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El rechazo de vinculo de los hijos, en las separaciones conflictivas  

Autor: José María Bouza

En la separaciones conflictivas con hijos menores, instalada la actitud obstruccionistas del Progenitor guardador, suele presentarse una manipulación consiente o inconsciente sobre los hijos y las consecuencias se verifican en la negativa de estos a vincularse con el Progenitor no conviviente.

La exteriorización en los hijos, de falta de ganas, de actitudes agresivas, de temor injustificado, los llantos, representan un paisaje desolador en el cual todos se ven involucrados y la persona que observa, sin pertenecer al grupo familiar , cree ver a un niño que se niega a ir con su Progenitor en Régimen de visitas, ya sea por que no lo quiere ó por que le tiene miedo.

Prisioneros de los enfrentamientos en separaciones no resueltas armónicamente, cada uno tendrá su historia, incluido los hijos, que exteriorizaran sus propias conclusiones o las que asimiló durante el derrotero de la confrontación entre sus Padres.  

Ante la negativa de los hijos a concurrir a los Regímenes de visitas  

El Progenitor no conviviente pensará:

-          Que esta inculcado maliciosamente en su contra.

-          Que es un maleducado por la incapacidad y falta de responsabilidad de su ex pareja.

-          Que no aguanta mas, que el esfuerzo que realiza para estar con los hijos no se justifica

-          Que el llanto y gritos del hijo en la negación, podría causarles problemas legales.

-         Que debe protegerlo

 Debe:

-          Revisar sus conductas y forma de relacionarse, y verificando si hay algo de su parte que provoque la negación

-          Con la certeza de presencia de manipulación, denunciarlo ante el Juzgado, antes que el rechazo se haga mayor

-         No discutir delante de los hijos

 Cualquiera situación apreciada como un rechazo, provoca desesperación en el Progenitor resistido y al mismo tiempo una vergüenza por lo que puedan pensar los demás y temor a que el momentáneo quiebre de relación sea definitivo.

Lejos de la vista del Progenitor conviviente, los niños recobran la tranquilidad y disfrutan de la salida, por lo que ante una escena de llanto y negativa , sin llegar a situaciones violentas ,  puede interpretarse como un pedido de ayuda del niño, de un llamado de atención para ambos Padres, que lo que a simple vista es un capricho, no significa realmente lo que aparenta e invita a pensar que esta furia del niño, difícil de calmar, es el equivalente de lo que han visto en la relación entre sus Progenitores, representada por la falta de dialogo, exabruptos y falta de respeto y consideración mutua.

Habrá que detenerse y advertirse de lo que representa un problema para ambos y no quedarse en que se niega a ir con uno y se quiere quedar con el otro.

Es importante comprender y aceptar que es un momento, que ocurre espontáneamente en un alto porcentaje de casos y que es bueno que ocurra, para permitirse corregir .

Que esa forma de expresar la disconformidad: gritar, patalear, llorar, de parte del hijo, permite a la Pareja disuelta educar en la separación, adaptándose a los cambios inevitables.

En primordial mantener la calma.

Si los hijos observan que su rebeldía funciona, termi­nan logrando su objetivo de control. 

Cuando los Padres pierden la calma, no hacen más que potenciar la perdida de respeto, y los niños , necesitan contención y limites claros de la autoridad de sus Progenitores.

   Ante esta situaciones

-          Controlado el momento de mayor negativa, retirase con el hijo

-          Demorar la llegada al hogar en donde compartirán sus tiempos,  hasta recobrar la tranquilidad

-          Durante la estadía en el hogar brindarle la posibilidad de disfrutar del resto de la familia y amigos.

-         Denunciar ante el Juzgado sobre estas posibles manipulaciones y de ser necesario solicitar un veedor designado por el tribunal

 El Progenitor Conviviente, si no actuó en la provocación de negación, ó no lo hizo concientemente, pensara sobre el Hijo:

-          Algo malo esta pasando

-          Que se le causa daño yendo con el otro progenitor, debo pedir la suspensión de visitas

-          Que el Hijo sufre por su ausencia

-         Que debe protegerlo

 Para el Progenitor conviviente, que el hijo rechace al otro Progenitor, es una errónea creencia, que es mas querido /a,  y que el otro Padre, no es merecedor de estar con el hijo.

Ve al hijo que se va llorando y que regrese de mal humor, sin darse cuenta que a corta distancia, ese niño que en apariencia se revela ante la relación, disfruta y es feliz y que su regreso que en apariencia puede mostrar que la paso mal, puede ser la respuesta  que da ante lo que piensa, esperan a su regreso “Que la paso mal”

 Para ambos Progenitores

Si ve que el hijo está en un estado de angustia , interactué con palabras afectuosas, con firmeza en la decisión que deberá retirarse junto al otro Padre.  

Hay que hacer­le saber que va a seguir siendo querido y será mucho mas si va contento y regresa feliz. El mensaje tiene que ser claro, sin contradicciones, no desdecirse o entregarles dobles mensajes y nunca sin motivos fundados y evaluados judicialmente convalidar una negativa de visitas o una negación a regresar con el Progenitor conviviente.

 Debe

-          Alentar que vaya con el otro Progenitor, esto le da seguridad al hijo y le permite disfrutar con ambos Progenitores.

-          Evitar hacerle sentir el enojo hacia el otro, lo que tengan que discutir es sin la presencia del hijo.

-          Expresarle su beneplácito con la salida ó con el regreso, convirtiendo esos momentos en algo natural.

-          No hacerle preguntas sobre lo que hizo durante el periodo en que esta con el otro Padre, dejando que cuente libremente

-         No mostrarse agresivo /a hacia el otro Progenitor

 Los Hijos

Se ven expuestos a las discusiones de sus mayores, tratan de conformarlos de acuerdo a lo que ellos observan , que les hace mas felices. Asumen lealtad mas fuerte, con aquel con quien conviven, saben que van a regresar y que su tranquilidad depende que cumpla con las expectativas de negativas hacia el otro.

Lo que al presente perciben en el herir al otro, en el futuro será su arma para lastimar a quien lo manipulo

 Autor: José María Bouza  - Co autor del Libro – “ (SAP) SÍNDROME DE ALIENACIÓN PARENTAL Proceso de obstrucción del vínculo entre los hijos y uno de sus progenitores “, Co – autor del Libro “Restitución internacional de Menores – Aspectos Civiles y Penales” , Autor de la Obra de Teatro “ Atrapados en la Justicia ”, Fundador – Presidente de APADESHI – Asoc. De Padres Alejados de sus hijos – Argentina

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