Asociación de Padres Alejados de sus hijos

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El abandono paterno es la contrapartida al nuevo rol del Padre en la familia:

asistencia material y crianza activa .

Es decir, parecería surgir una Nueva Masculinidad en la que algunos varones tienen roles igualitarios en la crianza , un sólido vínculo afectivo con sus hijos y luchan por su ese rol luego del Divorcio y paralelamente, otros varones que buscan desentenderse de estas funciones , su paternidad es "casual" y los hijos son un " producto" de la mujer. Esta " huída" de estos hombres de asumir un rol igualitario con la mujer en la crianza se sustenta en diversas creencias : a) La función del padre luego del divorcio la puede ejercer cualquier otro varón y b) la mujer puede eficazmente hacerse cargo de los hijos y ser "Jefa de familia" . Ambas creencias ponen en un lugar prescindente al padre y legitiman que no
se haga responsable de los hijos.
Por el contrario, el nuevo rol del padre en la familia, le exige ser más participativo en la crianza y ha emergido gradualmente al compás de los cambios sociales . Paralelamente , los treinta últimos años han sido testigos de un enorme incremento de la ausencia paterna.
En esta Sociedad Post-Patriarcal , el varón se enfrenta con una paradoja a veces sin resolución : Durante el matrimonio se le exige que participe en la crianza y la manutención de los hijos. Lo primero, que ha sido fuente de enorme gratificación y felicidad para el varón debe ser abandonado después del Divorcio.
El rol de padre pasará a ser únicamente el de visitante o mera fuente de ingresos para su hijo. Después de roto el contrato matrimonial se rompe la relación igualitaria de los padres y las decisiones y autoridad sobre el hijo pasan a ser ejercidas únicamente por el padre que ejerce la tenencia. Generalmente es la madre, ya que el costumbrismo legal, prolonga los estereotipos sexistas . Queda configurada una estructura en la que hay un Padre de Primera y un Padre de Segunda .
Cuando la participación igualitaria en la crianza del varón es una necesidad social, contradictoriamente , no se valoriza ni se apoya la función paterna. El varón tiene capacidad para la crianza y la paternidad, pero esta función debe ser guiada y reforzada por la cultura y el orden legal. Es decir, la madre es "certísima" pero la paternidad es fruto de las creencias sociales y de las prescripciones de la Cultura ( Lacán...).
En otros términos , la función paterna depende y es guiada por las creencias sociales e imágenes vigentes en una sociedad dada. Una de las creencias sociales que circula es que el padre es innecesario y es reemplazable. El padre queda así subsumido a la figura de compañero de la madre y es una figura cambiante y errática, sin demasiada importancia en la crianza y por lo tanto, sin demasiadas responsabilidades.
Esto también crea otra forma de "figura paterna" que es la del padre de "tránsito". Los niños tienen una especie de figura paterna en la persona de las sucesivas parejas de la madre. Esto implica menos compromiso emocional y por lo tanto, menos cuidado para los niños.
Los varones necesitan presión social para hacerse cargo de los hijos y esta presión social se ejerce mediante la vinculación efectiva con los hijos y mediante una Conciencia social que indique que la función del padre no termina en la concepción ni empieza con el pago de una cuota de alimentos.
Es decir, la paternidad es una combinación del lazo legal, que implica el Apellido del Padre y de lo prescripto socialmente sobre lo que se espera de un padre. Si la sociedad considera que el padre es prescindible y no importante en la crianza .Que su rol puede ser ocupado por cualquier otro hombre o por varios, o por la madre, la Sociedad entonces producirá padres ausentes y desentendidos de su función.
La más importante presión social es el lazo afectivo del padre con sus hijos. La única manera de lograrlo es mediante un contacto adecuado en cantidad de tiempo y a través de la vinculación de los padres en el desarrollo social y mental de sus hijos en forma diaria .Esto reasegura continuamente amor y devoción. Esto previene el abandono y el desarraigo paterno.
Existe una regla básica : Los varones que mantienen un contacto y vínculo cercano a sus hijos están más ligados afectivamente a ellos. Esta involucración hace que los varones se sientan más inclinados a mantener un investimento parental continuo, aún en ausencia del control de la Tradición y de la Moral. Porque la paternidad no se reduce a una función genética.
Cuando los cambios sociales precisan que el padre tenga un rol crucial en la crianza que se logra solo a través de su presencia, el Sistema Jurídico contribuye a su alejamiento. En nuestra sociedad el rol del padre necesita ser redefinido .Este proceso de redefinición implica plantear una "Nueva Masculinidad" para no desembocar una en una cultura de la "paternidad casual ". Estamos asistiendo a una nueva construcción de otros modelos de género y de paternidad .
Legalmente y socialmente el padre varón después del Divorcio ha pasado a ser el Progenitor de Segunda y su rol en la crianza es marginado en forma creciente cuando no convive con sus hijos.
Lic. Susana Pedrosa de Álvarez
Licenciada en Psicología (U.B.A.) Licenciada en Servicio Social
Perito Psicóloga
( U.M.S.A.) ).Terapeuta de familia

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