el vínculo, esta cargada de irregularidades en su vida diaria, no se defienda solamente, manifieste esas inconductas comparada con la correcta línea de acción suya, sin necesidad de exponerlo constantemente ante sus hijos.

MEDIDAS PREVENTIVAS

Cuando observe un  indicio de posible DENUNCIA FALSA:

·       Ponerse en alerta  inmediatamente

Adelántese siempre, para eso tiene que analizar a la persona con la cual está litigando y su abogado

·       Si usted baña a sus hijos, comentelo por escrito como la forma en que  se esta haciendo cargo del aseo de los niños, a pesar de ser una exageración  se detectaron varios casos de denuncias  de abuso sexual, basadas  n el aseo de los niños

·       En los escritos comente el tipo de trabajo que realiza en lo habitual, explique si esta labor puede llamar a duda

 

El Síndrome del padre impedidor, se caracteriza, que esta persona le suministra permanentemente indicios de lo que va a realizar, este atento. Algunas personas reciben una denuncia falsa y no le dan importancia, otras, gastan todas sus energías para desenmascararla y restan importancia al resto del expediente. Es inconveniente desgastarse en tratar de demostrar la falsedad de las denuncia y demorar el tema principal que es la revinculación normal con los hijos,  régimen de visitas, tenencia, etc.

No es fácil enfrentar las denuncias falsas, muchas veces son Penales, puede existir riesgo de perdida de la libertad y debe prestarse suma atención, aunque momentáneamente demore el expediente civil en relación al vínculo con los hijos.

Una causa Penal abierta prácticamente  paraliza la Civil

 

Es usual que el padre que recibe denuncias falsas, deje pasar la demanda contra quien lo denuncio,   siendo un grave error, una vez desvinculado de la misma, accione Penal y Civilmente contra el denunciante y los falsos testigos.

Cuando hay una denuncia falsa, en la cual la otra parte no presenta pruebas, no debe perder la calma pues demorara el Civil. 

El Padre impedidor es sumamente litigioso, es conveniente demostrarle que sus actitudes de denuncias falsas pueden terminar comprometiéndolo/a para que cese con las mismas.

Testigos falsos es normalidad en juicios de familia, tolerarlo para el damnificado no debe serlo

DE PERVERTIDO A SEÑOR

Ocurre que la denuncia, más agraviante, más terrible, el padre mas sicótico, mas agresivo., donde es tal la peligrosidad en el contacto con los Hijos, que debe ser en acompañado de Asistentes Sociales, Oficial de justicia, con testigos a las visitas, impedido el contacto por resolución judicial, sometido a interminables peritajes etc., en el escaso tiempo otorgado para una audiencia, en un arreglo de partes, esa  persona  deja de ser todo lo peligrosa que representaba, y se restituye la relación. Esto demuestra que el Sistema Jurídico conoce perfectamente el uso de las denuncias falsas y  las estrategias desvinculantes y se presta solidariamente a tal deleznable acción.

Relato :  Papá, 1 Hijo: Me acusaron, estuve detenido, no pude ver a mi hijos por 18 meses, pase por cuanto peritaje psicológico exista, en algunos de ellos me hacían aparecer como el peor de los monstruos, solo basados en los dichos de la madre de mi hijo.  En el Juzgado  Civil parecían convencidos que era peligroso. El abogado de mi ex-esposa le renuncio por estar cansado de soportar sus desplantes.  Me restituyeron la relación con mi hijo, tras una audiencia en la cual me vi obligado a ceder la Tenencia, una cuota alimentaría que no podré  abonar, acordar el divorcio de mutuo acuerdo, cuando por pruebas estaba a favor mío, un régimen de visita de 6 horas semanales y el compromiso del abogado de ella, que a partir de allí se acabaron las denuncias falsas y las agresiones por parte de su cliente. No les creo nada , pero con tal de volver a ver a mi hijo, darle un beso,  acepte cualquier cosa. Cuando salí de la audiencia me trataban de señor, en el escaso tiempo de 2 horas que duro la audiencia pase de pervertido y violento a ser un Señor, si hasta el Juez me palmeo la espalda al terminar la audiencia. Salí asqueado, pero puedo empezar a estar con mi hijo.

 

El problema no es el grado de agresividad de la denuncia, sino, que  el denunciado se dispersa y empieza a  desgastarse, se desequilibra y pierde el control personal y por lógica  la supervisión  de los expedientes.

En las audiencias, las denuncias que están dentro de los expedientes normalmente no se toman en cuenta, saben los funcionarios la poca realidad que tienen. La lógica tendría que estar presente en no permitirlas o proteger al denunciado falsamente.

Cuando hay peligro de denuncia falsa y se sale con los hijos, producida una revinculación, se debe tomar una serie de recaudos, es  usual  que el obstructor aproveche  la revinculación  a la que fue obligado  aceptar, para crear una denuncia de abuso sexual que le permita cancelar  por medio Judicial el vinculo de los Hijos con  el padre hasta allí obstruido, en estos casos  cuando se trate de menores de 4 años es recomendable no salir mucho tiempo solos, ir con amigos, testigos, durante las primeras salidas. Crearle a la otra parte la imposibilidad de la denuncia falsa, por lo complicado de poder probarla, habiendo testigos y que al mismo tiempo quede al descubierto su metodología. Cualquier prevención es poca, se detectaron gran cantidad de casos en los cuales los acompañantes  también fueron involucrados en las denuncias falsas por Abuso deshonesto. Incluidos Asistentes sociales que supervisaban las visitas.

Relato de Asistente Social: Fui nombrada por el Juzgado para supervisar la revinculación de un papá con el hijo de 2 años , el tiempo era de 1 hora, en una Pizzeria. El niño quiso ir al baño, el papá lo iba a llevar, le sugerí que no lo hiciera para evitar problemas y lo lleve yo,  Termino la visita y lo retiro la madre que estaba esperándolo en la puerta. Al día siguiente me entero que había una denuncia que el niño había sido violado y se lo acuso al papá. Los peritajes probaron que hubo penetración anal, aunque  hicieron la observación que tenían dudas que allá sido con el miembro viril, mas se asemejaba a la introducción de un objeto. El papá  no estuvo solo con el niño,  fue devuelto a la madre y el niño quería seguir estando con el papá. El  papá fue detenido y condenado por violación, a pesar que se constato que de haber sido penetrado por el padre, habría sido dañado gravemente. Al presentarme como testigo y defender al joven ante esta injusticia fui agraviada de todas las formas e intentaron involucrarme. Lo lamente mucho pero soy muy mayor, no pude soportar las presiones, había algo muy sucio alrededor de la madre de este chiquito , estaba definido que el papá tenia que ir preso. Renuncie a mi trabajo, el papá continua preso,  duermo con sedantes, créame que no pude hacer mas de lo que hice.

Actuación de profesionales en complicidad en las denuncias Falsas

Cuando el abogado o psicólogo actuante en la denuncia Falsa, junto al denunciante, observa a la otra parte que se está previniendo, comienza a retirar el método de la denuncia falsa. Indudablemente el riesgo de verse involucrado, comparada con el ingreso económico que le puede aportar su gestión, mas el trato continuo con una personalidad conflictiva con situaciones personales no resueltas, que utilizan a otros  para descargar sus rencores y conflictos, hace que estos se retiren y es cuando las causas comienzan a deslizarce por carriles normales, hasta que el padre obstructor encuentra a otros profesionales de características similares.

Las personas que acompañan en  regímenes de visitas, deben ser informadas de los riesgos de ser denunciados falsamente

·       Existen denuncias que involucran a los hijos y suelen llevarlos a testimoniar ante un juzgado o un asesor de menores,  esa actitud causa gravísimos daños psicológicos a los menores, al colocarlos como acusadores del padre no conviviente. llegara el día que esos expedientes estén en manos de los hijos, ya que lo que se escribe en una presentación Judicial, también se traslada al entorno y se les muestra a los menores algo denunciado falsamente como algo verídico por estar en un expediente en el Juzgado y ellos se verán involucrados acrecentando la inculcación maliciosa con un estado de culpabilidad de los niños y de falsa lealtad hacia el denunciante..

 

·       En relación a las denuncias por agresiones, jamás se debe responder ante un golpe o un insulto, es común preparar una provocación para llevar al padre que va a visitar a sus hijos a reaccionar violentamente. Si recibe una agresión física quédese en el piso, no se levante hasta que llegue la Policía  o una ambulancia, siempre que este acompañado o halla testigos imparciales. De no haber nadie debe tratar de irse lo mas rápido posible, la características de papás o mamás impedidores de vínculo  y su entorno es la extrema violencia, puede correr riesgo su vida. Ante algún tipo de agresión vaya inmediatamente a la comisaría y labre una Exposición Civil o Denuncia Penal, si justificara lo ocurrido, es común que al retirarse usted, el agresor concurra a la comisaría y realice una denuncia en la cual será protagonista de un hecho delictivo del cual se enterara cuando sea citado por la comisaría o el Juzgado interviniente.

 

Hay posibilidades de recibir una DENUNCIA FALSA  por agresión:

·       Quédese lejos del Padre conviviente

·       No levante los brazos, cualquier movimiento que haga puede llegar a decirse que quiso agredir o agredió

·       No ingrese en la casa de la otra parte sin testigos

·       El domicilio de visita pudo ser el hogar conyugal, ya no lo es

·       Antes  de ir al domicilio pase por la comisaría, realice una exposición civil, sobre lo que va a realizar y en que consiste el temor, para justificar una exposición civil previa

 

En un Peritaje Psicológico suele tomarse como veraz cualquier DENUNCIA FALSA realizada por aquel que tiene los  hijos, tome todos los recaudos para que esto, este debidamente controlado por un perito de Parte, con experiencia en el tema de los divorcios  destructivos y las denuncias falsas

 

·       Si un Peritaje esta mal hecho o es dudoso pida explicaciones de uno o varios puntos no claros, Impúgnelo, no deje nada que conduzca a pensar que a través de ese peritaje, algo de verdad tiene el que hizo la denuncia

                                

El tema de los vínculos de Familia a posterior a la separación de los Padres, sufre de un gran desconocimiento  a nivel de la Psicología y el Derecho, la formación que reciben a nivel Universitario y post-grado , usualmente se caracteriza en mantener conceptos  cercanos a los errores conceptuales sugeridos al comienzo del presente texto.

De lo anterior deducimos que la problemática de familia tiene un amplio factor de falta de formación o información subjetiva  a nivel de estudios y perfeccionamiento.

En el marco de investigación de la problemática de los vínculos de los hijos con el padre no conviviente, APADESHI realizo por medio de la Lic. Susana Pedrosa de Alvarez, investigadora psicológica de la Institución un trabajo relacionado con las DENUNCIAS POR ABUSO DESHONESTO DE MENORES, analizando la interpretación de los que son considerados especialistas, métodos de análisis y el mal uso de las Muñecas anatómicas, como método de validación de abuso sexual. Parte de la investigación realizada la brindamos a continuación.

                                                                                                                                             EL DIAGNOSTICO DE ABUSO SEXUAL INFANTIL

 Una práctica controvertida ante las denuncias erróneas ( falsas)

 

Sobre Denuncias por abuso sexual  erróneas (falsas), Horner *, realizó en el año 1993 un interesante estudio en relación a un caso de denuncia materna de Abuso Sexual en el transcurso de un proceso de litigio por TENENCIA Y REGIMEN DE VISITAS.( ver Horner * ,1993)

LA INVESTIGACIÓN DEL AUTOR SE DESARROLLO MEDIANTE LA INCLUSIÓN DE TRES GRUPOS:

Psicólogos,  Asistentes  sociales  y otros profesionales de la salud, especialistas en el área del Abuso sexual Infantil, de los cuales 43 eran mujeres y 5 hombres. Se les presentó el  caso de Melissa, una niña de 3 años, material clínico que  consistía en:

 

(a) La reproducción de las sucesivas denuncias de la madre por abuso sexual ubicando como perpetrador al padre

(b) Las 4 evaluaciones pediátricas en las que no se constató victimizaciones sexuales en la menor

(c) Dos testimonios poligráficos que exculparon al padre en el  proceso legal

(d) Los informes policiales sobre la  investigación  de  las denuncias  maternas, que  arrojaron  también  resultado  negativo 

(e)    El Informe de una terapeuta, en rol dual de ser terapeuta de la niña y también el consultor técnico de la parte acusadora y que estaba  focalizado    

       sobre  “ El trauma de un posible abuso sexual “ (sic), en el que no se efectuó la evaluación  del padre,  ni de la  relación paterno-filial

(f) Un detallado informe verbal del Profesional que realizó la evaluación forense del caso

La denuncia materna se originó aparentemente en muchas circunstancias:

(1)   Melissa hizo comentarios sobre el vello púbico de su padre                                                                                

(2)   Melissa se opuso en varias ocasiones a permitir que su madre le cambie los pañales                                      

(3)   Verbalizaciones de  la  niña  durante  el  cambio  de los pañales ..“ papito me lastimó mi gina “, así llamaba la niña a la zona  vinculada a la limpieza esfinteriana y anal

(4)   El  descubrimiento  en  la orina  de  la niña de lo que para la madre era sangre y que no fue confirmado por las examinaciones Pediátricas

(5)   Pesadillas de contenidos imprecisos que la niña había sufrido anteriormente

 

La evaluación del Profesional Forense se realizó según el modelo en práctica en Estados Unidos que  coincide  con el  usado por l Cuerpo Médico Forense en Argentina, consistente en entrevistas con:

 

·       Los padres

·       El niño

·       Vinculares del niño con ambos Padres

 

El Profesional forense incluyó material en video-tape, y  presentó muchos extractos de las entrevistas de la niña con su padre, proveyendo detalles:

·       Del desarrollo evolutivo de la niña

·       De la naturaleza de su relación con cada uno de los padres

·       Del psicodiagnóstico de cada uno de ellos

 

Luego de aclarar las dudas de los profesionales en cuanto a los datos psicoclínicos a considerar, administró a los participantes  un cuestionario, en el cual debían reflejar su estimación de la probabilidad, que la niña haya sido abusada sexualmente por su padre y la elección de seis posibles recomendaciones dirigidas a la Corte, en relación a la futura vinculación de Melissa con su padre.

Las recomendaciones obtenidas fueron:

 

(1) La terminación de los derechos del padre a tener algún tipo de contacto con la niña

(2)   Régimen de visitas, con supervisión de una Asistente Social

(3)   Régimen de visitas, supervisado mientras se realizan estudios adicionales

(4)   Régimen de visitas, no supervisado, pero sin permanencia en el hogar paterno en el horario nocturno

(5)   Régimen de visitas, no supervisado, con permanencia en el hogar paterno en horario nocturno, es decir régimen de visita común y razonable 

(6)    Otorgar la  tenencia de la niña al padre

 

Los resultados indicaron que en los diferentes grupos, la mayoría estimó que el abuso sexual de la niña se había producido, resultando un diagnóstico erróneo, al que se denomina  FALSO POSITIVO DE ABUSO SEXUAL.

La no victimización de la niña se había comprobado por intermedio de la Ciencia Jurídica durante el proceso legal y por hechos posteriores surgidos en la investigación procesal que no fueron suministrados a los profesionales.

La gravedad de los resultados de la investigación de Horner *, es mayor si se tiene en cuenta que los sujetos elegidos para la investigación tenían una experiencia en el campo del Abuso sexual, que variaba entre 8 y 12 años. El autor destaca, la seguridad y la confianza de los profesionales en sus propios diagnósticos erróneos y sus enérgicas convicciones en la culpabilidad del padre.

APADESHI

 

 

 

APADESHI

La idea que flotó entre los profesionales, fue que “algo había pasado” entre el padre y su hija. Por otra parte, la minoría de los profesionales sostuvo la opinión, que el abuso no había ocurrido y lo asociaba al hecho de que la madre tenía intenciones de expulsar al padre de la relación con su hija  y simplemente había fabricado la denuncia. Otros expertos habían percibido que la madre era sincera en sus temores pero estaba mal asesorada por la profesional interviniente.

Algunos de los Profesionales :

·       No pudieron justificar que tipo de victimización había sufrido la niña, ni fundamentaron sus conclusiones, pero estuvieron convencidos de que algún tipo de acto abusivo había sido cometido por el progenitor

·       Otros intentaron justificar desde el material clínico actos perversos de sodomía y cunnilingus

 

Esto fue de particular interés para el autor, ningún dato clínico, ni el informe de la terapeuta y consultora de parte, que especificó “ la posibilidad de Abuso sexual ” o los dichos de la madre, daban sustento empírico a esta última conclusión.

La investigación de Horner * generó muchas controversias y comentarios en el ámbito profesional de Estados Unidos

En su estudio, Horner * destaca que ciertas creencias de los profesionales, condicionaron su juicio clínico a la manera de obstáculos en la comprensión del caso concreto. Los informes de la madre  no suministraron síntomas específicos de Abuso sexual. Por Ejemplo:

·       Hechos como las  pesadillas  que son comunes en los niños de 3 años

·       La negativa de la niña a quitarse los pañales, que podría guardar relación con síntomas señalados por Finkelhor * de la negativa del niño a desvestirse, por estar relacionado esto al trauma de la victimización, pero que es también muy habitual en los niños durante el período de uso de pañales

 

!Estas conductas, sin embargo fueron consideradas como indicadores de abuso sexual !

Algunos profesionales, sustentando la creencia de que el niño nunca miente, interpretaron los dichos de la pequeña de que “papito me lastimó mi gina” como una revelación de Abuso sexual, y así, malinterpretaron el significado de la frase que aludiría al cuidado corporal de la niña practicado por el padre y no a una victimización sexual.

Esto plantea la posibilidad de que las inferencias de los adultos, sobre los dichos de los niños puedan deformar su verdadera realidad objetiva, comenzando por:

·       La interpretación de la madre de los dichos de la pequeña, que confirmarían la maldad y perversidad del padre

·       La interpretación que agregan a posteriori los profesionales, como indicador de la  revelación infantil de Abuso sexual

 

Coincidimos con Horner * al destacar que la conclusión más grave de la investigación, es que la denuncia de Abuso sexual por sí misma, sin confirmación ni sustento legal o clínico, Implicó, que la mayoría de los profesionales recomendasen  la suspensión del vinculo y la limitación de los derechos de visita del padre y de la hija. Esto tiene importantes  implicaciones  legales, ya que  aún  en ausencia de hechos probatorios, los profesionales procuraron impedir la relación, sin considerar perjuicios  psicológicos,  emergentes  en caso que la menor no hubiera  sido  victimizada por el padre, los que podemos resumir en:

 

(a)  El deterioro de la relación de apego de la niña a su padre

(b) La inscripción en el discurso familiar del progenitor como victimizador de su hija

(c)   La consiguiente inscripción de la pequeña como víctima de incesto en el discurso familiar y  secuelas  psicológicas  esperables

La críticas que realizan  Horner * y Guyer * a los profesionales de esta área son:

(1)   La incapacidad para hacer distinciones entre indicadores de validez diagnóstica sustancial y hallazgos circunstanciales

(2)   No entender que deben ser omitidas las opiniones subjetivas cuando los profesionales realizan sus informes

Estos  Autores opinan, que los expertos en Abuso sexual, deberían ser omitidos en todo rol de decisión dentro del proceso judicial ( ver Yates *, Alayne *).

El estudio también reflejó:

! La obstinada rigidez de las opiniones de los profesionales, que en su mayoría optaron por restringir el contacto del padre con su hija, aún sin suficientes elementos y presumieron la victimización pese a la endeblez de las pruebas !

Las evaluaciones de este tipo son problemáticas por la complejidad de la tarea y por ser el material conflictivo en sí mismo ya que se trata del Tabú del Incesto. La tarea se complica aún más por la falta de pruebas, ausencia de testigos y principalmente porque el niño realiza la supuesta revelación del abuso ante la madre que es quien está litigando contra el padre al que quiere escindir de la relación con los hijos. Por ello, conscientemente o sin advertirlo la madre puede sugestionar al niño, ya que típicamente  transcurre un lapso prolongado desde la supuesta revelación del hecho y la evaluación forense de los niños, lo que facilita que el niño sea sujeto a las presiones familiares.

 

También existe una contaminación de los recuerdos originada en:

·       Las múltiples evaluaciones

·       Los clásicos interrogatorios del grupo familiar conviviente y de los abogados 

 

Todo ello, agrega otras tantas inferencias al caso, como se destaca más adelante y puede alterar y deformar el recuerdo original del niño sobre el suceso alegado. (ver Loftus *)

Está poco estudiado en nuestro medio el tema de las acusaciones erróneas sobre Abuso Sexual, resultando un problema de trascendencia nacional en los Estados Unidos.

·       En el  encuentro Anual de la Academia Americana de Psiquiatría del Niño y del Adolescente del año 1993, André Derdeyn *, Arthur Green * y William Bernet * conjuntamente con el ya mencionado Horner *, habían aconsejado cautela, para asumir la veracidad de una denuncia de Abuso sexual en el contexto de un litigio por tenencia y/o régimen de visita

 

En este Encuentro científico también se dio una relevante importancia a los descubrimientos de Elizabeth Loftus * sobre la implantación de falsos recuerdos sobre Abuso sexual, y a las denuncias de la Fundación del Síndrome de la Falsa Memoria que nuclea a víctimas de Técnicas psicoterapéuticas inductivas de falsos recuerdos de abuso sexual. (ver Yates Alaine * 1993), temas que abordaremos en forma separada a posteriori.

 

EL ABUSO SEXUAL Y  LA CONTROVERSIA ENTRE CONOCIMIENTOS CIENTÍFICOS Y  LOS PROCEDIMIENTOS DE EVALUACIÓN

 

Dado que el tema del Abuso sexual es una nueva área de práctica se generan fácilmente controversias, ya que los conocimientos científicos en que se basan las evaluaciones y los procedimientos para la práctica no están bien desarrollados y porque los problemas emergentes siempre son motivos de acaloradas discusiones y conflictos altamente emocionales entre las partes. (Ver Murray Levine *, Elizabeth Anderson *, Louise Ferreti * y Karen * ,sept. 1996)

Los  autores ya mencionados, indican  que en los Estados Unidos las denuncias de victimización sexual necesitan corroboración, el solo testimonio de la víctima es legalmente insuficiente como prueba sustancial en las cortes de familia o en las cortes criminales, motivo por el cual se puede solicitar la participación de profesionales en el rol de corroboradores para el tema de Abuso sexual infantil (Best * , 1990 ).

Algunos estados piden también el agregado testimonial de parientes, maestros, oficiales de policía, servicios de protección infantil y otros (Younes * , Besharov *, Peterson, & Wrubel *, 1988 *)

Hearsay * consideró que el testimonio por corroboración es legalmente insuficiente para sostener una denuncia por Abuso sexual, en  Nueva York, se solicita el testimonio de un especialista de la salud Mental, para evaluar si la calidad del testimonio del niño es compatible con las características del “Síndrome del Niño Sexualmente Abusado” descripto por Sgroi *. Esta evaluación es aceptada por la jurisprudencia de este Estado como suficiente corroboración legal del testimonio del niño. Esto es rutinario para las autoridades de los centros de Protección infantil cuando realizan la evaluación psicológica.

El profesional puede ser llamado a corroborar la sospecha y entonces el niño podría no tener que testificar, el testimonio basado en el examen es denominado testimonio de validación y los expertos son denominados validadores (Levine * & Battistoni * 0, 1991)

Comentando sobre la validación del testimonio, el Juez Gallet escribió “... en falta de una perfecta evidencia es aceptable como validación del testimonio en casos de abuso sexual...” (Gallet *, 1989, p.481; cf. Bulkeley *, 1988; Levy * 1989)

EL TESTIMONIO DEL PSICOLOGO Y SU VALORACION JURIDICA

Al Psicólogo como validador no le compete testificar mas allá de que si el Abuso probablemente ocurrió. En algunas Cortes no criminales de Estados Unidos los profesionales pueden  testificar sobre la probable identidad del abusador y sobre la credibilidad del niño. El valor que pueda tener este testimonio como prueba no ha sido revisado definitivamente por las Cortes Estatales de ese País, pues desde lo psicológico, no existe evidencia científica que los denominados Factores de Sgroi (que son signos de distress infantil, muy generales e inespecíficos) tengan una relación franca y directa con el niño abusado sexualmente y puedan ser utilizados para diferenciar entre niños abusados y no abusados sexualmente, ya que también pueden aparecer cuando hay trastornos emocionales por otras causas.

El diagnóstico según la verificación del Síndrome de Sgroi, no sería válido si el niño ha sufrido la exposición a algún otro hecho traumático,  aunque no guardara relación con un Abuso sexual o si la revelación del Abuso no es espontanea, es decir libre de inducción o sugestión por parte de un adulto. ( Ver Murray Levine *, Elizabeth Anderson *, Louise Ferreti y Karen * ,sept. 1996 )

Es necesario diferenciar dos disciplinas:  

·       Clínica de Niños  

·       La evaluación forense

 

 

APADESHI

 

Una base razonable  para iniciar tratamiento, no es lo mismo que una evidencia probativa o la adjudicación de un hecho criminal, el psicólogo clínico puede comenzar el abordaje terapéutico con la hipótesis de la probabilidad de Abuso sexual, tomando los datos que emergen del discurso familiar y realizar las correspondientes aproximaciones técnicas.

Diferente es el punto de vista legal, en el que los dichos del niño son usados para corroboración en primer lugar y deben ser analizados dentro del contexto específico que en estos casos son los litigios por tenencia y régimen de visitas. (Levine & Battistoni *, 1991)

El propio Sgroi * (Sgroi *, Bunk * & Wabrek *, 1988) ha clarificado y moderado su posición originaria sobre la posibilidad de usar los signos de validación “.... Según cada caso, nosotros hemos visto síntomas de depresión, aislamiento.... y muchos otros síntomas como un signo de que el niño que los exhibe ha sufrido un distress o un una perturbación causada por varias razones. Una de estas razones podría ser una victimización sexual...” (p.11) .

Sgroi * y sus colaboradores describen  otros síntomas más directos de victimización, que son los comportamientos sexuales como:  

·       Masturbación excesiva

·       Promiscuidad

·       Abuso sexual repetitivo por diferentes personas

 

Estos signos sirven de directos indicadores de distress emocional, asociados con una historia de abuso sexual. ( ver Murray Levine *, Elizabeth Anderson *, Louise Ferreti y Karen *, sept. 1996 ).

Desde una perspectiva más escéptica, Levy * (1989) es muy crítico en relación al uso del testimonio científico para probar si existió victimización sexual. Considera que los juzgados en las Cortes de familia de los Estados Unidos están tan inclinados a proteger a un menor, que le prestan una menor consideración al hecho de que un Padre inocente pueda ser objeto de una falsa denuncia y que el niño sea victimizado por el Sistema Legal, a perder la relación paterna.

Levy * opina que una evidencia endeble puede tener mayor o menor incidencia según el contexto, y en este punto, las investigaciones ya descriptas de Horner * confirman su evaluación. Levy * destacó que el evaluador acepta la idea de que en el caso de  Abuso sexual, el “menor nunca miente” y que sus retractaciones y negativas  posteriores son expresiones del “síndrome de acomodación” (Summit *, 1983). Según Levy *, estas creencias de los profesionales direccionan a veces erróneamente la selección de datos en la evaluación.

Levy * es escéptico de la capacidad del psicólogo o del psiquiatra,  para la  evaluación sobre Abuso sexual, por la ausencia de validación científica, es decir de técnicas objetivas que pudieran dar indicadores testísticos que confirmen la existencia o no de Abuso sexual.

Desde una perspectiva ética, para respetar los derechos básicos de los niños que sufrieron severas victimizaciones de Abuso sexual y de los que son involucrados en una denuncia errónea del mismo tenor, el psicólogo debe plantear con honestidad y humildad los límites de su rol y los de su pericia. (Asociación  Americana de Psicólogos ,1981, Principios 2do.,4,5g,6,6a y 6b ,ver Melton * y Wilcox *)

Estos principios se reflejan en el Código de Ética de la Asociación de Psicólogos de nuestro país de la  siguiente manera:

“...Punto I)  La actividad del psicólogo está sujeta al Código de Ética en todas las funciones relacionadas con su trabajo, como es  el caso de la elevación de Informes. En tal sentido, y teniendo en cuenta el Código de Ética :

“... b)  Sus evaluaciones, recomendaciones, declaraciones, informes psicodiagnósticos, o informes en general, se basan en información y técnicas (incluyendo entrevistas personales al individuo cuando sea apropiado) suficientes para proveer sustentación apropiada para sus hallazgos...”

Estas aseveraciones se fundamentan en lo que la Lic. Renata Frank de Verthely, titular de la Cátedra de Técnicas Proyectivas de la U.B.A. llama: “... La objetividad de los tests en comparación con la evaluación más subjetiva que el clínico hace en la entrevista, si bien son tareas complementarias y no excluyentes. Esta mayor objetividad de las técnicas le otorgaría una mayor precisión científica a la tarea, y la jerarquizaría respecto a otros métodos (...) de no utilizar técnicas objetivas ,”.

“.. siempre se corre el peligro de una doble selectividad más o menos inconsciente: la que hace el paciente al presentar el material y la del entrevistador al registrarlo e interpretarlo. Los tests, en cambio, al sistematizar un segmento limitado de conducta, permiten obtener de todos los pacientes las mismas categorías de relación, lo que posibilita comparaciones directas de los datos...”

Volviendo al mencionado Código de Ética, este indica:

“... c) Los informes o testimonios forenses que los psicólogos realizan en forma oral o escrita acerca de las características psicológicas del individuo sólo pueden llevarse a cabo después de haber realizado un examen adecuado para sustentar sus declaraciones o conclusiones. Cuando a pesar de los esfuerzos razonables, tal examen no es factible, los psicólogos dejan aclarado el efecto que  esta información limitada tiene sobre la confiabilidad y validez de sus testimonios e informes y el alcance de sus conclusiones o recomendaciones...”

El Psicólogo solo puede expresar en el informe que expide, lo que le consta a partir de su conocimiento científico, es decir, a partir de las técnicas objetivas, cuyo manejo es la esencia de su competencia, fuera de ellas, tiene la obligación ética de destacar que son juicios inferenciales, por lo tanto especulaciones subjetivas y no avalados por el conocimiento científico. Si el psicólogo no respeta los límites de su competencia y se excede de los propios límites de su práctica, existe un riesgo de daño social y se vulnera la Justicia. (Asociación Americana de Psicólogos, 1981, principios 2 y 4, artículo ver Melton y Wilcox p.1227 y también Código de Ética de la Asociación de Psicólogos.)

Sobrepasar los límites de la Pericia afecta adversamente la integridad del proceso legal, así como expresar opiniones no justificadas o avaladas por el conocimiento especializado, viola los cánones de la ética profesional y también viola las reglas del  testimonio legal. ( Melton * y Wilcox *, 1989).

Para explicar esto último, nos referiremos al Testimonio

Como regla  general, el testigo no puede ofrecer ninguna opinión o inferencia en su testimonio, y será facultad del Juez determinar el significado y el valor de sus dichos. En caso que el Juez, considere admitir la opinión de un Perito como testigo experto, ésta debe estar basada en sus conocimientos técnicos y científicos, es decir en su competencia. Como ya hemos destacado, deben ser cuidadosamente señaladas al Juez interviniente las inferencias, deducciones, opiniones, etc. y consecuentemente su carácter limitado.

Creemos que en muchos de los casos, los límites de la competencia del rol del psicólogo no son adecuadamente expresados por los profesionales, este punto es más dramático en el caso del Abuso sexual de niños ya que no está establecido claramente un  “Síndrome de Abuso Sexual “.

Especificar las características psicológicas presentes en un caso de victimización sexual infantil es muy problemático para los investigadores y científicos, tal como ya hemos visto en los autores arriba mencionados. Esta imposibilidad se debe a que existe una variación enorme y un gran desacuerdo entre los investigadores y especialistas sobre cuáles son los “típicos“ síntomas de abuso sexual que podrían integrar un posible “perfil del niño abusado”. ( Ver Cuadro pág. 7)

Oberlander * sostiene conceptos similares y muestra que en ausencia de un síndrome específico de Abuso sexual, algunos evaluadores utilizan la entidad nosológica de Stress post-traumático para explicar las consecuencias del Abuso, pero que tampoco esta constelación de síntomas fue considerada suficientemente específica ya que se presenta también en otras situaciones traumáticas. (Walker *, 1990 citado por Oberlander *, 1995)

Autores como Melton * y Wilcox *, citando a Bulkley *, destacan que la tendencia actual en los  Estados Unidos es la exclusión de los testimonios de los expertos Psicólogos y Psiquiatras en los casos de Abuso sexual, y que el testimonio sobre síndromes no debe ser admitido  porque éste es engañoso en muchos aspectos. Además realizan las siguientes consideraciones:

Primero: El hecho que el niño honestamente se perciba como abusado, (tema de primer orden y de significancia clínica), no es necesariamente indicador que realmente se haya cometido delito contra su persona. Esto se debe a que el niño también podría  estar envuelto en complejas situaciones familiares y ser persuadido o sugestionado a creer que un adulto actuó con perversidad y connotar un gesto sin significado sexual como un contacto abusivo. Encontraríamos entonces que el niño no miente sino que atribuye al adulto una intencionalidad ajena a los hechos y es inducido tal vez inadvertidamente, por otros adultos, familiares e incluso profesionales de la salud.

Segundo: El hallazgo de síntomas congruentes con un hecho de victimización sexual infantil, no presupone automáticamente la identidad del autor

Tercero: El ya mencionado síndrome del niño abusado ( Sumit *, 1983) tiene graves fallas, porque no posee una sustentación científica. Las investigaciones relacionadas con abuso sexual infantil, como veremos más adelante, contradicen algunos puntos del mismo y en otras ocasiones lo confirman sólo parcialmente. El “síndrome del niño abusado ” está basado en intuiciones clínicas más que en datos empíricos, por lo tanto, en el presente estado de la Ciencia, puede ser usado para plantear un tratamiento o una hipótesis clínica, pero pervierte el proceso legal si es considerado como elemento de validación o de prueba sobre si existió o no abuso. Es decir, si es considerado poseedor de un grado de certeza que no le es propio. (Amber B *, 1987; People * vs. Beedsoe *, 1984)

Cuarto: Con datos comprobados estadísticamente se determinó que aunque el Abuso sexual tiene efectos iniciales observables en muchas víctimas, muchos otros niños abusados no han exhibido síndromes identificables (Browne * y Finkelhor *, 1986). Algunos indicadores, que fueron tomados en forma clásica, por ejemplo las pesadillas que estaban presenten en los datos psicoclínicos de la investigación de Horner *, son muy comunes en todos los niños y se presentan generalmente en una determinada etapa evolutiva ( Melton * y Hardgrove *; Schwerder * ,Gordon * y Hawick *, 1983)

Con lo cual, y como ilustra el caso de Melissa, es muy probable que los niños exhiban comportamientos que puedan ser utilizados como indicativos de abuso, no habiendo sido abusados. Teniendo en cuenta que los investigadores y profesionales de la salud aún no han llegado a un consenso válido en el tema de la existencia o no de un síndrome específico de Abuso sexual, no resulta razonable que se realice un sofisticado debate sobre síndromes dentro del ámbito legal.

Finalmente, Melton * y Limber * opinan que las reiteradas evaluaciones producen lo que Elías Neuman * llamó re-victimización del niño y destacan que las intervenciones de los Psicólogos deben ser para apoyo a las víctimas. Según estos autores, los Psicólogos deberían ser alejados de todo rol en los casos de Abuso sexual, como también plantearan Horner *, Guyer * y Gardner *. Aquellos sostienen que como Perito, el primer interés del Psicólogo debe ser el control de su pericia y la cuidadosa delimitación de los alcances de su conocimiento especializado.

Nosotros agregaríamos

La especificación de estos límites a los que solicitan sus servicios profesionales, ya que omitir esta aclaración en el plano legal, es elevar a la categoría de prueba una opinión subjetiva, una especulación  no fundamentada en conocimiento científico.

Los psicólogos y  profesionales de la Salud, que intervengan en evaluaciones sobre las características de los niños abusados no estarán violando principios éticos si postulan que ellos están conscientes de los límites de sus conocimientos y si se aseguran de que el Juez actuante esté enterado de tales límites, incluyendo la falta de estadísticas y de bases de datos que nos permitan conocer las características de los niños victimizados sexualmente en nuestro País. Sin la cuidadosa explicitación de los límites de su competencia, el psicólogo genera una situación de injusticia porque se excede de los mismos.

Cuando el psicólogo se excede de los límites de su competencia, usurpando el rol de encontrar elementos probatorios, no solo se extralimita en sus funciones, sino que está sugiriendo conclusiones legales y aumentando el riesgo de aplicaciones erróneas de la ley por parte de la Justicia. ( ver Melton *, pág. 1230)

En un interesante artículo científico, Astrid H. Heger *, pone en consideración el “vacío” actual de conocimiento certero en el campo de la diagnosis de abuso sexual, lo titula sugerentemente  “... Veinte Años en la evaluación del niño abusado sexualmente: la medicina ha ayudado o dañado al niño y su familia ?...”.

La autora hace un desarrollo histórico y plantea, que el campo del estudio del Abuso sexual infantil ha comenzado recientemente a ser un tema de estudio científico. Iniciados los primeros estudios de casos en 1975 por Sgroi *, en la década siguiente otros investigadores (Anderson *, 1981 ; Brandt *, 1977 ; Ellerstein *, 1980; Kempe *, 1978), enfocaron sus estudios a partir del relato y los informes que dan los niños y los Padres .

Como plantea la autora, la entrevista con el niño sigue siendo la más importante parte de la evaluación. Pero indica que la historia contada al profesional tratante no reemplaza la entrevista forense y no puede ser promovida al rango de “ testimonio verdadero”. Destaca la importancia  de establecer juicios clínicos sobre bases científicas y seguras, de lo contrario, se vulneran los derechos de los niños en lugar de protegerlos. ( Ver  Astrid H. Heger Twenty years in the evaluation ofthe sexually abused child: has medicine helped or hurt the child and the Family?. Child Abuse & Neglect, vol. 20. nro. 10, pp 893-897,1996 *)

 

Estos aspectos, que son el núcleo del problema planteado, quedarán más clarificados en el próximo tema a desarrollar “  La utilización del juego con muñecos sexuados y su interpretación libre por parte del Psicólogo o del Psiquiatra “.

 

Cuadro 1. Lista de los más específicos y esperables indicadores emocionales y de comportamiento relativos al Abuso sexual en niños menores de 5 años. tomado de Corwin, D.L. “Diagnóstico temprano del abuso sexual infantil : efectos a largo plazo. En “Efectos a largo plazo del Abuso sexual infantil” editado por Powell,1988.

 

 

CORWIN.

FALLER

JONES &

SGROI.

SINK

 

 

1988

1985.

Mc QUISTON

PORTER &

1988.

A

REVELAMIENTO

 

 

1985.

 BLICK

1982

 

Revelamiento detallado

X

X

X

X

X

 

Detallada descripción de los eventos circundantes

 

 

 

 

 

 

al abuso sexual

 

X

X

 

X

 

Detalles idiosincráticos

 

X

X

 

X

 

Visión desde el niño

 

X

X

 

X

 

Respuesta emocional congruente

 

X

X

 

X

 

Intentos de negar, minimizar o evitar el

 

 

 

 

 

 

develamiento

X

X

 

 

X

 

Tendencia a retractarse

X

X

 

 

X

 B

CONOCIMIENTO Y COMPORTAMIENTO SEXUAL

 

 

 

 

 

 

Precoz comportamiento sexual

X

X

 

X

X

 

Precoz conocimiento sexual

X

X

 

X

 

 

Preocupación por los genitales o comportamientos

 

 

 

 

 

 

sexuales en conversaciones, juego o dibujando

X

X

X

 

X

 

Reacciones inusuales al material evocativo de temas sexuales

X

X

X

 

X

 

Problemas de identidad sexual

X

 

X

 

X

 

Respuestas sexuales a test proyectivos

 

 

 

 

X

C

SINTOMAS ASOCIADOS AL TRAUMA

 

 

 

 

 

 

Disociación

X

 

X

 

X

 

Comportamientos regresivos

X

X

 

X

 

 

Eneuresis encopresis

X

X

 

 

X

 

Disturbios del sueño

X

X

X

X

X

 

Pesadillas disparadas por personas, lugares objetos

 

 

 

 

 

 

Juego post-traumático, no sexualizado : temas de

 

 

 

 

 

 

terror, entrampamiento, peligro, repetición

 

 

 

 

X

 

Síntomas somáticos

X

X

 

 

X

D   

ANSIEDAD Y MIEDOS

 

 

 

 

 

 

Miedos no naturales a personas, lugares, objetos

 

 

 

 

 

 

atemorización.

 

 

 

X

X

 

Ansiedad y temores

X

X

X

 

 

 E    CAMBIOS DE COMPORTAMIENTO

 

 

 

 

 

 

Comportamiento inestable

 

 

 

 

X

 

Depresión

 

X

X

X

X

 

sentimientos o ideas de suicidio

 

X

X

X

X

 

Disturbios del apetito

 

 

X

 

 

F   

PROBLEMAS DE CONDUCTA

 

 

 

 

 

 

Comportamiento agresivo

 

 

 

X

X

 

destructivo

X

 

 

 

 

 

Mentiras

X

 

X

 

 

 

hurto

 

X

X

 

 

 

Fugas

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X

 

 

 

E   OTROS CAMBIOS DE COMPORTAMIENTO

 

 

 

 

 

 

Angustia

X

 

X

 

 

 

Aislamiento

X

X

X

 

X

 

Comportamiento pseudo-maduro

X

X

 

X

 

 

Llegar  temprano al colegio y retirarse después de

 

 

 

 

 

 

hora, pocas ausencias

 

 

 

X

 

 

Falta de atención en el colegio

X

X

X

X

 

 

Disminución en el rendimiento escolar

X

X

X

X

X

 

Pobres relaciones con los pares

 

 

 

X

 

F    DETERIORO EN LA CONFIANZA

 

 

 

 

 

 

Falta de confianza

X

 

 

X

 

G   CARACTERÍSTICAS DEL ABUSO DENUNCIADO

 

 

 

 

 

 

patrón de abuso

 

 

 

 

 

 

Múltiples incidentes

 

 

 

X

 

 

Actividad sexual progresiva

 

X

X

 

 

 

Elementos de secreto

 

X

X

 

 

 

Elementos de presión o coerción  

 

 

X

X

 

 

Comprobación médica

X

X

 

X

X

H     HISTORIA

 

 

 

 

 

 

Historia familiar de abuso

 

 

X

 

 

 

historia de negligencia o abuso sexual de otros menores

 

 

X

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Historia de violencia en el perpetrador

 

 

X

 

 

 

historia de abuso en la mujer del perpetrador

 

 

X

 

 

 

MUÑECAS ANATÓMICAMENTE CORRECTAS

 

Investigando sobre el uso de muñecas anatómicamente conformadas, Levy * (entre otros autores), llegó a la conclusión, que la utilización de las Muñecas Anatómicas carece de fundamentación científica para el psicodiagnóstico y  se deberían mantener las técnicas tradicionales en la evaluación de Abuso sexual, es decir la batería de test convencionales (ver Murray Levine, Elizabeth Anderson ,Louise Ferreti y Karen , sep. 1996)

El uso de las Muñecas Anatómicamente Correctas ha sido una práctica controvertida en lo científico, legal y ético, desde los comienzos de su utilización en los Estados Unidos, País en donde se originaron.

Desde el plano ETICO - LEGAL, por su calidad de testigo, el psicólogo debe abstenerse de emitir su testimonio experto en las cuestiones que hacen a la esencia de la cuestión, ya que usurparía el rol del Juez y traspasaría los límites de su competencia. (ver Melton *, pág. 1230).

Desde lo TECNICO, el uso de las Muñecas Anatómicamente Correctas ha sido mal caracterizado en nuestro País como Test de Abuso Sexual, conformando más bien un modo de que los niños puedan aclarar sus verbalizaciones a través de la demostración fáctica para los casos de victimización comprobada por la Autoridad Judicial. Nos referimos a las funciones de las muñecas en la terapia para niños abusados sexualmente.

Su conceptualización como técnica diagnóstica, es una grave distorsión en el rol profesional ya que en la búsqueda de hechos objetivos se confía en un procedimiento no probado científicamente ( Inre * y Ambe * 1987, citado por Melton *, pág. 1230).

 

Como destacan Melton * y Limber *, las Muñecas Anatómicamente conformadas no es un Test de comportamiento para Abuso infantil, Este punto fue consensualmente reconocido por una Audiencia de expertos invitados a un Simposio Organizado por el Centro Nacional sobre Abuso Infantil y Negligencia. (ver Melton *)

El objetivo de la inclusión de las muñecas no es el de hacer un juicio clínico sobre la base del juego infantil con las muñecas y establecer si el abuso ha ocurrido, sino específicamente, sirven como un apoyo que estimularía a los niños en la descripción de un incidente que según la Autoridad Judicial podría ser abusivo.

Contraria a esta postura, varios investigadores estudiaron la hipótesis que las muñecas pudieran ser una distracción, dificultando en vez de facilitar a los niños el relato de los detalles de un incidente de Abuso.

Goodman * y Aman * (1987) comparó respuestas de niños de 3 y 5 años abusados sexualmente usando las muñecas anatómicamente conformadas y otras entrevistas con el uso de muñecos comunes. Contrario a lo esperable, las muñecas con conformación anatómica afectaron adversamente las habilidades de los niños de 3 años abusados sexualmente para poder contestar preguntas objetivas, aunque no incrementaron la sugestionabilidad o la frecuencia de errores.

Investigaciones de Boat * y Everson *, 1987, Jampole * y Weber *, 1987; Sivan * y Schor * , 1987 ;White *, Shom *, Santilli * y Halpen *, 1986, todos llegan a la conclusión que las muñecas  ”demandan” respuestas sexualizadas solo en una minoría de los niños no abusados. Veremos más adelante qué significa este concepto  de “respuestas sexualizadas “y si está determinado operacionalmente por los autores.

Cuando a los niños se les permite elegir entre muñecas anatómicas y las ordinarias, los niños, especialmente los varones, no les otorgan prioridad. En las entrevistas que incluyen las muñecas, los niños pequeños  no abusados exploran los genitales de las mismas en forma visual y manual.

Sin embargo, los niños que no fueron abusados sexualmente, también iniciaron juegos de simulación de actividad sexual, aunque este juego ocurrió en forma minoritaria y especialmente en los niños mayores. (Boat * y Emerson *, 1987 b). Al presentarse el juego sexualizado con las muñecas anatómicas también en los niños no abusados, este criterio no sirve para determinar Abuso sexual.

Fundamentados en las investigaciones citadas, sus autores consideran  ausente de sustento científico el juego con las muñecas como técnica de validación de Abuso sexual.

Estas conclusiones han sido consolidadas por una serie de  investigaciones posteriores que evaluaremos con cierto detalle a continuación, para luego detenernos selectivamente en  trabajos efectuados por Bárbara Boat * y Everson * ; Glasser * ; Collins y Goodman-Quas *, por ser éstos según nuestro criterio los más completos y basados en una profunda revisión bibliográfica.      

En el plano de la evaluación psicológica forense, Oberlander *, (1995) realizó una investigación consistente en un cuestionario relacionado con temas de evaluación sobre Abuso sexual que administró a Psicólogos y Profesionales de la Salud que se desempeñaban en organismos dedicados a la protección infantil.

Si bien volveremos a la investigación de Oberlander * cuando nos ocupemos del tema de las preguntas inductivas o dirigidas, cuestión que también abordó, en este momento solo nos limitaremos a los resultados que recogió el autor en relación a la opinión de los profesionales sobre el uso de las Muñecas Anatómicas.

Entre los profesionales encuestados por Oberlander * , la mayoría consideraba que no estaban seguros de que podría hacerse un diagnóstico basándose en el juego del niño con las muñecas y el resto creían que no debían se usadas. La razón que fundamentaban las opiniones de los profesionales es que el uso de las muñecas es controvertido.

Algunos autores creen que las muñecas pueden ser una forma de ayuda para que el niño pueda expresar detalladamente lo que ha sucedido cuando el examinador tiene un adecuado entrenamiento en el uso de preguntas y procedimientos standarizados.(   Becker * y Shah *, 1986; Walker *, 1990; Yates * y Terr *, 1988 ).

Tengamos en cuenta que cuando nos referimos a “hecho sucedido”, éste tiene que ser un hecho que el niño debe detallar y debe contar y que posea  cierta posibilidad de ocurrencia. Es decir, que en ausencia de una posibilidad razonable de abuso o de la declaración explícita de tal suceso por parte del niño, la utilización de las muñecas  no es de buena  práctica.

Por otro lado, la cuestión esencial de la standarización de procedimientos y de preguntas, que requiere de la adaptación normativa a la población nacional, es un problema que todavía no ha podido resolverse en Estados Unidos como veremos en la investigación de Bárbara Boat *. Menos aún en nuestro país, ya que la técnica no ha sido integrada a la Currícula de la Carrera de Psicología ni a la de la de Psiquiatría.

Oberlanger * cita también los conceptos de Melton * (1989) sobre que las muñecas Anatómicamente correctas no son un test de abuso sexual, a lo que ya nos hemos referido.

Otros autores han advertido que el uso de las Muñecas Anatómicamente detalladas puede contaminar el proceso de evaluación por ejercer una influencia en los dichos del niño.(Haugaard * y Reppucci *, 1988 ; Yates * y Terr *, 1988 ) y sostienen que:

(a)    No existen estudios metológicamente desarrollados para demostrar las diferentes respuestas de los niños abusados de los  no abusados al juego con las muñecas.

(b)   Las investigaciones realizadas con niños jugando con las muñecas eran casos de Abuso no confirmado judicialmente, es   decir podían ser falsos positivos.

(b)   Existe un alto porcentaje de falsos Positivos en los niños de tres años (es decir niños que los psicólogos evaluaron como víctimas de  abuso     erróneamente) y es justamente en este grupo etario con alta probabilidad de ser mal evaluado, en el que se aplica más  frecuentemente la técnica.

(d) Las muñecas pueden fácilmente ser mal utilizadas por entrevistadores sin entrenamiento.

(e) Los niños crónicamente abusados pueden rechazar las muñecas resultando una errónea conclusión de falso negativo. (Yates     Terr, 1988).

(f)     El juego con las muñecas por parte de probables víctimas tal vez puede ser una respuesta a las características  sexuales de las muñecas y no a un     abuso previo ( Haugaard * y Repucci *, 1988; Yates * y Terr *, 1988).

(g)   Goodman * y Aman * (1987), comparó las respuestas de niños de 3 a 5 años :

(1)   Sin muñecas

(2)   Con muñecas comunes

(3)   Con muñecas anatómicamente conformadas

 

Encontrando que las muñecas anatómicas no facilitaron la comunicación entre el entrevistador y el niño abusado sexualmente y que por el contrario, afectaron adversamente la habilidad de responder las preguntas del entrevistador

Explorando las variables de edad, género, raza, y diferencias en el juego de niños de 2 a 5 años no abusados, interactuando con muñecas anatómicas los investigadores hallaron que:

(a) Los niños mayores examinaron activamente las muñecas

(b) Una disminución con la edad de la exploración manual

(c)    Un aumento de demostraciones de beso muñeca a muñeca

(D) Mayor tendencia a colocar las muñecas en aparentes posiciones sexuales

 

Aunque los niños de 2 años exploraron activamente los genitales, el trasero, y los senos de las muñecas, ninguno mostró algún comportamiento sexualizado con las muñecas. El 6% de los niños no abusados sexualmente, demostró claro intercambio sexual o juego sexualizado. Sólo un bajo número de niños varones negros, de edades entre 4 y 5, demostraron claras posiciones de relaciones sexuales cuando el entrevistador estuvo presente.( ver Boat *, Barbara W.; Everson *, Mark D. Child-Abuse-and-Neglect; 1994 Feb. Vol. 18 (2) 139-153 )

Otros estudios han investigado mediante entrevistas los comportamiento considerados “normales” con muñecas anatómicas por los profesionales de la Salud y los factores que los influyen. Se solicitó a los sujetos, 63 varones y 138 de mujeres que asistían a las víctimas de abuso sexual infantil, clasificar la normalidad de diversos comportamientos con muñecas anatómicas en niños no abusados de edades  2-5 años.

La mayoría de los encuestados acordó que comportamientos abiertamente sexuales, tal como demostraciones de contacto sexual oral - genital o el intercambio sexual vaginal, eran anormales en niños no abusados. Pero con otros  comportamientos menos obvios, tal como tocar las partes  sexuales de las muñecas, había más desacuerdo sobre qué significado dar a estos comportamientos.

Se notó que los profesionales mujeres y con menos experiencia eran  las más proclives a inferir comportamientos ambiguos como sospechosos de Abuso sexual.  ( Kendall * - Tackett *, - Kathleen * -  A.Child -  Abuse - and - Neglect; 1992 Sep - Oct Vol. 16 (5) 727 - 733).

Efectuada una revisión de la bibliografía sobre el uso de muñecas anatómicas, para evaluar denuncias de  abuso sexual prestando especial interés en lo concerniente a su eficacia diagnóstica y forense encontramos que:

(1) Las investigaciones muestran que los niños realmente abusados pueden dar un testimonio confiable sobre su  victimización    mediante el uso de la entrevista común.

(2) El uso de muñecas anatómicas para producir este testimonio permanece discutible debido a una  ausencia de  investigaciones  que evalúen su resultado.

Para poder utilizar en el ámbito forense las muñecas anatómicas, los profesionales necesitan una capacitación comprensiva sobre cuales son las circunstancias para presentar las muñecas y como conducir entrevistas investigadoras. Para impedir interpretaciones subjetivas  y /o arbitrarias debería existir un protocolo normatizado en el que se indique como interpretar los juegos con las muñecas según edad y género, extracción social, mediante la aplicación de criterios apropiados de competencia, y que indique como evaluar la veracidad del testimonio obtenido para que pueda satisfacer normas clínicas y requerimientos legales del sistema judicial. ( The use of anatomical dolls as assessment and evidentiary tools. Lie,-Gwat-yong; Inman,-Anjanette Arizona State U, School of Social Work, Tempe, Social-Work; 1991 Sep. Vol. 36(5) 396-399.)

Sobre el juego sexualizado de muñecas y las implicaciones de su uso para las evaluaciones de abuso sexual los investigadores examinaron la incidencia de juegos explícitamente sexuales, en un muestreo diverso de 223 niños de  2-5 no abusados sexualmente:

·       El 6% ellos mostró juego sexualizado coincidiendo con los resultados de otros estudios que fluctúan entre el 6 al 8%.

·       Los porcentajes más altos de juegos sexuales explícitos se asociaron con la mayor edad llegando al 20% en los niños de 5 años

·       El juego sexualizado en los niños no abusados aumenta proporcionalmente a la edad del menor

 

Para la autora Barbara Boat * el promedio de  6 a 8% de juego sexualizado en niños de 2 a 5 años no abusados sexualmente indica que las muñecas anatómicas no son demasiado sugestivas de juegos sexuales para los  niños sexualmente inocentes y son útiles en evaluaciones  sobre la información sexual que posee el niño.( Sexualized doll play among young children: Implications for the use of anatomical dolls in sexual abuse evaluations. Everson,-Mark-D.; Boat,Barbara-W. U North Carolina, Program on Childhood Trauma & Maltreatment, Chapel Hill, US Journal-of-the-American-Academy-of-Child-and-Adolescent-Psychiatry; 1990 Sep. Vol. 29(5))

POR NUESTRA PARTE, contrariamente a Boat, creemos que el 20% de juegos sexualizados en los grupos de niños de 5 años es un porcentaje que invalida el uso de las muñecas anatómicas en la evaluación de Abuso sexual. Tenemos que considerar que en forma general los niños no abusados sexualmente no incluyen dramatizaciones o juegos sugerentes de relaciones sexuales o de sexualidad explícita con las muñecas comunes no sexuadas. El juguete común no motiva juegos de ese tipo en los niños no abusados, por lo tanto cabe suponer que estos juegos son provocados por la sexualidad explícita de las muñecas.

La utilización de las muñecas sexuadas, por sus penes, vellos pubianos, vaginas, etc. generaron protestas ya que fueron calificadas  como “pornográficas” ( Gardner *, 1987).

En relación  a esto último, otro grupo de investigadores estudió las percepciones maternas de los comportamientos de niños no abusados sexualmente después de su exposición a muñecas anatómicas.

Se examinaron  30 niños de  3 a 5 años, con la hipótesis que los niños mayores encontrarían que la exposición a las muñecas correctas sería una experiencia negativa. Se solicitó a sus madres la descripción de los comportamientos posteriores a la entrevista, preguntándoles asimismo si habían creído que se debían a la exposición de los niños a las muñecas.

Los niños se entrevistaron  durante un  período de 4 meses. Los resultados sugieren que la participación  en una entrevista estructurada con muñecas correctas anatómicamente sin ropa no es un suceso traumático para los niños. Sin embargo, casi el 50% de las madres de los niños de 3 años y el  75% de las madres de niños de 4 años, manifestaron que esa exposición contribuyó a comportamientos más enfocados en lo sexual y a aumentar el interés del niño en los temas sexuales.

Estos comportamientos eran relativamente benignos y centrados sobre la conciencia aumentada en las partes sexuales de cuerpo.(Maternal perceptions of nonabused young children’s behaviors after the children’s exposure to anatomical dolls. Boat,-Barbara-W.; Everson,-Mark-D.; Holland,-Judy U North Carolina, Chapel Hill, US Child-Welfare; 1990 Sep-Oct Vol. 69(5) 389-400 *) .

Si bien las afirmaciones de Gardner *, que considera ofensivo al pudor infantil, la desnudez y sexualidad explícita de las muñecas, pueden ser estimadas excesivas, los niños recibieron en el contacto con las muñecas sexuadas un estímulo anormal que estimuló su curiosidad y su interés en lo sexual.

Si uno de los ítems a evaluar es el grado de conocimiento en lo sexual del niño y si registra un interés no acorde a su edad, la utilización de las muñecas previamente a la evaluación forense contaminaría los resultados.

En relación a la temática de la evaluación forense en casos de abuso sexual, se realizaron evaluaciones sobre los procedimientos usados para entrevistar los niños cuando se sospecha abuso sexual, con las siguientes conclusiones :

1) Las entrevistas inductivas  tienen una potencialidad alta para disminuir la confiabilidad de las declaraciones infantiles

2) Las técnicas que involucran dibujos, terapia de juego, y las muñecas anatómicas, no han sido validadas para la evaluación  de abuso sexual porque pueden  introducir  errores en las entrevistas porque la direccionan en lo sexual.

3) Las entrevistas  efectuadas utilizando estos enfoques sugestivos pueden enseñar ” a los niños qué “decir “, sugestionando al   niño, ya que la influencia del adulto sobre el niño  puede afectar los comportamientos de los menores en las entrevistas.

4) El niño debe ser entrevistado cuidadosamente, evitando las preguntas inductivas y  las sugerencias y de esta manera, los dichos del niño pueden ser competentes para proveer testimonio.

(Evaluating the child witness in sexual abuse cases: Interview or inquisition? American College of Forensic Psychology Fifth Annual Symposium in Forensic Psychology (1989, San Diego, California). Wakefield,-Hollida; Underwager,-Ralph Inst for Psychological Therapies, Minneapolis, MN, US American-Journal-of-Forensic-Psychology; 1989 Vol. 7(3) 43-69)

En este punto nos explayaremos en un trabajo de Bárbara Boat * y Everson *, que tiene la particularidad de enfocarse en la explicación de porqué las Muñecas anatómicas no son una técnica de validación de Abuso sexual . ( No constituyen Test de Abuso sexual)

Como ya hemos notado, el uso de las muñecas  anatómicas es una práctica controvertida y ha sido el foco de un intenso y a veces áspero debate clínico y legal. (Boat y Everson , 1993 ;Wescott, Davies y Clifford, 1989).

Nuestra legítima preocupación sobre el uso de las muñecas anatómicas, no llega a las reacciones extremas de algunos críticos en Estados Unidos que nos resultan sorprendentes.

Por ejemplo las muñecas anatómicas han sido descriptas como: “ sucias “,  “ repugnantes “  (Tylden *, 1987),  “ anatómicamente bizarras” (Raskin *, 1990 ),   “ monstruosas “ (Gardner *, 1992).

Su uso ha sido caracterizado como:    una afrenta al sentido de la decencia “ y  “ una forma de abuso infantil Naumann *, 1985).

Los profesionales que usan las muñecas anatómicas han sido tildados de:  “ incompetentes “ ( Gardner *, 1992) y acusados de “ ser culpables de mala praxis y de  conducta no ética “  (Mc Iver * & Wakefield *, 1987 ).  ( ver Bárbara Boat * y Everson * art. cit.)

No obstante,  coincidimos  con  cuatro  críticas que  deben ser consideradas y que trataremos deponer en relieve:

APADESHI

 

(1) No existe  un  protocolo  standarizado  para  el  uso  de  muñecas anatómicas.  Como  consecuencia, es  difícil juzgar si  los  procedimientos  particulares  de  un evaluador  satisfacen  los  standards  aceptables.  Es decir, en ausencia  de  protocolos standarizados  que  permitan  tener  una “norma “del comportamiento esperable según edad, nivel socioeconómico, etc. el  psicólogo  o  el  profesional  se  guía  exclusivamente  por  la intuición  para  interpretar  el  significado  del  juego y no   por   indicadores objetivos.

 

(2) No hay estudios normativos disponibles sobre cómo niños abusados y no abusados sexualmente responden a la interacción  con las muñecas anatómicas.  Sin tales normas, es imposible interpretar el comportamiento  del niño  con las muñecas.  No  podemos saber qué juegos y comportamientos no aparecen en niños no victimizados y se dan únicamente en niños abusados y por lo tanto su aparición significaría abuso sexual.

A pesar de que el estudio normativo definitivo sobre un muestreo nacional en Estados Unidos representativo de niños abusados y no abusados sexualmente no ha sido realizado, un número de estudios relevantes han sido registrados durante los últimos años y éstos ofrecen datos normativos sobre varios aspectos del comportamiento de niños con muñecas anatómicas. (ver revisión de Boat y Everson, 1993).

Por ejemplo:

·       Sivan *, Schor *, Koeppel * y Noble * (1988) entrevistaron a  144 niños normales  no abusados de 3 a 8 años con muñecas anatómicas para averiguar de qué manera clasificaban los niños las partes del cuerpo relacionadas al sexo.

·       Boat & Everson * (1994) y Everson & Boat * (1990) examinaron la incidencia del comportamiento exploratorio y el juego sexualizado en 209 niños normales, presumiblemente no abusados de 2 a 5  años de variados estratos raciales y socioeconómicos.

·       Dawson, Vaught, y Wagner (1992), Gabriel (1985), Glaser y Collins (1989) y Sivan y colegas (1988), han descripto la frecuencia del comportamiento sexualmente explícito con las muñecas entre los niños pequeños no abusados con una N combinada (estudios combinados) de 2.

 

Además August & Forman * (1989), Cohn * (1991), Dawson * y Geddie * (1991) Jampole * y Weber * (1987) y White *, Strom *, Santili * y Halpin * (1986) han comparado las interacciones de las muñecas anatómicas en  niños en los que se sospechaba o se había confirmado el abuso sexual en relación con grupos similares de niños no abusados.

Tomados en conjunto, estos estudios ofrecen pruebas substanciales:

(a) Entre niños normales, presumiblemente no abusados el tacto y la exploración de los  genitales  de  las  muñecas es común, pero  las  escenificaciones de la relación sexual, introducción  peneana  vaginal - anal  son  relativamente raros, es  decir pueden  presentarse  en niños  no abusados  sexualmente.  Este juego   sexualizado reflejaría el  conocimiento  del niño y sus fantasías sobre el misterio de la sexualidad y de la procreación.                

(b)  Los  niños  abusados  sexualmente  tienen  más  predisposición  que  sus pares no abusados a jugar e interactuar de manera sexual  

 con  las  muñecas, es decir escenificando  estereotipadamente  y repetidamente escenas sexuales explícitas. Esto guarda relación  con su iniciación traumática en la sexualidad.

 

El estudio de Glaser * y Collins * (1985) introdujo explicaciones al hallazgo de juego sexualizado en niños no abusados .El autor en un estudio realizado constató que 5 de un total de 73 niños no abusados, realizaron juegos explícitamente sexuales. Otros niños,  experimentaron incialmente vergüenza o rechazo a las muñecas.

Una reacción característica de la mayoría de los niños no abusados sexualmente fué el estado de excitación , risas, que los autores explican son una reacción emocional normal a la genitalidad de las muñecas y no un indicador de  una situación de Abuso sexual por sobreestimulación sexual  ó erotización precoz.

Los autores concluyeron su estudio, explicando que las respuestas sexualizadas al estímulo de las muñecas se originaría en las preocupaciones normales del niño y sus interrogantes sobre la sexualidad o también a que tenga información sexual de diferentes fuentes.

Se desprende que el juego sexualizado por sí mismo no puede ser utilizado como indicador objetivo de Abuso sexual porque se ha dado en niños no abusados sexualmente.

Según nuestro criterio, este es el alto riesgo que entraña el uso no validado del juego con la muñeca como test de Abuso sexual. En efecto, el Juez podría considerar que si solo 6 de 100 niños no abusados sexualmente muestran juego sexualizado éste es un buen criterio para estimar  el 94% de probabilidades de abuso en un caso.

Pero esto es una gran tragedia para el niño, comparable a la del abuso sexual mismo, un diagnóstico erróneo y las consecuencias sociales como, la estigmatización, pérdida de la relación parental y daño psicológico que será el mismo de un  abuso realmente sufrido, ya que queda inscripto en el psiquismo infantil como la existencia de un abuso sexual realmente sufrido en su historia a través del discurso familiar.

Por otra parte, este porcentaje de 6% de juegos sexualizados de inserción peneana, oral o vaginal, está basado en los estudios Norteamericanos e ignoramos su incidencia en la población Nacional.

¿ Este  porcentaje del 6% de  juego sexualizado en niños no abusados,  No  podría  ser mayor en nuestro País ?

El caso es más complejo en los niños de 5 años en que el 20% mostró juegos sexuales explícitos. Es decir, que de 100 niños  que hubieran sido sometidos al mal uso de la técnica en Estados Unidos 20 niños serían erróneamente diagnosticados, sometidos a perder la relación normal con su progenitor, a ser estigmatizados socialmente como niños abusados, a ser alterada su historia e inscripto en su psiquismo un abuso sexual que nunca sucedió con todos las secuelas psicológicas a las que se refiere la bibliografía :

·       Vulnerabilidad a la drogadicción

·       Desórdenes de conducta

·       Desórdenes de la alimentación

·       Trastornos de la personalidad

De lo expresado surgen preguntas :

¿ Cuál sería la incidencia en nuestro país, donde no tenemos estudios ni estadísticas?

¿ Estarían condenados una cantidad mayor o una menor de niños?

 

Como ya habíamos destacado, Bárbara Boat *, diseña un trabajo para examinar la validez de estas críticas considerando la práctica recomendada y la investigación disponible sobre las muñecas anatómicas.

Dado que las muñecas anatómicas  tienen diferentes colores, conformaciones, tamaños, y origen de fabricación , la autora investigó las 20 marcas de muñecas existentes en el mercado Estadounidense.

El método de análisis de la autora fue la revisión de estos 16 grupos de guías o protocolos publicados así como otros 4 que a pesar de no ser publicados, merecían consideración especial por su amplia difusión. (White *, Strom *, Santilli * y Quinn *, 1987).

Del  análisis de estas 20 guías y protocolos, la autora identificó 7 usos relativamente autorizados de las muñecas anatómicas en las evaluaciones sobre abuso sexual. Destacando la autora que en ninguno de los protocolos de Administración y Guías, de ninguna de los diferentes tipos de muñecas figuró su uso como Técnica de Diagnóstico de Abuso sexual.

El uso no validado de las muñecas anatómicas como test diagnóstico del abuso sexual se basa, en la presunción no confirmada científicamente de que los niños abusados sexualmente interactúan y juegan con las muñecas en forma significativamente diferente a los niños no abusados (La hipótesis de trabajo  sería que los niños abusados sexualmente serían los únicos que jugarían en forma sexualizada con las muñecas . Como vimos la hipótesis queda refutada en todos los estudios.).

Como resultado, y de acuerdo al razonamiento en que se basa la hipótesis, se podrían sacar  conclusiones definitivas sobre la probabilidad del abuso basada en la interpretación clínica del comportamiento del niño con las muñecas. A pesar de que la autora indica que no existe ninguna guía o protocolo que ratificara el uso de las muñecas anatómicas como test diagnóstico, considera que es irónico que parezca creerse en muchos círculos, tanto laicos como profesionales, que las muñecas cumplen esta función en las evaluaciones de abuso sexual (Berliner *, 1988).

Los fiscales Freenman y Estrada - Mullaney (1988), al describir a una audiencia de pares, indicaron que la tendencia en ese momento era  diagnosticar el abuso sexual en base a la interpretación del juego del niño con muñecas anatómicas. Esta posición fue vista claramente en el pedido hecho por Terr *, en el que solicitaba más investigación al comparar el juego con la muñeca en niños abusados y en no abusados, y en la conclusión aleccionadora de Yates *, sobre que los evaluadores no deberían basar sus diagnósticos de abuso sexual “ tan solo en el juego con la muñeca ”.

El énfasis en la interpretación del comportamiento del niño con las muñecas anatómicas al hacer el diagnóstico de abuso sexual se desarrolló, en parte, a partir de los enfoques en las terapias de juego tradicionales y psicodinámicas. Se basa en la suposición , que si el juego del niño con muñecas no anatómicas puede ser usado para inferir si el niño percibe a su padre como cruel y rechazante,

¿ Por qué no se puede usar el juego del niño con muñecas anatómicas  para concluir si el  niño ha sido abusado sexualmente por  su padre?

El uso del  “ test de la muñecas anatómicas ” también refleja una esperanza  entendible, pero no realista por un procedimiento que suministrará una respuesta sencilla a la pregunta: ¿Este niño ha sido abusado sexualmente?

Estas consideraciones de Boat *, nos alertan de la dimensión  ETICO - LEGAL  ya que se ubica al Psicólogo en el lugar de emitir una opinión  que hace a la esencia de la cuestión en juicio “ que determine si existió abuso “, usurpando el rol del Juez y traspasando los límites de su competencia (ver Melton *, pág. 1230), sin poder fundamentar su opinión experta en un conocimiento válido científicamente, sino en sus intuiciones, especulaciones e inferencias subjetivas.

Aunque la función de Test Diagnóstico de las muñecas anatómicas no fue recomendado en ninguna de las guías o protocolos revisados, Gardner * (1989), al escribir desde una orientación psicodinámica tradicional, logró  la más cercana definición de tal uso: “Los niños que de hecho han sido abusados sexualmente se pueden tornar un poco más receptivos a hablar sobre sus experiencias vía la catalización por la presencia explícita de partes genitales en las muñecas. Aquellos que inventan son más propensos a hablar sobre el abuso denunciado directamente cuando se les pregunta y no necesitan las muñecas como medio de facilitación para poder hablar sobre el abuso “ (p.158).

 

 

APADESHI

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Prudentemente, Gardner *, limita el uso de las muñecas a los casos de Abuso comprobado

 

Como contraste, a la mala práctica del uso como test diagnóstico, muchos protocolos y guías explícitamente advierten sobre la sobreinterpretación del juego del niño con muñecas anatómicas, en especial en ausencia de la declaración verbal clara del menor. Por ejemplo, la Guía APSAC (1990) establece “El comportamiento inusual con las muñecas anatómicas. pueden sugerir más líneas de preguntas... pero por lo general no se considera concluyente en un antecedente de abuso sexual...” (p 5) (Ver también Boat & Everson, 1986, 1988b; Friedmann y  Morgan ,1985; Hindman, 1987; Jones y Mc.Quiston, 1986; Sgroi, 1984).

Algunos autores han criticado el uso del juego con las muñecas anatómicas por considerarlas  por su naturaleza, persuasivas y sexualmente sobrestimulantes. Esta es la crítica más frecuente hecha a las muñecas y es una crítica que tiene  significantes implicancias para muchas de las funciones de las muñecas.

Desafortunadamente, la mayoría de las discusiones sobre este tema fallan en considerar el posible impacto diferencial de las muñecas en niños sexualmente inocentes, contra niños sexualmente experimentados o con conocimiento sexual, si bien como vimos anteriormente, la exposición a las muñecas modifica comportamientos del niño relacionados con su sexualidad infantil.

 (Ver Maternal perceptions of nonabused young children’s behaviors after the children’s exposure to anatomical dolls. Boat,-Barbara-W.; Everson,-Mark-D.; Holland,-Judy U North Carolina, Chapel Hill, US Child-Welfare; 1990 Sep-Oct Vol. 69(5) 389-400 ).

Las funciones de Estímulo de la Memoria y  el  Uso de Modelo Anatómico dependen en realidad de que las muñecas anatómicas sean “ persuasivas ” al niño que posee experiencia o conocimiento sexual. 

Las muñecas, más bien, suministran el ímpetus para que el evaluador explore, a través de preguntas de seguimiento, la fuente de los conocimientos del niño sobre la sexualidad. Con “sugestiva” se quiere decir que las muñecas alientan, estimulan, desinhiben y proveen un vehículo fácil para que tales niños revelen su conocimiento sexual durante el proceso de evaluación. En ninguno de estos  usos, el evaluador infiere que el abuso ha ocurrido basado en el conocimiento sexual del niño expresado en el juego mismo.

La presunción subyacente es que tal conocimiento sexual en el niño podría resultar no de la fantasía inducida por la muñeca, sino a través de la exposición sexual por situaciones abusivas sufridas o de la experiencia anterior en forma de información sexual que el niño posee pero sin haber sido objeto de victimización sexual. Sin embargo, la preocupación crítica en el debate sobre sugestividad, se centraliza en el impacto que tienen las muñecas en niños sexualmente no abusados e inocentes. Esta preocupación tiene su más seria implicancia en el uso como Test Diagnóstico.

Si las muñecas pueden inducir a niños sexualmente inocentes, a que se comprometan en un juego sexualizado, esto lo  haría indistinguible de la interacción con las muñecas en niños que en realidad han sido abusados sexualmente. Por consiguiente, el uso de muñecas como test diagnóstico estaría seriamente comprometido e invalidado. (Faller *, 1988; Jones * & Graw *, 1987).

Aunque no se ha realizado un estudio concluyente, un creciente cuerpo de diversas investigaciones, está generando serias dudas sobre la validez a la crítica sobre sugestividad. En una línea de esta investigación niños normales no abusados fueron expuestos a un evento cuidadosamente documentado que involucró el contacto físico y luego fueron entrevistados  sobre el evento ya sea con o sin muñecas anatómicas como sostén. La presunción subyacente es que si las muñecas promueven las fantasías sexuales, se podrían observar más distorsiones de la memoria cuando las muñecas anatómicas fueron utilizados como soporte de entrevista  y las preguntas de la entrevista ‘pujaban por respuestas sexuales o eran deliberadamente inducidas al tema sexual.

En el primer estudio, informado por Goodman * y Aman * (1990), 80 niños de 3 y 5 años fueron sometidos a una corta sesión de juegos con un hombre.

Durante la sesión, jugaron una serie de juegos que incluía una versión de  “Simón dice” en la cual el hombre pedía al niño que se tocara partes de su propio cuerpo (por ejemplo, los orejas, los dedos del pie) y también que tocara las rodillas del hombre, mientras él tocaba las del niño. Una semana  más tarde, el niño fue interrogado por una mujer sobre esta sesión de juegos bajo una de tres  situaciones de entrevista:

·       Con muñecas anatómicas como soporte

·       Con muñecas normales (no anatómicos) como soporte

·       Sin muñecos

En las entrevistas en las que se usaron muñecas anatómicas como soporte, las muñecas estaban a disposición durante el interrogatorio y se alentaba al niño a usar las muñecas para mostrar lo que había sucedido en la sesión de juegos. Se le hicieron a los niños una serie de preguntas específicas sobre el posible abuso que pudo haber ocurrido durante la sesión de juego:“ Muéstrame dónde te tocó ”. “ ¿Se dejó puesta la ropa? ”  “ ¿Te tocó tus partes íntimas? ”¿Puso algo en tu  boca? “

 

Además se le hicieron a los niños tres preguntas persuasivas sobre posible abuso:

“¿El te sacó la ropa o no te la sacó?” “¿El te besó o no te besó? “  “ ¿Cuántas veces te palmeo las nalgas? ”

 

Los resultados fueron los siguientes

·       Sin importar la edad, los niños entrevistados con muñecas anatómicas  cometieron la misma cantidad de  errores en respuesta a las  preguntas específicas o persuasivas de  abuso que ya mencionamos, que aquellos niños entrevistados ya sea con muñecas comunes o sin muñecas

·       Se demostró que los niños que promediaban los 3 años, eran menos precisos en las tres situaciones de la entrevista que los de 5 años

·       Sin embargo, la amplia mayoría de errores cometidos  en las preguntas de abuso tuvo lugar en las respuestas a las dos  preguntas sobre las “partes íntimas” , un término que la mayoría de los niños de 3 años no entendía

·       Cuando se les hacían preguntas más claras, “Muéstrame dónde te tocó” , ninguno de los niños mostró sus propios genitales

·       Además ninguno de los niños hizo comentarios espontáneos o elaboraciones que podrían sugerir que el abuso sexual había sucedido, sino que las respuestas erróneas eran inducidas por el entrevistador independientemente de las características de los muñecos usados.

 

En el segundo estudio, realizado por Saywitz *, Goodman *, Nicholas * y Moan * (1991), 72 niñas de 5 y 7 años,  fueron examinados físicamente por pediatras mujeres.

La mitad de las niñas fueron sometidas a un exámen de sus genitales como parte del chequeo general (condición genital) y la otra mitad recibió un examen idéntico, pero reemplazando la examinación genital por la de escoliosis (condición no-genital).  

Después de una semana o un mes, se le pidió a las niñas recordar el examen físico libremente. Luego, en la fase de demostración, se les daba a las niñas varias muñecas anatómicas (una de las cuales había sido desvestida) así como también juguetes que pertenecían al kit de un doctor, y se les pidió que mostraran y contaran qué había ocurrido.

Luego, en la fase de preguntas directas con ayuda de las muñecas, el entrevistador sostenía una muñeca anatómica desvestida, mostraba una serie de partes del cuerpo y preguntaba:  “ ¿El doctor te tocó aquí? ”

Finalmente, se le hacían una serie de preguntas persuasivas, por ejemplo, ¿Cuántas veces te besó el doctor? .

Comparando la precisión de los recuerdos, en la fase de rememoración libre, contra la fase en la que  se utilizaron muñecas,  se obtuvo el doble de información más precisa, cuando se utilizaron las muñecas anatómicas y los juguetes del doctor que en la fase de libre rememoración:

·       Esto estuvo acompañado por un menor incremento de errores en la fase de demostración con las muñecas

·       La mayor parte de los errores consistía en la falsa manifestación del uso de un depresor de lengua durante la examinación física

·       Ninguno de las niños informó falsamente el tacto genital cuando no ocurrió

·       Tampoco hubo errores en la fase de demostración que involucrara la percepción de comportamiento sexual explícito

 

El uso de preguntas directas, ayudadas con la muñeca dio como resultado un progreso aun más significativo en la precisión del recuerdo:

·       La vasta mayoría de niños en la condición genital, habían fallado en informar el tacto anal y vaginal, tanto en las fases de rememoración libre, como con la demostración con la muñeca.

·       El 8 % de los niños (3 de 36) en el examen no genital, informaron falsamente, contacto genital o anal, cuando se les preguntó en forma directa con las muñecas.

 

Los resultados parecen indicar, en el caso de un hecho que el entrevistador conoce como cierto, (ej. Si existió o no examinación genital ) que el uso de las muñecas y las preguntas conductivas facilitan el recuerdo.

Esto introduce la duda : ¿ Qué sucedería, si el entrevistador ignorase los datos y los sucesos ciertos y partiera solo de presunciones ?

¿ En qué forma, se afectarían los resultados de la investigación, si los entrevistadores ignorasen previamente cuales niños estaban en el grupo de condición genital y cuáles en el grupo de condición no genital?

Creemos que la investigación de los autores adolecen de esas limitaciones y que la investigación demuestra que la utilización de las muñecas es idónea en aquellos casos en que el profesional tiene la certeza de que realmente existió abuso sexual ( Comprobación judicial)

La siguiente línea de investigación sobre el tema de la sugestividad se ha concentrado en la frecuencia en que aparece el juego sexualizado explícito, con las muñecas entre niños  no abusados que han tenido la oportunidad de jugar e interactuar con las muñecas anatómicas.

La suposición subyacente es que si las muñecas son persuasivas y sexualmente estimulantes, es probable que se encuentre una gran frecuencia de juego explícitamente sexuado con las muñecas, en particular si no hay un adulto presente que inhiba la curiosidad y expresión sexual del niño.

El estudio más relevante se realizó sobre 200 niños  no abusados, tomados de la población de una clínica pediátrica. (Everson * y Boat * 1990). Las edades de los niños oscilaban entre 2 a 5 años, y representaba un amplio espectro socioeconómico. Los niños fueron vistos en una entrevista estructurada, grabada en video que incluía una revisión de las partes del cuerpo y sus funciones y la libre exploración de las muñecas, tanto en presencia como en ausencia del entrevistador adulto:

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·       El tocar y explorar las partes genitales de la muñeca fue un comportamiento común, que ocurrió en más del 50% de los niños en cada nivel de edad.

Sin embargo,  el juego sexual explícito en forma de aparente demostración de introducción vaginal, oral y anal, es decir inserción peneana, movimientos sexuales y penetración oral  de las muñecas ocurrió solo en el 6% de todo el muestreo (12 de 209 niños).

 

Esta  incidencia del juego sexual explícito es coincidente con los descubrimientos de otros 9 estudios con niños  no abusados jugando con muñecas anatómicas (Para revisión referirse a Everson & Boat(1990).  Los estudios son:  August y Forman (1989); Cohn (1991); Dawson y Geddie (1991) manuscrito no publicado); Dawson, Vaughn, y Wagner (1992); Gabriel (1985); Glaser y Collins (1989); Jampole y Weber (1987) Sivan et al (1988); y White  (1986).

Estos estudios ,variaron en formato del juego libre a entrevistas  altamente estructuradas.  Las edades de los niños oscilaban entre 2 a 8 años.

Resumiendo, los 9 estudios, mostraron que  la exploración de los genitales de las muñecas fue común, pero solo el 2% de los niños no abusados representaron una relación sexual explícita entre las muñecas o entre una muñeca y ellos mismos (9 de 388 niños).

Aunque  el 6% de los niños no abusados sexualmente de 2 - 5 años del estudio de Everson * y Boat * y  el 2% en los estudios mencionados, demostró juego sexual explícito, la frecuencia de tal juego estaba significativamente  relacionada con la edad del niño, su extracción socioeconómica , racial y de alguna manera con su género.

De hecho, más del 20% de los niños de 4 y 5 años, en estos estudios demostraron claros juegos de penetración sexual de algún tipo durante sus sesiones. La fluctuación de los resultados ( del 6% al 20%) está dada en que en los niños de 2 años, no aparecieron estas conductas, porque el niño en esa edad aún no tiene plenamente desarrollado el juego simbólico. ( Ver Piaget *, La formación del símbolo en el niño). De manera similar, Dawson * y Geddie * (1991), notaron que el 9 % de los niños de bajos recursos, de raza negra, manifestaron relaciones sexuales en el juego con las muñecas.

Tomados en conjunto, Everson * y Boat * (1990) y los 9 estudios relacionados, ofrecen pruebas substanciales de que las muñecas pueden dar a los niños no abusados sexualmente, que tienen conocimiento sexual, un permiso al menos implícito, como así también, pueden ser un vehículo fácil para demostrar su información sexual, en lugar de ser usadas como indicadoras de Abuso Sexual.

Las Muñecas anatómicas y el comportamiento de los niños, tras ser expuestos a estas practicas

En esta línea de investigación, sobre la sugestividad de las muñecas anatómicas, se preguntó, si los niños tienen comportamientos más sexualizados o juegos sexualizados, después de exponerse a  las muñecas anatómicas.

La noción subyacente es que los niños que son expuestos a las muñecas anatómicas desvestidas pueden no reaccionar dentro de la atmósfera del lugar de la entrevista, pero pueden actuar de manera sexual, cuando están en un lugar más confortable como  en sus hogares.

La pregunta, si las muñecas anatómicas pueden tener un impacto retardado en el comportamiento de los niños fue expuesto en entrevistas de seguimiento a 30 madres, cuyos niños habían sido expuestos a las muñecas anatómicas (Boat, Everson, & Holland, 1990). Las edades de los niños oscilaban de 3 a 5 años y habían sido sujetos al estudio  normativo de 209 niños descriptos anteriormente.  (Everson y Boat, 1990).

La entrevista se llevó a cabo dos semanas después de la sesión con las muñecas. Se les preguntó a las madres en términos generales sobre cualquier cambio en el comportamiento de los niños, que ellas atribuyeran al hecho que los niños habían participado en la sesión con las muñecas, así como las preguntas específicas sobre cambios en la curiosidad sexual y juego sexual desde la sesión:

·       El 23% de los niños mostraron una conciencia aumentada e interés en las partes sexuales del cuerpo (por ejemplo, un niño de 4 años preguntó en qué difieren los niños de las niñas; una niña de 4 años preguntó cuándo tendría vello público)

·       Ninguno de los niños había comenzado a jugar con juguetes o muñecas comunes de manera sexual o  habían  agregado genitales a los dibujos de personas

·       En un solo niño se describió que éste estaba actuando “de manera algo sexual”. Este niño de tres años  se quitó su ropa mientras jugaba con una niña de su edad.  Como lo explicó su madre, “El pensó que si le había sacado la ropa a la muñeca, está bien si se sacaba la suya”. Ni la madre de este niño, ni ninguna de las otras madres estaba preocupada por el comportamiento de sus niños después de la exposición a las muñecas

 

Otro estudio incluyó el seguimiento de 16 niños no abusados, de 3 a 6 años, quienes fueron expuestos a las muñecas anatómicas (Dawson, Vaugh, y Wagner, 1992; Vaughn, Dawson y Wagner, 1989).:

·       Ninguno de los padres de los niños informó sobre comportamientos sobresexualizados o preguntas después de la entrevista con las muñecas

·       De hecho, la mayoría de los niños no recordaban su juego con las muñecas hasta que se lo recordaron sus padres.

 

La línea de investigación remanente, relevante a nuestra consideración sobre la sugestividad de las muñecas anatómicas, ha examinado los índices comparativos, en los cuales niños derivados por evaluaciones de abuso sexual, demuestran comportamiento sexual explícito con las muñecas anatómicas, en relación con las muñecas no anatómicas.

Si la crítica es valida, se esperarían índices más altos de tal comportamiento durante las entrevistas con muñecas anatómicas, especialmente cuando los niños  son interrogados sobre sus experiencias sexuales.

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En el único estudio de este tipo Briton * y O´Keefe * (1991) utilizaron muñecas anatómicas para entrevistar a 69 niños abusados sexualmente, vistos durante un año en una Clínica Pediátrica, para realizarles exámenes físicos como parte de las investigaciones de abuso sexual.

 

El siguiente año, el mismo entrevistador siguió un formato de entrevista similar, pero con muñecas no anatómicas (por ejemplo muñecas Ken y Barbie, muñecas Cabbage Patch, etc.) para los 67 niños derivados a evaluación. Las edades de los niños oscilaba entre 2 a 10 años.

·       Los índices de demostración de comportamiento explícitamente sexual (caricias genitales, contacto oral-genital, penetración  vaginal y anal) no diferían significativamente en los dos grupos de niños, a pesar de que se utilizaron variedad de muñecas.

·       Los índices de demostración fueron levemente inferior para las muñecas anatómicas en relación a las muñecas no anatómicas (68% contra 72%).

 

A pesar que se debe ser cauteloso en la interpretación de este estudio, dadas las limitaciones en el diseño de esta investigación (por ejemplo falla en asignar al azar a los niños a condiciones de entrevista con las muñecas) es, sin embargo otro de los muchos estudios que fallan en encontrar pruebas de que el uso de muñecas anatómicas, provoca el comportamiento sexual explícito de los niños abusados sexualmente. Por el contrario, demuestra que el niño vitimizado realiza juegos sexualizados con los juguetes ordinarios y no precisa de la genitalidad explícita de las muñecas. Por otra parte, dos estudios han sido citados por los críticos a las muñecas anatómicas como prueba de que las muñecas anatómicas son persuasivas y estimulan sexualmente a niños normales.

El primero es un estudio inédito de Mc Iver * y (1987) que comparó 10 “casos confirmados “ de niños abusados sexualmente, edades de 3 a 5 años, con 50 niños no abusados, edades de 2 años y medio a 7 años, mediante una entrevista estructurada con muñecas anatómicas.

En apoyo a las críticas sobre sugestividad, se informó que los niños no abusados mostraron índices similares, si no más altos, de comportamiento sexual y agresivo con las muñecas, en comparación a  los niños en los que el abuso sexual se había confirmado  (62% contra 50% respectivamente).

Boat * señala, que este estudio tenía severas limitaciones, específicamente,  los autores fallaron  en distinguir entre los distintos tipos de juegos sexualizados (por ejemplo, colocar a las muñecas en posición una sobre la otra ,contra posición con inserción peneana en el ano de la muñeca, vagina o boca), agresión contra la muñeca (ejemplo arrojarlas, golpearlas, palmearlas) y otras formas de  juego de roles (por ejemplo lucha).

Los hallazgos de Mc.Iver * y Wakefield * continuaron en investigaciones posteriores, orientadas a la falta de consenso entre los profesionales y a la ausencia de índices objetivos mediante los cuales el profesional puede ‘interpretar” el juego de los niños. El tema más interesante que hace surgir Mc.Iver es la total subjetividad de los diferentes profesionales en interpretar como sexualizados algunos comportamientos. Plantea el tema de que algunos tipos de juegos con las muñecas anatómicas puedan tener significado sexual  o carecer del mismo según la libre interpretación de cada observador.

En un estudio posterior, se utilizó un grupo de 50 niños no abusados sexualmente y otro grupo de 10 niños victimizados de 2, 6 a 7 años. A todos se les administró las muñecas anatómicas durante una entrevista que incluía el juego libre y el interrogatorio. Los resultados fueron codificados independientemente por dos grupos de observadores que no pudieron interpretar correctamente los datos y fueron incapaces de distinguir entre los grupos de niños no abusados y los victimizados.( Ver Glaser y Collins J.Child Psychol. Psychiatry vol.30.nro.4 pp.547-568, 1985, Gran Bretaña).

El segundo estudio, a veces citado para reforzar el argumento que las muñecas anatómicas, son demasiado  persuasivas, es el estudio del juego sexualizado entre niños no abusados  de Everson * y Boat * (1990). En  el juego con las muñecas, se informó que  el 37% del total de niños no abusados, discriminados de la siguiente manera: 10% de los niños de 3 años, el 9% de los de 4 años y el 18% de los de 5 años, colocaron a las muñecas desvestidas en una posición “sugestiva” de acto sexual, es decir la posición una sobre la otra, pero sin intento de inserción peneana y sin movimiento sexual de las muñecas o manifestación del niño que implicara relación sexual.

Este descubrimiento ha sido utilizado como prueba, que las muñecas estimulan a un número importante de niños  normales y no abusados al juego sexual.

Además se ha sugerido que tal posicionamiento de las muñecas implica las siguientes consecuencias :

(a)   Es similar al mostrado por niños sexualmente abusados

(b)  Es a menudo malinterpretado en evaluaciones de abuso sexual como prueba del abuso sexual (Raskin, 1991).

 

En la mayoría de los casos en los que los niños colocaron a las muñecas en una posición sugestiva de relaciones sexuales, esto ocurrió en respuesta a las directivas del entrevistador  (“Muéstrame qué pueden hacer juntas las muñecas’ y ‘¿Qué más pueden hacer juntas?”) y no durante el juego espontáneo, por lo tanto, el comportamiento podría ser más  bien inducido por el entrevistador que provocado por las fantasías que estimulan las muñecas.

En  segundo término, otros niños que colocaron las muñecas en posición sugestiva, luego sexualizaron el juego (por ejemplo intentaron penetración peneana, movimientos sexuales con las muñecas).

La impresión al observar las entrevistas, fue que la mayoría  de los niños no parecían considerar a una muñeca recostada sobre otra ni tales juegos sexualizados como un “acto sexual”.

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En  tercer lugar, tal posición de las muñecas no es, en y por sí sola, clínicamente importante. El ubicar a una muñeca recostada sobre la otra, se debe a que los niños frecuentemente tienen oportunidad de observar, adultos y  adolescentes en varias posiciones de abrazo. En algunos casos, esto puede incluir una relación sexual observada en televisión o en películas, típicamente escondida de la vista directa a través de sábanas. En otros, es un abrazo desprovisto de interpretación sexual para el niño.

No se puede concluir que un niño tiene un conocimiento explícito de la mecánica de la relación sexual con el solo posicionamiento de las muñecas. El evaluador experimentado no puede inferir el abuso sexual en tal comportamiento  con las muñecas.  ( Ver Boat y Everson ob.cit.)

   

      CONCLUSIÓN, la investigación disponible muestra que las muñecas son estimulantes de juegos de  significancia clínicos como ser la inserción peneana vaginal , anal o bucal, en un porcentaje variable de niños no abusados sexualmente, cerca del 5% en los más pequeños y cerca del 20 % en los niños de cuatro años, en los estudios en la población norteamericana. También en estos estudios hay una variación de >2, ignorándose los porcentajes en nuestro País por falta de estudios.

 

Otra crítica al uso de muñecas anatómicas, es que  promueve el error y mal uso del entrevistador. Específicamente:

 

·       Su uso fomenta líneas de preguntas inductivas o persuasivas

·       Exceso  en las interpretaciones sobre el juego del niño

·       Hacer recortes arbitrarios en el proceso de evaluación

·       Confiar demasiado en un único instrumento

 

La consideración de que el uso de muñecas anatómicas promueve el error y mal uso por parte del evaluador , según Boat * y Everson * , es  la más válida y la más preocupante de las principales críticas.

La preocupación específica es que el uso de las muñecas anatómicas en evaluaciones de abuso sexual puede alentar los siguientes tipos de malos usos y errores por parte del entrevistador; especialmente con niños:

(a)   Líneas de preguntas demasiado inductivas o persuasivas que pueden incluir que el entrevistador posicione  las muñecas para que modelen actos sexuales específicos

(b) Sobreinterpretación del comportamiento del niño  a expensas de obtener un relato del niño verbal , espontáneo y completo

(c)   Acortar el proceso de evaluación, incluyendo entrevistas “únicas” y fallas en recabar información de  múltiples fuentes

(d)   Confiar demasiado en las muñecas excluyendo otras técnicas de comunicación y de psicodiagnóstico

 

 

Una preocupación relacionada a esto último, es que poner demasiado énfasis en las muñecas, ha conducido a veces a dar un menor énfasis al entrenamiento en técnicas de entrevistas más amplias y al  desarrollo de juicios clínicamente validados en el campo del abuso sexual infantil.

Ese  uso como Test Diagnóstico, claramente enfatiza la interpretación del comportamiento del niño con las muñecas a expensas de más entrevistas extensivas y el uso de otras fuentes de datos o técnicas de evaluación propias de una batería estándart.

El mal uso como técnica diagnóstica incluye llevar a cabo líneas de preguntas demasiado inductivas o insistentemente demandantes, como un seguimiento del comportamiento “sospechoso” del niño con las muñecas y la confianza  en la interpretación subjetiva del entrevistador, sobre la normalidad o la anormalidad del comportamiento del niño.

La preocupación principal, es la posibilidad de que las preguntas demasiado sugestivas o preguntas persuasivas, junto con el posicionamiento de las muñecas (o tal vez la mera presencia de las muñecas) , puedan  sin advertirlo, sugerir una imagen visual al niño que se incorpora a su memoria (Terr *, 1990).  Por ello, como teoriza Terr *, “ la memoria del niño del evento en cuestión puede ser alterada permanentemente “.

Una segunda preocupación, es el riesgo de que el evaluador pueda poner  mayor énfasis en conseguir del niño una demostración con las muñecas en lugar de buscar la descripción verbal detallada del abuso sospechado.

El Uso de Modelo Anatómico, también entraña riesgos, el entrevistador puede inapropiadamente o inadvertidamente suministrar información al niño y producir alteraciones en el relato. Por ejemplo :

·       Las clasificaciones correctas de las partes del cuerpo involucradas en un contacto sexual

·       Las funciones correctas y eróticas de las partes sexuales del cuerpo

·       Elementos de información sobre prácticas sexuales, orales, anales, sexuales, perversas y normales

 

Características específicas de la genitalidad adulta que el niño no conocía como ser el vello pubiano, los penes en semi-erección de las muñecas, el orificio vaginal que está resaltado en las muñecas , etc.

Elementos que pueden alterar el relato verbal del niño

Específicamente, el pene en semi-erección de las muñecas y el vello pubiano  puede ser la primer información del órgano sexual masculino que puede tener una niña inocente en los temas sexuales.

Es claro que la exposición a las muñecas le darían ,por ejemplo a una niña de 3 años información de la genitalidad adulta masculina, no esperable para su edad. Si un elemento fundamental a evaluar, es la percepción que tiene el menor de la sexualidad, y si cuenta con conocimientos que solo podría tener por la  exposición a la desnudez del adulto en su victimización, uno de los pocos elementos diagnósticos específicos estaría así invalidado por la utilización de las muñecas sexuadas.

El uso de muñecas anatómicas como Confortador y para Romper el Hielo, involucra riesgos mínimos de error del entrevistador en el caso en que esté comprobado el abuso y el niño lo haya revelado espontáneamente. Muchas consideraciones adicionales son relevantes a nuestra discusión sobre la validez de la crítica en cuanto a la propensión al error en la entrevista.

 

Primero, la mayoría de los errores enumerados antes, tienen el efecto de aumentar la frecuencia de falsos positivos, en las evaluaciones de abuso sexual. De hecho, los errores del entrevistador también pueden aumentar la probabilidad de falsos negativos.

Everson * y Boat * (1989), por ejemplo, describieron el caso de un niño de 4 años, cuya develación sexual sobre la caricia genital no fue considerada creíble porque durante la demostración con las muñecas, la muñeca “niña” no demostró una abierta incomodidad hacia la muñeca “perpetrador acusado”.

Vemos así, otra forma de perjuicio al niño que fue abusado sexualmente, en la forma del FALSO NEGATIVO, en base a la  interpretación subjetiva del juego por parte del entrevistador . 

Cualquier instrumento en manos no informadas puede ser mal usado. Sin excepciones, los errores del entrevistador antes mencionados, pueden ser evitados con un  mejor entrenamiento, supervisión y conocimiento de la dinámica propia de las denuncias erróneas o falsas. Desafortunadamente, el nivel de entrenamiento y de supervisión de muchos entrevistadores es inadecuado, según  sucede en Estados Unidos , en donde las Muñecas surgieron en el año 1970, según establece Bárbara Boat *.

Esta crítica, tiene mayor peso en nuestro país porque el juego de las muñecas anatómicamente correctas, no integra la Currícula de ninguna Universidad, por la falta de sustento científico de la práctica, conjuntamente a la ausencia de datos normativos aplicados a nuestra población nacional.

La utilización de las Muñecas no integra la Currícula de ninguna materia de grado ni de post-grado, es decir no existe acreditación universitaria oficial de la capacidad de los profesionales que la utilizan, que certifique su idoneidad, ni su competencia.

Esto explica la mala práctica imperante en nuestro medio, que consiste en el uso como Test de Abuso Sexual, según se consigna en los Informes de los profesionales que imprudentemente la utilizan.

Nosotros, coincidiendo con la autora del estudio, pensamos que el  tema de mayor gravedad, surgido en esta discusión es la conceptualización de Terr * (1990) de que el uso de muñecas anatómicas, como sustento de la entrevista combinado con ciertos tipos de preguntas persuasivas, puede producir una permanente alteración de la memoria visual del niño. Esta alteración permanente del recuerdo del niño, puede  concluir , como veremos luego con Elizabeth Loftus * en lo que la autora denominó “IMPLANTACIÓN DE UN FALSO RECUERDO DE ABUSO SEXUAL”.

Como conclusión, el rol específico que cumplen  las muñecas excluye su utilización como test Diagnóstico, siguiendo a los autores ya mencionados :

Las decisiones, sobre si un niño fue abusado sexualmente, no debe sustentarse sobre la base del comportamiento del niño con las muñecas. Ninguna de las 20 guías y protocolos revisados confirmaron el uso de las muñecas como test diagnóstico del abuso y muchas de ellas recomendaron específicamente cautela con respecto a la sobreinterpretación del comportamiento del niño con las muñecas. Es decir , percatan al entrevistador de la imprudencia de utilizarlas en forma de test diagnóstico.

Como hemos subrayado, por la ausencia de estudios normativos, sobre el juego infantil del niño con las muñecas anatómicas, existe una gran dificultad metodológica en poder especificar los juegos que serían sexualizados y típicos de los niños abusados sexualmente y de los niños que tienen información sobre la sexualidad no acorde a su edad, por cuestiones relacionadas con la crianza o las diferencias socioeconómicas y culturales o de raza, problemática crucial en Estados Unidos, que normatiza todos los métodos de evaluación psicométrica, en base a las diferencias culturales económicas y étnicas de su población.

Este último tema es irrelevante en nuestra Nación, en que no hay segregación entre los diferentes grupos culturales y étnicos, pero no podemos conocer, en este momento qué tipo de conocimientos sexuales e información manejan los menores según los diferentes estratos socioeconómicos, ni el impacto de los medios de comunicación.( Ej. sistemas de cable con películas condicionadas, revistas etc.).

La factibilidad de poder clasificar el tipo de juegos que las muñecas anatómicamente correctas suscitan en  los niños no abusados sexualmente, es de importancia clínica para poder distinguirlos de aquellos juegos que tienen características erotizadas.

Si bien, como hemos detallado en el inicio del trabajo, no existe un síndrome típico que permita aislar indicadores específicos de Abuso sexual y que  el diagnóstico por síndromes no posee sustento

Entre los diferentes modelos conceptuales que pretenden ser un instrumento de comprensión del problema del Abuso sexual, y llegar a aislar un grupo de síntomas con moderada calidad de especificidad, que serían esperables hallar en una situación de Abuso sexual, creemos importante mencionar la última revisión de Kendall *, Tacket *, William * y Finkelhor * (1993) que encontraron que El 38% de los niños abusados sexualmente presentaron comportamientos sexualizados. Lejos de ser un indicador absoluto, ya que la contrapartida es que el 72% de los niños victimizados, no  presentaron el síntoma y esto limita considerablemente su carácter de tipicidad. ( Ver Vicky. V. Wolfe & Jo-Birt, Advanc,es in Clinical Child Psychology, vol., 17, editado por Thomas Olledick).

Estos comportamientos erotizados, son de varios tipos:

(a) El niño se acomoda, elabora estrategias para soportar la victimización y/o participar en la misma por la coacción del adulto

(b) Masturbación en situaciones sociales, es decir en frente de terceros

(c)    Juegos con los propios genitales durante un lapso excesivo de tiempo

 

(d) Preferencia por la compañía de niños más pequeños

(e) Hablar mucho y estar muy preocupados y pendientes de los temas sexuales

(f) Según estudios sobre esos dibujos infantiles, los niños abusados tienden tanto a minimizar como a exagerar los rasgos sexuales  en  las figuras humanas ( Yates, Beutler, y Grago,(1985). No  obstante, Hibbard  y Hartman (1990),  encontraron  que  era bajo el   porcentaje de niños abusados  sexualmente, que dibujaron genitales en sus dibujos.  ( ver ob. citada, pág.  244)

 

(g) Más relacionado con  el tema de las  Muñecas  Anatómicamente  correctas, se  detecta  en  los niños victimizados, más juego  sexualizado  con  estas  muñecas,  pero  destacan  la  relatividad  de tomarlo  como índice seguro porque Everson y  Boat (1990), investigación a la que nos referiremos a posteriori en extenso,  encontraron, como  ya hemos  mencionado  que entre los niños no  abusados sexualmente existe un porcentaje de juego de introducción  anal, peneana, oral, etc. con estos muñecos. Aunque los pequeños de 2 años no muestran este tipo de juegos, el 18% de los de 5 años no abusados sexualmente mostraron    ron juegos explícitos de relaciones sexuales.

 

Estos estudios especifican que este tipo de juego sexualizado, es  común también en niños que sufren negligencia parental, abandono social y  no han sido beneficiados con una contención y límites acordes a la  sexualidad infantil, dentro del marco familiar y social., por ejemplo, algunas de estas conductas sexualizadas forman parte de la “cultura” de los internados de menores  y los profesionales de la salud que trabajan con niños de la calle o niños que sufren situaciones injustas semejantes, están familiarizados con estas conductas.

Es decir, volvemos a rozar el tema de la falta de la especificidad de los síntomas del niño abusado sexualmente y la necesidad de hacer un abordaje integral de la problemática, mediante un estudio basado en una evaluación psicodiagnóstica standard, conjuntamente con el estudio de la dinámica familiar, especialmente en los casos, a los que se circunscribe este trabajo :

Las denuncias de Abuso sexual dentro de los divorcios destructivos y su emergente y consecuencia más frecuente: el impedimento de contacto

No obstante , el modelo que propone Finkelhor * (1983), a nuestro criterio, es útil en poder abordar explicativamente la iniciación traumática en la sexualidad por parte del adulto victimizador.

La iniciación es traumática porque es precoz, las consecuencias psicológicas son:

·       Que el niño confunde las experiencias sexuales con intercambios afectivos ,incrementando la realización de experiencias sexuales y distintas manifestaciones comportamentales ,incluyendo el interés y la preocupación en lo sexual , la agresión sexual a terceros , generalmente otros niños, y una erotización inadecuada de las relaciones Parentales.

 

Sugirió Yates * (1982) que el niño que ha sido expuesto a través del tiempo a una intensiva estimulación genital o extragenital puede producir su erotización. Ella ha sugerido que el erotismo puede ser considerado más bien un comportamiento aprendido y que el niño  va reforzando por sí mismo. Por su característica de comportamiento aprendido, el comportamiento erotizado infantil es difícil de modificar. Desde una óptica psicobiológica, Putman * y Trickett *, postularon un modelo en el cual el comportamiento es aprendido en forma no acorde al momento evolutivo del niño y no acorde a la Cultura. En concreto, estos  comportamientos sexualizados son originados en un  incremento inducido por el adulto, de los contenidos hormonales relacionados con la pubertad y el desarrollo de la libido en la mujer y con el comportamiento agresivo en el hombre.

Esto es interesante, ya que varios estudios han relacionado desde hace casi dos décadas los trastornos de género en las niñas abusadas, el  aumento de sus comportamientos masculinos y en los niños la tendencia a victimizar a otros niños menores ( ver Cosentino, Cross gender behavior and gender conflict in sexually abused girl, J.Am. Child .Adolesc. Psychiatry , 32:5 september 1993 pp.940-945)

Putman * y Trickett *, basados en los incrementos hormonales observados en los niños victimizados, explican que su aumento se debe al estress específico relacionado con los repetidos abusos, que a su vez actúan como el desencadenante de una precoz sexualidad. Esto implica una iniciación totalmente traumática en la sexualidad.

Otros autores, como De Young * (1984), intentaron explicar algunos comportamientos sexualizados como un ‘comportamiento contrafóbico”, particularmente en niños, quienes han sido re-victimizados a través de muchas prácticas aberrantes.

 

Estos comportamientos contrafóbicos, se deben a un intento del niño de desensibilizarse de los estímulos originariamente relacionados con el abuso. Entonces el niño muestra comportamientos provocativos. El niño reactualiza el acto del abuso, poniéndose en una posición activa, actuando lo sufrido pasivamente en el pasado. Si bien los autores no toman la concepción de “identificación con el agresor” como mecanismo de defensa, ya destacado por muchos autores, los comportamientos resultantes son similares. No obstante con lo cual, el niño no es “complaciente” con el adulto que lo victimiza, ni esta iniciación es placentera.  En base a un interesante estudio de Phelan * las percepciones de los niños víctimas están muy lejos de la impronta del compañero sexual que consiente.

Esta percepción, por el contrario es la que sostiene el discurso del perverso. El niño, por el contrario ,sufre, siente confusión, rabia y culpa .Si bien el estudio de la autora falla en considerar bajo el término padre también al concubino ocasional de la madre, En este estudio, los padres son solo l4 y los concubinos son 26. Creemos que el estudio de casos, mostró la ausencia de la complacencia infantil en la victimización del adulto y los sentimientos de impotencia, rabia y rechazo por los hechos sufridos. (ver Phelan P. Incest and its meaning: the perspectives of father and daughters, Child Abuse & Neglect vol.19.nro .1.pp.7-24. 1995)

Por lo expuesto en el Punto (g) sobre la significación clínica del juego llamativamente sexualizado en los niños que sufrieron victimización sexual, creemos que la observación de pautas de juego estereotipado y reiterados con contenidos sexuales, le permite al Psicólogo, la evaluación de los conocimientos del niño sobre la sexualidad y si estos son producto de su exposición a un inicio traumático de su sexualidad o a otras cuestiones ambientales, como la exposición a materiales gráficos o fílmicos de naturaleza sexual o al momento evolutivo por el que atraviesa el niño, es decir fantasías emergentes de los diferentes estadios evolutivos de la sexualidad infantil, como es la preocupación por las diferencias sexuales entre varones y mujeres, problemáticas edípicas propias de la sexualidad femenina y de la niña que accede al proceso complejo de la femineidad, entre otras las  fantasías normales de violación que ha destacado Francoise Doltó *. (Ver Dolto - La sexualidad femenina )

 

Como ya han destacados varias investigaciones, el niño no abusado sexualmente también puede jugar en forma sexualizada con las muñecas anatómicamente correctas.

Es  importante, ocuparnos del mencionado estudio de Bárbara Boat * y Everson * sobre la exploración manual de muñecas anatómicas  de niños no abusados sexualmente. Con relación a la edad, los autores encontraron que disminuyen los  comportamientos  de besos de muñeca a muñeca y se  incrementan con la edad  las  demostraciones que son sugerentes de relaciones sexuales entre las muñecas Aunque los niños de 2 años son activos en desnudar a las muñecas y explorar sus genitales, anos y los pechos; los niños que no tienen 2 años realizan algunos juegos sexualizados con las muñecas. El 6% de los niños demostraron claras posiciones de relaciones sexuales entre las muñecas. Solo los niños de bajo nivel económico, de 4 a 5 años, demostraron claras posiciones de relaciones sexuales cuando el entrevistador se presentó en el cuarto.

La finalidad de incorporar los hallazgos de Boat * en el presente trabajo, es la de especificar claramente cuales son las conductas sexualizadas con las muñecas de acuerdo a la edad de los niños no abusados sexualmente.

LOS PROFESIONALES QUE EVALÚAN A LOS NIÑOS PEQUEÑOS

Necesitan información sobre la “normal“ curiosidad  sexual en los   comportamientos de juego de los niños no abusados con las muñecas, como para tener una razonable idea de lo que es esperable en el juego normal y así evitar caer en sobreinterpretaciones de las interacciones de los niños con las muñecas.

Tales  datos han surgido tardíamente. Una de las dificultades más importantes en las investigaciones con las muñecas correctas, es el alto porcentaje de negativas de los padres, a que sus hijos participen en la hora de juego con las muñecas. (Conte y col , 1991 ; Eversony Boat , 1990 Friedrich , Gramnsch Broughton ,Kuiper, & Beike, 1991 ; Goldman & Goldam , 1981).

Esta aprensión de los Padres se justifica porque las muñecas presentan todos los caracteres sexuales primarios de una manera un poco exagerada según algunos autores. Contrario a esta impresión del lego y de un sector de los investigadores, las medidas antropométricas de los genitales guardan relación con los stándares de la población norteamericana. (Ver Bays,-Jan. Are the genitalia of anatomical dolls distorted? Child-Abuse-and-Neglect; 1990 Vol 14(2) 171-175 )

Posiblemente el rechazo de los Padres se deba a que la exhibición de dibujos, películas o materiales que muestren los caracteres sexuales primarios ( vello púbico, aberturas anales y vaginales, pene en semi-erección) está sometido a restricciones y prohibiciones en la Cultura. Especialmente en relación a los menores.

A pesar de las dificultades inherentes a la obtención de datos normativos sobre una muestra representativa de niños no abusados, la importancia de documentar sus comportamientos con las muñecas anatómicas es esencial, como así adaptar los estudios a los niños Argentinos, según edades , estratos socieconómicos  y pautas de crianza que contemplen situaciones de exposición a materiales relacionados con situaciones de erotismo entre los adultos, a los que el niño accede a través de los medios de comunicación de masas y otras fuentes.

Los evaluadores estadounidenses no están de acuerdo sobre el significado de comportamientos tales como el de los niños  ubicando a las muñecas en posiciones sugestivas  de relaciones sexuales o introduciendo los dedos en el interior de varios orificios. ( Boat * & Everson * , 1988a ; Kendall * - Tackett * & Watson *, 1992).Sin embargo, interpretaciones de los comportamientos no verbales de los niños con las muñecas pueden implicar que se interprete abuso sexual donde no lo hubo y deben ser evitadas. ( Boat * & Everson *, 1988 a).

 

La confusión en hacer interpretaciones subjetivas del significado del juego con las muñecas, en dirección a inferir actos abusivos, se origina en la falta de comprensión y de la perversión de las específicas funciones para las cuales las muñecas deben ser utilizadas.( Ej. modelo anatómico, ayuda en la demostración de como fue el abuso en los casos comprobados), en donde hay una previa declaración del niño de haber sido abusado, en un relato consistente y sospecha fundada en elementos objetivos.

Otros factores adicionales que necesitan ser considerados para proveer de información relevante a los evaluadores, son  los  tipos de:

·       Comportamientos típicos de los niños pequeños (edad 2) que deberían diferir de los otros ( edad 5 )

·       Las diferencias de las respuestas de los varones y de las mujeres.

 

Otro factor es que el conocimiento sexual del niño está relacionado también con las características de su familia  ya que el juego con las muñecas refleja el conocimiento sexual que tiene el niño  (Mrazel * & Razek *, 1981).

Los factores culturales y familiares juegan un rol en el desarrollo del conocimiento infantil de la sexualidad (Gordon *, Schoroeder * ,& Abrams * 9 1990) y ejercen influencia en las circunstancias en las cuales los niños están lúdicamente revelando sus conocimientos sexuales. ( Boat * & Everson *, 1989)

 

La documentación de las diferencias raciales y socioeconómicas halladas en la modalidad de juego de los niños, deben alertar a los evaluadores sobre la contribución del medio ambiente cultural del menor.

Finalmente, las demostraciones infantiles de conocimiento sexual que aparecen cuando interactúan con las muñecas, dependen de la presencia o ausencia de adultos observadores como también del sexo del entrevistador. ( Sivan * Schor *, Koeppl *, & Noble *, 1988)

Solo dos estudios (Glaser * & Collins *, 1989 ; Sivan * y colaboradores, 1988) proveen información normativa sobre un relativamente extenso grupo de niños no abusados utilizando las muñecas anatómicas. Ambos estudios emplearon un formato de  hora de juego libre que no puede compararse al juego del niño en  las entrevistas estructuradas que muchos autores utilizan en las evaluaciones sobre Abuso sexual. En estos estudios no se estudiaron las diferencias socioeconómicas.

Sivan * y colegas (1988) describieron las interacciones de 144 niños blancos de 3 años a 8 años, con las muñecas anatómicas. Los sujetos fueron reclutados a través de un pedido en un diario. El juego se realizaba con la presencia del entrevistador, se compararon las diferencias de los juegos en relación con el sexo de los niños. El juego era libre y sin la intervención del entrevistador. Su rol era el de observador:

·       Las niñas jugaban más con las muñecas que los niños

·       Los autores no registraron el porcentaje del  juego espontáneo  de desvestir a  las muñecas. Aunque cuando las muñecas se presentaban sin ropas las niñas tendían espontáneamente a vestirlas , en mayor medida que los niños

·       Los niños más pequeños interactuaban significativamente menos con las muñecas que los mayores cuando el entrevistador estaba presente o cuando ellos estaban con las muñecas vestidas

·       Cuando se presentaban las  muñecas desvestidas, no había diferencias entre los tres grupos etarios. (edad  3-4 ; 5-6 y 7-8 )

 

Todos los chicos prefirieron claramente explorar los otros juguetes del cuarto en vez de jugar con las muñecas anatómicas y ninguno demostró comportamientos sexualizados entre las muñecas o entre las muñecas y ellos mismos.(inserción peneana, anal, oral o vaginal, movimientos explícitos de relaciones sexuales y no juego que pueda sugerir contacto sexual)

Glasser * y Collins * (1989), analizó videotapes de 78 niños ingleses de 2-6 años no abusados sexualmente, quienes jugaban con las muñecas anatómicas y con otros juguetes. Fueron invitados a  desvestir las muñecas cuando este comportamiento no ocurría en forma espontánea. Se les interrogó sobre las funciones del cuerpo y sus partes luego de jugar con las muñecas. Aunque el 52% del grupo eran niñas, esta proporción no era equitativa a través de los diferentes grupos de edades.

Por ej. en el grupo de  2-3 años el 80% eran niñas, por lo cual no fue posible hacer una comparación por edades y sexos:

·       El 74%  desnudó las muñecas en forma espontánea

·       Solo un niño, de 5 años, rehusó desnudar las muñecas

·       El tocamiento del pene fue común (71%), pero solo 13% tocó el ano y el 4% tocó la  abertura vaginal

·       Los niños no insertaron los dedos dentro de las aberturas vaginales o anales

·       Cuatro (5%) de los niños mostraron interacciones que eran explícitamente sexualizadas

·       Dos niños de 3 años pusieron las muñecas adultas en  posición de relaciones sexuales, sin unir los genitales; otro niño de 3 años insertó el pene de la muñeca en la abertura vaginal de la otra muñeca y una niña  de 4  succionó el pene de la muñeca adulta. En 3 de estos niños, se identificó una fuente de exposición a actividades explícitamente sexuales ( Ej. magazines pornográficos; videos pornos , observación de la cópula ).

 

El presente estudio provee adicional información sobre como un grupo diverso en género y en pertenencia a clases sociales de 2, 3, 4, 5 años, exploran las muñecas en un entrevista estructurada.

En relación al estudio de Boat * que analizaremos a continuación, en niños no abusados sexualmente, el protocolo de entrevistas tenía el objetivo de determinar el conocimiento infantil sobre la anatomía adulta, su funcionamiento y sobre  la sexualidad sin que el entrevistador sea  sugestivo o directivo en los temas. Después de 10 minutos destinados a construir un buen rapport, 4 muñecas vestidas fueron puestas enfrente del niño. No habían otros juguetes ni objetos.

La consigna fue : “aquí hay algunas muñecas para tocar y para mirar “ dando un período de tiempo para la exploración. Luego, el entrevistador señaló cada parte del cuerpo, le preguntó al niño cómo se llama y para qué la usa . A continuacion el entrevistador le indicó que le mostrase qué cosas pueden hacer las muñecas juntas.

En la etapa final del estudio, los  niños de 3- 4 - 5 años fueron dejados solos en  el cuarto con las muñecas (condición de estar solos) por un período de 2 a 5 minutos . Se registró en video los comportamientos con las muñecas. Se realizó la cuantificación de los siguientes comportamientos entre los que se consideran no sexualizados :

(a) Desvestir espontáneamente: fue codificado de esta manera el comportamiento de desvestir a la muñeca sin la sugerencia  del  entrevistador.

(b) Exploración del ano, de los genitales y los senos: cuando el niño realiza un contacto físico con la muñeca utilizando  el dedo del niño o la  mano. Desafortunadamente, los  tipos  de  posible exploración  manual ( Ej. roces, tocamientos , caricias ,  pellizcos, hurgar,  inserción de los dedos)  no fueron codificados en forma separada. Con lo cual,  la frecuencia  de  inserción  del  dedo en las aberturas genitales no se pudo cuantificar.

(c) Tocamiento de los genitales o del pecho: cuando el niño manipula una mano de la muñeca para hacer contacto con    los genitales de otra muñeca o con sus pechos

(d) Besarse entre muñecas: fue definido como poner la boca de una sobre la boca de otra muñeca y luego haciendo el sonido característico del beso, o diciendo “besándose” cuando se le preguntó que estaban haciendo las muñecas

(e) Besos  entre el niño y la muñeca:  besos del niño  en la boca o en la cara de la muñeca

 

Entre los Comportamientos sexualizados  se  analizaron las posiciones Claras o que podrían sugerir  relaciones sexuales:

(a) Claros  comportamientos  sexualizados: Es la deliberada ubicación de la muñeca o muñecas desnudas en una  de las siguientes posiciones :

1 - Inserción del pene en la vagina, en la boca o en el ano.

     2 - Descripción verbal de la relación sexual ( ej. están haciendo el amor)

     3 - Movimientos sexuales ( ej. muñecas copulando)

 

(b) Comportamientos o posiciones parecidos a relaciones sexuales: Fue definido como la deliberada ubicación  de una muñeca desvestida en una posición sexual sin ser la 1,2,o 3. Los comportamientos de relaciones parecidas a las sexuales o explícitas fueron codificadas cuando sucedían entre dos  o más muñecas y cuando la actividad ocurría entre el niño y la muñeca.

Se codificaron seis sub categorías de posiciones de relaciones sexuales :

(a)   Posiciones parecidas a las sexuales genitales / claras relaciones sexuales genitales

(b)  Claro sexo oral / que parece sexo oral

(c)   Clara relación sexual vía anal / o comportamiento parecido al sexo anal

 

La frecuencia de los comportamientos descriptos fue anotada en relación a cada niño y analizado en base a la observación de los factores de edad, sexo, extracción sociocultural.

Los resultados de los comportamientos  por edad y por género , son los que sintetizamos a continuación.

Entre los comportamientos no sexualizados:

(a) Desvestir espontáneamente las muñecas: Casi la mitad de los niños de 2 y un tercio de los de 3-4-5,desnudaron espontáneamente las muñecas

 

(b) Exploración  de  anos,  genitales  y  senos: La exploración manual de  las aberturas anales y genitales, y los  pechos  fue  un comportamiento comúnmente observado cuando  el niño desnudaba las  muñecas  en  presencia del  entrevistador. Tocar, pinchar, acariciar, hurgar estas partes del cuerpo fueron  conductas observadas en la vasta mayoría de los niños de 2 años niños y niñas ( 86%/ 85% respectivamente ). Aunque este comportamiento decreció significativamente con la edad  cuando el entrevistador estaba presente, aproximadamente la mitad de los niños de 4-5 años tocaron los genitales y  / o los anos y realizaron varias formas de exploración manual de los pechos.

 

Esta última exploración fue significativamente afectada por el género del entrevistador, y fue el único comportamiento que fue afectado por esa variable. Los niños varones que interactuaban con un entrevistador hombre estuvieron más inclinados a tocar los pechos de las muñecas que en presencia de mujeres entrevistadoras.

(c) Muñecas besándose:  No fue común en algunos grupos etarios

 

(d) Tocamiento de pechos, genitales, muñeca a muñeca: La situación de muñecas tocando los pechos o genitales de otras fue  muy rara cuando el entrevistador estaba presente y vista en solo un varón de tres años. En la condición de estar el niño solo con las muñecas, los niños de ambos  sexos  mostraron  el comportamiento de una muñeca tocando el pecho o los genitales de la otra (12% o menos en algunos sub grupos )

 

(e) Aparentes  y claras posiciones de  relaciones sexuales, Muñeca a muñeca: El porcentaje de posiciones que aparentan relaciones sexuales de las muñecas aumentan en relación a la edad del niño. En la condición del entrevistador presente, se registraron grandes diferencias por efecto de la edad ya que los niños mayores tienden a jugar en forma más sexualizada o  con posiciones de aparentes relaciones sexuales.

 

·       Las  posiciones  de relaciones sexuales aparentes no fueron registradas en niños menores de 2 años  pero fueron bastante comunes en los niños mayores con 25% de niños de 5 años masculinos realizando juegos sexualizados en presencia del entrevistador. Una comparación de la incidencia de este comportamiento a lo largo de las dos condiciones de presencia o ausencia del entrevistador también reveló que la posición de las muñecas en aparentes relaciones sexuales tendían a ocurrir más frecuentemente durante la presencia del entrevistador y parecían estar relacionadas a la pregunta del entrevistador “Muestra qué  pueden estar haciendo las   muñecas juntas”. Es decir, que el niño reacciona con plausibilidad ante las expectativas del adulto entrevistador.

 

 

La formulación de preguntas que direccionen el juego ( leading - question) ” Muestra qué pueden estar haciendo las muñecas juntas“, parece ser un factor que incrementó las conductas de ubicación de las muñecas en posiciones sugerentes de relaciones sexuales en los niños no abusados sexualmente.

Una clara posición de relaciones sexuales no fue observado en el grupo de 2 años y solo raramente visto en los otros grupos etarios cuando el entrevistador estaba presente.

Claras posiciones de relaciones sexuales en la condición del entrevistador presente solo se registraron en varones. Cuando los niños se quedaron solos, este comportamiento fue demostrado en niños y niñas de 4 a 5 años.

Muchas de las claras posiciones de relaciones sexuales observadas involucraban relaciones genitales entre muñecas, aunque también fueron registradas las posiciones orales y anales explícitas. Con el entrevistador ausente, 5 de los 114 niños jugaron  con las muñecas mostrando relaciones sexuales entre ellas. Posiciones de relaciones orales fueron demostradas por 2 de estos niños y  la copulación anal por otro de ellos. Con el entrevistador presente, el número de niños que demostró claros juegos sexualizados fue de  6.

Besos del niño a la muñeca: La más común forma de interacción dada en todos los grupos etarios Posiciones claras de relaciones sexuales entre el niño y  la muñeca :

·       Las posiciones de aparentes relaciones sexuales entre un niño y la muñeca fueron extremadamente raras y demostradas por  un único niño de 5 años.

·       La reactualización de una clara relación sexual entre el niño y la muñeca , en presencia del entrevistador fue la succión del pene dela muñeca en un niño de 5 años

·       Con la variable de que el niño esté solo, un único varón de 5 años, simuló el coito con la muñeca                                                                                                                                                                                                                                                                                            

·       En un niño pequeño se registró la succión del pene de la muñeca. Este comportamiento fué interpretado como el  resultado del  interés del niño en el pene de la muñeca, en su exploración , en el pene “ per se “ más que fruto de la estimulación oral.

·       Esta impresión de Boat y Everson está basada en el hecho de que los dedos de las muñecas nunca fueron puestos en la boca, aunque su aspecto es similar al del pene. Además, ninguno de los niños de 2 años que estaban en edad de gratificarse oralmente, realizaron este  comportamiento.

 

Los estudios de Boat * muestran el vacío en la precedente bibliografía sobre la exploración y el juego con muñecas anatómicas  del niño no abusado sexualmente:

·       El resultado sugiere que la edad, el género, la raza y el status socioeconómico pueden contribuir a crear diferencias en la forma y cualidad de las interacciones con las muñecas anatómicas y que el evaluador necesita estar enterado de estas variables  cuando entrevista a los menores.

·       Con la edad decrece la exploración manual, y se incrementan las demostraciones de besos entre muñecas, y se incrementa también la demostración de comportamientos con apariencia de relaciones sexuales entre las muñecas

·       Los niños negros estuvieron más inclinados a demostrar relaciones sexuales aparentes entre muñecas y a éstas besándose, cuando el entrevistador estaba presente.

 

Los datos de los niños de 2 años son de especial interés. A pesar de que participaron activamente en desvestir a las muñecas y en la  exploración de los genitales, anos, y pechos , ningún niño de esta edad en el  ejemplo, realizó ningún juego sexualizado con las muñecas:

·       Entre los juegos no sexualizados, el beso de las muñecas fue presentado por el 7% y los comportamientos de las muñecas besando a otras  por el 11%.

·       Que los niños de 2 sean menos capaces de juegos representativos (Ej. utilizando objetos externos tales como muñecas para representarse a sí mismos o a los otros) puede contribuir a la escasez de  interacciones sociales mostradas en el juego con las muñecas anatómicas

·       Los evaluadores pudieron notar que las demostraciones de comportamientos sexualizados hechas por niños de 2 años, entre muñecas o entre ellos mismos y las muñecas deben precisar más investigaciones para determinar la fuente de estos comportamientos.

·       Alrededor del 50% de los niños en este trabajo, espontáneamente desnudó las muñecas.

 

Un segundo descubrimiento, fue que era más frecuente el juego sexualizado entre los niños negros ,especialmente de bajo status socioeconómico, en las edades 4 - 5; estos fueron los únicos niños que demostraron claras posiciones de relaciones sexuales cuando el entrevistador estaba presente.

Estos resultados pueden reflejar diferentes tipos de educación sexual y falta de la sociabilización sobre la inhibición de la expresión del conocimiento sexual. Desde el marco psicoanalítico, cierta  falta de represión sexual  en la educación cotidiana. Los autores consideraron que “ no tenemos razones para sospechar que alguno de estos niños haya sido abusado sexualmente “.

Muchos padres  comentaron  la “accidental exposición”  del niño a videos de sexualidad explícita o las observaciones de las relaciones entre adolescentes como la fuente del conocimiento sexual de estos menores.

El importante punto a citar es que los niños de clase baja que pertenecen a minorías tienden a ser sobrerrepresentados en las estadísticas (Finkhelhor *, 1986) y los evaluadores debe ser muy cuidadosos en aseverar que las demostraciones sexualizadas con las muñecas reflejan abuso ( ej. que puedan reflejar lo que le pasó al sujeto en la realidad objetiva) diferenciando entre lo que es conocimiento sexual del niño y lo que es  una exposición  a una victimización sexual.

Una conclusión tentativa que expone Boat * sobre el estudio  de Sivan * y colegas (1988) es que el género del entrevistador no influye drásticamente  en las interacciones de los niños con las muñecas anatómicas. El único hallazgo significativo es que los varones tocan más los pechos de las muñecas cuando el entrevistador es varón. Uno puede pensar que la presencia del entrevistador varón crea una atmósfera más permisiva que favorece la exploración en los niños.

 La presencia de un adulto, cualquiera sea su sexo, crea un efecto inhibitorio de la exploración de las muñecas y de la demostración del conocimiento del niño sobre la sexualidad.

Otro hallazgo de relevancia fue que el colocar una muñeca sobre la otra, fue común (25% ) en los niños mayores. También es de gran importancia el hallazgo de Boat * y Everson * de que las posturas aparentes de relaciones sexuales pueden reflejar la exposición del niño a diferentes fuentes de informaciones y comportamientos sexuales tales como las escenas de románticas  que el niño puede ver en la TV pero no reflejan un real conocimiento de los verdaderos mecanismos de la relación sexual como ser la inserción peneana o las prácticas perversas con niños.

Las Muñecas pueden jugar un importante rol en la discriminación por parte del clínico de lo que es un conocimiento superficial del niño sobre los temas sexuales ( que estaría representado por el posicionamiento en forma de aparentes relaciones sexuales. Ej. una muñeca acostada sobre la otra ) de otras formas más complejas de conocimiento generadas a partir de la vivencia de la victimización. Pero , con la importante limitación de ser una fuente de información agregada. Por lo cual, el evaluador tendría que tener claro si el niño conoce la genitalidad adulta previamente a la utilización de la técnica.

 

Está de más expresar que en nuestra Sociedad tal contacto está vedado y es perjudicial para los menores.

 

Otro aspecto que podría ser interesante de explorar en el futuro es si las posturas sugerentes de relaciones sexuales surgen de la desnudez de las muñecas o de algún otro factor.

Algunos profesionales, como por ejemplo Yates * & Terr, * (1988) han sostenido que la desnudez de las muñecas motiva la demostración de comportamientos sexualizados en los niños pequeños. Con la excepción del beso entre muñecas, los juegos sexuales explícitos con las muñecas desnudas fue un suceso que se dio en la minoría de los sujetos del estudio.

 Pero, el hecho de que tales demostraciones con las muñecas desnudas ocurran en niños en los cuales no existen razones para pensar que fueron victimizados, sirve para llamar a la cautela a los profesionales sobre diagnosticar en base a tales comportamientos, interpretándolos como indicadores de Abuso Sexual, sin averiguar otras posibles exposiciones del niño a otras fuentes de las cuales el niño pudo haber obtenido información sexual. Más aún, la prudencia que debe tener el profesional en no dirigir la entrevista en dirección a sucesos sexuales.

En suma, los evaluadores necesitan estar seguros de la forma en que el género, la edad,  el status,  afectan las interacciones del niño con las muñecas anatómicas y considerar estas variables en la interpretación de los comportamientos infantiles. Además lograr un estudio consensuado sobre que conductas son claramente sexualizadas y poder diferenciarlas de conductas de juego que aparentan relaciones sexuales (ej. Muñecas desnudas puestas una sobre la otra , o sentadas una sobre la otra, etc. Estas conductas son frecuentemente observadas en niños no abusados y no tienen para ellos relación con la sexualidad. No obstante, pueden ser mal interpretadas en una dirección sexual por el entrevistador)

Esta prudencia es imprescindible para no caer en sobreinterpretaciones con las muñecas y sobreenfatizar el uso de las muñecas a expensas de la recolección de otros datos en las entrevistas. ( ver ob.cit. ).

Si en Estados Unidos no existen estudios normativos respecto a las muñecas correctas, en nuestra País, el vacío es aún mayor, quedando librado la interpretación del juego a las intuiciones y a la subjetividad del Psicólogo y quedando desprovisto de indicadores testísticos objetivos.

No obstante , la técnica de observación del juego infantil, con los muñecos y elementos tradicionales de la hora de juego diagnóstica en sucesivas entrevistas, es un elemento a evaluar en correlación con otros cuando el niño dramatiza juegos y contenidos de explícito contenido sexual  en forma repetitiva y estereotipada (un síntoma de cierta especificidad de Abuso sexual )

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

CUADRO RESUMIENDO ALGUNAS INVESTIGACIONES SOBRE LAS  MUÑECAS ANATÓMICAS CORRECTAS

( datos extraídos de Abstrac. A.P.A. ) 

                                       


 

         Autores

 

 

     Características del estudio        

 

 

               Resultados

 

Goodman-Aman  (1987)

 

Estudio comparativo de niños abusados de 3-5 usando

MAC y usando muñecos comunes.

Las MAC dificultaron la habilidad del niño para  narrar el

abuso.

Boat-Everson  (1987).

 

Estudio con niños no abusados.

 

Con  MAC algunos  niños  iniciaron  juegos simulando

relaciones sexuales.

Boat-Everson (1987)

Jampole-Weber (1987)

Sivan y Schor (1987)

Santelli-Halpen (1986)

Estudio  comparativo  de  conductas con  MAC en niños

 no abusados

 

 

Ausencia de sustento científico para considerar  las

 MAC como técnica o Test de validación  de Abuso

sexual.   Los niños no abusados  tienen también

conductas y juegos sexulizados

Oberlander (1995)

 

 

Administración  de  cuestionarios  sobre  el porcentaje

de profesionales que usan MAC. y las opiniones sobre su

 aplicación

La mayoría consideró que no era una técnica segura

 para usar en el diagnóstico.

El resto opinó , que no debían ser usadas.

Kendall - Tackett - KalKle

en (1991)

 

 

 

 

Estudio de comportamientos de niños no abusados a

 través de videos observados  por 63 profesionales

 varones y 138 mujeres

 

 

No se pudo establecer un consenso válido para poder

establecer y clasificar Qué se considera  juego

sexualizado, juego, sugerente.

Los profesionales mujeres y con menos  experiencia

entendieron a inferir erróneamente  comportamientos

sexualizados .

Boatt-Everson( 1990)

 

 

 

Estudio de 223 niños de 2-5 años no abusados

 

 

 

 El  6 % del total  de los  niños  no  abusados

manifestaron  juegos sexuales. Este porcentaje

aumentaba con la edad de los niños  hasta llegar

al 20% de juegos explícitos  en los niños mayores.

Lie Gwat Yuong - Inman

(1990)

 

 

 

Análisis de casos clínicos en que se usó MAC mediante

videos

 

 

 

No existe un Protocolo normatizado que pueda servir de

 base objetiva para que indique como  interpretar  el

 juego  según  edad,  género, estrato social :  Por lo tanto

 las MAC no satisfacen normas clínicas.

Boat-Everson

(1990)

 

 

Investigación sobre las percepciones maternas de

 los posibles cambios  de  conducta  en  30 niños de

 3 - 5 años luego de serles administradas las MAC

50% de los niños de 3 y el 75 % de  los  niños de 4

 experimentaron comportamientos diarios más enfocados

 en lo sexual y un aumento del

 interés en los temas de la sexualidad.

Dawson,Vaught-Wagner

(1992) Gabriel (1985),

Glasser y Collins (1989),

Sivan y col ( 1988) August y

Forman   (1989) Cohn (1991),

Dawsopn y Geddie (1991),

Jampole y Weber (1987)

White, Styrom, Santilli,

Halpen  ( 1986)

Estudios de niños no abusados sexualmente de 3 - 8 años

 

 

 

 

 

 

 

 

Se detectaron porcentajes variables de juego

sexualizado explícito y de juego sugestivo de relaciones

 sexuales en los niños no abusados sexualmente.

 Se determinó que conductas de tacto y  de  exploración

 de  los genitales son comunes  en  todos  los  niños no

 abusados sexualmente.

 

 

Glase y Colllins (1985)

 

 

 

Estudio de niños no abusados

 

 

 

 

Destacó que no pueden ser usadas con criterio

diagnóstico. Registró conductas  sexualizadas y

reacciones emocionales de excitación,  risas y 

comentarios acerca de la sexualidad de  las muñecas,

juegos explícitos.

Boat-Everson ( 1991)

 

 

Análisis de los protocolos de administración de todas

las muñecas anatómicas en el circuito comercial en USA.

( 20)

 

 

Ninguno de los protocolos avala  el  uso diagnóstico.

Por el contrario avisan al usuario  sobre la imprudencia

en basar la evaluación en este instrumento.

Indican  que no  deben ser usadas  como  test de Abuso

sexual

Sywitz, Dodden - Nicholas -

Moan ( 1991)

 

 

Investigación de niños de 2-8 años no abusados

 

 

La mayoría tocó y exploró los genitales de las muñecas.

El 2% del  total  de niños  representaron  una relación

sexual explícita


APADESHI

 


 

         Autores

 

 

     Características del estudio        

 

 

               Resultados

 

Boatl-Everson (1990)

 

 

 

 

 

Investigación  de  niños  no  abusados  sexualmente de

3-5 años

 

 

 

 

 

6%  de  los  niños  no  abusados  presentaron juego

sexualizado,  pero  en el grupo  de  4-5 años  este

porcentaje ascendió  a  cerca  del  20%.Destaca que

el juego  sexualizado expresa la información sobre  la 

sexualidad  que  el  niño extrae del ambiente, de los

medios de comunicación y no  es índice de abuso

sexual.

Dawson - Geedi (1991)

 

 

Investigación de niños no abusados sexualmente jugando

 con MAC.

 

 

9% de los niños no abusados de bajos recursos

presentaron juego sexualizado.  Este juego  se debía

 acondiciones  ambientales y  culturales pero no a

situaciones de  abuso sexual

Everson y Boat (1990)

 

Estudio con niños no abusados agrupados en grupos

homogéneos de edad, sexo y nivel socio - cultural

 

Los niños no  abusados  iniciaron j juegos sugestivos

de relaciones sexuales.   En el grupo de 3 años ( 10%).

En el grupo de 4 ( 9%) y en el de 5 ( 18%)

Mc.Ivert (1987)

 

Estudio comparativo de 10 casos confirmados de Abuso

sexual de 3-5 años en relación a un grupo de 50  niños no

 abusados

Los  niños no abusados  tenían  un porcentaje mayor

de comportamientos y de  juegos sexualizados y

agresivos con las  muñecas que   los abusados.

Kendall - Tarket  (1991)

 

 

 

 

 

Estudio de los conceptos y criterios profesionales sobre lo

 que  es  considerado  un  comportamiento “normal” en un

 niño no abusado con las MAC y los factores influyentes.

 Se entrevistó a 63 profesionales  masculinos y 138

femeninos  que observaron videos de entrevistas de

niños no abusados sexualmente  usando las muñecas.

No existió consenso entre los profesionales.

Algunos tendían a interpretar comportamientos

 aparentes de relaciones sexuales como juego

 explícito y característico de abuso sexual.

 Esta tendencia aumentaba con la inexperiencia

 entrevistador.

Kenyon (1991)

 

 

 

 

Juego comparativo de 9 niños de 3-5 años no abusados

 y 9 niños abusados sexualmente

 

 

 

No existió diferencias significativas entre los  2 grupos

en relación al juego explícito sexual.

Tampoco  diferencia  en  los  porcentajes  de juegos no

sexuales. El autor concluye que es necesario realizar

más estudios  comparativos.

 

 

 

LA UTILIZACIÓN DE LAS MUÑECAS ANATÓMICAMENTE CORRECTAS EN EL ÁMBITO LEGAL EN NUESTRO PAÍS.

A continuación, haremos un breve análisis de varios Informes en los que los profesionales han incurrido en esta práctica y las deficiencias en su utilización .  Dejamos constancia que no se trata de Informes emitidos por el Cuerpo Médico Forense de los diferentes Juzgados en Capital Federal  y Provincia de Buenos Aires, que no incluyen el juego de las muñecas anatómicamente correctas como parte de las evaluaciones  psicológicas .

Son Informes emitidos por Consultores de parte en el contexto específico de un pleito por Tenencia o por Régimen de visitas que es previo al supuesto Abuso sexual. Como veremos a continuación a través de tres ejemplos, encontramos las siguientes constantes:

(a) Los profesionales expresan en el informe que “ validan “ el Abuso sexual. Que el juego con las muñecas anatómicas es “la única técnica de validación de Abuso sexual”, “Técnica específica de Abuso sexual”. Como vimos esto es incorrecto,  ninguna de las Guías de las Muñecas avalan este uso ni existen fundamentos científicos para el mismo. Por el contrario, esta práctica está  desaconsejada  por la  Asociación  Americana de Psicólogos, fundamentada en razones éticas y científicas (El juego con las muñecas no es test  de Abuso sexual ni es una técnica objetiva)

(b) Se omite informar al Juez actuante, las limitaciones de la competencia de los psicólogos para un diagnóstico de abuso             sexual:

1-  Ausencia de un síndrome específico del niño abusado sexualmente

2-  Grado en que la sugestión materna  puede afectar el discurso infantil

3-  Que los únicos indicadores con cierta especificidad son los destacados por Sgroi   ( masturbación excesiva, promiscuidad y abuso Sexual  por otras personas ) que sirven de directos indicadores de distress emocional, asociado con una historia de abuso sexual y que serían señal de sospecha de Abuso sexual.

4-     Grado en  que  puede  distorsionar  el diagnóstico el estar sujeto el   Psicólogo  a la única fuente de  información  que  es  la madre, ya que el padre es excluido sistemáticamente de la evaluación, en todos los casos que hemos estudiado.

 

 

 

5-  Se omite  explicar al Juez, que  se  somete al niño al uso de  una práctica que no reúne l as condiciones necesarias para  su aplicación a los menores  ( ausencia de estudios normativos adaptados a la población nacional , falta de acreditación oficial para su uso, falta de stándares normativos para interpretar el juego  objetivamente)

6-  Que el convencimiento de la madre puede direccionar la evaluación hacia la confirmación del hecho por medios indirectos como  es el juego de las muñecas  o por medios directos como son  las preguntas focalizadas en el abuso, de acuerdo a como la madre relata que ha ocurrido.

7-  Los profesionales realizan inferencias y especulaciones únicamente sobre la base del juego del niño con las muñecas, el cual no es un indicador  diagnóstico y realizan preguntas inductivas en base al juego con la finalidad de confirmar la “sospecha” materna.

(c) De los Informes evaluados y que sirven para explicar didácticamente este tema, ninguno registra  que los menores hayan iniciado juegos sexualizados , con las características de estereotipia que es un índice de bastante  consenso  entre  los  autores  que  indicaría  una  sospecha  de  abuso  por  reflejar  conocimientos  del  niño  adquiridos en  la  exposición a perversiones  sexuales.  Pese  a contar con material que  promueve  el juego  con contenidos sexuales, como es la explícita genitalidad de las muñecas. Ninguno de los niños realizó juego de  sexualidad explícita  ni emitió expresiones espontáneas que pudieran atribuirle ese sentido.  El juego no explícito , sino que tiene apariencia de relaciones sexuales (poner una muñeca sobre la otra, que conversen desnudas, etc.) es interpretado en la dirección de connotarlo perversamente y se presentó aislado, en  una sola ocasión con motivo de la entrevista. No es repetitivo, es decir no tiene significancia clínica.

 

(d) Se  omite  informar al  Juez de  la  especificidad  de  las  denuncias  erróneas  dentro  del  contexto  de   los litigios  por régimen de visita y  los diferentes mecanismos que podrían estar operando, según nos referiremos en  el capítulo  de     denuncías Erróneas sobre Abuso sexual en  los casos de Impedimento de Contacto y de tenencia.

 

Para ejemplificar lo anteriormente expuesto, se suministrarán viñetas clínicas, que han sido deformadas en detalles accesorios con la finalidad de proteger la privacidad de los niños involucrados. Para la inclusión en este trabajo, se solicitó autorización a uno de los progenitores.

   CASO 1: En el transcurso de un litigio por impedimento de la madre al régimen de visitas, luego de una de las visitas con su padre. La niña, Amanda de  cuatro años se queja  de irritación vaginal, luego del  interrogatorio materno la niña asiente a las preguntas maternas y dice “papá me tocó”. La madre asesorada por si abogada, concurre a un profesional para que “valide el Abuso sexual”. El juego con las muñecas anatómicas ”focalizado en el tema del Abuso”  es descripto minuciosamente en el Informe que emite la profesional , la pequeña las  ubica  en un escenario, que interpreta  la terapeuta eran lugares donde había muchos hombres  y mujeres desnudos. Hombres desnudos que se vestían con ropas femeninas. Amanda desnudó y puso ropas a los muñecos, las muñecas se besan, tanto las femeninas como las masculinas entre sí .

 

Estas conductas sirven para que el terapeuta “diagnostique “ el Abuso ocurrido “alrededor de los 2 años y ocho meses” y “alto grado de sospecha, que haya presenciado actividades sexuales grupales entre adultos”. Asimismo destaca síntomas como pesadillas, miedo a  ver a su padre a no ser “ en presencia de una asistente social “ como fundamento de su pedido de suspención del régimen de visitas

·       La profesional actuante no confirma los datos médicos que suministra la madre en relación a la irritación vaginal.

·       En testimonio judicial, el Pediatra  que asistió a la niña indicará que la afección de la menor se debía a oxiurus y en una deficiente educación higiénica (indicador físico negativo de Abuso sexual). Posteriormente reafirmado por revisación médico - legal. (2 en total )

·       A partir del relato materno que indica a la profesional que la niña había sido lastimada en la zona genital por su padre, se focaliza el diagnóstico para “validación”.

 

Un juego común , según los estudios de Bárbara Boat *, en las niñas de la edad de Amanda, sin contenidos sexuales explícitos, muñecas sentadas conversando y que se besan, es interpretado por la terapeuta como  “sospecha” de la exposición de la niña a actividades sexuales perversas entre adultos, incluyendo trasvestismo. El niño, tanto en el consultorio del terapeuta como en el hogar , y más en el caso de las niñas, suele jugar con sus muñecas desnudas, la ausencia de las ropas no parece ser significativa para el niño cuando despliega su juego.

Por la actividad simbólica en sí misma, un mismo personaje puede ser en varios momentos y hasta simultáneamente hombre, mujer , niño , mago, ladrón etc. El niño parece dejar en un lugar secundario los atributos tales como el vestido, para centrarse en la interacción de los personajes en sí mimos.

Desvestir sus muñecos, el juego de intercambiar las ropas femeninas y masculinas, son juegos comunes que todas las niñas realizan en sus hogares.

El tema de muñecas conversando entre ellas, es un juego infantil común que todas las niñas de nuestro País han realizado en algún momento de su infancia y esto no aporta un sustento racional para pensar en su Abuso sexual. Es de observación común, que entre los juguetes de las niñas, frecuentemente estén las muñecas Barbies y los muñecos Ben desnudos . Esto no indica tampoco abuso sexual.

Por otra parte, Bárbara Boat *, ha demostrado en su estudio del juego del niño no abusado sexualmente  que se incrementa con la edad del niño las demostraciones de besos entre muñecas.

La falta de precisión y la total subjetividad del informe también se reitera en el hecho totalmente infundado de sostener que un posible antecedente de Abuso pueda  fecharse  “alrededor de dos años y ocho meses” inspirándose en datos que le aporta el juego de la niña.

En este sentido, la apreciación es bastante inverosímil por cuanto la Psicología Evolutiva ha reconocido desde su inicio y a confirmado más recientemente , que existe una incapacidad para recordar eventos desde los primeros años de la infancia hasta los cuatro o cinco años de vida denominado ‘amnesia infantil. ( ver Stephen Lindsay. Psicoterapia y memorias de Abuso sexual, Applied Cognitive Pychology ,v8 año. l992 citando a Finsh y Hamond, 1990 en una reciente revisión).

La amnesia infantil es demostrable experimentalmente en otras especies inferiores como las ratas ( Spear, 1979), y la causa está relacionada a cambios evolutivos en la estructura cerebral y en el funcionamiento neuronal. La incapacidad del niño de recordar eventos de su vida antes de los tres años , es un hecho vital y debido a su inmadurez fisiológica.

También es significativo y no concordante con las apreciaciones vertidas en el informe, el resultado de las entrevistas posteriores del padre con su hija. No existió el  “miedo” y rechazo a su persona, que motivara, según la profesional el pedido de la pequeña, paciente de una Asistente Social. Por el contrario, la niña recibe con naturalidad y en forma afectuosa a su padre y a su actual esposa., según los informes del Asistente Social actuante en la primer entrevista luego de una suspensión de más de ocho meses.

En el caso presentado, se omiten  técnicas diagnósticas :

C.A.T. ;Dibujo de la Familia, familia Kinética, etc., para evaluar el grado de daño psicológico emergente ni  sus causas posibles de acuerdo a la convergencia y recurrencia de indicadores intra e intertest. entre varias técnicas diagnósticas.

·       Se omiten otras fuentes de información útiles para evaluar el caso , como por ejemplo , entrevistas al padre.

·       No se confirman los datos médicos dados por la madre, que sin embargo sustentan el diagnóstico del psicólogo.

·       Ausencia de los indicadores de más especificidad de Abuso sexual: Juego sexualizado, masturbación excesiva, comportamientos erotizados y otros ya mencionados, en que sustentar una “sospecha” de Abuso sexual.

 

Los más grave, a nuestro juicio es que el Psicólogo no expone objetivamente los límites de su competencia,

·       Informa erróneamente al Juez  que el juego infantil es confirmatorio de Abuso sexual, actos perversos exhibicionistas y trasvestistas que adjudica al padre  y a su actual esposa y círculo de amigos y familiares.

·       No informa de los límites de la utilización de la práctica  de las Muñecas Anatómicamente Correctas ni de la falta de credenciales que avalarían su uso.

 

Este último factor, creemos es el que más peso tiene en el uso erróneo de la técnica en nuestro país, sobrevalorándola más que analizándola en forma realista y objetiva.

 CASO 2: También  en el contexto de  una situación  de  Impedimento de  contacto. Luego de  las vacaciones de la niña con el   padre, la madre nota síntomas de marcada agresividad, pesadillas y otros que le infunden la sospecha de  abuso sexual por parte del padre, con lo cual consulta a un profesional por consejo de su abogada. Mariana, de 3 años, es sometida a una extensiva evaluación , que constó del único procedimiento de las   Anatómicas.   Luego de 9 sesiones, en uno de los juegos, la niña pone en su boca el pene de la muñeca masculina.

                     Aunque  la terapeuta  condujola entrevista  en  dirección  a  establecer  algún  tipo de  declaración  de la niña, mediante preguntas inductivas, la ausencia de declaración  específica de  la  menor sobre  de Abuso sexual, es interpretada como “ validación de Abuso sexual ” (sic.) con la “única técnica de validación sexual ” (sic).

 

Además el profesional se apoya en el diagnóstico de “síndrome de stress post-traumático“, no fundamentado en ningún indicador testístico, ni en elementos objetivables o confirmados, sino en conductas que el niño presentaba en base a la única fuente de información que era la madre. Gardner ha destacado que es frecuente que el niño no abusado sexualmente presente estos síntomas cuando está sometido a una terapia focalizada en el Abuso. (Ver Gardner, Protocols for the sex - Abuse Evaluation, Ed. Creskill pp. 29, 50, 53, 78, 81, 88, 94, 95, 164, 166, 174, 292, 305, 342)

En el caso de Mariana se repite la misma violación de los límites de la competencia del profesional ya mencionados y el hecho de que se hace constar, como ya vimos en forma errónea que el juego con los muñecos es una técnica diagnóstica de Abuso sexual.

Una conducta común en los niños no abusados sexualmente que apareció en el citado estudio de Boat *, la succión del pene de la muñeca por parte del niño sirve de sustento a una “validación de abuso sexual oral “.

Un acto normal de exploración infantil, para la edad del niño, estudiado por Boat * y Everson *, es connotado en el sentido  confirmatorio de exposición a prácticas perversas.

Recordemos  como  la autora explica estas conductas en los niños de la edad de Mariana    

“...La más común , de entre las actividades que involucraron juego sexualizado del niño con la muñeca  fue la succión. Este comportamiento parece ser resultado del  interés del niño en el pene de la muñeca, en su exploración , en el pene “per se” más que fruto de la victimización por sexo oral . Esta impresión está basada por el hecho de que los dedos de las muñecas nunca fueron puestos en la boca, aunque su aspecto es similar al del pene. Además , ninguno de los niños de 2 años que estaban en edad de gratificarse oralmente, realizaron este  comportamiento....” ( Ver B.Boat.Exploration of, anatomical dolls by nonreferred .... Child Abuse & Neglect vol.18 nro.2 pp147 )

 

 

Datos para tener en cuenta en este caso:

·       El hecho de que el niño nunca haya hecho expresión de ningún tipo de contacto perverso por parte de su padre, ni ante la madre o durante las nueve entrevistas es soslayado

·       No se verifican los síntomas de más especificidad de Sgroi ya mencionados

·       El diagnóstico de Síndrome de stres-postraumático no se fundamenta en indicadores objetivos tomados a través de técnicas, ni se le hace conocer al Señor Juez que dicha circunstancia hace necesario que el profesional indique su carácter de diagnóstico provisional.

·       No se identifica el agente stressor específico que fundamentaría el cuadro. Por otro lado, según destaca Gardner el cuadro de Stress Post-traumático se presenta en niños no abusados sexualmente que son sometidos a terapias focalizadas en un abuso nunca existente ( Gardner, Protocols of sexual Abuse pp. 29, 50 ,53 , 78 , 81, 88, 94, 95, 164, 166 , 174, 292, 305, 342)

·       No se consultan otras fuentes de recolección de datos como ser pedido de Informe escolar o entrevistas al padre

·       No se confirman los datos dados por la madre, ni se hace constar que éstos no son verificados mediante indicadores diagnósticos.

 

La Autoridad Judicial puede entender que la profesional obtuvo mediante técnicas científicas la confirmación de los dichos maternos y lo más grave aún, entrar en el mismo error de la entrevistadora : interpretar un comportamiento normal  de un niño de tres años de  exploración de las muñecas anatómicamente correctas como diagnóstico de Abuso sexual y de la práctica perversa de ser sometido por el padre a la victimización de sexo oral.

   CASO 3: La madre realiza una consulta a un profesional  porque no le parecía adecuado que el padre durmiese con su hija en los períodos de visita, es informada que tal comportamiento es indicativo  de posible abuso sexual infantil y la niña, Ariadna, de 9 años es sometida a una evaluación de Abuso sexual. Preguntada al respecto indicó :”mi papá me toca la cola, y también el ombligo”, luego se toman fragmentos del juego con las muñecas en las que la muñeca nena toca los genitales de la muñeca masculina. Los indicadores de retraso madurativo, problemas de lenguaje, que mostró Ariadna, fueron diagnosticados como de “origen emocional” y causados por una victimización reiterada por el padre y de antigua data.  

En este caso, la madre tiene conciencia de una pauta de crianza inadecuada ( co-lecho) entre el padre y su hija. Dada las dificultades de la pareja parental para poder establecer normas compartidas en la crianza con los hijos, consulta a una profesional. La situación que encubre el pedido de ayuda de la madre, es la imposibilidad de los ex-cónyuges de estructurar una relación de Padres en la que la razonable objeción de la madre expresada al padre para que modifique la situación concreta de co-lecho, no derive en la reactivación de los  conflictos del pasado de los ex-cónyuges.

Pero el profesional realiza otra “lectura” del caso :

Según el profesional interviniente, La hija es abusada sexualmente por su padre, se vuelven a repetir los mismos defectos de diagnóstico ya mencionados :

·       Sobrevaloración e interpretación subjetiva sin bases científicas del juego de la niña con las muñecas

·       Una única fuente de información, que es la madre que tiñe de subjetividad los datos

·       No confirmación de los datos suministrados ( por ej. podría ser erróneo el dato del co-hecho  de la hija con el padre y la madre de buena fe creer en su existencia).

 

Dejamos aclarado que no se trató en el presente dato de esta circunstancia. Por otro lado, en estudios psicodiagnósticos mediante una batería  psicológica standard se verificó que estaban falseados los datos sobre el diagnóstico que certifica el Informe Mariana sufría de trastornos neurológicos por un parto dificultoso según se estableció en sede pericial, posteriormente, a través de su Historia Clínica. La falta de abordaje psicodiagnóstico adecuado, hizo incurrir a la Profesional firmante del informe en un grave error Diagnóstico :

·       Los trastornos de la niña, no eran de tipo emocional y originados en  victimizaciones reiteradas y de antigua data, por el contrario, eran de origen orgánico y sufridos en el momento del parto.

·       Se trataba de una niña con componentes de afasia, retraso madurativo importante, medicada con neurolépticos desde corta edad.

·       Esta circunstancia ,es decir la discapacidad de Mariana, que no fue detectada por la profesional que emite el Informe, hace contraindicada la utilización de muñecos anatómicamente correctos, porque si en la actualidad existe un vacío de estudios y de datos sobre las características del juego comparativo entre los niños abusados sexualmente y no abusados, no hay constancia en el Centro de Datos de la Asociación de Psicólogos Americanos, como hemos visto, de que existan estudios relativos a niños con algún grado de discapacidad.

·       Por otro lado, la técnica está contraindicada como veremos luego, por la falta de develamiento de la niña sobre algún hecho que pueda ser considerado Abuso sexual, previo a someterla al juego con las muñecas. 

 

FACTORES QUE INTERVIENEN EN LA EVALUACIÓN DE LAS DENUNCIAS SOBRE ABUSO SEXUAL

EL ROL DEL PSICÓLOGO: Creemos importante considerar el rol específico del Psicólogo Forense en los casos de sospecha de Abusos sexual. Tomaremos a David Corwin * que explica que la consideración de los clínicos e investigadores sobre las declaraciones y comportamientos de los  niños durante las entrevistas de diagnóstico ha sufrido cambios durante los últimos años.

La anterior filosofía de “creer al niño” y limitarse a sus dichos, ha dado lugar a explorar indicadores a partir del  consenso entre profesionales que ejecutan estas evaluaciones , estableciendo los criterios que deberían ser usados para identificar a los niños  abusados sexualmente. Un gran número de investigadores han estudiado entrevistas con niños abusados sexualmente, brevemente, nos referiremos a ellos.

Aunque estos hallazgos, han revelado interesantes y promisorios descubrimientos, muchas más investigaciones son necesarias.   (David Corwin, Departamento de Pyschiatria, Universidad de Cincinati. OH. USA. Kathelen Coulborn-Faller, Children interview statements and behaviors: role in identifying sexually abused children ,Child Abuse & Neglect, vol. 19, nro. 1 pp. 71-82, año 1995)

En los últimos 5 años en USA, el número de casos de sospecha de  victimización sexual de niños y el pedido de intervención profesional, ha crecido dramáticamente.

·       En 1976, 6.000 reportes de abuso sexual fueron realizados en los centros de Protección infantil. en USA.

·       Por 1993, este número había ascendido a 330.000, 55 veces más que en 1976  ( National Center on Child Abuse Prevention Research, 1994).

En el 1980, aumentaron las denuncias de casos . Los trabajadores sociales u otros profesionales de la salud, no han aceptado en general  criterios  comunes en base a los cuales  tomar una decisión profesional de confirmar o no confirmar el abuso. No sería raro que muchos evaluadores e investigadores usen procedimientos idiosincráticos e intuitivos para la toma de estas decisiones, es decir subjetivos y no avalados en el actual conocimiento de la Ciencia. ( Everson * & Boat *, 1989).

Según opinamos, la entrevista es  la más importante componente de la evaluación  de los casos de sospecha de Abuso Sexual.

Este artículo de Corwin *, que comentaremos brevemente, discute el uso de los datos de las entrevistas para decidir si un niño fue o no fue abusado sexualmente.

·       Primero, los autores examinaron el rol de los hallazgos en la entrevista infantil desde una perspectiva histórica.

·       Segundo, discutieron la calidad de los  criterios indicativos de una denuncia verdadera

·       Tercero, analizaron los estudios existentes sobre entrevistas de niños abusados , los discutieron y son criticados.

·       Finalmente, señalaron algunas conclusiones basados sobre los datos recolectados y  ofrecen sugerencias para futuras investigaciones .

El autor hace un recorrido histórico.

Se refiere a que en 1980, surgió  la filosofía de “creer al niño “ ( Faller, 1984; Mc.Carty, 1981 ; Sgroi , Porter & Blick, 1982). Esta tendencia en los profesionales, se guiaba por el sentido común y racional. Por el cual, el niño como víctima, no tenía ningún beneficio haciendo una falsa denuncia y sí una gran porción de pérdidas, si ellos verdaderamente expresaban que habían sido abusados sexualmente.

En contraste a lo cual, el ofensor, ( y algunas veces la madre del niño también,) perjudicados  si las alegaciones verdaderas del menor eran creídas, invertían considerable esfuerzos en tratar de convencer a los profesionales y otros estamentos ligados a esta problemática , de que el niño estaba mintiendo , malinterpretando, fantaseando o mentalmente enfermo (Faller, 1984).

Por lo tanto, las investigaciones han proveído basamentos para la aserción de que el niño infrecuentemente miente sobre abuso sexual .

Las falsas denuncias sobre Abuso sexual efectuadas por niños, constituyen entre 2 a 8% de los casos (Everson & Boat, 1989 ; Goodwin, Sahd & Rada, 1978 ; Horowitz, salt, Gómez - Schuartz & Sauzier, 1985 ; Jones & Mc.Graw, 1987; Peter, 1976 ).

Nosotros creemos que el estado actual del conocimiento de los profesionales ligados a este problema comparten este prejuicio epistemológico. Pero si bien es cierto que el niño no tiene nada que ganar si mintiese sobre una situación de victimización sexual, en la mayoría de los casos, como en los que hemos destacado en los ejemplos 1, 2 y 3 el niño no expresa espontáneamente una situación de abuso sexual, sino que surge su declaración ambigua “ papá me tocó “ luego de la Presión ,de la sugestión y de la  sospecha materna, o de los Terapeutas o de los Abogados que derivan a las madres.

En estos niños, no existe conciencia , tal vez por no haber sido abusados sexualmente y porque son inocentes sexualmente, de que sus dichos tengan implicaciones con la sexualidad.

La situación de Abuso sexual, lejos de perjudicar a la madre, llega a resolver complejas situaciones de litigios por Tenencia o por impedimento de contacto y lograr el objetivo de “ legalizar ” la exclusión definitiva del padre de la relación con sus hijos.

Esto implica comprender y considerar como una información central, que el contexto de un litigio por tenencia o por impedimento de contacto, implica la posible presión consciente o inconsciente del padre impedidor sobre el niño y los beneficios secundarios para este padre si la hipótesis de Abuso sexual es confirmada por el profesional.

Siempre desde la perspectiva histórica, prosiguiendo con la aserción de que el niño usualmente es veraz cuando devela una victimización sexual, se hace una articulación entre las características de los testimonios de las víctimas y los comportamientos indicadores de Abuso sexual. ( Corwin, 1985 ; 1988; de Young, 1986 ; Faller ,1984; Jones & Mc.Quiston, 1986; Sgroi y colaboradores ,1982; Sink ,1988; Yuille ,1988). Aunque estos escritores difieren sobre qué y cómo ellos conceptualizan los signos de una denuncia de buena fe. En lo que concuerdan y en lo que consideran como importante .

Posteriores avances en los conocimientos referentes a datos surgidos de las entrevistas de los niños, son encontrados por Corwin * (1988), y Conte *, Sorenson *, Fogharty * y Dalla Rosa * (1988,1991) Sus esfuerzos se dirigieron en destacar elementos de consenso entre los especialistas evaluadores de Abuso sexual  e investigadores, reflejando las características de los niños abusados sexualmente.

En un trabajo presentado en la Conferencia Nacional de Summit sobre diagnosis del niño abusado sexualmente, en 1985 y más tarde publicada en un capítulo referido a las características del Niño abusado sexualmente. Corwin * propuso, basado en su experiencia clínica, consultando con los colegas, y mediante la revisión de la literatura existente, considerar que la única y más diferencial característica psicológica del niño victimizado fue:

 “ El incrementado e inapropiado conocimiento sexual del niño en relación a la edad y unas reacciones emocionales alteradas al interrogatorio neutral, no dirigido ,sobre la anatomía genital o la revelación de diferentes experiencias sexuales ,tales como exhibicionismo, besos sexualizados, caricias sexuales, penetración anal o vaginal, pornografía infantil o sexo oral...” ( Corwin *, 1988).

En la formulación del Desórden del niño abusado sexualmente, Corwin * intentó articular sus criterios diagnósticos para que los clínicos puedan hacer un reconocimiento de los niños abusados sexualmente como en el caso del Síndrome del Niño apaleado (Batenson *, 1987)

De central importancia para el autor, fue la descripción hecha por el niño sobre como sufrió su victimización. Corwin * postuló que el alterado conocimiento sexual y las reacciones emocionales, más la habilidad del menor para mostrar o describir diferentes prácticas sexuales constituían ” el corazón del síndrome del desorden del Niño abusado sexualmente”. Estos hallazgos, combinados con otros signos y síntomas adicionales frecuentemente se registran en los niños  victimizados y forman los diferentes criterios del desórden.

Después de la Conferencia Nacional de Summit, un multidisciplinario grupo de 60 o 70 profesionales especialistas de California  fueron regularmente incluidos en investigaciones y evaluación de los niños con sospecha de abuso sexual. En Febrero de l986, se categorizaron signos y síntomas que eran frecuentes en los niños abusados en los tres niveles de creciente especificidad según grupos etarios:

·       Preescolares

·       Chicos en edad escolar

·       Adolescentes

 

Comte * y colegas (1988,1991) condujo un servicio de reconocidos expertos en abuso sexual infantil (84  trabajadores en servicios de protección ; 98 profesionales de la salud mental, y otros 30 profesionales ).Los 212 encuestados indicaron cómo evaluaban ellos los posibles indicadores de abuso sexual para la determinación de un testimonio.

Siete indicadores fueron seleccionadas por estar en el 90% o más  de las respuestas, Estos son:

·       Indicadores físicos , surgidos del examen médico

·       Inapropiado conocimiento sexual en relación a la edad del niño

·       El relato consistente del niño

·       Presión del perpetrador para que se someta al acto perverso

·       Coerción del perpetrador

·       Precoces comportamientos de seducción

·       Masturbación excesiva

 

Un interesante descubrimiento, fue que la mayoría de los encuestados que no eran médicos, otorgaban a la evidencia física el rango de ser la más importante.

El indicador específico para la mayoría (99%) fue el conocimiento sexual inapropiado para la edad.

Los hallazgos de este estudio son consistentes con las observaciones clínicas citadas anteriormente, pero Conte * también notó la necesidad de más investigaciones para evaluar empíricamente la validez de estas “creencias” de los profesionales.

El descubrimiento de Conte * y colegas fue seguido por el  Informe de buena práctica conducido por Berliner * (1989) en nombre de la American Profesional Society on the Abuse of Children (APSAC), en un esfuerzo en desarrollar una guía multidisciplinaria para la evaluación en los casos en que se sospeche abuso sexual infantil.

El producto final, Guía para la  psicosocial evaluación de sospecha de abuso sexual en niños pequeños, fue oficialmente suscrita por APSAC.

Los esfuerzos por conocer el consenso de los profesionales en el tema   es loable y articula el estado científico en la materia. Pero el consenso únicamente, no asegura la corrección y validez de los conocimientos.

Algunos conceptos que tienen consenso entre los profesionales pueden ser correctos y otros estar equivocados. Por ejemplo, muchos profesionales, que trabajan con niños abusados sexualmente no comparten la teoría Freudiana, ni la idea de que muchas denuncias erróneas de Abuso sexual, son productos de las fantasías inconscientes. (Protofantasía de seducción de Freud, a las que nos referiremos conjuntamente con los avances más recientes de Francoise Doltó sobre el papel de las fantasías sexuales en las niñas , S.Freud., l896. F.Dolto (1963) )

Otro razonamiento que está más allá de todo consenso ya que es compartido por casi la totalidad de los profesionales, pero no considera  los hallazgos de las investigaciones en contrario, es que el niño raramente hace falsas denuncias y  esta aserción  es discutida por los abogados defensores de los supuestos ofensores y por los profesionales en la salud mental que testifican en su defensa. ( Coleman, 1985 ; Guyer, 1988; Mc.Iver ,1986 ; Wakefield & Underwager, 1988).

Pero, algunos profesionales están empezando a generar criterios que puedan ser indicativos de una falsa denuncia o mejor dicho, desde la perspectiva psicológica , criterios indicativos de una Denuncia Errónea.

( Benedeck & Schetky, 1985; Blush & Ross, 1986; Green 1986; Wakefield & Underwager, 1988).Gradner ha creado un Protocolo específico para la evaluación y la diferenciación entre casos de denuncias erróneas y verdaderas en el contexto de un litigio por tenencia ( Gardner (1995)).

 

Estos estudios, clarifican la fundamental  falta de consistencia en confiarnos en el consenso entre profesionales. Sin comprobación empírica, el consenso es mera tautología.

Saliendo de estas expresiones de Corwin *, y tratando de complementarlas, nos referiremos luego en extenso en capítulo aparte,  a los diferentes autores que estudiaron los mecanismos de denuncias erróneas sobre Abuso sexual circunscribiendo y limitando  el tema a los casos de Impedimento de Contacto.

Corwin *, propone una estrategia de investigación de datos en la entrevista, para poder aislar los factores que pudieran producir errores de apreciación o la fabricación de otros  independientemente de las características de los comportamientos y de la calidad del testimonio de la víctima .

Esta tarea no es fácil  porque el abuso sexual es un crimen de acción privada, además de un caso Clínico. Su corroboración puede llevarse a cabo por :

1 -   Evidencia médica

2 -   Testimonio de testigos presenciales.

3 -   Evidencia de fotografías ( casos de pornografía infantil)

4 -   Confesión del ofensor

 

Todos estos indicadores se encuentran solo en una pequeña minoría de casos, lo que limita el espectro de casos para su estudio.

Durante los pasados 10 años, se enfatizó el estudio relacionado al  diagnóstico médico de Abuso sexual (Ej. Bays & Chadwick, 1993 ; Cantwell, 1983; Chadwick y col. 1989 ; Durfee ,Heger & Woodling ,1986; Emans, Woods ,Flagg & Freeman, 1987 ; Hanson, Glassen Mc.Crossin & Rogers,1989; Hobbs & Wynne, 1989 ; Mc. Cann, Voris, Simon & Wells, 1989; White, Ingram & Lynn, 1989; Woodling, 1985).

No obstante, un número considerable de casos no tienen evidencia médica, especialmente aquellos que involucran caricias sexuales, tal vez la más común forma de abuso sexual (Faller, 1988 a , ; Finkelhor, 1979). Pero aún cuando hay evidencia física queda sin resolver quien es el perpetrador. Porque el abuso sexual es un crimen en el que ocupa un lugar el secreto, no hay testigos, Cuando ellos existen:

·       Son adultos que participaron en el delito

·       Co-ofensores de la víctima

·       Se trata de otros menores quienes pudieron observar el abuso o que también fueron victimizados 

·       La madre que permite y consiente el abuso

Cuando el observador es un menor, el testimonio puede no ser susceptible de ser creído.

Un pequeño porcentaje de casos de abuso sexual involucran en Estados Unidos la pornografía. Cuando la evidencia fotográfica es encontrada, la pornografía es un medio de corroboración , pero en general el ofensor destruye la evidencia. Muchas veces, la cara de la víctima no es exhibida o, por el transcurso del tiempo, el aspecto de la víctima cambia. Por lo cual, la más fiable corroboración de Abuso sexual es la confesión del perpetrador. Recientemente, han aparecido un gran número de estudios analizando el testimonio de las víctimas de Abusos en casos en los cuales el ofensor confesó ( Anson, & Gully ,1989 ; Esplin, Houed & Raskin, 1988; Faller, 1988 b)

Dos estudios ( Anson & Gully, 1989 ; Esplin, 1988) han investigado el testimonio de los niños utilizando el (CBCA), que contiene los criterios de validez para el testimonio en casos de delitos sexuales. ( Raskin & Yuille, 1989 ; Stellar, 1989 ; Stellar & Koehnken, 1989; Yuille, 1988)

Estos investigadores  usaron esta escala y los 19 criterios que contiene, los cuales son categorizados en cinco áreas de importancia:

1-  Características generales del testimonio (estructura lógica, producción no construida y cantidad de detalles)

2- Contenidos específicos (detalles contextuales, descripción de las interacciones, reproducción de las conversaciones y complicaciones inesperadas)

3- Peculiaridades del contenido (detalles inusuales, detalles superfluos, informe correcto pero mal conocimiento de los detalles, relaciones externas  asociadas al evento, relato del estado subjetivo y  mental y atribuciones sobre el estado mental del perpetrador.)

4- Motivaciones relacionadas al contenido (espontánea corrección, admitir blancos en la memoria, dudas originadas en el propio testimonio, auto - depreciación y perdón al perpetrador)

5- Específicos elementos de la ofensa (detalles característicos de la ofensa ) ( Raskin ,  1989). (Destacamos que solo enunciamos los ítems sin su desarrollo ni adecuación a grupo etario)

Los criterios contenidos en la CBCA conforman los contenidos de testimonio válido (SVA) los cuales están derivados del análisis de realidad (SRA), una técnica desarrollada en Alemania durante el año 1950 por Undeutsh (Yuille *, 1988).

Acordando con Yuille *, Undeutsh * mantuvo que SRA no es un intento de asesorar sobre la credibilidad del niño testigo, pero mide el rango de  la validez de un testimonio en particular.

Anson y Gully (1989) dijo que “la teoría sostiene que un testimonio verdadero debería diferenciarse de uno no verdadero en sus características generales, específicas y peculiares contenidos, y aspectos motivacionales” (p2). Una similar técnica ha sido desarrollada por el investigador suizo Trankell * (1957,1963).

 

El primer estudio de CBCA con casos confesados de Abuso Sexual, fue hecho por Esplin * y col * (1988). El investigador analizó 40  testimonios de víctimas  de Abuso Sexual, tomadas mediante evaluaciones basadas en Esplin * y en Raskin *. Estos casos incluyeron denuncias hacia miembros de la familia hechas por  menores de 3 años a 15 años.

Veinte de estas denuncias fueron clasificadas por los investigadores como confirmadas:

·       En base a la confesión del perpetrador (14)

·       Confesión más evidencia física (4) y evidencia física únicamente (2).

·       Las otros 20 denuncias fueron clasificadas como dudosas porque el alegado perpetrador había “ denegado persistentemente las acusaciones y nunca las había admitido, porque existió una subsecuente retractación del menor, y /o falta dela prosecución de las acciones legales, absolución judicial, o específicos hallazgos en la Corte de que el abuso no había ocurrido “ ( Raskin * & Esplin *, 1991 a.)

 

90 de estos casos carecieron de corroboración mediante evidencia física. Una tenía evidencia física pero el niño se retractó  y  admitió que el acusado no era el correcto. Cuarenta tenían ‘verdadero’ testimonio de los acusados negando su participación  en  el hecho mediante un examen poligráfico.

 

Uno de los investigadores, Houed *, preparó las transcripciones de los testimonios infantiles y asignó la puntuación según CBCA ( 0 si no presentaban ningún criterio; 1 si presentaban alguno y 2 si estaban fuertemente presentes).

El testimonio confirmado recibía un significante puntaje de 24,8 y el dudoso , de 3,6. Los autores confirmaron los criterios de puntuación según CBCA en los casos confirmados judicialmente (casos de confesión del culpable, evidencia médica ). Estos casos mostraron un  puntaje significativo. En los casos dudosos se registraron los puntajes menores.

Desde nuestro centro de interés, que es el de los niños de 2 a 5 años  en el que registramos la edad de denuncias de Abuso sexual en el contexto de un juicio por impedimento de contacto o tenencia, el estudio falla en no discriminar los diferentes grupos etarios y no tiene en cuenta las diferencias evolutivas, que juegan un importantísimo papel en el tema como veremos a posteriori.

Luego de esta disgresión y volviendo a otros autores citados en el estudio, como son Anson * y Gully * (1989) se utilizó CBCA. también para evaluar 23 videotapes de niños abusados sexualmente tomados entre Abril 1987 y Junio 1989 en Utah.

Estas denuncias de Abuso Sexual, habían sido confirmadas por la confesión del ofensor. Los investigadores notaron que el puntaje fue bajo en relación al puntaje medio  de 24,8. registrado en los estudios previos de Esplin * (1988).Anson * y Gully * comentaron la substancial disparidad en los hallazgos entre los dos estudios, notando tres diferencias en la metodología. Las entrevistas de Anson * y de Gully *:

·       Fueron tomadas por videos

·       No transcriptas

·       Fueron conducidas por muchas personas con diferentes estilos de entrevistar, como son los de Esplin, Houed. Anson y Gully .

 

Estos encontraron las más comunes características del testimonio de niños veraces en los casos donde el ofensor había reconocido su delito:

·       Estructura lógica                         (93%)

·       Cantidad de detalles                 (74%)

·       Encajamiento contextual             (74%)

·       Producción sin una estructura     (69%)

·       Detalles característicos              (65%) 

·       Conversación                             (61%)

·       Estados subjetivos                     (61%)

·       Detalles superfluos                    (51%)

·       Interacciones                             (48%)

 

Anson * y Gully * asumieron que los especialistas que intervinieron en su estudio  estaban familiarizados con la medición de los 19 criterios usados en el Statemen Validity Analysis * y utilizaron los criterios contenidos en sus términos.

Explicando que “estructura lógica” significa una referencia  sobre la coherencia de los dichos de los menores;  “ producción no estructurada “ se refería a las no construídas y por lo tanto espontáneas características del relato ; e “interacciones “a las descripciones de acciones y de reacciones durante los eventos recordados.( Para una mejor explicación de estos términos y de otros usos de CBCA ( ver Zaparniuk-Yuille-Taylor ( 1995) Assesing the credibility of true and false statements. International Journal of Law and Psychiatry,vol.18,nro.3 pp. 343 - 352-)

La CBCA provee un método sistemático para el análisis del interjuego de los varios factores  que intervienen en la entrevista con el niño. No es un test, son criterios de evaluación y de diferenciación y su mayor valor radica  en que puede ser utilizada aún por profesionales no experimentados.

Pero se crea una situación dilemática ya que la utilidad de la técnica está limitada a los casos en los cuales los niños pueden darnos una relativamente espontánea declaración de su abuso. Pero, muchas veces, ellos no pueden explicar sus  experiencias por una cuestión de inmadurez, por ejemplo el niño que no ha llegado al estadio del pensamiento preoperatorio, tiene serias dificultades para establecer la

causalidad de los eventos, qué suceso pasó antes y cuál después ( Piaget *, (1955) , originando serios cuestionamientos sobre la utilidad de los criterios del CBCA en los niños muy pequeños.

Los casos en que se involucran niños muy pequeños son los más difíciles para los evaluadores en el  asesoramiento al Juez y la escala CBCA no parece ser promisoria para estos casos. En suma, no queda claro para Corwin * si la técnica puede ser considerada aceptable en el ámbito forense para el asesoramiento de la credibilidad de las denuncias infantiles. Como Meyers * y colegas (1989, pp. 121- 122) dicen, refiriendose a la realidad norteamericana,

                      “...la gran mayoría de las Cortes rechazan el testimonio de los expertos que hacen comentarios directamente sobre la credibilidad de los testimonios infantiles o sobre la credibilidad del niño abusado sexualmente. La aserción de que un experto  analizando el testimonio infantil con esta técnica no puede rendir una opinión sobre la credibilidad de los niños cuando el experto testificó como también  los resultados de tal análisis está empezándose a recusar por la Corte de Apelación que revisa casos donde tales testimonios expertos son presentados. El sistema judicial de Europa  Oriental puede ser más receptivo es este tipo de testimonio que el sistema legal  inglés...”

Finalmente, las razones ofrecidas por Anson * y Gully * para la gran disparidad entre sus hallazgos y los  de Esplin * y de Raski * no fueron suficientes realmente para explicarla. Ellos explicaron que  los “posibles factores” pueden ser :

·       Los diferentes estilos de entrevistas

·       Clasificación de los comportamientos

·       Uso de video-tapes y no de  transcripciones

 

Muchas veces, se cuestionó la validez del polígrafo ( Brett *, Phillips * & Beary *, 1986 ; Saxe *, Dougherty * & Cross *, 1987) y el hecho de que muchos acusados niegan sus comportamientos abusivos especialmente cuando no está corroborada la evidencia. Sin embargo, CBCA y SVA proveen otros acercamientos, explorados por un gran número de estudios empíricos, que pueden proveer alguna asistencia para los casos evaluados de sospecha de abuso sexual. Para comentario y críticas de CBCA, ver Wells y Loftus (1991).

Faller (1988) describió 103 casos vistos en la Universidad de Michigan para la Protección de la Niñez Maltratada y Abusada. Estos son casos en los cuales el ofensor llega a algún nivel de confesión, y el niño fue entrevistado con la finalidad de asesorar sobre si el abuso fue perpetrado.

Los casos fueron examinados para determinar la forma  en que el testimonio infantil y/o sus comportamientos contenían criterios clínicos hallados en los testimonios de victimización sexual.

En dirección de facilitar la codificación de las declaraciones infantiles y/o sus comportamientos, los criterios de relevancia clínica fueron ubicados en tres categorías :

(a) Descripción del contexto en el cual el abuso sexual ocurrió

(b) Una descripción de los comportamientos sexuales en sí mismos

(c) Las reacciones emocionales, evidentes durante el testimonio infantil, y que fueron consistentes en relación con el  contenido  del relato.

En la descripción del contexto, los niños están capacitados para  poder indicar:

·       Cuando y donde el suceso de abuso sexual ha ocurrido

·       Donde estaban los otros adultos

·       Qué daño sufrió el niño

·       Cuales fueron las actitudes del ofensor, sea que las ropas fueron removidas, sea que el ofensor dijo alguna cosa para inducir a la víctima a cooperar y para que el ofensor prevea que el niño no devele el abuso

 

Si estas tres piezas de información sobre el contexto están presentes, el caso es codificado positivo por la presencia de detalles contextuales. ( El qué , el dónde y el cómo.)

En la evaluación de las propias descripciones infantiles de abuso, el caso fue codificado positivo si una o más de las siguientes características eran encontradas:

·       Una descripción explícita de los comportamientos sexuales

·       Conocimiento o comportamientos sexuales superiores a los esperables según la edad y el momento evolutivo

·       Una descripción del abuso según el punto de vista del niño

 

Un ejemplo es el caso de un niño de 4 años quien describió haber sufrido fellatio por el novio de su madre. Finalmente, las reacciones emocionales consistentes con una verdadera denuncia son :

·       Revelación  de una oposición al abuso 

·       De los medios coercitivos que usó el perpetrador para que el niño no pida ayuda  Depresión , angustia, vergüenza , miedo , disgusto , ansiedad y despertar sexual anormal

En un grupo de estudio de víctimas infantiles de Abuso sexual, se realizó el siguiente análisis:

·       Ochenta y una víctimas, (78,6%) proveyeron de testimonios que  contenían  información contextual

·       84 (81,6%) tenían  una respuesta afectiva congruente con el abuso reportado.

·       60 (68%) de los testimonio de las víctimas contenían todos los tres criterios

·       a) ,b) y c) ; 16 (15,5% ) contenían dos ;11(10,7%) uno y seis (5,8%).

 

Estos datos indicaron que, en los casos donde existe corroboración por la confesión del culpable y por ende, no hay riesgo de que los casos de Abuso sexual sean falsos positivos, los testimonios infantiles contenían los criterios esperables.

Pero, es importante notar que, 33 (32%) de los niños que habían sido abusados sexualmente no proveyeron al entrevistador datos que incluyeran todos estos rasgos.

En parte, estas deficiencias aparentes en los testimonios infantiles pueden ser explicadas por el género y por la edad.

Las  declaraciones  de  los  niños  probablemente  tienden  a  contener  en  menor medida que las de las niñas, todos  los 3 criterios necesarios. En suma, las  aserciones  de los niños tienen  significativamente, menos aptitud para contener una descripción del hecho sexual  y las reacciones afectivas esperables. Estos hallazgos fueron, de hecho consistentes con relación a la experiencia clínica y la diferenciada socialización de los niños y de las niñas.

Las niñas suelen tener más capacidad de hablar de sus experiencias. Por otra parte, las víctimas  de más edad , son más aptas para dar testimonios conteniendo todos los tres criterios clínicos y la información contextual y esto está ,sin dudas, relacionado con el mejor desarrollo del lenguaje.

Aunque el género y la edad pueden incidir en las diferencias en el testimonio infantil, otras razones, que no pudieron ser exploradas en esta investigación, podrían explicar porqué algunos niños no proveen los  datos esperables.

·       El estilo del entrevistador puede producir la reacción en la  víctima de no sentirse estimulada a contar a otro su abuso

·       También las víctimas pueden olvidar los detalles del abuso si la entrevista se realiza muy alejada de los sucesos

·       Finalmente, si  los niños son requeridos en relación a expresar su testimonio en varias oportunidades, ellos pueden desensibilizarse y no evidenciar una reacción emocional en las entrevistas

El resultado de los tres estudios que examinaron los hallazgos en las entrevistas, donde se hicieron mediciones independientes de indicadores de credibilidad de testimonios infantiles de abuso sexual, indicaron la potencial utilidad de este tipo de investigaciones  en el establecimiento de las características clínicas de los casos de victimización sexual infantil.

Las investigaciones han sido realizadas sobre la base de casos de Abuso sexual probados a partir de variables de orden jurídico-legal , tales como:

·       El testimonio de testigos

·       La evidencia médica, evidencia fotográfica

·       Otras evidencia físicas

 

Se excluyó cualquier otro caso que hubiera sido diagnosticado psicológicamente por no ser válido ni confiable. Esto explica , que sería posible desarrollar, en la mayoría de estos casos ya probados mediante la Ciencia Jurídica , un índice de aparente validez  de Abuso Sexual para luego ser utilizado para examinar los hallazgos de las entrevista del niño . Pero tales descubrimientos, necesitan estudios longitudinales y transversales en los diferentes grupos etarios.

Destacando los autores, la  existencia de una variable todavía no estudiada , que es  la cuestión del desarrollo cognitivo del niño y como afectaría la inmadurez del niño su  testimonio y un problema central , a nuestro juicio, como es el grado en que el entrevistador podría alterar los dichos del menor y el recuerdo de los hechos , dado que  la inmadurez y sugestionabilidad del niño  aumenta en relación inversa a su edad ( Ver Loftus, )

En suma, los estudios de Faller * son un importante ensayo en el desarrollo de una metodología para la codificación de datos en las entrevistas, que agregados a otros posibles indicadores como ser el comportamiento sexualizado, podrían dar sustento a una hipótesis de probabilidad de Abuso sexual. La cuestión del comportamiento sexualizado, como ya hemos visto en Corwin * (1988) está relacionado con el hecho de que el autor notó que los niños abusados sexualmente ocasionalmente exhiben lo que aparenta ser comportamientos de re-actualización de experiencias sexuales como las que describieron en su victimización. Tales reacciones pueden incluir:

·       Cambios en la expresión facial, Movimientos oculares, gesticulaciones, y otros movimientos corporales como también respuestas fisiológicas incluyendo cambios en la respiración, funciones cardio-respiratorias, reacciones en la musculatura estriada y  cambios en el tono muscular.

 

Pero, la razón que justifica la exposición de estas cuestiones es, centralmente,  la pregunta de cómo asesorar al Señor Juez en los  casos en los cuales los niños no producen detalladas declaraciones y esta cuestión explican los autores necesita todavía ser explorada. Faller * y otros han descubierto que las entrevistas han producido frecuentemente falsos negativos, éste es un descubrimiento que indica que el develamiento puede ser un prolongado proceso ( Sorenson & Snow ,1991). Estos autores notaron que en 116 casos validados por confesión, encarcelamiento del criminal, o por evidencia médica, la mayoría de los niños inicialmente niegan su victimización y solo en el transcurso de muchas entrevistas pueden describirla.

 Creemos que el estudio de Corwin *- Faller *, además de proveer la síntesis de los indicadores más específicos y esperables de Abuso sexual, nos indican el lugar adecuado que ocupa en juego con las muñecas :

Una anormal reacción a material evocativamente sexual como ser la genitalidad explícita de las muñecas, de acuerdo a la edad , status socieconómico, etc. en forma de descripciones de comportamientos sexuales no acordes a la edad del niño . Índices de la sexualización traumática del niño también pueden ser reflejados en otros materiales proyectivos ( como ser el C.A.T. y  dibujos de la figura humana y familia Kinética ).

Cuadro 3. Lista de los indicadores emocionales y de comportamiento más específicos y esperables relacionados con el Abuso sexual en niños menores de 5 años.

Tomado de Corwin *, D.L. “Diagnóstico temprano del abuso sexual infantil : efectos a largo plazo. En “Efectos a largo plazo del Abuso sexual infantil” editado por Powell,1988.

1)   Pesadillas  cuyo disparador son lugares , personas , objetos relacionados o movimientos físicos o vocalizaciones que son consistentes con abuso sexual.

 

2)   Erotización precoz:

(a)      Preocupación anormal por los genitales.

(b)     Repetidos intentos tratando de  implicar a otros en diferentes comportamientos sexuales

(c)      Masturbación excesiva e indiscriminada o masturbación con objetos

(d)     Comportamientos precoces , seductivos , descripciones y representaciones de diferentes actos sexuales en el juego con muñecos comunes

 

3)   Miedos

     (a)  Insistente negación de la anatomía genital y a quitarse las ropas frente a terceros

(b) Terror inexplicable a personas, a personas de sexo masculino o femenino, o objetos generadores de pánico que guardan relación o estén asociados a la victimización y /o al victimizador.

     (c)  Temor y ansiedad en relación a específicas preguntas sobre los diferentes comportamientos sexuales

4)   Descripción de la victimización, apropiada a la edad y circunstancialmente congruente

5)   Fenómenos disociativos

 

En apoyo a  la crítica del rol de “validación” del psicólogo, citaremos un estudio de Louis B.Oberlander *, al que ya nos hemos referido en la primer parte y que resume los criterios adecuados que debe reunir la intervención de los profesionales en estos casos.

El autor se circunscribe al rol de perito, y realiza una encuesta entre los peritos forenses con la finalidad de establecer las prácticas más habituales relativas a las cuestiones psico-legales asociadas a las evaluaciones de Abuso sexual.

El estudio de Obrelander * abarcó

(a)   El proceso y método de evaluación

(b)  Los límites de la competencia en las opiniones y en los testimonios de los peritos

 

El proceso de evaluación comienza , para la mayoría de los expertos consultados, en la revisión de la documentación en la que se sustenta el caso.

La lectura de la certificación de los datos que aportan los peritados son utilizados para luego sustentar o impugnar el Informe  (Walker *, 1990) . Además , la lectura de los datos confirmados en el expediente facilitará al perito la posterior defensa de la validez de los datos obtenidos en las entrevistas (Haugaard * & Repucci *, 1988).

Es decir, el psicólogo se asegura ,dentro de los límites razonables , que los datos que aportan los entrevistados sean confirmados  si es que sustenta alguna indicación o hipótesis sobre los mismos. Es decir extrae los datos psicoclínicos del caso.

El promedio de horas dedicadas a la evaluación del niño en el estudio de Oberlander *, fue de 5 horas con el niño  y de 11 horas más para las entrevistas a padres, y autoridades escolares.

En relación a las características de las entrevistas, siguiendo el criterio de Walker *, (1990) ,se excluyeron del interrogatorio al niño las preguntas sugestivas o directas sobre abuso sexual, con la finalidad de no contaminar la evaluación.

La pregunta directa fue el “último recurso” cuando al final del proceso no surgían elementos sobre el posible abuso sexual.

En cuanto a las técnicas psicológicas utilizadas, como una de las funciones del Perito es establecer las características de personalidad y de inteligencia del niño, para asesorar a las Autoridades sobre la competencia del testimonio infantil (Haugaard & Reppucci ,1988), los Peritos aplicaron las técnicas objetivas comunes en la clínica infantil.

Otras técnicas específicas que surgen de la bibliografía sobre Abuso sexual como intento de test de medición objetiva fueron desechadas por los Peritos ya que si el niño es sometido en varias oportunidades a ellas, desciende la sensibilidad de detección de los indicadores.

Por otra parte, estas técnicas han sido también criticadas por ser “test de programación de aprendizaje“, es decir que el niño puede ser enseñado a dar las respuestas adecuadas y congruentes a una situación de Abuso si es entrenado previamente. ( Wakefield & Underwager, 1989).

En apoyo a nuestra crítica a las Muñecas Anatómicamente Correctas, éstas no fueron consideradas como técnica , por lo tanto no fueron usadas en este estudio.

Otras técnicas, como ser las proyectivas fueron empleadas. Los dibujos fueron utilizados  como una técnica que facilita la comunicación del profesional con el niño, que provee datos de las relaciones del niño con su medio ambiente y aportan sus conocimientos sobre la sexualidad ( grafismos sexualizados) y sus posibles fuentes y si éstos son acordes al momento evolutivo del niño. Las técnicas proyectivas, como las láminas del CAT posibilitan también que el niño exprese miedos, terrores y los contenidos de sus pesadillas.

Entre todos los evaluadores, se desestimó la utilización de los llamados Test objetivos de Abuso sexual, cuestionarios que previamente se puede enseñar a los niños y también el uso de las Muñecas Anatómicamente correctas.

La sesión de juego, fue utilizada como un elemento integrante de la batería de diagnóstico standard.

En relación al tema de que el Psicólogo tenga competencia para efectuar un Diagnóstico de Abuso sexual, muchos evaluadores, siguiendo el criterio de Walkers * indicaron que el Psicólogo informa sobre daño psicológico que presenta el menor y su posible relación con una situación de abuso.

Pero otros, siguiendo el planteo de Myers (1989) consideran que solo se puede diagnosticar un desorden codificado en el D.S.M. IV  y que el Abuso sexual no figura en el mismo, porque no se trata  de un desórden sino de un evento real y fechable, de corporeidad legal. El hecho de establecer si el Abuso sexual ha ocurrido o no corresponde a la potestad de la Ley . El psicólogo solo informa, según su ciencia , con prudencia , sobre si  el trauma es congruente con una posible situación de Abuso sexual. El “diagnóstico” de Abuso sexual , en el estado actual de la ciencia Psicológica es una tarea imposible . El único “diagnosticador” que determinará la ocurrencia del Abuso sexual es el Juez.

Melton * explica que utilizar la palabra “diagnóstico de Abuso sexual”, es traspasar los límites de la competencia de la Psicología como ciencia y usurpar la función del Juez ( Melton, Petrila, Poytress & Slobogin, 1987).

Los entrevistadores fundamentados en el hallazgo de varios indicadores a través de  las diferentes técnicas aplicadas al niño,  se limitan a indicar que estos resultados podrían indicar Abuso sexual .

Indican que sus juicios son inferenciales y por lo tanto , relativos y no probatorios de Abuso sexual. Asimismo deja constancia de los límites de los conocimientos actuales en el área del Abuso sexual infantil.

Bárbara Wood * (1996) cita las Guías de evaluación sobre Abuso sexual que expidieron la Academia Americana de Psiquiatría infantil y del adolescente ( 1988) y la Sociedad Americana de Profesionales  de Abuso Infantil (1990), en las cuales la entrevista dentro de un proceso psicodiagnóstico con una batería standard, es considerada como la más importante fuente de recolección de datos.

Por lo tanto la cuestión de la validez y la confiabilidad del método de entrevista utilizado, es esencial para proveer de información significativa a las Autoridades judiciales.

Para que la entrevista sea confiable, es decir , que reúna criterios científicos, se debe limitar y en lo posible eliminar las actitudes de conducción del entrevistador hacia el niño en la forma de dirigir la evaluación hacia el tema del Abuso sexual, reforzando las respuestas que el niño pueda brindar en ese sentido. O introduciendo información sexual o sugerencias sobre actos sexuales que pueden ser extraños a los hechos sucedidos y pueden no ser entendidos por el niño si ignora las cuestiones de la sexualidad por no haber estado expuesto a ninguna victimización. ( ver Bárbara Wood, Semiestructured Child Sexual Abuse Interviews : interview and child characteristics related to credibility of disclosure, Child Abuse & Neglegt, vol. 20, nro. 1, pp 81-92,1996 )

La finalidad de no realizar preguntas inductivas o sugerentes al niño es el de no afectar el recuerdo de las experiencias .

El niño es muy vulnerable a la sugestión, y esta puede alterar el recuerdo de los hechos ( Ceci, Ross & Toglia, 1987 ; Dale & Loftus (1979); King & Yuille, 1987 ; especialmente Loftus & Davies, 1984 ,a quienes nos referiremos posteriormente ).

La información que se obtiene de los recuerdos de los niños y específicamente su habilidad para recordar puede estar muy afectada por el suministro de información equivocada , por preguntas directivas, y por la demanda del adulto a la que el niño por su inmadurez y por la educación tiende a responder positivamente. ( Dallenger, 1992 ; Saywitz, Goodman, Nicholas & Moan, 1991).Pero, cuáles  son las preguntas conductivas o inductivas ?

Wood * , las clasifica como todos los comportamientos que directamente focalizan la entrevista y direccionan las respuestas del niño hacia el tema del Abuso sexual, sugerir que el abuso pudo haber sucedido, o comportamientos que implican la expectativa de la develación o declaración del Abuso infantil.

Específicamente, se trata de preguntas en que se debe elegir una opción de entre otras, preguntas cerradas, elogios cuando el niño inicia algún comentario relacionado con el tema sexual, y darle al niño información relacionada con tipos de Abuso sexual. ( por ejemplo, instrucciones sobre el uso de las Muñecas anatómicamente conformadas ) (Ver  Bárbara Wood ,ob.cit. Tabla Y, pág. 85)

 

 

La bibliografía citada nos indica la especificidad de la evaluación del niño en que se sospecha su victimización . El proceso psicodiagnóstico es el utilizado en la administración de la Batería psicodiagnóstica standard para niños.

Entrevistas libres y semiestructuradas, técnicas (CAT, WISC, Gráficos,), con la finalidad de explorar las características de la personalidad infantil, sus miedos ,etc.  La evaluación sobre los conocimientos que el niño posee sobre la sexualidad , si éste es acorde al nivel sociocultural y evolutivo o no es el esperable.( mediante dibujo de la Figura Humana, de la Pareja , Láminas del CAT exploran los miedos, las ansiedades de separación, situaciones relacionadas con la cama, el baño, etc. ).

Este punto, el conocimiento de la sexualidad , que tiene importancia diagnóstica debe ser evaluado para identificar, dentro de lo razonable su posible fuente ( exposición a una sexualidad traumática, estimulación de la curiosidad infantil normal por el acceso a materiales o programas de T.V. o Circuito Cerrado , no adecuados para la edad del menor ) En resumen:

Se utilizará la hora de juego diagnóstica con material convencional, muñecas del tipo  Barbies & Ben, aptas para el despliegue de juegos que dramaticen relaciones sexuales , sin genitalidad explícita que pueda ser una forma de conducir la entrevista o de exponer a un niño inocente en los temas de la sexualidad ante material sexual explícito.

Se evitará de esta forma que el psicólogo provea  de información sexual al niño no acorde a  su edad, por ejemplo, el reconocimiento de la genitalidad adulta ( vello pubiano, pene ,abertura vaginal ) mediante la utilización de muñecas anatómicas, puede contaminar la evaluación y ser considerado, equívocamente como índice de que el niño cuenta con información sexual no acorde a su edad.

Por otra parte ,Boat * y Everson * han destacado que la exposición del niño al estímulo inusual de las muñecas, produce cambios en el comportamiento posterior del menor, incrementándose en algunos niños la curiosidad sobre la sexualidad y originando comportamientos sexualizados.

En el ejemplo de la autora uno de los niños se desnudó frente a otra niña  reactualizando el juego con las muñecas. ( ver Boat y Everson, ob.cit.)

·       Información adicional recogida del Expediente

·       Confirmación de los síntomas aportados por los padres

·       Cuando esto no fuera posible, hacer constar lo limitado de las apreciaciones que se fundamenten en datos no seguros.

·       Informe requerido a las Autoridades escolares, solicitando que: Indiquen si observaron en el menor las diferentes conductas sexualizadas asesorando a los docentes, en  lenguaje claro pero fundamentado en datos bibliográficos en qué consisten esas conductas.

En este sentido es útil considerar los criterios presentes en el Cuestionario para la observación de los comportamientos sexualizados de niños de 2 a 6 años en la investigación de Frank Lindbland * (ver Preschoolers’sexual behavior at Daycare Center: an epidemiological study, Child Abuse & Neglect, vol. 19, nro. 5, pp 569-577, 1995).

Registro en el protocolo de entrevistas y su elevación al Juez actuante, de los dichos del niño con relación a expresiones que estén relacionadas con el tema de Abuso sexual. En forma textual y detallada, incluyendo sus expresiones emocionales y la transcripción de las preguntas específicas del entrevistador en el Protocolo de Registro de Entrevistas.

Es el Juez actuante el  más apto y con completas facultades para determinar el significado jurídico de las afirmaciones infantiles y no el psicólogo.

Diagnóstico familiar , entrevistas vinculares del niño con ambos progenitores.

En entrevista  libre con  el padre se puede evaluar cómo lo  percibe el menor, si existen indicios del Síndrome de Acomodación de

Summit *, o un vínculo erotizado ó por el contrario recibe con afecto y sin miedo a su padre (indicador negativo de abuso sexual)

 

En nuestra experiencia, todos los niños no abusados sexualmente, que habían sido sometidos a un período previo de alejamiento con su padre, cuando fueron consultados sobre si deseaban verlo, expresaron su vivo interés en compartir con su progenitor el ámbito de la entrevista. La entrevista vincular ofrece la posibilidad de evaluar el comportamiento verbal y no verbal, las interacciones padre-hijo y las reacciones emocionales de los menores.

 

ESTUDIO PSICOLÓGICO DE LAS PERSONALIDADES DE LOS PADRES Y EL TIPO DE INTERACCIÓN ACTUAL

Si bien no existen estudios estadísticos en nuestro país, de la prevalencia de Abuso sexual por parte de la pareja o concubino del progenitor que ejerce la tenencia, y por el mecanismo de denuncia errónea por “Sustitución del perpetrador”, que ya veremos, consideramos necesario la inclusión de todas las personas que conviven con el menor en el psicodiagnóstico familiar.

En apoyo a esto último, en una Obra clásica de Finkelhor *, el autor consideró que la presencia de la pareja o concubino de la madre es un factor de riesgo de Abuso sexual.

Se apoya en el hecho de que 4 de los 6 estudios que examinaron el factor de la frecuencia de concubinos y parejas de la madre perpetradores de abuso, confirmaron su importancia.

Tres de estos estudio, Miller * (1976), Finkelhor * (1980) y Gruber * y Jones * (1983) encontraron que la presencia del concubino o pareja de la madre incrementa el riesgo para la ocurrencia de algún tipo de Abuso sexual.

 

Fromuth (1983) y Peter (1982) no consideraron que este factor incrementase el riesgo. Aunque muchos de estos estudios indicaron que la simple ausencia del padre es un factor de riesgo, tanto Finkelhor (1984) como Gruber y Jones (1983) hicieron un análisis contemplando múltiples variables y demostraron que la presencia de un concubino o pareja de la madre aumenta la posibilidad de abuso sexual del niño.

Russell (1986) demostró el altísimo porcentaje de abuso perpetrado por las parejas de la madre como forma de ilustrar este riesgo.

Si menos del 2,3% habían sido victimizadas sexualmente por el padre natural, el 17% de las niñas que vivían con el concubino habían sufrido esas vejaciones. Además , el tipo de abuso cometido por los concubinos y parejas fueron más graves ( implicando más relaciones sexuales de introducción peneal, fellatio, cunnilingus, analingus y comercio sexual anal) y más violencia.

Estos datos fueron corroborados a través de casos clínicos y en los datos estadísticos norteamericanos en la que la prevalencia de Abuso sexual perpetrado por el concubino o parejas de la madre es absoluta.

Estos estudios son interpretados por Finkelhor * de la siguiente forma :

Primero, aludiendo a una  menor firmeza del Tabú del incesto, que prohibe las relaciones sexuales entre el concubino y los hijos de la pareja.

Segundo, que el padre natural tiene más inhibiciones para un contacto sexual incestuoso como resultado de un período de cuidado y paternaje iniciado en el momento del nacimiento (S.Parker, com. Personal, Jannuary 1985 citado por Finkelhor en “A source book on child sexual abuse” David Finkelhor,sage Publications. The Intenational Profesional Publishes.Newbury Park London New Delhi. High Risk Children,pág.60-88)

La intensa dependencia del niño durante este período de crianza inhibe la sexualización de la relación de los padres con los hijos. Pero los concubinos y las parejas que no han tenido experiencia de estos tipos de cuidados pueden estar más inclinados a ver al niño como un posible partner sexual. ( Finkelhor  Ob.cit.Ver también Greenberg (1995 )

El Psicólogo debe establecer los límites de su competencia dado el  vacío actual de conocimientos que existe en  la Ciencia Psicológica en el tema del Abuso sexual infantil.

Como ya hemos destacado anteriormente, informará al Juez, como parte de su rol experto, de la especificidad de las denuncias falsas o erróneas como patología típica de los Divorcios destructivos.

Cuando encuentre signos y síntomas congruentes de Abuso sexual, previa su  indicación de cómo se verifican en el niño en particular, debe destacar que estos podrían estar relacionados con una situación de victimización sexual de menores ya que el diagnóstico de Abuso sexual ,que connota la certeza de la ocurrencia de un evento , no está dentro de los conocimientos disponibles actualmente en el campo de nuestra profesión  ( Límite de la competencia )

Este marco conceptual es el que comparte el Cuerpo Médico Forense en los diferentes Juzgados de Capital Federal y Provincia de Buenos Aires.

Nuestras críticas se dirigen a aquellos Informe de parte, es decir solicitados por uno de los litigantes que no reúnen estos requerimientos de cientificidad .

LOS PADRES IGNORAN:

·       las limitaciones de algunas prácticas, por ejemplo la utilización de Muñecas Anatómicamente Correctas, en forma inadecuada como Test de validación de Abuso sexual

·       La focalización de la evaluación en la confirmación del abuso mediante preguntas inductivas

·       El empleo de los interrogatorios inductivos

·       La sobreinterpretación del juego del niño

Ignoran las violaciones a la ética profesional en que incurren los firmantes cuando se exceden en los límites de su competencia e identifican la técnica de juego como técnica diagnóstica de Abuso sexual desvirtuando su verdadera función.

LAS DENUNCIAS ERRÓNEAS SOBRE ABUSO  SEXUAL

El tema de las denuncias erróneas de Abuso sexual ha ocupado el interés de los Psiquiatras  y Psicólogos forenses en los Estados Unidos. Nosotros seleccionaremos parte de la bibliografía relacionada con el tema de Denuncias de Abuso sexual falsas o erróneas ocurridas en el transcurso de un litigio por tenencia o por impedimento de Contacto.

Iniciaremos el tema con un trabajo de Alayne Yates y Tim Musty , ellos han llamado la atención sobre el hecho de que a veces , un niño menor de seis años, puede erróneamente acusar a un pariente de que lo molesta sexualmente. Cuando esto ocurre, el niño usualmente cree que su historia es real. (ver Tim Alayne Yates, M.d. and Musty American Journal of Psiquiatry 145;8 August 1988 )

Si bien los autores distinguen entre DENUNCIAS FALSAS  y VERDADERAS, nosotros consideramos más adecuado, desde la perspectiva psicológica, denominarlas DENUNCIAS ERRÓNEAS, porque la denominación de FALSA DENUNCIA es una concepción legal de competencia de la Autoridad Judicial.

 

APADESHI

Aclarando esta ligera diferencia , indicaremos que la DENUNCIA ERRONEA puede ser hecha cuando:

·       Un adulto ha persuadido al niño de que los eventos sexuales han ocurrido verdaderamente

·       Cuando un niño en la edad edípica ha malinterpretado los cuidados de limpieza y cuidado corporal de uno de sus padres

·       Cuando los procesos del pensamiento infantil están confusos por la irrupción de material del proceso primario, es decir de las fantasías inconscientes o cuando un niño está involucrado en las identificaciones proyectivas de un padre muy dominante que ejerce la tenencia

 

Muchos de estos mecanismos pueden operar en un mismo caso y serán explicados detalladamente en los próximos párrafos.

Como ya hemos subrayado cuando analizamos la dimensión histórica de la evaluación psicológica  de los casos de Abuso sexual, el concepto paradigmático en el tema del Abuso sexual en la Infancia era que  “El niño no miente “. Verdaderamente, este es un buen parámetro cuando es el niño mismo el que se dirige al adulto para expresar su victimización, en estos casos , los niños que han sufrido estos daños deben superar miedos, odios, y vergüenza para tomar por sí mismos la determinación de poner al descubierto su drama. Pero aún en estos casos, puede suceder , y es relativamente común, que así ocurra, que los niños supuestamente dañados no sean confiables, es decir veraces.

Las denuncias sobre abuso sexual  ocurren frecuentemente en el curso de las Custodias disputadas en el país del Norte . GUYER * Y ASH *, en una revisión de 400 pedidos de evaluación psicológica,( Trabajo presentado en el  Encuentro Anual de la Academia Americana de Psiquiatría y de la Ley, Los Angeles oct. l7: 1986) encontró que el 33% de esas denuncias eran de Abuso Sexual. Algunas de las cuales eran falsas y muchas más no pudieron probarse.

En la Argentina, no existen estadísticas sobre el tema y nuestra Institución está tratando de  recolectar datos al respecto.

En una aproximación inicial y por lo tanto provisoria, encontramos un incremento de este tipo de denuncias desde la promulgación de la Ley 24.270. (Sancion Penal al Padre o Tercero que impidiere u obstruyere el contacto con Hijos menores o discapacitados)

El fenómeno de denuncias de Abuso sexual durante el transcurso de un litigio por Impedimento de Contacto, era relativamente poco común, en los años 88 al 93.. se registró un promedio aproximado de 1 caso cada dos años, recepcionado por la Entidad.

En la actualidad, asistimos a un notable  incremento en forma  de denuncias de Abuso Deshonesto, a partir del 1994. Con  una peculiaridad  vernácula :

La de ser “denuncias no denunciadas” es decir, se interrumpe la relación paterno-filial por “prescripción “ de un consultor técnico que “diagnostica” el abuso:

·       Con métodos de dudosa calidad científica y las  graves fallas éticas que ya mencionamos

·       Sin evidencia objetiva adecuada

·       Sin procesamiento del padre

·       Sin posibilidad de que éste ejerza su defensa, pero con la definitiva ruptura de la relación paterna

 

Produciendo  serios daños psicológicos en los menores, al padre denunciado y a la familia extensa que también se le obstruye el vinculo con el menor, con los lógicos  quebrantos  de los lazos familiares.

El vacío de conocimiento que actualmente existe en el tema, las implicancias sociales y legales que están por detrás de este fenómeno y que lo determinan, la negligencia e imprudencia de los profesionales que son consultados crean condiciones favorables para que la fabricación de una sospecha de abuso sexual, pueda convertirse en un medio eficaz de lograr el alejamiento parental.

Nuestro País está repitiendo la experiencia de Estados Unidos,  BENEDEB * y SCHELKY *, presentaron un documento que sostenía que había cargos de Abuso sexual en 10 de 18 casos de custodia disputada y GREEN * encontró que de 4 sobre un total de 11 denuncias resultan falsas.

Otros casos de denuncias falsas han sido descriptas por BRANDT * y SINK * ( Trabajo presentado en el Encuentro de la Academia de Psiquiatría Infantil, Toronto, oct., l2: l989) y SCHUMAN.

En este punto queremos destacar que la realidad estudiada por nosotros es diferente que la de Estados Unidos, allí estos casos son denunciados, es decir, pasan por todos los procesos legales adecuados, son DENUNCIAS FORMALES.

En Argentina,  las denuncias no se formalizan, no se exponen en sede Penal sino que forman parte del juicio de divorcio, de tenencia ó de régimen de visitas.

Nosotros registramos  un único caso de  Abuso Deshonesto, sobreseído en sede penal , con restitución del derecho de visita de la hija y de su padre.

Muchas de las denuncias de abusos sexuales  que se hacen en el transcurso de los Litigios por tenencia, son declaraciones de un pariente, el padre conviviente con el menor, que denuncia a su ex-cónyuge sin que sea el niño mismo el que esté revelando la existencia de alguna situación abusiva . El padre “sabe” que el otro abusaría del niño y que disfrutaría perversamente de esa práctica aberrante, por lo tanto justifican el Impedimento de Contacto en preservar al menor del supuesto “peligro”. Muchos de esos padres no involucran directamente al niño en las denuncias.

Pero , en el curso de una disputa por la tenencia o régimen de visitas , aún cuando el niño sea el que espontáneamente acusó a uno de sus padres por abuso , la denuncia está lejos de ser correcta. (YATES * and T. MESTY * trabajo presentado en el 149 th. Encuentro Anual de la Academia Americana de Psiquiatría, Chicago 9,14,1987).

También hemos visto que  los niños involucrados no se  refieren espontáneamente  a un hecho de Abuso sexual, por el contrario, la situación se inicia con la “sospecha  materna y /o del Abogado “, en base a signos inciertos y no prototípicos.

Se completa  con un cuidadoso e  inquisitivo interrogatorio a los niños, luego de las visitas a su padre, que termina en un ambiguo comentario. O el padre que ejerce la tenencia consulta a un profesional al que previamente se lo “ informa “ de la supuesta perversidad del ex-cónyuge, y del abuso  sospechado. Los dichos del niño también ambiguos y no específicos o las interpretaciones de los  terapeutas de  las manifestaciones de los niños,  son logrados en extensivos tratamientos focalizados en el Abuso sexual , con resultados que pueden estar contaminados por elementos como la sugestión no intencional del terapeuta hacia el niño.

! Es decir, que la espontaneidad es el elemento siempre faltante !

Estas expresiones de los niños parecen ser más el efecto de la presión del entorno y de la complacencia  ante la insistencia de los adultos, que originadas en una comprensión sobre lo que sucede.

Los mecanismos psicológicos por los cuales los niños en edad preescolar pueden hacer acusaciones falsas pueden diferir.

 

KAPLAN y KAPLAN * presentaron el caso de una niña de 5 años quien durante su régimen de visita en el transcurso de un litigio por tenencia acusó a su papá y al abuelo paterno de abuso sexual. La niña se vio envuelta en una relación de “FOLIE A DEUX” con su madre, quien se encargó de denunciar la acusación

GREEN * reportó 2 casos adicionales en los cuales aparentemente la falsa denuncia fue hecha por niños en edad preescolar.

El primer caso, fue un niño de 3 años, quién al comparecer judicialmente, aceptó como reales las alucinaciones y delirios paranoicos de la madre en acusar al padre de abuso sexual.

El segundo  caso, fue un niño de 4 años quién reveló después de muchos meses de terapia, que su repugnante testimonio ( en presencia de su madre) sobre su padre no había sido verdad. El niño había mentido para no sentirse excluido y para presionar para que la tenencia sea otorgada a su madre.

En la revisión  de ALAYNE YATES *, M . D. and TIM MUSTY *  éste fue el único caso de un niño de esa edad que conscientemente haya tenido la intención de mentir, aunque TERR *  describe un niño de 8 años quién después reconoció haber falseado la verdad a la edad de 3 años para burlarse de la Autoridad.

SCHETKY * and GREEN * sugieren que el niño que hace acusaciones falsas tiende a hablar de la temática del abuso fácilmente y resaltan la ausencia en la descripción del hecho de emociones características en otros niños que sí pasaron por esa circunstancia. Los niños que hacen acusaciones falsas utilizan:

·       Frases “ repetidas a lo loro “,Términos sexuales propios de un adulto, o están muy pendientes e interesados por lo sexual, pero no exhiben otros síntomas

 

Es decir aquí los autores se refieren a los síntomas específicos. Los niños tampoco hablan del dolor y sufrimiento que les causara la experiencia.

Algunos de los mecanismos por los cuales los niños de esta edad pueden ser llevados a realizar ERRÓNEAS DENUNCIAS , pero que ellos  perciben como verdaderas son:

1 - A través de la persuasión y/o sugestión del padre que ejerce la tenencia

2 - A través de la infiltración en la conciencia  de material de fantasías inconscientes sexuales del proceso  primario que se hacen  así conscientes

3 -   A  través de la emergencia en la conciencia de material inconsciente

4 -   El niño se identifica ( identificaciones proyectivas) con las expresiones  de un padre o madre dominante que ejerce la tenencia

 

Los autores suministran el  siguiente material de casos de niños menores de 6 años, quienes realizaron denuncias de Abuso deshonesto que luego se comprobó eran falsas.

Estas viñetas clínicas  representan una selección en función de explicar didácticamente algunas de las características dinámicas de los mecanismos anteriormente mencionados .

Caso 1 ( persuasión ) Durante el litigio de sus padres , Ann, de 4 años, describió como su papá frotó su “cosita” y cómo le había  gustado eso. La niña era incapaz de dar mayores detalles.

Respondiendo al abogado defensor, ella contestó que “como no podía recordar ese momento , su mamá se encargaba de hacérselo recordar una y otra vez”. Más tarde, la madre testimonió que, en realidad , ella pensó que esos abusos probablemente habrían pasado.

Los niños pequeños son susceptibles de ser persuadidos, de ser objeto de “lavado de cerebro” o soborno porque ellos son muy dependientes y pueden ser fácilmente engañados y usualmente necesitan agradar a sus mayores significativos. Tienen a su disposición una limitada información por su falta de experiencia y conocimiento de lo sexual  y carecen de juicio crítico, pudiendo afirmar puntos de vista totalmente opuestos sobre un mismo hecho o personas.

Algunas veces, los niños que son mal inducidos, o inducidos maliciosamente a denunciar hechos, entran en inconsistencias por no poder recordar los sucesos. ( el qué , cómo , quién y dónde ).

En los casos de denuncias falsas de Abuso, no presentan las angustias y miedos propios del niño que sufrió abuso ni tampoco pueden dar detalles de dónde, en qué momento pasó ni cómo.

 

    Caso 2 ( Niño bajo la influencia de la temática edípica ) Cuando Beth tenía 3 años de edad, sus padres se divorciaron y su papá se mudó a una ciudad cercana. Beth visitaba a su papá todos los meses 1 semana y por 2 semanas durante el verano. Ella siempre se sintió muy apegada a su padre y lo visitaba con agrado. Durante las vacaciones fue de campamento con él. Ellos algunas veces dormían en la misma bolsa de dormir porque la niña decía tener miedo de los animales durante la noche. Cuando tenía Beth 5, su papá le  presentó a su novia. Cuando llega la niña después de la visita al padre, se mostró sombría e irritada. Su mamá le preguntó si había sido abusada sexualmente, y Beth dijo que el padre la había acariciado, habían luchado en la cama y luego la había desnudado.

La niña asintió cuando la mamá le preguntó “Trató de hacerte el amor?” La niña estaba triste y llorosa durante el interrogatorio materno. Luego de una investigación preliminar efectuada por el Servicio de Protección Infantil, la visita del padre fue suspendida y la niña fue derivada a un servicio específico de terapia grupal para niños que sufrieron abuso sexual. Asistió a 25 sesiones, durante las cuales fue presionada a relatar o a expresar con material lúdico sus experiencias de abuso. El hecho de que Beth no revelase ninguna experiencia sexual por su propia iniciativa, fue interpretada por los terapeutas como resistencia y un indicador de que necesitaba más terapia.

También sus padres fueron evaluados por los terapeutas, quienes notaron que el papá solo había realizado prácticas comunes de todo padre y necesarias para el cuidado de un niño ( aseo) y que lo que Beth denominó “hacer el amor” significaba para la niña  “tener mucha simpatía y afecto por alguien”. El caso fue esclarecido.

Retrospectivamente, vemos que la niña respondió las preguntas por abuso sexual, estando bajo las influencias de la temática edípica, y el romance edípico que estableció con su papá, y por la tergiversación de un juego físico natural y normal en las relaciones entre padre e hija.

Lo referente a lo inadecuado de incluir a esta niña en un grupo terapéutico para niños que sufrieron abuso sexual cuando el hecho no estaba probado es altamente cuestionable.

Cuando el hecho no ha sido confirmado, el niño tendría que ser derivado a una terapeuta de niños, quien, como es de rigor, registra cualquier dato de interés y lo documenta. ( Ver ob.cit. por tener total consistencia con nuestra posición al respecto ya enunciada )

Las fantasías edípicas tienen especial incidencia en estos casos y pueden ser la base de una errónea denuncia de abuso sexual.

La metodología propia de la terapia para niños que sufrieron abuso, pueden despertar las fantasías básicas sexuales, porque el niño las verbaliza directamente, explícita cuestiones que en otro lugar y momento deben ser reprimidas .Aunque las fantasías edípicas pueden despertarse en circunstancias y actividades relacionadas con el sueño y la cama, con el baño o mediante las técnicas específicas de juego diagnóstico, el niño que no fué abusado, no cuenta con recursos simbólicos para especificar las características de un pene, de la vagina, del comercio sexual por el ano o por la boca, como los niños que han sufrido realmente abuso sexual.

Nosotros , reiteramos  entonces, la importancia de no contaminar la evaluación psicodiagnóstica realizada en sede pericial con la utilización previa de las Muñecas anatómicamente correctas, ya que son para el niño una fuente directa de conocimiento sobre la anatomía adulta, que de otra forma un niño normal no tendría.

Caso 3 ( Desórdenes Psiquiátricos) Los padres de Carl  se separaron cuando el niño tenía 3 años .Se le otorgó un régimen amplio de visitas al padre, que no obstante acusaba a la madre de múltiples fallas en su rol .

La batalla en la corte continuó hasta que el padre se casó y tuvo otro hijo.

 

Carl tenía 5 años cuando  le dice al padre que su mamá le pegaba, le daba patadas y mordía sus partes íntimas. En el servicio de Protección Infantil él dijo “muerde mi pene tan fuerte que tengo que dejarlo en su boca”. Carl fue descripto como un niño irritable, agresivo, sexualizado, y muy nervioso, con alto puntaje en la escala de Ansiedad (128 puntos.) Respuestas en el C.A.T. de siguiente tipo: “la mami y el pequeñito están andando en bicicleta, el bebé fue arrojado de la bici por accidente. Ella para y el niñito toma la bicicleta y se puso enfrente donde podía estar debajo de su vestido  “y otros contenidos bizarros y sexualizados.  Carl estaba muy interesado en exhibir sus genitales, mentir y manipular a los adultos.

El también entablaba juegos sexuales con otros chicos, estaba fascinado por los genitales de un perro, y le gustaba hablar de que había sido molestado sexualmente. También acusó a su terapeuta de abuso sexual cuando éste lo ayudó a salir de debajo de la mesa.

La madre estaba confusa y preocupada por las acusaciones hechas por el padre , un médico que entraba en cólera fácilmente cuando algo no estaba de acuerdo a sus deseos. Ambos padres, colmaban de toda clase de atenciones al niño que era hijo único. Aunque todos los exámenes psicológicos y médicos concordaban en dudar de que los Abusos hubieran en verdad ocurrido, la Justicia ordenó un severo límite a la visita de la madre para protegerla de denuncias falsas de Abuso.

 

 

 

APADESHI  

*     Todos los cargos al respecto fueron suprimidos, pero la disputa por la custodia continúa.

Carl estaba sólidamente identificado con las características de  dominación y enérgica personalidad del padre, a quien percibía como omnipotente.  Necesitaba fundirse con los aspectos poderosos de sus padre para mitigar sus sentimientos de inseguridad y de Indefensión. Aunque el padre persistentemente negó ejercer algún tipo de influencia negativa en contra de la imagen materna, su ira y rencor a su ex-esposa eran evidentes. Carl en apariencia, parecía compartir la opinión de su padre en contra de su mamá y actuaba patológicamente ( acting-out) el odio del padre hacia la madre.

Los caóticos pensamientos del niño, con emergencia de material del proceso primario y el deterioro de su sentido de la realidad fueron también factores que contribuyeron enormemente.

Comentando este caso clínico queremos agregar que existe un interesante y bien documentado trabajo de J. Adams  sobre la alta incidencia de las conductas sexualizadas en los niños con trastornos Psiquiátricos.( Ver Adams J.Child Abuse & neglect vol.19.n5 pp.555-568 ( l995))

Caso 4 (alucinaciones compartidas) El mecanismo por el cual un niño no psicótico puede compartir delirios con un adulto con el que convive, puede ser referido por el caso de Donna de 2 años quien vivía con su mamá. Todo el tiempo en que duró la tormentosa separación de sus padres, la madre había denunciado que suponía que la niña era abusada sexualmente por su progenitor. Por lo tanto se evaluó a la menor sin encontrar evidencias de ese daño. En despecho de lo cual, después que Donna regresaba de las visitas a su padre, la madre realizaba una inspección en los genitales de la niña concienzudamente y luego la interrogaba sobre si había sido abusada por su papá. Más tarde, la madre llevó a la niña a una Clínica psiquiátrica para que le hicieran una evaluación sobre abusos sexuales porque la niña se mostraba temerosa de los hombres. Durante una hora de juego diagnóstica ,la niña expresó como la aterrorizaba ser dañada  física y sexualmente. La madre fue descripta como una persona con una conflictiva no resuelta sobre la sexualidad y  en relación con los hombres.

La terapeuta de Donna, dijo que no había temática sexual  en sus juegos pese haber pasado más de 4 meses desde el inicio del tratamiento. Tampoco la evaluación médica rebeló ningún abuso sexual. Tampoco las posteriores evaluaciones psicológicas y médicas que se efectuaron judicialmente.

Se asignaron visitas supervisadas al padre, no para proteger a la niña sino para protegerlo a él de falsas denuncias y para prevenir  la victimización de la niña por las  inspecciones vaginales a que era sometida por la madre.

La madre de Donna estaba completamente convencida de que su hija había sido objeto de abuso sexual. Ella comunicó a la niña su concepción de lo peligroso que eran los Hombres y de que era probable que la violasen. Aunque Donna hablaba afablemente de su papá y no presentara ninguna evidencia de abuso, su miedo a los hombres y a la sexualidad eran una manifestación de las erróneas proyecciones de su mamá .

Otros ocho casos (escrito de BRANT and SINK) similares a los dos últimos fueron explicados sobre la base de un diagnóstico de “folie a deux” entre  padre e hijo.

El DS.M.III define este cuadro psicopatológico o delirio paranoico en el que una persona comparte los delirios y alucinaciones de otra persona con la que convive y que es un psicótico.

En el caso de Carl y de Donna el padre dominante tenía  opiniones equivocadas  sobre el otro progenitor  y aunque estaban emocionalmente trastornados, no eran psicóticos.

Una explicación más correcta de estos casos sería que los niños compartían identificaciones proyectivas de adultos muy autoritarios.

La identificación proyectiva es un mecanismo que no se circunscribe a los pacientes psicóticos sino que es especialmente común en sujetos con una personalidad bordeline. Pero también es un fenómeno de la normalidad , HOROWITZ describió a las identificaciones proyectivas como un mecanismo intrapsíquico y como un fenómeno interpersonal que está siempre presente en las relaciones interpersonales de carácter íntimo y en las relaciones conyugales.

La permeabilidad del los límites del Yo, que es una característica de los  vínculos muy próximos e  intensos,  permite una transferencia de una cantidad de contenidos mentales de un individuo a otro. De acuerdo a esto último, en los casos de litigio en Divorcios destructivos, con la falsa acusación, un pariente, el acusador, proyecta sus impulsos agresivos y sexuales sobre el otro ( el hijo) en un intento de dominarlo, devaluarlo, o de controlarlo.

El ataque es generado por una primitiva envidia y el deseo inconsciente de mantener una relación simbiótica con el hijo. El padre acusado,  es el receptor de estas proyecciones patológicas y no acordes a la realidad, siente ser objeto de una injusticia, estar manipulado y avasallado por el otro ( el acusador) y responde con odio, enojo e indignación. Esto sirve para confirmar como cierta la acusación y el acusador empieza a promover denuncias falsas intentando controlar al acusado y prevenir más  “transgresiones“.

 

En el proceso que describen los autores, mediante  la promoción  del arranque de furia del acusado, el acusador puede satisfacer su deseo de estar unido con su ex-cónyuge a través de la pelea. Este es amado y odiado al mismo tiempo.

En los casos de impedimento de contacto o litigios por tenencia, estas oscilaciones de proyecciones e introyecciones empiezan a generar frustración y confusión en todos, incluidos los abogados y los psiquiatras intervinentes . Por lo cual, estos casos tienden a caer en procesos largos e interminables y  sin claras resoluciones.

El niño, bajo la influencia de un padre que ejerce la tenencia en forma muy autoritaria, está inconscientemente involucrado en las percepciones y  distorsiones de su padre sobre la perversidad del otro progenitor.

Que los niños compartan las identificaciones proyectivas del adulto con el que conviven, se facilita por la posición dependiente del niño con respecto al adulto.

Que el niño comparta las percepciones del adulto que ejerce la tenencia, aún cuando no sean reales, es posible porque el menor no tiene aún cristalizada una identidad propia  y porque tiene una información muy limitada sobre los temas de la sexualidad .

Las identificaciones proyectivas que el niño comparte con el progenitor con el que convive  pueden continuar influenciando  en el niño cuando el padre está temporalmente ausente , por lo tanto, el niño puede proveer al psicólogo de datos sobre un  abuso sexual no sucedido estando bajo influencia de la persuasión paterna.

En los casos vistos , los niños “contaron la verdad”, lo que ellos consideraron era la verdad pero en realidad no fueron objeto de abuso por sus padres. En la experiencia de los autores,  los niños mayores de 8 años, rara vez o nunca realizan denuncias falsas sobre abuso a sabiendas, aún cuando ellos claramente quieren que la custodia sea otorgada a un padre y no a otro.

Algunas veces, se tiene noticia de un caso esporádico en el cual un niño menor de 6 años ha mentido conscientemente y fabricado mentiras sobre abuso sexual y ese problema merecería otros estudios.

Cuando un niño es persuadido por un padre que ejerce la tenencia, quien interpreta fantasías emergentes de la conflictiva edípica, como pruebas de abuso sexual o que sufre trastornos emocionales comprobables, es inverosímil cambiar, en la realidad psíquica de los actores , lo “verdadero” de esas historias. Otras veces, los niños que comparten las identificaciones proyectivas del padre que ejerce la tenencia, a menudo, pueden cambiar su percepción errónea del hecho y sus historias cuando ellos están alejados del padre conviviente durante un período y establecen una relación más fluida con el padre acusado.

Tal cambio disminuye la influencia de las identificaciones proyectivas del otro padre en el niño y la confrontación con la persona real del  padre acusado erróneamente.

Como comentario al trabajo de ALAYNE YATES,M.D. and TIM MUSTY, nosotros adherimos a la perspectiva de los autores:

Tres años es la edad promedio de los niños que en nuestra experiencia han sido involucrados en denuncias de estas características. Es importante dejar constancia que a partir de los 7 años, el desarrollo evolutivo del niño lo hace menos vulnerable a la sugestión y tiene suficiente información sexual como para entender las implicancias de sus dichos .Concretamente, puede establecer en una atmósfera adecuada el quién , el cómo y el dónde ( los elementos del develamiento con criterios de credibilidad ).

Por otro lado, nosotros no verificamos en ningún caso mentira deliberada por parte del niño, sino que a partir de la presión familiar,  los dichos del niño, sin significado sexual para él, y que el menor cuenta por la presión del interrogatorio materno, son distorsionados por el medio familiar conviviente.

Por ejemplo, contactos corporales normales de la relación cotidiana entre padre e hijo, el cambio de pañales, son mal interpretados por los adultos, incluidos los abogados y los  consultores de parte, en dirección a inferir un posible abuso. En ninguno de los casos se encontraron los síntomas de mayor especificidad  ni el perfil psicológico congruente con el hecho en el adulto acusado.

La prevalencia de Trastornos de la personalidad en los que existe un fuerte componente de  distorsión de la percepción de la realidad y de los mecanismos subyacentes de proyección de todo lo negativo, peligroso y persecutorio en el ex-cónyuge, también se verificó en los estudios psicodiagnósticos de los padres que ejercían la tenencia en nuestro estudio de campo. (Personalidades bordelines, personalidades histéricas con componentes psicopáticos )

Otro elemento coincidente y que merece un análisis separado es el tema de la convicción de los padres que ejercen la tenencia de que los hijos están en peligro de ser agredidos sexualmente en el hogar del otro progenitor.

Este temor es previo e infundado lo que es también es una característica diferencial con los casos de abuso comprobado en que la familia ,ya sea en casos de abuso intrafamiliar o extrafamiliar es sorprendida por el develamiento de abuso sexual del niño y no es creído en un primer momento por el impacto emocional que causa . En cambio, el padre conviviente, desde mucho tiempo antes interroga y previene al niño sobre posible abuso sexual. Busca indicios, en el comportamiento del niño o en alguna expresión neutra suya de posibles hechos abusivos.

Más recientemente, William Bernet (1993), investigó el tema de las denuncias erróneas de Abuso sexual. Queremos especificar que utilizamos el término Abuso sexual no en su sentido jurídico sino según las definiciones usadas en Psicología, es decir, el contacto sexual entre un niño y un adulto, en el que el niño es usado como objeto y por lo tanto nunca es complaciente .

Bernet (1993) indica que el objetivo de su trabajo es clasificar y definir varios tipos de denuncias falsas. El método usado fue la  revisión de 40 artículos y libros, que contienen literatura sobre el tema. El mérito del estudio de Bernet es la clarificación del concepto de adoctrinamiento, sugestionabilidad infantil, fantasía, ilusión ( percepción errónea de un estímulo externo real), mal interpretación, comunicación equívoca, mentira inocente, mentira deliberada, confabulación, pseudología fantástica, sobreestimulación, contagio grupal, substitución del perpetrador.

 

Mediante la especificación de los mecanismos que pueden explicar porqué una denuncia es errónea , el autor logra su correcta clasificación . Esto es  de relevante importancia  tanto en el ámbito clínico como en el campo forense. ( ver EN EL CAMPO DEL ABUSO SEXUAL INFANTIL William Bernet.D. J . AM .ACAD .CHILD .ADOLESC .PSYCHIATRY ,32 : 5 ,SEP.1993)

Las definiciones de los posibles  mecanismos operantes, se basan en la experiencia clínica. y la revisión de la Literatura sobre el tema por parte del autor. Su enfoque  difiere del de Yates y Musty, porque se va a centralizar en el tema de la Mentira.

En relación a lo cual cita diferentes trabajos , Ford y col.(1988) revisaron el tópico general de la mentira e indicaron que tenía múltiples determinantes , incluyendo lo evolutivo, lo biológico , lo social y lo psicodinámico. Chagoya y Schkolne (1986) publicaron una revisión de la literatura de niños que mentían  relacionando la mentira y los conceptos psicoanalíticos; los conceptos evolutivos  y la interacción del niño con sus padres. Ekman,(1989) presentó distintos temas que pueden  motivar la mentira infantil .

El tema del desarrollo evolutivo de los niños, la gradual distinción entre fantasía y realidad ha sido bien tratado por Goldberg (19730 Piaget (1965) y Quinn (1988).

Los chicos pueden hacer falsas denuncias en las evaluaciones psiquiátricas. Algunas veces, los niños hacen falsas negaciones del abuso.

La clásica descripción de la falsa negativa del abuso incluye : la secreta asociación con el padre que comete incesto.(Rush, 1980); la “fase de supresión “, cuando la familia presiona al menor a retractarse de sus denuncias ( Sgroi, 1982) y el “Síndrome de Acomodación del Niño abusado” que explica las complejas razones que motivaron a jóvenes niñas a negar el incesto sufrido. ( Summit, 1983).

Otros casos de niños que hacen falsas denuncias, han sido descriptos por Benedeck y Schetky (1985);Claward y Rivlin (1991); Everson y Boat ( 1989);Green (1986) Goodwin y col (1978,1980) Kaplan y Kaplan (1981);Peters (1976) ;Schetecky y Green (1988) Schumann (1986,1987) y Yates y Musty (1988). Muchos de los ejemplos de falsa denuncia usados en el trabajo de Benedek que comentamos ,fueron tomados de estos artículos.

Mikkelens y col. (1992) propusieron 4 subtipos especiales de FALSA DENUNCIA DE ABUSO SEXUAL:

(a)   Originadas en las disputas legales por custodia y régimen de visita de los menores involucrados;

(b)  Originadas en acusadores con disturbios psicopatológicos

(c)   Originadas en la manipulación consciente del niño

(d)  Causadas por elementos iatrogénicos. ( ver Cuadro 1- Denuncias erróneas de Abuso sexual )

 

Myers y col. revisaron el rol de testigos expertos en los litigios de tenencia e impedimento de contacto en cuyo transcurso surgen denuncias de  abuso sexual. Muchos autores han sugerido guías clínicas  específicas , incluidos Benedek y Schetky * (1987 a, 1987 b);Clawar * y Rivlin * (1991) ;Young * (1986);Gardner * (1992) Jones * y Mac.Graw *(1987)’;Nurcombe * (1986);Quinn * (1986,1992) ;Schetky * y Green * (1988) y Terr *(1986).

La Academia Americana del Niño y del Adolescente (1990) publicó guías para la evaluación del Abuso. En esta Guía dice que  “... la posibilidad de falsa denuncia necesita ser considerada, particularmente si la denuncia fue promovida por el padre que ejerce la custodia y no directamente por el niño, si los padres están dentro de un litigio por custodia disputada y/o el niño es menor de seis años ...”  (Ver False Statement and the differential Diagnossis of Abuse Allegations, William Bernert, J.Am.Acad.Chil Adolescent Psichiatry, 32: 5 Sept. 1993, pág. 903)

Benedek destaca los disensos entre los profesionales sobre el tema de los límites de la competencia en la evaluación del psicólogo en los casos de Abuso sexual.

Como lo hicimos al inicio de este trabajo, en el Capítulo “El diagnóstico de Abuso sexual: una práctica controvertida “,destaca como ejemplo de las limitaciones de la Ciencia psicológica en el área del abuso infantil, las disensiones de los profesionales y la falta de indicadores específicos que tan claramente ilustró la experiencia de .Horner y col.(1992) en la cual describió como diferentes profesionales en Salud Mental arribaron a diferentes conclusiones en relación a un material de  casos cuando se le preguntó si  había ocurrido o no abuso sexual. ( La mayoría de los profesionales se equivocó).

Muchas investigaciones han examinado la sugestionabilidad del niño. Por ej. Cohen y Harnick (1980) compararon la memoria entre niños pequeños y los niños mayores y como podría influenciar el efecto de la sugestión. Goodman y Reed (1986) hicieron una comparación entre los niños muy pequeños (3 años) , niños de 6 y adultos en relación a la forma en que recordaban sus interacciones con un adulto no familiar y como los sujetos del estudio podían resistir a sus preguntas inductivas y sugerentes. Ellos encontraron que los niños muy pequeños carecen de seguridad para responder preguntas objetivas y que pueden caer  fácilmente en errores por efecto de preguntas sugestivas.

También concordaron en que la falta de recuerdos numéricos disminuye con la edad. Johnson y Foley (1984) encontraron que los niños jóvenes ( menos de 8 años ) tenían más dificultad que los niños mayores en distinguir entre eventos imaginarios y otros que ocurrieron en realidad.

Resultados sobre investigaciones en esta área fueron publicados en libros editados por Ceci * y col *.(1987) y por Doris * (1991).

Terr * (1990, 1991) estudió la memoria y la credibilidad de los niños en el contexto de un elaborado experimento. Ellos encontraron que los niños de Chowchilla podían hacer un completo informe y que tenían una muy vívida memoria de detalles de la matanza de la que habían sido los únicos sobrevivientes. Algunos, describieron interpretaciones erróneas en la forma de ilusiones visuales, que Terr * pensó ocurrieron por efecto del golpe traumático como resistencia y oposición a repetir el trauma..

Raskin * y Steller * (1989) han teorizado una “metodología comprensiva” para evaluar la credibilidad de las denuncias de Abuso sexual, que incluía exámenes poligráficos del acusado y un informe de la credibilidad del testimonio infantil. Raskin * y Esplin * (1991) describió un experimento que contenía los criterios básicos contenidos de las descripciones infantiles para poder distinguir entre falsas denuncias y denuncias verdaderas.

Aunque estos autores asumen que generalmente las denuncias infantiles son verdaderas, ellos probablemente también admitirían que podrían existir falsas denuncias.

Por ejemplo:

·       La confusión infantil entre realidad y fantasía

·       Adoctrinamiento malicioso o los disturbios mentales de un padre

 

La sugestionabilidad infantil o la coerción psicológica deben ser considerados en la entrevista preliminar.

El problema común y práctico que intentó resolver Benedek , es cómo poder distinguir la denuncia errónea de la que no lo es . La “fantasía” más común de los clínicos es que se trate de una confabulación o mentira patológica, pero esto en realidad no sucede y no hay registros clínicos al respecto. Es decir en estos casos el niño nunca “confabula”, sino que tienen lugar otros mecanismos que se suministran a continuación:

Trataremos de clarificará los conceptos de Adoctrinamiento, Sugestionabilidad, Fantasía, ilusión, Interpretación errónea, mentira inocente, mentira deliberada, confabulación, pseudología fantástica, sobrestimulación , contagio grupal, sustitución del perpetrador.

Para mayor claridad, consideraremos los distintas formas de diagnóstico de Denuncias de Abuso sexual. ( Cuadro 4)

Una particular forma de falsa denuncia ( vista por Bernet en niños que sufrían síntomas de Pseudología fantástica ) no fue descripto en la literatura reciente. Este trabajo incluye 3 ejemplos de falsa denuncia que parecen ilustrar el fenómeno de pseudología fantástica.

Las siguientes posibilidades  pueden darse cuando un niño es llevado a la evaluación de denuncias de abuso sexual.

1) La denuncia es verdadera : El niño y su padre están seguros y son veraces. Este es el caso más usual, en el 90% de los casos ( Cantwell, 1981)

 

2) Mal interpretación y sugestionabilidad parental :  El padre puede estar ansioso, temeroso y angustiado .El padre ha tomado una inocente o neutral parte de un comportamiento, lo ha magnificado en el peor sentido, e inadvertidamente induce al niño a garantizar su mala interpretación de los hechos. Yates y Musty (1988), según ya destacamos , describieron una familia divorciada en la cual la madre sostenía que el padre había abusado sexualmente de su hija de 2 años. Los servicios de protección infantil determinaron que el abuso no había existido. Después de cada visita del padre, la madre continuamente inspeccionaba los genitales de la niña y  le preguntaba con insistencia si había sido abusada sexualmente. La madre consultó a una terapeuta porque había notado el marcado miedo a los hombres de la niña .Después de 4 meses de terapia la niña “puso una muñeca masculina en el área vaginal de la muñeca femenina y dijo a la terapeuta “mordiendo, mordiendo “. Esta intervención de la profesional obró como sustento a los temores y sospechas maternos.

Es interesante la coincidencia con los casos ya mencionados en el Capítulo II donde analizamos 3 casos clínicos muy similares a este y con la utilización de Muñecas Anatómicamente Correctas.

Todos estos casos coinciden en los siguientes puntos:

·       Ausencia de revelación  espontáneo de la niña . Luego de varias sesiones , un comportamiento neutro , no sexualizado , del niño con la muñeca, es interpretado por la terapeuta como indicador de abuso. Recordemos en apoyo de esto último, el ya referido estudio de Boat que aconseja no sobreinterpretar el juego infantil con las muñecas como indicador de Abuso. Sobre la mala práctica de su uso diagnóstico ya nos hemos referido con mayor amplitud en el capítulo específico.

 

Prosiguiendo con el caso descripto por Yates, ante la insistencia materna , los servicios de Protección volvieron a investigar el caso y otra vez determinaron la no ocurrencia del abuso.

3)    Mal interpretación de signos físicos: Un padre vengativo o sumamente ansioso o un Profesional de la salud que fue mal informado puede llegar a la conclusión que los daños y lesiones del niño fueron causados por abuso sexual .Robert, que tenía 8 años, era hijo de padres separados. El vivía con su madre y pasó una largo verano con el padre. Luego del reintegro del niño al hogar  materno, el niño fue llevado a un psiquiatra porque su madre pensó que había sido abusado físicamente y sexualmente  por el padre durante el veraneo. Ella había inspeccionado al niño y encontrado marcas en la espalda que  pensó eran quemaduras de cigarrillos y que se extendían cerca del pene y del pubis.  En la investigación durante el proceso legal , las marcas de cigarrillos resultaron ser picaduras infectadas de mosquitos y los hematomas abdominales resultado de surfear en la playa. Este mecanismo como iniciador de las “sospechas” de Abuso sexual, también es referido en uno de los casos citados. La madre indica que la niña se quejaba de ardor y picazón en la zona vulvar ,que es interpretada por la profesional actuante como signo de Abuso y  que sustentó el “diagnóstico”. Durante el proceso legal, el Pediatra de la menor indicó que la niña padecía desde larga data de öxiurus , lo que producía el rascado de la zona anal y vulvar, su infección y otros síntomas como irritabilidad, trastornos del sueño, etc. Estos datos de la historia clínica de la niña fueron  corroborados por la Autoridad Judicial y por el Médico legista que no encontró signos físicos de victimización sexual.

 

La profesional actuante recepcionó la opinión materna omitiendo interconsulta al Médico Pediatra.

4)  Ilusión (La ilusión es una  Percepción real a partir de la cual se elabora  una interpretación errónea ) El padre tiene  una personalidad de características  Paranoides. Ha participado activamente para imponer su percepción distorsionada de la realidad al niño que ahora comparte la misma ilusión (  Ilusión en el sentido de una percepción correcta, acorde al principio de realidad pero a partir de la cual se superpone la interpretación delirante).El niño y su padre  comparten un “folie ä deux” o el niño puede simplemente contribuir al delirio tratando de acomodarse a la insistente afirmación del padre de que el abuso realmente sucedió. Green * (1986) presentó el caso de una niña de 9 años cuya madre pensaba que su ex - esposo la había molestado sexualmente desde su más tierna infancia. La niña dijo con repugnancia que el padre la había toqueteado en la cama. La niña más tarde dijo que el testimonio no fue verdadero, pero que ella había sostenido la falsa denuncia para complacer a la madre y  como reacción  a la insistente persistencia de la madre en que el abuso había sucedido. En la evaluación , la madre expresó que se había equivocado en sus interpretaciones  relativas a la relación incestuosa padre-hija.

 

5.  Adoctrinamiento del padre; El padre fabricó la denuncia e instruyó al niño sobre lo que debía decir. Clawar * y Rivlin *    (1991) ha presentado muchos ejemplos de “programación” de los niños, especialmente en los casos de custodia disputadas. En un caso, (pp. 53-55 Ob.cit.) una niña de 12 años testificó falsamente en la Corte diciendo que su padre hizo que ella tocase su pene cuando se metió en la cama de la menor. La denuncia falsa de la niña, fue , en parte , debida al adoctrinamiento materno y parte fruto de sus mentiras .

 

6.  Sugestión del entrevistador: Los entrevistadores previos a la evaluación forense, pueden haber inadvertidamente contaminado la evidencia por las preguntas realizadas  en forma sugerente y directiva. Benedek * ejemplifica este mecanismo de la siguiente forma :Un nuevo miembro de un staff. de una agencia de un servicio de protección entrevistó a una niña de 4 años y le preguntó si el padre le había tocado sus zonas genitales. La niña dijo que no. El trabajador social le volvió a insistir. La niña dijo que no. El trabajador social le dijo que si la niña le contaba lo  que había pasado con el padre iban a jugar juntos. La niña volvió a negarse, el entrevistador hizo girar a la niña en la silla, lo que le encantó. El trabajador social dijo que volvería a jugar con la silla si le contaba que le había sucedido con su Papá. “ La niña dijo que el padre había tocado sus partes íntimas”.

El quinto proceso que ha sido descripto involucra o una persona externa que ejerce influencia sobre el niño o sobre la situación en diferentes direcciones. El próximo de los procesos son mecanismos mentales que tienen lugar en la mente infantil.

7.  Fantasías Edípicas: El niño puede confundir fantasía con realidad. Esto es un fenómeno muy común  en el caso de los niños pequeños. Por ejemplo, un niño en una Jornada de Cuidados en un Centro de Cuidados, puede decir que otro niño ha sido abusado sexualmente. Puede confundir su propio punto de vista con el de los otros y pensar que lo que le sucedió a otro niño le pasó a él mismo. Las fantasías edípicas como una explicación de las denuncias falsas fueron estudiadas por Rosenfeld y col. (1979).Ellos exploraron algunas de las complejas dificultades en distinguir que es atribuible a la fantasía en los reportes de incesto .

8.  Delirios psicóticos; Aunque raros, los delirios y alucinaciones acerca de la sexualidad pueden suceder durante los momentos psicóticos. El caso de Jenny, de 15 años, que era miembro de una programa de internación para psicóticos. Ella tenía desorganización témporo-espacial, delirios paranoicos, terrores y rechazo al alimento y negativismo. La familia sabía que la menor había sido tocada indecentemente por un tío. Durante los días en que estaba claramente psicótica, Jenny decía insistentemente que el tío la había violado. Fuera de los momentos agudos, Jenny aclaró que la había tocado e intentado besarla pero no la había violado.

9.  Interpretación errónea: Una interpretación errónea puede estar causada por una falsa creencia, pero derivada de algo que realmente sucedió en un primer momento. Un niño pequeño con una interpretación errónea puede decir que dos personas están peleando, cuando en realidad están teniendo relaciones sexuales. Un  adolescente temprano ,en  el afloramiento de su sexualidad ,puede malinterpretar una palmada en las nalgas como una caricia sexual.

10.  Comunicación errónea: Una falsa denuncia de abuso puede estar originada a partir de un equívoco verbal. El niño puede no   entender una pregunta del adulto o entenderla mal, el adulto puede mal interpretar o tomar alguno de los dichos del menor fuera del contexto. Yates * y Musty * (1988) han descripto el caso de una niña de cinco años, cuya madre la interrogaba sobre un posible abuso sexual del padre. La niña parecía entender el sentido de la  pregunta cuando la mamá le preguntó “Tu padre hizo el amor contigo? ”Contestó afirmativamente. Como resultado de esta pregunta , la niña recibió tratamiento psicoterapéutico durante muchos meses. La evaluación psiquiátrica posterior determinó que la niña pensaba que hacer el amor era que su padre y ella se querían mucho.

Comentando este caso descripto por Yates * y Musty *, queremos enfatizar una vez más que es parte de la evaluación psicológica del niño el poder determinar qué tipo de información maneja sobre la sexualidad y que significa para el niño por ejemplo “Papá me tocó”, porque en un niño de 3 años que usa pañales , esto puede significar que su padre realiza los tocamientos como parte de su higienización y que cualquier otra implicación sexual, sea totalmente ajena al espíritu del niño, por serle totalmente desconocida.

Los siguientes dos procesos, confabulación y pseudología fantástica, son algunos mecanismos que tienen ocurrencia en la mente infantil. Con el tiempo, el niño puede confundirse y sufrir una distorsión en su memoria.

11. Confabulación: Este término ha sido definido como “ el acto de reemplazo de fragmentos perdidos de la memoria por la fantasía o por una realidad no acorde a lo sucedido “ (Campbell,1989,pág.146). El concepto de confabulación , usualmente implica que el paciente fabrica historias o sucesos como una respuesta a las preguntas sobre eventos que actualmente la persona no puede recordar realmente. En algunos casos, diferentes autores han usado el término confabulación en distintos sentidos. Ceci * ( 1991,p.8) usó la palabra “confabulación “ para referirse a la mentira consciente y deliberada. Nurcombe * (1986) definió el término como “una fantasía personal que el sujeto percibe como realidad”.

Kopelman * (1987) ha encontrado que la gente normal confabula en la misma forma que los pacientes con Mal de  Alzheimer y de diferente manera que en el Mal de Korsakoff. Lo diferencial es que los pacientes con compromiso orgánico pueden confabular dentro de los 30 seg. posteriores después de escuchar una historia en particular, mientras que la gente normal usualmente no empieza a confabular antes de las 2 semanas después de escuchar la historia. Benedek * y Schetky * (1987a) dicen que los niños pueden “llenar los blancos de su memoria con confabulaciones “. Ellos también indicaron que esto puede ocurrir cuando el entrevistador , en forma repetitiva e insistente presiona a los niños para suministrar información que el niño no recuerda realmente. Los niños pequeños puede asimilar las sugestiones de los padres o personas en su memoria. Ellos , de esta forma , confabulan en parte o en la totalidad los sucesos que no pueden recordar.

Saywitz * y col *, (1989) han realizado descubrimientos sobre la sugestionabilidad infantil. Ellos describieron un ejemplo de confabulación de una niña .En este estudio, 36 niñas pequeñas de 5 a 7 años, llevadas a un chequeo médico que no incluía  ninguna examinación genital ni anal, eran interrogadas una semana después, y tenían que describir que había pasado durante el examen. Durante el proceso de rememoración espontánea , ninguna de las 36 niñas narró ninguna examinación anal o genital.

Cuando específicamente fueron interrogadas sobre si fueron tocadas en las partes íntimas, 3 de las niñas dijeron que sí. Este es un ejemplo de sugestionabilidad infantil favorecida por el entrevistador.

Una de las niñas, dijo que el doctor le había colocado un termómetro en el recto, este es también un ejemplo muy claro de confabulación.( El niño percibe que se le pide que recuerde algo y como el recuerdo no surge, llena los “vacíos “con lo que cree que el adulto desea escuchar , en este caso contenidos relacionados con lo sexual, lo anal)

12. Pseudología Fantástica: Llamada también mentira patológica, ha sido definida como “contar historias sin motivos adecuados y discernibles, con convicción de que son verdaderas “ (Campbell * 1989,p.569) En algunos casos, al final de la evaluación psicológica se pueden revelar los motivos subyacentes a la pseudología (Gerarcioti * y col *. 1987)La Pseudología fantástica es un viejo término de la Psiquiatría alemana creado por Delbruk * (1891) .El término fue usado también por Kraepelin * (1907,pp.526-531) y por Bleuler* (1924 p.108).

La Pseudología ha sido bien estudiada en los adultos psicópatas, en quienes sufren el Síndrome de Munchausen y en los que tienen desórdenes mentales orgánicos. Kohut * (1966) explicó la pseudología en términos de trastorno del narcisismo, y la explica por una patológica expansión del Self Grandioso del sujeto.

En la psiquiatría infantil, el concepto de mentira patológica fue tratado por Healy * y Healy * (1915).Ellos describieron muchos tipos de mentiras patológicas en los niños pequeños que eran evaluados en una Corte de Menores.

Selling * ( 1942) dijo que el mentiroso patológico tiene una “definida tendencia a decir falsedades en relación a materias que pueden ser fácilmente verificadas y que sus mentiras pueden servir a motivos no obvios “

En la literatura psicoanalítica, Deutsch * (1982) describió la pseudología fantástica adolescente en un trabajo originalmente publicado en 1923. Ella definió a la pseudología como un “sueño diurno comunicado como realidad “  a causa de severas frustraciones o decepciones.

Charlie de 5 años, fue llevado al Psiquiatra para ser evaluado porque en forma repetitiva realizaba juegos sexuales en el kinder y con sus amigos. Le dijo a su madre que el había aprendido sus “jueguitos” en el transcurso de un día de cuidados especiales en un Centro de Salud. Después de una inicial duda, Charlie empezó a contar entusiastamente detalles de varios diferentes “jueguitos “de contenido sexual. Decía que conocía cientos de ellos. El discurso de Charlie, a través de varias entrevistas fue exuberante, expansivo, elaborado , y relacionado con las rutinas vividas durante el día de cuidado intensivo. Además dijo haber concurrido a 10 colegios diferentes, que había vivido en México, que un niño introdujo un lápiz adentro del pene, y otras mentiras. La impresión del autor es que Charlie estuvo estimulado sexualmente en varios sentidos, pero mucho más estaba afectado por el fantaseo. Muchos de los dichos del niño son similares a los registros de otros autores. El niño dijo que había visto a un niño con su pene enteramente ensangrentado, esto coincide con algunos rituales satánicos.

En relación a experiencias de rituales satánicos, con contenidos sexuales y referidas por niños y adultos, parecen ser un rasgo frecuente en las denuncias erróneas según varios autores  en los casos de Síndrome de Falsa Memoria. (Loftus *, Gardner * (1995)), debida a  la estimulación  de las fantasías inconscientes sexuales por parte del entrevistador.

En la  revisión de recientes publicaciones psiquiátricas Bernett *, no registró ningún caso de denuncia sexual falsa por pseudología fantástica infantil. Pero varios de los casos que mencionan  otros autores , pueden ser explicados por este mecanismo.

Yates * y Musty * (1988) destacaron el caso de un niño, Carl 5 años, que había contado elaboradas historias sobre abuso sexual, frente a muchos psicólogos y psiquiatras. Era un niño impulsivo, gustaba exhibir sus genitales, mentir, y manipular el entorno.

El “gozaba hablando de abuso sexual”, Carl denunció a los servicios de Protección Infantil que su madre había mordido su pene. “mordió tanto mi pene que tuve que introducirlo en su boca”.

En un hogar sustituto, acusó a su terapeuta de molestarlo con intenciones sexuales, y dijo que su padre sustituto lo había corrido con sus pantalones desabrochados.

En la  literatura antigua, Healy * y Healy * (1915) han dado muchos ejemplos de falsas denuncias de abuso sexual que pueden ser  consideradas producto de la pseudología fantástica.

William Haley *, fue el primero en introducir las Cortes Juveniles en USA., pensó que la mentira patológica era un fenómeno diferente que la mentira ordinaria del delincuente. El dijo que la mentira patológica ocurría solo en el 1% de los delincuentes y que la “acusación falsa patológica” ocurría en el 0,5% de los casos.

Para ejemplificar esto último, Haley * se refiere al caso de una niña: Bessie, de 9 años, que acusó al padre y al hermano de incesto.

La niña había vivido en muchos hogares sustitutos y había estado con su padre solo 6 meses. Bessie tenía una dramática forma de describir a su padre  como “morboso mental”. Dijo que estaba obligada a mantener relaciones sexuales con su padre y hermano durante todas las noches. También describió experiencias sexuales ocurridas a los 5 años, que iban desde la autoestimulación a participar en las relaciones sexuales de terceros. Ella dijo que sus experiencias sexuales involucraron a niños y niñas de sus anteriores hogares de tránsito. Después de la evaluación de este caso, Haley * opinó que la niña “había tenido una variedad de experiencias sexuales anteriores” pero él llegó a la conclusión de que estas dramáticas historias estaban lejos de ser ciertas y de ser sucesos reales, y que no había ocurrido el incesto.

Destacó que la “primer historia de la niña estaba tan bien narrada que muchos habían sido convencidos de su veracidad y de la culpabilidad del padre “.

Los siguientes dos procesos involucran mentiras. Anna Freud * (1965,p.115) descubrió tres formas :

·       Mentira inocente

·       Mentira patológica

·       Mentira del delincuente

Kerns (1987) claramente distinguió entre mentira , mentira patológica , ilusión y confabulación.

El tópico de la mentira infantil ha sido bien estudiado por Chagoya * y Schkolne * (1986), Ekman * (1989), S.Freud * 91913) y Goldberg * (1973)

13.   Mentira Inocente: Los niños mienten por muchos motivos, frecuentemente fabrican denuncias falsas como un medio de manipular una situación en la que están afectados. Gesell * y Ilg * (1946) dijeron que un niño normal de 4 años “contaba grandes mentiras”. Para ilustrar este fenómeno, Goldberg * (1973) destacó como un niño de 3 años anunció a su madre, al término de una conversación con el doctor, que éste le había prohibido comer  verduras. Cuando la madre le dijo que hablaría con el doctor para estar más segura de los dichos del niño, éste agregó que el doctor había muerto. Derdeyn * y col *. (1992) presentó un incidente de mentira inocente que terminó en una denuncia de abuso sexual. Justin de 4 años, jugando con sus muñecas, tocó con el  pene a su muñeca y le dio un sonoro beso, estos comportamientos fueron observados por la madre, que le preguntó “Justin, que estas haciendo?” y el niño solo dijo una única palabra : “Papi”.

En la evaluación del caso, los autores determinaron que existía un conflicto grave entre los padres, quienes estaban divorciados. El niño , probablemente, había entrado en una “mentira inocente” para desviar la ira materna de él y dirigirla contra el padre.

 

En el futuro, podrían aparecer más casos de falsas denuncias de abuso sexual sobre la base de una mentira inocente del niño, dada la actual tendencia a  instruir al niño y de enseñarle la diferencia entre “buenos contactos” y “malos contactos”, esto podría, según Bernett * , en algunos casos, derivar en que un niño que no fue abusado sexualmente pueda hacer una denuncia falsa sin conocer las implicancias de su mentira.

14. Mentira deliberada:  Se refiere a las mentiras que tienen una utilidad, son intencionalmente fabricadas y que son comunes en los niños y adolescentes. Los niños mayores pueden entender en toda su dimensión los problemas morales y legales pero igualmente distorsionar la realidad para conseguir ventajas personales. Wanda, de 14 años, quedó embarazada y tenía mucho miedo de la repercusión de este hecho en sus familiares. Ella mantenía relaciones con un joven de 18 años, pero acusó a su padrastro de abuso sexual. Su mentira servía al doble propósito de proteger a su novio y de perjudicar al padrastro, al que no aceptaba.

Los próximos mecanismos descriptos en este trabajo, son , la sobrestimulación, contagio grupal y sustitución del perpetrador y  pueden ser la explicación subyacente a un caso de falsa denuncia de abuso sexual.

15. Sobreestimulación: Schetky * y Green * (1988) ha elocuentemente descripto como algunas prácticas Parentales, tales como caricias corporales y nudismo pueden ser una crónica sobrestimulación para los niños. Aquí Bernett * no realiza la siguiente aclaración que nosotros consideramos indispensable :

Existen ciertos comportamientos de los adultos, por ejemplo compartir la intimidad del baño, vestirse en presencia de los hijos, etc. que implican para el niño una situación traumática que su psiquismo no puede resolver. En la educación cotidiana, los padres ayudan al niño a interiorizar los mecanismo de la represión de la sexualidad. Este proceso se logra mediante:

·       La separación intergeneracional

·       La separación de los  espacios ( dormitorios separados )

·       La separación de la  sexualidad de los padres (la sexualidad adulta no debe ser vista por el niño y es un Tabú)

·       La prohibición de la  visión del cuerpo del adulto

 

En el desarrollo infantil existe un pasaje de la expresión de afecto mediante el cuerpo a la expresión mediante el lenguaje.

La lactancia en la que existe un íntimo contacto cuerpo a cuerpo entre madre-hijo, es vehículo privilegiado del intercambio de afecto y  ejemplifica el momento inicial del pasaje gradual y normal de la comunicación afectiva  corporal entre el progenitor y el niño.

Gradualmente, al igual que la lactancia ya no es necesaria cuando el niño adquiere otras formas de sustento, la caricia y el contacto corporal estrecho dejará lugar a la palabra como vehículo de expresión de amor.

El bebé necesita de la proximidad del cuerpo del adulto, de su caricia como expresión de que es amado por el progenitor, pero el niño en la edad edípica preferirá  la expresión verbal del amor parental y ser ayudado a efectuar este pasaje. Por lo tanto, formas de expresión de amor que serían adecuadas para el bebé, en el niño edípico actúan como elementos de seducción del adulto.

Cómo consideramos este término de seducción del adulto? Creemos que no nos apartamos del sentido que quiso darle Bernett *, explicando que se tratan de comportamientos del adulto, como por ejemplo permitir al niño que duerma con él, ya sea esporádicamente o permanentemente, bañarse con el hijo, etc. que para el adulto no posee ninguna intencionalidad sexual, pero que  exponen al niño a una sobreestimulación de su sexualidad infantil y no permiten encauzar adecuadamente su sexualidad infantil.( represión de la sexualidad infantil para adecuarla a los requerimientos de la Cultura).

Estos comportamientos Parentales de seducción, sin ser esencialmente comportamientos abusivos, porque el adulto no utiliza perversamente al niño, ni tiene intencionalidad sexual. Pueden ser problemáticos en el contexto de las separaciones por divorcio. Queremos enfatizar además que son negativos para el niño y que tanto la madre como  el padre deben evitarlos. ( Ej. No permitir al hijo/a ver la desnudez de la madre. No compartir con ella el ámbito de la higiene personal. No permitir al hijo/a dormir con la madre. Idénticamente en el caso del varón.)

Por ejemplo:

Una  madre puede reaccionar exageradamente en medio de una relación de seducción mutua entre padre e hija,( caricias corporales que no involucran los genitales, como por ej. Abrazos prolongados )  sin ser relación erotizada y denunciarla como una relación de abuso sexual.

16. Contagio grupal: El padre y el niño pueden ser víctimas de una estado de histeria causado por rumores o acontecimientos públicos relacionados con el abuso sexual. Podríamos  describir el contagio grupal a nivel histérico que conceptualizó Freud * , como un fenómeno grupal  en el que existe  un rasgo común a partir del cual se identifican los sujetos. Este rasgo común es  un peligro externo, publicado por los medios de comunicación ( ej.  rapto, violación de menores).Estos acontecimientos externos, despiertan en la gente modificaciones no intencionales de lo escuchado , en función de sus necesidades inconscientes. ( Según los mecanismos del Rumor estudiados por Allport * ).

Como el rumor se transmite en forma oral, es muy sugestivo y muy convincente. La sociología y la explicaciones basadas en el contagio histérico fueron revisados por Gehlen * (1977) .Su visión de que el contagio histérico es un tipo de locura, en el cual los participantes ven en función de sus expectativas “exhibiendo ciertos comportamientos que darán derecho a considerarlos como beneficios secundarios del rol actuado”.

 

Kenner * (1988) sostuvo que este mecanismo de contagio grupal tiene su incidencia en las denuncias falsas por abuso sexual en los Centros de internación  infantil.

17. Sustitución del perpetrador: Uno de los más graves aspectos de estas evaluaciones sobre Abuso sexual , es que el niño realmente pudo haber sido abusado sexualmente ( es decir manifiesta síntomas consistentes de Abuso sexual ) ,pero  la identificación del acusado es incorrecta y esto es el aspecto falso de la denuncia. Este es un problema no simple, la sustitución no dependerá de los mecanismo anteriormente descriptos. Sino que puede resultar de la infiltración de fantasías provenientes del Complejo de Edipo, en el que un tío que abusó sexualmente del niño puede ser confundido con el padre .

Los niños psicóticos quienes fueron victimizados por una persona, pueden desarrollar un delirio que involucra a varias. A través de la pseudología fantástica o los mecanismos de confabulación, un niño también puede hacer una sustitución de la persona. Y de acuerdo a esto, el niño puede mentir sobre la identidad del perpetrador.

Complementando lo expresado por Bernett *, nosotros hemos registrado un caso de sustitución del perpetrador:

En una niña de 12 años, con una grave depresión. Durante la evaluación psicológica forense a pedido del padre en el litigio por régimen de visitas, la niña indicó que había sido violada por su padre. La niña presentaba los síntomas típicos de victimización sexual para su edad  y evidencia física (desgarradura del himen de reciente data). Su descripción de los hechos era consistente, contenía detalles contextuales que hacían creíble su relato, fechaba los hechos durante el último año, indicando los lugares y como los comportamientos abusivos se habían incrementando. Aunque la niña indicó que el autor era el padre y la madre sostenía con indignación lo mismo, el progenitor solo había podido ver a sus hijas en forma esporádica y siempre en presencia de Asistentes sociales y Oficiales de Justicia o en presencia de la madre y por lapsos no superiores a dos horas por visita, otras visitas habían transcurrido en la Comisaría de la Mujer.

Mediante un adecuado tratamiento del caso, la pequeña  pudo expresar que el concubino de su madre había abusado de ella en los últimos seis meses y de su hermana desde hace algunas semanas y que temía la reacción materna si contaba la verdad, por lo cual había culpado a su padre. Culpar al padre, servía, fallidamente a dos propósitos :

·       Poder expresar con libertad lo que la angustiaba

·       Poder contarlo a un adulto para que la ayude y no perder el apoyo de su madre, aliándose con ella en contra del padre.

Las menores fueron entregadas en guarda provisoria a la pareja de los tíos paternos.

En nuestros registros este caso es excepcional, en parte porque la edad promedio de los casos vistos es de 3 años y  por la gravedad de los hechos comprobados. Aunque los conceptos anteriores son muy extensos, es posible hacer las siguientes oposiciones distintivas que sirven para clarificar y distinguir los mecanismos de Confabulación, Pseudología fantástica y Mentira.

1- Diferencias entre Confabulación y  Pseudología fantástica:  Estos mecanismos mentales pueden diferenciarse en los  siguientes puntos :

 

(a) El contexto social es diferente, la confabulación surge por  la evocación de preguntas hechas por otra  persona.  El otro  interroga persistentemente sobre un hecho que el sujeto no recuerda o que nunca sucedió . En cambio , la pseudología fantástica surge sin la presión del otro y es creada para presionar a los otros significativos y en los que el menor quiere ganar influencia.

 

(b) La forma del testimonio es diferente .La confabulación es una relativamente breve tentativa de contestar una pregunta que tiene  que  ver  con algo que  el sujeto no puede recordar  realmente, por lo tanto el niño no  realiza relatos detallados , es sintético. Se limita a concordar con las sugerencias del adulto.

 

Por esto es importante, en los casos de abuso sexual no realizar preguntas sugerentes o inductivas al niño, ya que este puede sentirse requerido por el adulto a contestar y ante la falta de recuerdos , puede confabular . Por el contrario, en la pseudología fantástica, las historias son complejas y se alejan de la pregunta originaria y son deliberadamente contadas con gusto , placer y entusiastamente.

2- La confabulación y la pseudología difieren en la forma que la persona responde y se comporta cuando hay algo que  contradice, como evidencia , sus dichos.: el confabulador persevera en su historia, mientras que en la pseudología las  personas desisten de la historia y empiezan a crear otras.

 

Otros proceso que queremos diferenciar es la Confabulación  de la Interpretación errónea .Una mal interpretación puede causar una creencia falsa, pero esto es derivado de algo que realmente ocurrió en un primer momento. Un niño puede malinterpretar una situación , puede decir que  dos personas se estaban peleando cuando en realidad  estaban teniendo relaciones sexuales.

El  niño que  confabula  puede decir que dos personas estaban peleando, cuando en realidad estaban sosteniendo una discusión muy acalorada.

Es importante también diferenciar entre la confabulación y la mentira deliberada : El niño que está mintiendo, quiere engañar, el confabulador no tiene conciencia ni intención de influir en el otro, en realidad el niño que confabula por la persistente interrogación, por ejemplo de la madre luego de las visitas con su padre, que le pide una revisión de todos los momentos y acciones transcurridos en ese evento, al no poder registrar los detalles, puede llenar los vacíos de su memoria en la dirección sugerida por la madre.

 

Como el niño no tiene información sobre la sexualidad, en realidad puede terminar asintiendo en  cosas que no comprende y que pueden ser interpretadas  erróneamente por el adulto como una confirmación de abuso sexual. La Pseudología fantástica  se diferencia de la mentira deliberada por la diferencia de  las motivaciones de los sujetos. La mentira del delincuente intenta engañar y la persona conoce exactamente, tiene conciencia de lo que está haciendo.

En la pseudología fantástica, el  fabulador, intentando establecer una relación de influencia con el interlocutor, crea sofisticadas y atractivas historias y desea que el otro no descubra su falsedad para evitar sentirse frustrado. No busca el engaño para el logro de un beneficio concreto, el deseo subyacente es ser amado, admirado, o compadecido.

El planteo de Bernett * de  diferenciar y las distinguir diferentes tipos de Denuncias Falsas en los casos de Abuso sexual, son importantes por diferentes motivos.

Algunos  profesionales entran en la simplificación de creer que los niños no mienten cuando hacen denuncias de abuso sexual. Los profesionales que suscriben esta posición, usualmente no consideran la posibilidad de una falsa denuncia, ni los mecanismos de su creación , por ejemplo, la pseudología fantástica, y la confabulación.

En su artículo , Bernett * (1993) se adelanta a otros estudios de  Loftus * y comenta el problema suscitado en Estados Unidos sobre denuncias que se atribuían a rituales satánicos, que en realidad eran casos reales de  pseudología fantástica.

Algunos clínicos, destaca el autor,  pueden considerar la evaluación sobre la credibilidad del niño como un procedimiento relevante en la evaluación forense, pero de irrelevancia en el abordaje terapéutico. Esto también sucede en nuestro ámbito.

Los terapeutas dirán que no es importante si el hecho en verdad ha sucedido , sino que el niño lo cree,  y entonces es necesario el tratamiento. Tales posicionamientos, pueden causar errores de diagnóstico y tratamiento en los niños pequeños.

La terapia de niños que dicen ser victimizados por sevicias sexuales, es totalmente distinto, si sus relatos tienen características de confabulación, pseudología fantástica o fabricación deliberada, circunstancias que el profesional puede ignorar si parte de la premisa falsa de que el niño en realidad habla de un hecho real.

 

 

Cuadro sobre los mecanismos que operan en las  Denuncias Falsas o erróneas ( Bernet *)

 

La denuncia errónea nace en la mente del padre o de otro adulto y es

 impuesta en la mente del niño.

. Mal interpretación y sugestión

.  Mal interpretación de signos físicos

.  Ilusión parental.

.  Adoctrinación parental

.  Sugestiones del entrevistador

.  Sobreestimulación

.  contagio grupal de tipo histérico

La denuncia errónea tiene una causa primaria en los mecanismos mentales psicológicos del niño de tipo inconsciente y no intencionado

.  Fantasías inconscientes

.  Ilusiones

  .Mal interpretaciones

.  Comunicación equívoca

.  Confabulación

La denuncia errónea tiene una causa primaria en mecanismos psicológicos infantiles conscientes y  de liberados.

. Pseudología fantástica

.  Mentira inocente

.  Mentira deliberada

 

 

LAS TERAPIAS FOCALIZADAS EN EL ABUSO SEXUAL Y EL SÍNDROME DE LA FALSA MEMORIA 

En los Estados Unidos de América existe un reciente movimiento de cuestionamiento de ciertas terapias utilizadas en adultos y que producen falsos recuerdos de abuso sexual en personas que nunca fueron abusadas.

El tema merece nuestro interés porque estas terapias logran en los adultos por vía de la sugestión la producción de memorias de incesto. Estos pacientes, posteriormente, se dan cuenta de que los recuerdos producidos en la terapia eran en realidad resultantes de la  influencia que ejerció profesional.

La intensidad del fenómeno alcanzó proporciones alarmantes en ese país al punto de que se creó una agrupación denominada MOVIMIENTO DEL SÍNDROME DE LA FALSA MEMORIA.

Basado en los estudios de los psicólogos cognitivos, y especialmente en los experimentos de Loftus *, se encontró evidencia empírica de que el terapeuta por la vía de la sugestión y sin proponérselo, puede inducir al paciente adulto a “recordar”  hechos de incesto nunca ocurridos. El punto de partida del proceso de inducción es la creencia del terapeuta de que el paciente ha sido abusado sexualmente.

El terapeuta inicia su diagnóstico a partir de la presentación de ciertos síntomas en el paciente como: depresión, desórdenes de la alimentación, dificultades en el sueño, etc.  Igual sucede en el casos de los niños ya que el terapeuta realiza el “diagnóstico“ a partir de síntomas muy vagos.

A continuación utilizara técnicas y preguntas conductoras para “guiar” al paciente para que pueda contar la supuesta victimización.

La frecuencia con que el terapeuta “confirma “ sus expectativas es tan frecuente y alarmante como erróneas son sus conclusiones.

Se trata de la creación iatrogénica de una relación de “ folié á deux “, pero conjurada por el mismo terapeuta (Ver Adrienne Harris, Psychoanalitic Dialogues ,6(2) :155 -187,1996 .Symposium on the “False memory Controversy” pág. 156 ). Los estudios y experimentos de Loftus * se dedicaron a investigar la implantación o inculcación ( implanting ) de sucesos falsos en niños muy pequeños, menores de seis años. La autora buscaba estudiar la relación entre la sugestión y la inducción del adulto ejercida sobre el niño para que “recuerde” un hecho que nunca sucedió, para luego recolectar las diferentes  narraciones de los sujetos según sus propios puntos de vista y su convencimiento en la realidad de ese hecho ilusorio. Si bien sus experimentos se limitaban a mostrar cómo se pueden crear memorias ilusorias en la mente infantil de hechos nunca sucedidos, su trabajo causó un gran impacto al explicar el fenómeno de la creación de recuerdos falsos de incesto durante la terapia en adultos nunca abusados sexualmente. Los afectados y sus familias se organizaron comunitariamente y presentaron su problemática en los foros científicos, en los medios de Comunicación y en la Justicia.

[x2] Los niños que son sometidos a terapias inductivas, focalizadas en un supuesto abuso que pudo no haber ocurrido jamás no pueden tener conciencia de este riesgo. Los padres que los llevan a la consulta también pueden desconocerlo.

Queremos referirnos a los estudios de Loftus *. En el primer libro de esta autora, existen claros ejemplos de falsos recuerdos de eventos nunca sucedidos que al ser referidos por un adulto significativo, logran ser implantados o inculcados en la mente infantil.

Esta situación es una posibilidad en la que los clínicos tienen que pensar cuidadosamente, especialmente en los casos en los cuales un adulto que tiene una relación de poder con el niño ( maestro, padres, terapeutas ) lo interroga en base a una sospecha de abuso sexual. En algunos casos, la contribución y la participación del niño para tales sospechas es mínima o nula y la base científica para sustentar una sospecha de abuso también.

Este fenómeno de implantación o inculcación de recuerdos de eventos nunca vividos, sin duda requiere un nuevo y riguroso diálogo entre los profesionales del derecho y de la psicología.

Es necesario considerar los avances actuales sobre el factor de la sugestionabilidad infantil y su vulnerabilidad a compartir las percepciones a veces distorsionadas de la figura de cuidado y sostén primordial del niño y con la que convive durante la mayor parte de la jornada.                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                     

En la matriz comunicacional que existe entre el niño y el padre con el que convive, esta figura ejerce una sutil y muy eficaz manipulación de las interpretaciones que el niño debe dar a los acontecimientos y de su comunicación a los otros.

Esta adjudicación de significado comienza en los intercambios  pre-verbales entre la madre y el hijo. La madre comenta cotidianamente sobre la verdad o falsedad de las cosas que suceden, y de esta manera la familia construye un mito familiar de los hechos pasados y de qué significan.

Por lo expuesto la madre tiene un considerable poder en el niño para lograr construir un muy convincente simulacro de Abuso a través del control de los significados y de su rol en el proceso de representación simbólico. ( Ver. Adrienne Harris *, Obs.cit.,pág.167 )

El proceso de construcción de significados aparece en la conceptualización de Vigostsky * (1975) de las zonas de desarrollo próximo y de andamiaje. En el caso concreto de las situaciones de simulacro de abuso de las que habla Harris *, la madre suministra informaciones previas, interrogatorios, etc. que sirven de apoyatura para que el niño concluya por sí mismo en dar una información consistente con la de un hecho de abuso sexual, aún ignorando su significado.

La diferencia de información del adulto con relación al niño es también una fuente de distorsión y de manipulación de la información que  provee el menor. Los niños son muy susceptibles a aceptar las construcciones que hace la madre  sobre el significado de sus experiencias, tanto por la relación de poder que tiene la madre como por el amor que el niño siente hacia ella y el temor a no ser amado. Un elemento favorecedor es la especial e íntima comunicación que tienen  (Harris *, 1992).

Los terapeutas que trabajan en el campo del abuso sexual infantil, deben también considerar la posibilidad de que los niños estén influidos en forma conciente y deliberada por la intencionalidad del adulto en fabricar o engañar sobre hechos de abuso.

La denuncia maliciosa  en el impedimento de contacto integra un síndrome específico estudiado por Turkat. (Turkat *,(1994)

Siendo intencionados y maliciosos o totalmente inspirados en el deseo de proteger al niño aún en ausencia de abuso sexual, los interrogatorios sugestivos y guiados pueden constituir otro género de Abuso emocional :

·       La creación  de confusión

·       La distorsión de la realidad en la mente infantil por parte del adulto  

 

La autora prosigue su exposición considerando que es importante comprender que los niños pueden ser fácilmente inducidos. Es decir , situaciones en que el adulto, por ejemplo:

·       La madre o el terapeuta lo interroga y le pide que describa el abuso, implican situaciones en que el niño es vulnerable a recibir las proyecciones inconscientes que el tema del incesto produce inevitablemente en el adulto.

 

Harris * considera que es imperativo que cuidadosamente y por respeto a la salud mental del niño , se tengan en cuenta estas circunstancias en las evaluaciones infantiles tanto clínicas como forenses.

La responsabilidad clínica que nos da la comprensión profunda de los devastadores efectos que tiene el abuso sexual infantil, debe acompañarse con el conocimiento también profundo del frágil sentido de la realidad del niño y de la capacidad para distorsionar el significado de los dichos y experiencias infantiles que tenemos los adultos.

Estas últimas consideraciones son más pertinentes cuando las sospechas o denuncias de Abuso aparecen en el medio de las batallas judiciales por tenencias o regímenes de visita.”... La implantación o inculcación ( Implanting Abuse memory ) de un hecho nunca sucedido de incesto, es en sí mismo un hecho abusivo...” ( ver  Harris ob.cit .pág. 169).

En otros  tipos de casos de denuncias falsas por abuso ocurridas en Guarderías Infantiles, luego de leer cuidadosamente los informes de las entrevistas practicadas a los niños, las preguntas inductivas que habían tenido que contestar, Harris * encontró una floreciente profusión de cargos y fragmentos de recuerdos en los cuales las fantasía que induce el interrogatorio que denomina “brainwashing interrogation” ( Interrogatorio de lavado de cerebro), destruye para siempre la tranquilidad personal de todos los involucrados y la posibilidad de poder distinguir entre lo que es verdad y lo que no es real.

Como destacó Loftus * también es posible inducir al niño a creer que un incidente de abuso que realmente pasó, en realidad nunca ha sucedido. En ambos casos el niño siempre resultará perjudicado y con el riesgo de su re-victimización.

El problema de la formación de las Falsas Memorias fué estudiado extensamente por  Loftus *,- Elizabeth *- F.; Pickrell *,- Jacqueline * - E. (1995). En uno de los varios experimentos que desarrollaron, examinaron la posibilidad de poder implantar o inculcar (  Implantation : trad. injertación, plantación, inculcación - Dicc. Inglés - Castellano, Magnus , Ed.Sopena, pág.242. ) falsos recuerdos de eventos nunca sucedidos. Se proveyó a los sujetos de la experiencia una breve descripción de tres eventos reales y de uno falso que, según la aseveración de un familiar muy cercano, ellos habrían experimentado a la edad de 4 y 6 años. Participaron veinticuatro sujetos cuyas edades oscilaban entre los 18 a los 53 años. Luego de darles la información se les pidió que recuerden los detalles de esos eventos biográficos y del falso. Se utilizaron dos entrevistas sucesivas con dos semanas de intervalo.

Los sujetos pudieron recordar el 66% de los eventos realmente vividos y utilizaron más palabras cuando describían eventos reales.

Solo el 19 % de los sujetos pudieron identificar correctamente los falsos eventos. Este estudio y otros anteriores prueban que la memoria puede ser alterada vía la sugestión. El pariente próximo que indica que un hecho del pasado ha ocurrido puede trasmitir la convicción al sujeto y crear un recuerdo falso.(The formation of false memories. Loftus,-Elizabeth-F.; Pickrell,-Jacqueline-EU Washington, Psychology Dept, Seattle, US Psychiatric-Annals; 1995 DEC Vol. 25(12) 720-725)

Loftus * había destacado en trabajos anteriores que algunos terapeutas de adultos, teniendo la “sospecha” de que el paciente ha sido abusado sexualmente en su infancia y aún sin que el sujeto haya manifestado nada en ese sentido, lo guían, para que tenga acceso al material no recordado.

El efecto sugestivo aparece de diferentes maneras, si en la terapia el terapeuta discutió la posibilidad de que su paciente haya sufrido abuso en su infancia, es posible que durante el sueño, este material actúe a la manera de resto diurno y se originen así sueños con elementos incestuosos. Estos sueños, indirectamente originados en la sugestión del terapeuta, pueden ser interpretados como confirmación de la hipótesis de abuso. La autora da diferentes ejemplos de terapeutas que interpretaron sueños como signos de recuerdos de abuso sexual.

Los terapeutas pueden inadvertidamente, de esta manera sugerir ideas al paciente buscando las “vías confirmatorias “ de sus sospechas.

Las personas en general, terapeutas incluidos, tienen la tendencia a seleccionar evidencia que confirme sus convicciones y no las que las contradigan. Esto sucede, en parte porque necesitan verificar sus creencias.

Parafraseando a Gardner (1992)  “ ... lo que el terapeuta considera que está presente en el inconsciente del paciente puede realmente estar presente solamente en la mente consciente del terapeuta...” (The reality of Repressed Memories,E.Loftus,may 1993,American Psichologist, pág530 )

Las investigaciones de Loftus y sus hipótesis de que los falsos recuerdos de Abuso sexual infantil en los sujetos adultos pueden ser creados a través de la sugestión que ejerce el  terapeuta nos lleva a preguntarnos :  ¿Cuánto más factible es la creación de falsos recuerdos de Abuso sexual en los niños, más sugestionables por su inmadurez ?

Para tratar de explorar una respuesta posible, nos referiremos a otro experimento de la autora. Loftus * y Coan * realizaron un interesante experiencia con niños a los que se le implantaron falsos recuerdos de haberse extraviado a la edad de cinco años en un shoping. Las autores eligieron este tipo de recuerdo por ser suficientemente traumático. La técnica fué utilizar un sujeto y su entorno familiar.

Los familiares cercanos a los sujetos del experimento le preguntaron si se acordaban las circunstancias de cuando se habían perdido en un centro de compras y les pidieron que recuerden los detalles del evento. Los miembros de la familia contaban la historia como si fuera verdadera y los sujetos comenzaron a “recordar” detalles del evento nunca sucedido. (Ver. Ob. Cit. Pág. 532)

El ejemplo del niño perdido en el centro de compras nos muestra que la memoria de un hecho traumático puede ser creada o implantada. Por razones éticas, la autora destacó que no puede experimentarse con la sugestión de eventos falsos de Abuso sexual en niños.

En esos trabajos de investigación, a los sujetos se les explicaba más tarde que los recuerdos habían sido falsos pero se mostraron extremadamente reacios a aceptar la posibilidad de que sus recuerdos habían sido falsos e inducidos.

Como dato de particular importancia tenemos que destacar el papel de la figura de autoridad, en este caso el de los familiares que establecieron la “autenticidad” de los eventos falsos. El lugar de autoridad determina la calidad de agente de sugestión.

El lugar de la autoridad para el sujeto en tratamiento, vía transferencial, lo encarnará el terapeuta que deberá ser cuidadoso para no ejercer sugestión en el paciente. Esto hace dudosa la verosimilitud de algunos recuerdos relacionados con la temática de abuso sexual que surgen en el transcurso de la terapia después de las sugestiones o indicaciones del terapeuta.

Algunos pueden ser verdaderos recuerdos pero otros pueden ser falsos.“... Deben ser examinadas  las estrategias de algunos terapeutas bien intencionados. Es posible que las interpretaciones de los terapeutas sean la causa de los desórdenes mentales de los pacientes más bien que los efectos de los desórdenes ...”  Guze ( 1992,p.780. (Loftus,Ob.cit.534).         

                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                             Cuando nos movemos dentro de la privacidad de la sesión, donde la realidad del paciente es la única realidad, no es necesario establecer si un evento ocurrió o no, pero en relación al testimonio forense la situación es muy diferente, porque nos manejamos con otro tipo de realidad, la realidad intersubjetiva, donde en nuestra calidad de miembros de la sociedad y de ciudadanos  tenemos derecho a una más sólida evidencia. Desde larga data han sido efectuadas investigaciones sobre la sugestionabilidad de la memoria humana por ej. en Francia, Binet (1900); en Inglaterra, Stern (1910) y en Alemania, Whipple (1912). (Ver Stephen Lindsay, Psicoterapia y Memorias de Abuso sexual infantil: la perspectiva cognitiva, en : Applied Cognitive psychology,vol.8).

En forma más reciente algunos estudios que han demostrado la relación de la sugestionabilidad y su efecto en la memoria. Los efectos de la sugestión verbal sobre la recolección de datos a sido estudiada extensivamente por Baxter (1990); Ceci y Bruck (1993); Loftus (1979); Ross, Red y Toglia (1994) Wells y Loftus (1994) cit. Por Lindsay Ob.cit. 

En el típico experimento de esta área, testigos de un suceso recibieron sugestiones que los indujeron a dar detalles equivocados sobre el evento. Estas personas han narrado los detalles inducidos y el recuerdo original quedó contaminado con las sugestiones verbales.

Estos estudios han demostrado experimentalmente el hecho de que en algunos casos sujetos que informan erróneamente, creen genuinamente que ellos están recordando algo que han presenciado, pero que en realidad son elementos creados por las sugestiones a las que fueron sometidos, e informaciones que los inducen a equivocarse.( Lindsay (1994); Weingardt, Toland y Loftus (1994) cit. Por Lindsay Ob.cit ). En uno de estos estudios, el 27% de los sujetos “recordó” los detalles sugeridos pero no sucedidos (Lindsay 1990).

Además, las personas están seguras de estos recuerdos inducidos. Los recuerdos  sugestionados producen sentimientos de convicción sobre la realidad de los sucesos evocados. Por ej. en un estudio realizado por Weingardt * y col * (1994) las personas que fueron inducidas a dar respuestas erróneas tenían un grado de certeza tán sólido que apostaron sustanciales sumas de dinero sobre la seguridad de sus recuerdos no-reales.

Algunos sujetos en estos estudios informaron por efecto de la sugestión del entrevistador unas muy vívidas y detalladas recolecciones de percepciones de objetos nunca vistos ( Johnson y Suengas (1989); Schoch, Gerhard, Loftus (1986) cit. Por Lindsay Ob.cit).

Pero los estudios sobre la sugestionabilidad de la memoria no se ha limitado a los sujetos adultos. Si bien la Psicología Evolutiva ha destacado desde antiguo la característica sugestionabilidad del niño como rasgo típico de su personalidad, existe un profuso número de estudios recientes en los cuales los niños recibieron sugestiones para inducirlos a equivocarse sobre eventos que ocurrieron durante un examen médico ( Buck, Ceci, Francouer, Barr en edición; Bakerward, Gordon, Ornstein, Harus, Clebb (1993) cit. Por Lindsay Ob.cit).

Por ej., Rudy * y Godman * (1991) y Saywitz *, Goodman Nicholas * y Moan * (1991) encontraron que la mitad de los niños muy pequeños  fueron influenciados por preguntas sugestivas tales como :

“¿El te sacó las ropas del todo o no te las sacó? “ o “¿ Cuánto tiempo te besó el doctor ? “.

Un reciente estudio en el que se esperó un año luego de los exámenes médicos para explorar los recuerdos de un evento, luego de repetidas presentaciones de sugestiones, halló que éstas tenían sólidos efectos sobre los informes de los niños. Más de la mitad de los niños en el experimento fueron sugestionados a creer en cosas nunca sucedidas durante la entrevista con el médico. ( Bruch y col. en edición, citados por Lindsay Ob.cit).

Hemos citado estos recientes estudios, además de las experiencias de Loftus de recuerdos falsos de extravío en el centro comercial inculcados por los familiares, para destacar el papel tan significativo de la sugestionabilidad infantil.

El tema de la sugestión del adulto en el transcurso de la terapia, ha sido estudiado en los casos de Síndrome de Falsa Memoria y en las investigaciones sobre la sugestionabilidad de los testigos oculares, destacaremos a continuación su relación con la evaluación de Abuso sexual infantil:

Primero, es una evidencia de que la sugestionabilidad de la memoria se incrementa con la demora entre el evento y el interrogatorio o el intento de recordar tal evento. (Belli *, Windsckett *, Mc.Carlhy * y Winfrey * (1992), Hammersley * y Read (1985) citados por Lindsay * Ob.cit. )

Segundo, la sugestionabilidad es mayor cuando existe una fuente a la que el sujeto percibe como Autoridad y que lo induce mal en relación a un evento nunca sucedido, es decir le provee información equivocada ( Toglia *, Ross *, Ceci * (1992).

Tercero, la repetición de la sugestión puede incrementar el efecto de distorsión del recuerdo (Zaragoza * y Crane *, en edición, citados por Lindsay * Ob.cit.). Por lo cual la sola repetición y la exposición de falsas declaraciones tienden a aumentar la creencia en ellas (Arkes,Bolhm,Xu *(1991) ; Begg, Anas * y Farinacci *(1992); Read * y Buce *(1984) )

Cuarto, los sujetos están más inclinados a ceder a sugerencias que a verdaderas indicaciones. El sujeto tiende más a actuar por plausibilidad. Holst * y Pizdek * (1992) mostraron que los sujetos fácilmente recuerdan información sobre acciones que fueron solo sugeridas por un escenario estereotipado, y luego mantienen estas memorias erróneas con fuerte convicción.

Extrapolando estas investigaciones podría ser que los argumentos propuestos a los pacientes pueden aumentar la susceptibilidad a la sugestión ( ej. Que no quiere hablar de una determinada persona porque le hizo algo malo - típicamente el padre - etc).

Quinto, la probabilidad de confusiones de la memoria está incrementada por factores que inducen a las personas a usar criterios vagos de monitoreos de la memoria cuando tratan de evocar un hecho.

Por ejemplo, Lindsay * y Johnson * (1989) encontraron que la gente frecuentemente denuncian haber visto objetos que no existían en un evento por efecto de la sugestión del entrevistador. Estos objetos no habían sido referidos espontáneamente cuando el sujeto solo recurrió a lo registrado en su memoria.

Similarmente, Hastie *, Landsman * y Loftus * (1978) encontraron que alentando a las personas a conjeturar en un test de memoria, se aumentan los errores. Más importante aún, Hastie * y colaboradores, también encontraron que los errores de la memoria que surgen de una conjetura del sujeto tienden a ser repetidos en los interrogatorios posteriores y que la confianza en las conjeturas tiende a incrementarse con el tiempo ( Ej. Roediger *, Whieler Rajaramani * (1993); Sachooler *, Fosler *,  Loftus * (1988).

Los estudios de los psicólogos cognitivos sobre la memoria indican cómo la sugestión puede inducir a las personas a experiementar memorias ilusorias, o sea  falsos  recuerdos de eventos infantiles.

En un reciente estudio, Hyman *, Billings *, Husband * y Smith * (1993) investigaron a parientes de los sujetos del experimento. Lograron conocer algunos eventos infantiles propios de su infancia y agregaron uno falso relacionado con una internación nocturna en el hospital por una operación de oído.

·       En la primer entrevista posterior, algunos informaron este suceso.

·       En la segunda, empezaron a ‘recordar “ más detalles y en forma más vívida.

 

En una muestra similar Ceci *, Leichlman * y White * (en edición, Ver Lindsay Ob.cit) repitieron sugestiones de falsos eventos por un período de 10 semanas a niños de Jardín de Infantes tales como que el hombre había roto páginas de un libro, etc.. Intentaban demostrar que los niños pueden empezar a creer que presenciaron una serie de acciones hechas por un hombre. Solo un niño no reaccionó a ninguna de las acciones sugeridas. Los videos tapes de estos niños que se vieron compulsados a creer que ellos habían visto al hombre según las acciones que el entrevistador le sugería, demostraron elocuentemente la factibilidad y el grado de sugestión de los menores.

Esta modalidad de experiencia originó otra de Ceci *, Loftus *, Lotteau * y Smith * (en edición) con un diseño similar que mostró que los interrogatorios repetidos en múltiples entrevistas inducen a muchos niños pequeños a producir detallados informes de atención en hospitales por heridas cortantes que nunca sufrieron. En este estudio se preguntó simplemente a los niños si habían experimentado alguna vez  una serie de sucesos Eje.: ¿Alguna vez te has atrapado un dedo en una trampera y tuviste que ir al hospital a sacártela?.

En el cuestionario, se incluyeron eventos realmente experimentados y otros que no. Los niños fueron interrogados repetidamente durante 10 semanas. Más de la mitad dieron falsas narraciones sobre el mismo evento y algunos informaron de los eventos sugeridos en forma vívida y detallada. Fué relevante el hallazgo de que los sujetos no diferenciaban cuáles eventos eran reales de los que no lo eran.

Pero también es importante no exagerar la falibilidad de la memoria .Si bien ésta, especialmente en los niños, dista de ser perfecta en las condiciones que ya hemos destacado. Los menores pueden estar compelidos a generar falsos recuerdos cuando son solicitados a “recordar” en confluencia con estos factores:

(a) Una persona que es vista como figura de autoridad como orígen de la demanda

(b) Repetición de la sugestión

(c)   Comunicación de información contextual que aumente la plausibilidad de la sugestión

(d) Incorporar muñecas estimulando a que el niño escenifique lo que debe recordar o dramatice  los eventos sugeridos   

Entonces, ¿ Cuál es el rol del psicólogo en estos casos en que se “sospecha“ Abuso sexual ?.

En primer lugar, tener la consideración para con el paciente de reconocer que nosotros no tenemos los instrumentos adecuados para realmente hacer una distinción entre Falsas memorias de Abuso de otras reales ni conocemos un Síndrome específico de Abuso Sexual. Hasta que la Ciencia pueda lograr crear estos instrumentos de diagnóstico, nos debe dirigir la prudencia.

En segundo lugar, minimizar al extremo el riesgo de la sugestión y evitar las líneas inductivas. El no hacerlo puede provocar el descreimiento de la sociedad en los verdaderos servicios que pueden aportar los psicólogos y en la genuina tarea que desempeñan en el tratamiento de los niños abusados sexualmente.

Las personas que han sufrido abuso sexual en su infancia han debido afrontar secuelas a largo plazo y han podido ser ayudadas por terapeutas competentes.

Algunos niños que han sido victimizados pueden expresar su sufrimiento en forma de relatos congruentes con lo esperable en un cuidadoso proceso terapéutico no-dirigido, no-inducido y no-sugestivo.

 

Pero el uso de ciertas técnicas como el interrogatorio guiado, que apoyado únicamente en las informaciones que provee el padre que ejerce la tenencia sobre supuestas declaraciones infantiles, puede falsear la evaluación o crear memorias ilusorias en niños que no han sido abusados sexualmente.

 

No hay dudas que el abuso sexual es una tragedia para los niños victimizados, pero los mismos perjuicios pueden ser causados sobre su realidad síquica por un diagnóstico erróneo. Un falso recuerdo de un abuso es tan trágico como uno verdadero.                                   

Nuestra atención en el planteamiento de este tema se enfocó cuidadosamente sobre los pacientes infantiles, la mayoría de edad promedio 3-4 años que son llevados al consultorio por la “sospecha” de abuso sexual del padre que ejerce la tenencia y que interfiere desde tiempo atrás la relación paterno-filial.

Estos niños entran en el consultorio sin entender el motivo y no realizaron previamente una declaración de abuso sexual en forma espontánea.

Los niños realizan comentarios típicamente ambiguos durante el transcurso de la terapia que se enfocó en lograr una declaración de abuso por parte del menor, es decir, en el objetivo de que el niño recupere aquellos recuerdos ligados al abuso sexual sospechado por el terapeuta en base a los dichos maternos.

Por lo tanto, nuestros comentarios están dirigidos sólo a los “diagnósticos” de Abuso sexual que son el producto del uso extensivo de estas técnicas defectuosas y/o de otras que son desvirtuadas de su sentido original. Asimismo a sus prácticas subordinadas :

1 - El diagnóstico de Abuso sexual en ausencia de una revelación por parte del niño de una situación de abuso definida (dónde,  quién y Cómo.) (Corwin)

2 - El diagnóstico de Abuso sexual  basado únicamente en las hipotéticas secuelas de Abuso sexual infantil (ej.: depresión, baja autoestima, ansiedad, etc.)  tema que ya abordamos

3 -   Especialmente la no contextualización del caso planteado no evaluando:

 

La posibilidad de que las declaraciones del padre que ejerce la tenencia persiga el impedimento del vínculo  (Litigio   por Impedimento de Contacto, interferencia de la relación desde antigua data o litigio por tenencia) 

·       La falta como fuente de información del padre que no convive con el menor. La falta de verificación de los datos que se aportan. Ej. En algunos casos de “abuso validado” el profesional ignora que el padre no ha tenido contacto ni ha visto a su hijo en el espacio de tiempo del supuesto abuso.

 

Casos muy frecuentes demuestran que muchas conclusiones erróneas podrían haberse evitado con solo constatar que durante el lapso en que se estimó la ocurrencia del abuso no se cumplimentó el régimen de visitas o éste transcurrió bajo la supervisión de un profesional.

·       Los niños que espontáneamente se refieren a los episodios de su victimización, están en una situación diferente y el terapeuta ofrece un ámbito de contención y de ayuda.

·       En el niño en que existe una comprobación judicial del Abuso sexual, estas técnicas inductivas y aún el uso de la sugestión puede ser un elemento terapéutico.

·       Especialmente el uso de las Muñecas Anatómicamente Correctas pueden actuar como modelo explicativo, o en su función de pantalla mnémica. Pero sospechamos que estas prácticas son análogas a una efectiva droga curativa que puede ser de gran ayuda para las víctimas de una dolencia determinada pero que puede estar contraindicada y causar grandes daños cuando se aplica a personas que no sufren la enfermedad para la cual está indicada.

Nuestro temor es que estas técnicas estén siendo usadas en forma que dañen las vidas de muchos niños, y deterioren aún más las difíciles relaciones entre sus padres. 

Estas denuncias de abuso sexual basadas en diagnósticos discutibles y no fundamentados que luego resultan erróneas tienen un impacto de gran destrucción en las familias.

El terapeuta al realizar una intervención iatrogénica puede destruir el precario equilibrio familiar existente sin posibilidad de reorganización posterior y producir la estigmación del niño y del padre [x3] acusado erróneamente.

Nosotros creemos que los clínicos que abordan los complejos casos de abuso sexual y enfocan su trabajo en la resolución del trauma pueden apreciar no sólo la dinámica del abuso y sus secuelas sino también la naturaleza de las relaciones familiares y la dinámica del divorcio destructivo.

Las memorias falsas creadas en terapia ha sido el tema de muchos investigadores (Coleman, 1992; Frankel, 1993; Hakan y Schalaps, 1991; Lif, 1992; Wakefield y Underwager, 1992, o de experimentos clínicos como los de Loftus, (1993); Davies, (1991) (citados por Stephen Lindsay, Psicoterapia y Memorias de Abuso sexual infantil: la perspectiva cognitiva en Applied Cognitive psychology,vol.8)

Las memorias falsas de abuso ocuparon lugar también en la prensa popular en los Estados Unidos, (Goleman (1992); Tavis, (1993); Torefexis, (1991); Waltesr, (1993); Whethwly, (1991) (ver Lindsay ob.cit.).

En nuestro país las implicancias sociales de esta temática están aún fuera de los alcances de los medios de comunicación masivos. Especialmente está faltando un debate social a través de los medios de comunicación sobre los problemas éticos emergentes y su vinculación con el impedimento del contacto.

 

Nuestra crítica no se refieren a aquellos profesionales que utilizan estas técnicas en los casos donde hay certeza objetiva de abuso sexual.

No presentamos este trabajo para provocar una confrontación que determine el aumento de la polarización en la discusión de la temática de esta forma de violencia familiar que es el Impedimento de contacto.

Por el contrario, alentamos el diálogo entre los profesionales y los investigadores del tema de las denuncias de Abuso sexual en el contexto de un Divorcio Destructivo .

Procuramos compartir con los abogados, jueces, trabajadores sociales y personas que trabajan en el área del Abuso sexual infantil los relevantes descubrimientos e investigaciones de los psicólogos cognitivos y forenses, En sus aspectos psicológicos, sociales y legales relaciónados a la temática del:

·       Impedimento de Contacto;

·       Divorcio destructivo

·       Denuncias Erróneas de Abuso sexual

 

En segundo término, estamos intentando proveer a los profesionales de sugerencias prácticas sobre la forma de reducir el riesgo de caer en la determinación de falsos positivos de Abuso sexual por no considerar los mecanismos específicos que operan en las denuncias erróneas o por contribuir inadvertidamente en la creación de falsas memorias de Abuso.

Estas sugerencias son muy pocas, más bien se limitan a fundamentar y a recordar a los profesionales las pautas mínimas de su proceder ético:

·       No alejarse de las pautas stándares y genéricas en la clínica de niños e incluir en la evaluación a ambos progenitores.

·       No basar el diagnóstico en una sola fuente de información (el padre que ejerce la tenencia).

·       Utilizar las técnicas Psicológicas de acuerdo a los protocolos de Administración y de acuerdo a los propósitos  

·       específicos para  los cuales han sido creadas (caso de las Muñecas Anatómicamente Correctas).

·       Evitar los roles duales.

·       Señalar cuidadosamente a las partes los límites de la competencia del rol.

·       El respeto a las normas éticas que regulan la elevación de Informes dirigidos al Juez actuante

·       Fundamentalmente tener conciencia de la limitación actual de los conocimientos en el área del Abuso sexual infantil lo que señala la necesidad de parte del profesional de manejarse con prudencia.

 

Nuestra intervención se debe al alto porcentaje de falsos positivos que hemos detectados en los casos que registramos, lo que indica un grave riesgo social. La intervención profesional en forma de diagnóstico erróneo ha afectado dramáticamente la vida de los niños y su familia, aún cuando posteriormente en sede forense se ha aclarado la inexistencia de Abuso sexual a través del proceso legal y a través del dictámen de los peritos.

Deseamos enfatizar que el real Abuso sexual de niños es  un problema gravísimo y la actuación de los profesionales es imprescindible, pero nuestra sincera creencia es que la imprudencia de algunos ha dañado involuntariamente a muchos niños por inducción llevándolos a creer falsamente que ellos fueron abusados sexualmente.

Nuestro objetivo es alertar sobre la necesidad de restringir estas técnicas a los casos realmente verificados con la finalidad de reducir los riesgos.

Tenemos la esperanza de que los profesionales se planteen la necesidad de fundamentar

 el uso de las técnicas sugestivas o focalizadas en el abuso

 y

 su utilización en los casos reales y comprobados de abuso.

 

La Academia Americana del Niño y del Adolescente (1990) publicó guías para la evaluación del Abuso. En esta Guía dice que “... la posibilidad de falsa denuncia necesita ser considerada, particularmente si la denuncia fue promovida por el padre que ejerce la custodia y no directamente por el niño, si los padres están dentro de un litigio por custodia disputada y/o si el niño es menor de seis años ...”

(Ver False Statement and the differential Diagnossis of Abuse Allegations, William Bernert, J.Am.Acad.Chil Adolescent Psichiatry, 32: 5 Sept. 1993, pág. 903)

.”... La implantación o inculcación ( Implanting Abuse memory ) de un hecho nunca sucedido de incesto, es en sí mismo un hecho abusivo...”

(Ver Adrienne Harris, Psychoanalitic Dialogues ,6(2) :155 -187,1996 .Symposium on the “False memory Controversy” pág. 156 )pp.343-352 - Contratapa La Academia Americana del Niño y del Adolescente (1990) publicó guías para la evaluación del Abuso. En esta Guía dice que “... la posibilidad de falsa denuncia necesita ser considerada, particularmente si la denuncia fue promovida por el padre que ejerce la custodia y no directamente por el niño, si los padres están dentro de un litigio por custodia disputada y/o si el niño es menor de seis años ...”

(Ver False Statement and the differential Diagnossis of Abuse Allegations, William Bernert, J.Am.Acad.Chil Adolescent Psichiatry, 32: 5 Sept. 1993, pág. 903)

 

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