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SÍNDROME DE ALIENACIÓN PARENTAL (SAP)

 Por François Podevyn (4/4/2001) (francoispodevyn@yahoo.fr)
traducción por Paul Willekens (9/6/2001) (paul.willekens@chello.be)

PREFACIO
1. ¿Qué es el síndrome de alienación parental? 

1.1. Definición
1.2. Historia
1.3. Orígenes
1.4. Consecuencias para los hijos
1.5. ¿Cómo reaccionar?


2. ¿Cómo identificar el síndrome de alienación parental?


2.1. ¿Cómo identificar un padre alienador?
2.2. ¿Cómo identificar un niño alienado?
2.3. ¿Cómo ver la diferencia entre un síndrome de alienación parental y un caso de abuso o de descuido?


3. ¿Cómo tratar al le síndrome de alienación parental?


3.1. Medios legales y terapéuticos
3.2. Terapia familial en la segunda etapa (media)
3.3. El programa de transición en la tercera etapa (grave)


4. Los aspectos jurídicos y legales


4.1. Contexto legal en los Estados Unidos
4.2. El código civil alemán
4.3. Las Cortes Europeas


5. Los padres que han tenido éxito...

6. Referencias

PREFACIO

Hace 6 meses, no sabía nada del P.A.S. - o sea del S.A.P. en españoles de que me separé de la madre de mis 3 hijos, los veo alejarse de mí cada día más, a pesar de todos mis esfuerzos. Gracias al Internet encontré - igual como Ustedes - una literatura abundante sobre este sujeto.

Este documento tenía como objetivo de ofrecer un resumen para los abogados, los jueces, los procuradores y otros expertos de los
tribunales hispanohablantes que intentan de resolver este tipo de caso. También lo dedico a las madres y a los padres que son víctimas de este síndrome, y insisto en la necesidad de actuar inmediatamente.

No he inventado ni una sola línea de este documento. Todo sale de traducciones y resúmenes de artículos en Internet. No es nada
exhaustivo y del todo perfecto. No soy ni jurista, ni médico, ni traductor. No soy más que un padre que intenta entender. Todos
vuestros comentarios serán bienvenidos.




1. ¿Qué es el síndrome de alienación parental?

1.1. Definición

La alienación parental es un proceso que consiste en programar un hijo para que odie uno de sus padres sin que tenga justificación.
Cuando el síndrome es presente, el hijo da su propia contribución en la campaña de denigración del padre alienado. (GARDNER2 y GARDNER3,

1.2. Historia
1.2.1. La tradición considera que la mujer como madre sea más apta de ocuparse de los hijos que el hombre.

1.2.2. Desde los años 60, las madres siguen más estudiando y haciendo una carrera, mientras que los padres se implican más en las
actividades de la casa y se cargan más de los hijos.

1.2.3. En los primeros años 70, una ley permitiendo el divorcio "sin culpa" provocó en los Estados Unidos una multitud de divorcios sin precedente.

1.2.4. Unos años después, una nueva ley organizó la "tenencia compartida", imposible hasta entonces sin el acuerdo de la madre.

1.2.5. La idea que el interés de los hijos sea primordial y que el mejor progenitor son ambos padres, tiene un efecto perverso: si los
padres no se entienden, el conflicto, en él que se juega la tenencia de los hijos, se lleva delante los tribunales y degenera en una
guerra en la cual cada uno intenta demostrar que el otro es un mal padre.

1.2.6. En los años 80, se observa una escalada de conflictos y, en casos extremos, el desvío del amor de los hijos por uno de los padres contra el otro de los padres. El primero a dar un nombre a este fenómeno fue el psiquiatra Richard Gardner: el "síndrome de
alienación parental". MAJOR, 6 a 11)

1.2.7. El síndrome se manifiesta en general con la madre de los niños, entre otros porque hace falta mucho tiempo para su instalación y que a menudo es ella quien tiene la tenencia principal. Sin embargo se presentan casos de papás inestables, o en culturas donde tradicionalmente la mujer no tiene ningún derecho tangible. (MAJOR,§31 y 33)

1.2.8. Desde los últimos años 90, el padre pasa más tiempo con sus hijos en el contexto de tenencias compartidas. La proporción entre hombres y mujeres que inducen tal disturbio psicológico en los hijos, tiene actualmente una tendencia a equilibrarse. (GARDNER_ADDENDUM2,)

1.2.9. En los Estados Unidos y en Canadá más y más tribunales reconocen la existencia de daños causados a los hijos víctimas del
síndrome de alienación parental, y tienen cuenta con ello en sus sentencias. (GARDNER_ADDENDUM2, 17)
1.3. Orígines

En caso de separación es natural de preocuparse cuando los hijos se van de visita por primera vez con el otro progenitor. En el comienzo los desvíos son frecuentes, como el decir "Llámame en cuanto llegues", "Llámame si te da miedo, iré a buscarte", etc. Si el progenitor es psicologicamente frágil, la ansiedad puede crecer en vez de desaparecer, y se puede desencadenar el proceso de alienación. (MAJOR, 35 y 36)

El progenitor alienador es a menudo una persona sobre-protectora. Puede ser cegado por su rabia o puede animarse por un espíritu de venganza, provocado por celos o por la cólera. (GARDNER2, 14 a 17)

Se ve como víctima, tratado injustamente y cruelmente por el otro progenitor, del cual se quiere vengar dando de creer a los hijos que el otro tiene toda la culpa. (LOWENSTEIN1, 15)

En familias que presentan disfuncionamientos, el fenómeno implica varias generaciones. El progenitor alienador tiene el sostén de los miembros de su familia, lo cual apoya su sentimiento de tener razón. (MAJOR, 53)

1.4. Consecuencias para los hijos

Se lleva el hijo a odiar y a rechazar un padre quien le quiere y cual necesita. (FAMILYCOURTS, 3)

El lazo entre el hijo y el progenitor alienado será irremediablemente destruido (GARDNER3, 66) Pues no se puede reconstruir el lazo entre el hijo y el progenitor alienado, si ha tenido un vacío de unos años (GARDNER_ADDENDUM2, 2)

El progenitor alienado llega a ser un forastero para los hijos. El modelo principal de los hijos será el progenitor patológico, mal
adaptado y teniendo un disfuncionamiento. Muchos de esos niños desarrollan trastornos psiquiátricos serios (MAJOR, §57)

Inducir un síndrome de alienación parental a un hijo es una forma de maltrato. En casos de abuso sexual o físico, las víctimas llegan un día a superar las heridas y las humillaciones que han sufrido. Al contrario, un abuso emocional tendrá de seguro repercusiones psicológicas y puede engendrar problemas psiquiátricos durante toda la vida (GARDNER_ADDENDUM2, 2)

El síndrome de alienación parental puede inducir en los hijos víctimas una depresión crónica, una incapacidad de funcionar en un
ambiente psicosocial normal, trastornos de identidad y de imagen, desesperación, un sentimiento incontrolable de culpabilidad, un
sentimiento de aislamiento, comportamientos de hostilidad, una falta de organización, una personalidad esquizofrénica y a veces el
suicidio. Estudios han mostrado que, en cuanto sean adultas las víctimas de tal alienación, tienen una inclinación al alcohol y a la
droga, y presentan otros síntomas de un profundo malestar (FAMILYCOURTS,19)

El sentimiento incontrolable de culpabilidad sale del hecho que el hijo se realiza, una vez adulto, que ha sido cómplice, a pesar de él, de una gran injusticia infligido al progenitor alienado (LOWENSTEIN1,13)

El hijo alienado arriesga reproducir la misma patología psicológica que el progenitor alienador (GARDNER3, 66)

1.5. ¿Cómo reaccionar?

1.5.1. Identificar el síndrome
1.5.2. Intentar una mediación
1.5.3. Ir al tribunal
1.5.4. Errores que hay que esquivar

1.5.1. Identificar el síndrome

El fenómeno que consiste en que un progenitor mete sus hijos contra el otro progenitor, es una noción fácil de comprender. Sin embargo, históricamente, el proceso a sido difícil para identificar. Por consecuencia hubieron interminables procedimientos, junto con un montón de quejas y mezclándose en la búsqueda de detalles, que a veces al final se evaporan espontáneamente (BONE-WALSH, 1)

Es importante, antes de diagnosticar esto, de estar seguro que el progenitor alienado no merezca de ninguna manera de ser rechazado y odiado por comportamientos realmente despreciables (LAMONTAGNE, page 81)

La tarea se debe confiar a un profesional de la salud mental, que conoce o que ha estudiado este tipo de enfermedad. Hace de pasar una serie de testos psicológicos a los padres, y formula recomendaciones (MAJOR, 65)

En sus guías para padres y profesionales, donde se muestra un pionero, Gardner ha presentado una descripción detallada del
fenómeno, identificando una panoplia de comportamientos de los hijos y de los padres (LAMONTAGNE, page 179 3)

1.5.2. Intentar una mediación

Una mediación destinado a encontrar un terreno de acuerdo y un modus vivendi, es de mucho a preferir sobre una acción en justicia, que va a deteriorar de manera dramática la relación entre los padres por un largo término (LOWENSTEIN2, 1)

Los profesionales de la salud, al corriente del síndrome de alienación parental, de sus orígenes y de sus efectos, deben intervenir lo más rápido posible, para impedir que los daños causados por la alienación se vuelvan irreversibles (LOWENSTEIN1, 42)

Los padres se deben evaluar separadamente. Una vez cierto que ninguno de los padres representa un peligro para los hijos, el trabajo de mediación puede empezar. Uno de sus efectos será de esquivar la alienación de los hijos por uno de sus padres. Si esta primera fase falla, hay que adoptar una actitud más dura y recurrir al sistema judicial (LOWENSTEIN1, 43)

1.5.3. Ir al tribunal

Si el proceso se identifica - mismo si no ha dado fruto todavía debe ser visto por los profesionales como una violación directa y
intencionada de una de las obligaciones más fundamentales de un progenitor: la promoción y el estímulo de una relación positiva y
harmoniosa entre el hijo y su otro progenitor (BONE-WALSH,1 y 25)

El progenitor que anima sus hijos en ignorar los derechos de visita, debe ser castigado por el tribunal para llamarlo al orden
(GARDNER_ADDENDUM 11)

No se puede admitir que un progenitor estable y capaz sea privado del derecho de jugar su papel parental (LOWENSTEIN1, 57)

Sin amenaza de multas severas, de estancia en la cárcel o de perder totalmente la tenencia, el progenitor alienador tendrá poca razón de cambiar (MAJOR, 69)

Otro interés de estas amenazas es de dar a los hijos alienados una excusa, que necesitan para ir a ver el progenitor alienado, mientras que no dan decepción al progenitor alienador: "Lo odio de verdad, voy solamente para que no te manden a la cárcel." (GARDNER_ADDENDUM2,14)

Sin intervención exteriora y sin ayuda psicológica, es probable que el hijo no se dé nunca cuenta de lo que se pasó (MAJOR, 58)

Se puede cuidar los hijos por una terapia apropiada, solamente a condición que la acción venenosa del progenitor alienador sea
neutralizada (MAJOR, 74)

1.5.4. Errores que hay que esquivar

1) Tener en cuenta únicamente la opinión de los hijos Los hijos observados parecen funcionar bien en la escuela. Su vida social
parece normal y, a primera vista, no presentan sicopatología particular. Sin embargo, todos, en diversos grados, piden la cesación
de los contactos con el otro progenitor. Entonces se pone que, por el interés del hijo, haya que terminar las visitas por ser "traumatizadas... no se debe obligar el hijo..." ¡Y de repente se trataría del interés del hijo, de sus derechos y de su necesidad
de tener nada mas que un sólo progenitor! (LAMONTAGNE, page 179, 2)
2) Ordenar que ambos padres decidan juntos del bienestar de los hijos Eso es ignorar la amplitud del problema. De un lado hay que cesar de creer en la buena voluntad del alienador, del otro lado hay que parar su acción nefasta utilizando el sólo poder que tiene la sociedad, es decir recurriendo a la "función tercera" (LAMONTAGNE, page 197, 1)
3) Ordenar una terapia familial tradicional Ordenar una terapia tradicional no tiene efecto. Los padres que inducen un síndrome de
alienación parental no son candidatos a una terapia. Un candidato tiene que ser consciente del hecho que tiene un problema psicológico y tiene que querer curarse. Por lo que se refiere a los hijos, mismo con una sesión de terapia diaria, el resto del tiempo sería utilizado para continuar adoctrinarlos. Se puede comparar un progenitor alienador con un gurú de una secta. Para que una desprogramación tenga éxito, el hijo debe ser cortado de todo contacto con el autor de la adoctrinación. Finalmente, ordenar una terapia tradicional da al progenitor alienador una ventaja, ya que el tiempo juega en su favor (GARDNER_ADDENDUM2, 7 y 8)



2. ¿Cómo identificar el síndrome de alienación parental?

2.1. ¿Cómo identificar un padre alienador?

En su libro "Protecting your children from parental alienation", el Dr Douglas Darnall describió el progenitor alienador como producto de un sistema de ilusiones, donde todo su ser se orienta hacia la destrucción de la relación entre sus hijos y el otro progenitor (MAJOR, 28)

Para el progenitor alienador, el tener control total de sus hijos es una cuestión a vida o muerte. No es capaz de individualizar (de
reconocer en sus hijos unos seres humanos separados de él) (MAJOR, 38 y 39)

El progenitor alienador no respecta las reglas y no tiene costumbre de obedecer las sentencias de los tribunales. Presume que todo le es debido y que las reglas son para los otros (MAJOR, 38 y 40)

El progenitor alienador es a veces sociópata y sin conciencia moral. Es incapaz de ver la situación de otro ángulo que el suyo,
especialmente no del punto de vista de los hijos. No distingue la diferencia entre decir la verdad y echar mentiras (MAJOR, 41)

El progenitor alienador busca desesperadamente a controlar el empleo de tiempo de los hijos cuando son con el otro progenitor. Dejar salir sus hijos es como arrancar una parte de su cuerpo (MAJOR, 45 y 46)

El progenitor alienador es muy convincente en su desamparo y en sus descripciones. Muy a menudo la gente implicada llegan a creerlo (policía, asistentes sociales, abogados y mismo psicólogos) (MAJOR,60)

El progenitor alienador finge de manera hipócrita su esfuerzo en empujar los hijos a ir de visita con el otro progenitor (GARDNER2,22)

El progenitor alienador no es nada cooperativo y ofrece una gran resistencia al examen por un experto independiente, quien podría
destapar sus manipulaciones (GARDNER1, 39 a 41)

Durante una evaluación el progenitor alienador puede enseñar unos fallos en su razonamiento. Este se basa en mentiras y ilusiones, y a veces llega al absurdo y lo increíble (GARDNER1, 43 a 45)

El progenitor alienador sostiene el hijo con sus propios alegaciones sin mirar su grado de inverosimilidad (GARDNER1, 48 y 49)

Cuando la presencia de paranoia se descubre, la víctima del sistema se limita al progenitor alienado. Durante los litigios, la paranoia se extiende a los que defienden el progenitor alienado (padres, bogado) (GARDNER1, 91 y 92)
2.1.1. Los comportamientos clásicos de un progenitor alienador

Se observan a menudo los mismos comportamientos en el progenitor alienador, quien sabotea la relación entre los hijos y el otro
progenitor: (CHILDALIENATION, 2)

1 Rehusar de pasar las llamadas telefónicas a los hijos.
2 Organizar varias actividades con los hijos durante el período que el otro progenitor debe normalmente ejercer su derecho de visita.
3 Presentar el nuevo cónyuge a los hijos como su nueva madre o su nuevo padre.
4 Interceptar el correo y los paquetes mandados a los hijos.
5 Desvalorizar y insultar el otro progenitor delante los hijos.
6 Rehusar de informar el otro progenitor a propósito de las actividades en las cuales están implicados los hijos (partidos deportivos, actuaciones teatrales, actividades escolares...)
7 Hablar de manera descortés del nuevo cónyuge del otro progenitor.
8 Impedir al otro progenitor de ejercer su derecho de visita.
9 "Olvidar" de avisar el otro progenitor de citas importantes (dentista, médico, psicólogo...)
10 Implicar su entorno (su madre, su nuevo cónyuge...) en el lavado de cerebro de los hijos.
11 Tomar decisiones importantes a propósito de los hijos sin consultar el otro progenitor (elección de la religión, elección de la escuela)
12 Cambiar (o intentar de cambiar) sus apellidos o sus nombres.
13 Impedir el otro progenitor de acceder a los expedientes escolares y/o médicos de los hijos
14 Irse de vacaciones sin los hijos y colocarles con otra gente que el otro progenitor, aunque este sea disponible y voluntario de
ocuparse de ellos.
15 Contar a los hijos que la ropa, que el otro progenitor les ha comprado, es fea, y prohibirles de ponérselo.
16 Amenazar con castigo a los hijos si se atreven a llamarle, a escribirle o a contactarle al otro progenitor de la manera que sea.
17 Reprochar al otro progenitor el mal comportamiento de los hijos.


2.1.2. Criterios de Identificación

Examinando 700 casos de separaciones conflictivas durante los 12 últimos años, se han observado la presencia de 4 criterios, que
permiten de manera razonable de predecir que el proceso de alineación está corriendo (BONE-WALSH, §1 y 24)
1. Obstrucción a todo contacto
2. Denuncias falsas de abuso
3. Deteriorización de la relación desde la separación
4. Reacción de miedo de la parte de los hijos

2.1.2.1. Obstrucción a todo contacto (BONE-WALSH, 6 y 7)

La razón más invocada es el hecho que el otro progenitor no sea capaz de ocuparse de los hijos y que estos no se sienten bien cuando vuelven de la visita. La última razón es la acusación de abuso (ver el criterio siguiente) Otro argumento es el hecho que el ver al otro progenitor no sea conveniente para los hijos y que estos necesiten un tiempo para adaptarse.

El mensaje dirigido a los hijos es que el otro progenitor no es mas un miembro clave de la familia y que se ha relegado a un estatuto de conocido fastidioso y que es una faena de ir a verlo.

Tal presentación de las cosas erosiona seriamente la relación entre los hijos y el progenitor ausente. Además que en este contexto el menor cambio de planes de las visitas es pretexto para anularlo.

El objetivo es de excluir el otro progenitor de la vida de los hijos. El progenitor alienador se pone erróneamente como protector del hijo, violando el principio que cada uno de los padres debe favorecer el desarrollo positivo de la relación entre los hijos y el otro
progenitor.

2.1.2.2. Denuncias falsas de abuso (BONE-WALSH, 9 a 12)

El abuso más grave que se invoca es el abuso sexual. Ocurre en la mitad de los casos de separación problemática, especialmente si los hijos son chicos y más manejables. Las acusaciones de otras formas de abuso - los que dejan huellas - son menos frecuentes.

El abuso invocado más a menudo es el abuso emocional. Un progenitor acusa el otro por ejemplo de mandar los hijos a dormir demasiado tarde. En realidad, las diferencias de juicio moral o de opinión entre los padres, son cualificadas por el uno como abusivas del otro. Un progenitor puedo permitir al hijo a hacer una cosa, de la cual sabe que el otro progenitor va a reprobarlo, para poder acusarlo de abuso emocional.

El progenitor alienador utiliza las diferencias entre los padres como faltas del otro progenitor, en vez de presentarlas como fuente de riqueza. El clima emocional que se crea es claramente alienador para el hijo.

2.1.2.3. Deteriorización de la relación desde la separación (BONE- WALSH, 14 a 17)

Es el criterio mas decisivo.

Es importante que el examen de la relación de antes de la separación sea hecho con mucha minuciosidad. Es corriente que el experto apuntado se contenta de la descripción que los hijos dan de la situación actual, sin buscar a saber de que naturaleza era su
relación antes de separarse.

2.1.2.4. Reacción de miedo de la parte de los hijos (BONE-WALSH, 19 a 22)

El hijo puede mostrar una reacción evidente, de miedo de desagradar o de ser en desacuerdo con el progenitor alienador. El mensaje de este es claro: hay que elegirme "a mi". Si el hijo desobedece a esta directiva, especialmente expresando una aprobación hacia el progenitor ausente, el hijo aprenderá pronto a pagar el precio. Es corriente que el progenitor alienador amenaza el hijo de abandonarlo o de mandarlo a vivir con el otro progenitor. El hijo se pone en una situación de dependencia y está sometido regularmente a unos testos de lealtad.

Este procedimiento actúa sobre la emoción más fundamental del ser humano: el miedo de ser abandonado.

El hijo se ve obligado de escoger entre sus padres, lo que es en oposición total con el desarrollo harmonioso de su bienestar
emocional.

En estas circunstancias, el hijo desarrolla una asiduidad particular de no desplacer al progenitor alienador. Este puede hasta permitirse de dar la impresión de ser sorprendido por la actitud de sus hijos, cuando manifiestan una oposición hacia el progenitor ausente.

Para sobrevivir, estos hijos aprenden a manipular. Se hacen expertos prematuros para descifrar el ambiente emocional, para decir nada más que una parte de la verdad y, al fin y al cabo, para enredarse en las mentiras y exprimir emociones falsas.

2.2. ¿Cómo identificar un niño alienado?

El progenitor alienador confía a su hijo, con fuerza de detalles, sus sentimientos negativos y las malas experiencias vividas con el
progenitor ausente. El hijo absorba la negatividad del progenitor y llega a ser de alguna manera su terapeuta. Siente el deber de
proteger el progenitor alienador (MAJOR, 55)

El hijo alienado siente que debe elegir el campo del progenitor alienador. Es él quien tiene el poder y el sobrevivir del hijo
depende de él. No se atreve a acercarse del progenitor alienado. Solamente contará lo que no le gustaba durante el derecho de visita. Un detalle o un incidente aislado se monta de punta para el progenitor alienador, afirmando el hijo en su idea que no le gusta
estar con el otro progenitor (MAJOR, 48 y 50)

Los hijos alienados entretienen las mismas ilusiones que el progenitor alienador, en el procedimiento psiquiátrico, llamado "locura a dos" (GARDNER1, 91 y 92)
2.2.1. Criterios de identificación

Síntoma
(GARDNER3, 3 a 11) Explicación (MAJOR, 16 a 26)
1. Campaña de denigración Esta campaña se manifiesta verbalmente y en los actos.
2. Justificaciones fútiles El hijo da pretextos fútiles, poco creíbles o absurdos para justificar su actitud.
3. Ausencia de ambivalencia El hijo está absolutamente seguro de él y su sentimiento exprimido hacia el progenitor alienado es maniqueo y sin equívoco: es el odio.
4. Fenómeno de independencia El hijo afirma que nadie lo ha influenciado y que ha llegado solo a adoptar esta actitud.
5. Sostén deliberado El hijo toma de manera pensada la defensa del progenitor alienador en el conflicto.
6. Ausencia de culpabilidad El hijo ne siente ninguna culpabilidad hacia el denigramiento o la explotación del progenitor alienado.
7. Escenarios prestados El hijo cuenta hechos que manifiestamente no ha vivido él, o que ha escuchado contar.
8. Generalización a la familia extendida El hijo extiende su animosidad a la familia entera y a los amigos del progenitor
alienado.


2.2.2. Los tres estadios de la enfermedad del hijo

Estadio I
ligero En este estadio, las visitas se pasan en general de manera calma, con un poco de dificultades en el momento del cambio de
progenitor. En cuanto el hijo esté con el progenitor alienado, las manifestaciones de la campaña de denigramiento desaparecen o se hacen discretas y raras. La motivación principal del hijo es de conservar un lazo sólido con el progenitor alienador (GARDNER3, 20)
Estadio II
medio El progenitor alienador utiliza una gran variedad de tácticas para excluir el otro progenitor. En el momento de cambio de
progenitor, los hijos, que se han enterado de lo que el progenitor alienador quiere escuchar, intensifican su campaña de denigramiento. Los argumentos utilizados son más numerosos, mas frívolos y mas absurdos. El progenitor alienado es completamente malo y el otro completamente bueno. A pesar de eso, aceptan de irse con el progenitor alienado y, una vez totalmente cortados del otro progenitor, se ponen más cooperativos. (GARDNER3, 27 y 28)
Estadio III
grave Los hijos están en general perturbados y a menudo fanáticos. Tienen los mismos fantasmas paranoicos que el progenitor alienador hacia el otro progenitor. Pueden tomar pánico con la sola idea de tener que ir de visita con el otro progenitor. Sus gritos, su estado de pánico y sus explosiones de violencia pueden ser tales que ir de visita llega a ser imposible. Si a pesar de eso se van con el progenitor alienado, se pueden huir, paralizarse por un miedo mórbido, o ponerse de manera continua tan provocadores y
destructores, que llega a ser necesario de volverles al otro progenitor. Mismo cortados del universo del progenitor alienador durante un periodo significativo, es imposible de reducir su miedo y sus cóleras. Todos estos síntomas aún refuerzan el lazo patológico que tienen con el progenitor alienador (GARDNER3, 38)


2.2.3. ¿Cómo identificar el estadio de la enfermedad en función de los criterios?

Es primordial que se establezca una diagnosis correcta antes de elegir el tratamiento a seguir. Un error de diagnosis puede conducir
a errores dolorosos causando un traumatismo psicológico significativo en todos los partidos metidos. El estadio de la enfermedad no depende de los esfuerzos hechos por el progenitor alienador, sino más bien del grado de "éxito" con el hijo (GARDNER3, 17)

Síntomas Estadio ligero Estadio medio Estadio grave Campaña de denigramiento mínimo medio fuerte

Justificaciones fútiles mínimas 
moderadas
múltiples y absurdas
Ausencia de ambivalencia ambivalencia normal ninguna ambivalencia
ninguna ambivalencia
Fenómeno de independencia generalmente ausente presente presente
Sostén deliberado mínimo presente presente
Ausencia de culpabilidad culpabilidad normal poco o ninguna
culpabilidad ninguna culpabilidad
Escenarios prestados poco presente presente
Generalización a la familia extendida mínima presente enorme y fanática


Otros criterios Estadio ligero Estadio medio Estadio grave Dificultades en el momento de ejercer el derecho de visita
generalmente ausentes medias enormes, o visitas imposibles 
Comportamiento durante el derecho de visita bueno hostil y
provocador de vez en cuando destructor, siempre provocador o ninguna visita
Lazo con el progenitor alienador fuerte y sano fuerte y ligeramente
hasta mas o menos patológico gravemente patológico, a menudo paranoico
Lazo con el progenitor alienado fuerte, sano o un poquito patológico fuerte, sano o un poquito patológico fuerte, sano o un
poquito patológico

2.3. ¿Cómo ver la diferencia entre un síndrome de alienación parental y un caso de abuso o de descuido?

Cuando hijos manifiestan una animosidad hacia uno de sus progenitores, a veces el otro progenitor llega a acusar el otro de
abusar de ellos (físicamente o sexualmente) o de no ocuparse de ellos normalmente, mientras que este acusa el primero de haber programado los hijos contra él. Es importante de ver la diferencia entre los dos casos. En presencia de abuso o de descuido grave, la diagnosis de alienación parental no se aplica (GARDNER1, 4)

Criterios Caso de abuso o de descuido Caso de síndrome de alienación
1) los recuerdos del hijo El hijo abusado se recuerda muy bien de lo que le ha pasado. Una palabra basta para activar un raudal de
informaciones detalladas. El hijo programado no ha vivido realmente lo que el progenitor alienador afirma. Necesita más ayuda
para "recordarse" los acontecimientos. Además sus escenarios son menos creíbles. Cuando se interrogan separados, los hijos dan a
menudo versiones diferentes. Cuando se interrogan juntos, se echan más miradas entre ellos que hijos víctimas de abuso (GARDNER1, y 51)
2) la lucidez del progenitor El progenitor de un hijo abusado se da cuenta de los efectos desastrosos que trae la destrucción progresiva del lazo entre los hijos y el otro progenitor, y hará todo para reducir los abusos y salvar la relación con el progenitor que abusa (o descuida) el hijo. El progenitor alienador no se da cuenta (GARDNER1, 59)
3) la patología del progenitor En el caso de comportamientos psicopatológicos, un progenitor que abusa de sus hijos presenta
también estos comportamientos en otros campos de la vida. El progenitor alienador se queda sano en los otros campos de la vida
(GARDNER1, 65 a 67)
4) las víctimas del abuso Un progenitor que acusa al otro de abuso de sus hijos lo acusa en general también de abuso de él mismo. Un progenitor que programa sus hijos contra el otro progenitor se queja en general solamente del daño que el progenitor alienado hace a los hijos - aunque los reproches contra él no deben de faltar, ya que había separación (GARDNER1, 71)
5) el momento del abuso Las quejas de abuso se tratan de mucho antes de la separación. La campaña de denigramiento contra el progenitor alienado empieza después de la separación (GARDNER1, 74 y 75)


3. ¿Cómo tratar al le síndrome de alienación parental?

La intervention psicoterapéutica se debe siempre de hacer dentro del cuadro de un procedimiento legal y debe poder contar con el sostén del ambiente judicial (LAMONTAGNE, página 183, 1)

3.1. Medios legales y terapéuticos

Estadio Enfoque legal Enfoque terapéutico
I - Ligero ninguno ninguno
II - Medio 1) dejar la tenencia principal al progenitor alienador
2) dar un mandato a un terapeuta para servir de transición durante las visitas y para avisar el tribunal de los fallos
3) Surtir el rehuso del derecho de visita con sanciones: a. Una sanción financiera (reducción de la cuota alimentaria)
b. una asignación de residencia (el tiempo que corresponde a la visita)
c. una breve estancia en la carcel

4) en caso de desobediencia crónica y de recidiva a pesar de la cárcel, dar la tenencia al otro progenitor.
1) el terapeuta en carga de controlar las visitas se debe familiarizar con el síndrome de alienación parental.
2) debe aplicar un programa terapéutico preciso.
3) debe poder relatar los fallos directamente a los jueces
4) el tribunal debe absolutamente hacer que se ejecuten las sanciones previstas.

III - Grave 1) trasladar la tenencia principal al progenitor alienado.
2) dar un mandato a un psicoterapeuta para ejercer un programa de transición.
3) ordenar eventualmente un sitio de transición. (mismo enfoque que el estadio medio)

3.1.1. Tratar la enfermedad en el estadio I (ligero)

En general la simple confirmación por el tribunal que tiene la tenencia principal hace de cesar la campaña de denigramiento del
progenitor alienador (GARDNER3, 22)

3.1.2. Tratar la enfermedad en el estadio II (medio)

El hijo ha creado en general un lazo mas fuerte con el progenitor que ha asegurado la continuidad. Entonces es lógico de no quitarle la tenencia principal del hijo.

Sin embargo la amenaza de tener que pagar una multa o de ir a la carcel puede bastar para volver el progenitor alienador en el justo
camino, y al mismo tiempo da una excusa a los hijos para no traicionar ese progenitor (GARDNER3, 29 a 31)

3.1.3. Tratar la enfermedad en el estadio III (grave)

La única salvación para el hijo es el cambio de tenencia. El carácter definitivo de esta medida depende del comportamiento del progenitor alienador. Esta medida debe ir junta con un tratamiento psicológico que se complica aún más porque el hijo no quiere cooperar (GARDNER3, §40)

Esta falta de cooperación parece volver imposible el cambio de tenencia y la creencia muy sembrada que quiere que mejor no se quita un hijo a su madre - en el caso que ella sea el progenitor alienador - no importa el grado de locura, explica la reticencia de los
tribunales para tomar una tal medida (GARDNER3, 41)

Si el traslado directo de los hijos hacia el progenitor alienado se revela imposible, se puede considerar el pasaje por un sitio de
transición. El programa de transición debe seguirse por un terapeuta con mandato del tribunal, donde debe tener un acceso directo a
propósito de la ayuda judicial y la producción de mandatos necesarios para el éxito del plan (GARDNER3, 43)
3.2. Terapia familial en el estadio II (medio)

(Resumen del artículo "Family Therapy of the Moderate Type of Parental Alienation Syndrome" de Richard A. GARDNER, 1999)
1. Bases de la terapia
2. Las sanciones
3. Consejos para el tratamiento del progenitor alienador
4. Consejos para el tratamiento de los hijos
5. Consejos para el tratamiento del progenitor alienado

3.2.1. Bases de la terapia

La terapia debe estar a cargo de un sólo terapeuta. Este debe encontrar y tratar todos los miembros de la familia para establecer
los lazos entre lo que cada uno dice (GARDNER2, 3)

El tratamiento debe ser ordenado por el tribunal y el terapeuta debe ser en comunicación directa con el tribunal (a través de un abogado especializado por ejemplo) El progenitor alienador se debe informar del hecho que toda obstrucción al tratamiento y cada falta de respecto del derecho de visita, será enseguida relatado al juez por el terapeuta. El tribunal debe absolutamente aplicar las sanciones previstas (GARDNER2, 4)

El terapeuta debe familiarizarse con los métodos autoritarios y apremiantes. Además en este tipo de tratamiento, la confidencialidad tradicional se debe modificar. En particular se puede revelar a su propia discreción toda información obtenida durante el tratamiento a terceros tales como el juez o los abogados de los dos lados (GARDNER2,5)

3.2.2. Las sanciones

Todas las sanciones deben estar previstas y desarrolladas en la sentencia. Es importante que el terapeuta, con mandato del tribunal,
conozca exáctamente las amenazas que podrá utilizar en el tratamiento. Estas sanciones deben ser aplicables sin dificultades
para preservar la credibilidad del terapeuta (GARDNER2, 7)

Las sanciones posibles, según la importancia: (GARDNER2, 8 y 9)
1. un informe desfavorable del terapeuta, dirigido al tribunal
2. una reducción de la cuota alimentaria
3. una obligación
4. la amenaza de mudar la tenencia principal al otro progenitor
5. una estancia en la carcel
3.2.3. Consejos para el tratamiento del progenitor alienador

Este progenitor a menudo ya está siguiendo una terapia. En general tiene el sentido de buscarse un terapeuta que le sostendrá totalmente en su causa y con el cual a menudo desarrolla una relación patológica del tipo "locura a dos". El tribunal no tiene que prohibir este tratamiento, pero debe ordenar de seguir al mismo tiempo el tratamiento obligatorio de la sentencia (GARDNER2, 11)

Típicamente el progenitor alienado irá rehusando de implicarse en una terapia impuesta por el tribunal, o al contrario, ira mostrando un gran interés mientras que no será nada cooperativa y hará todo lo posible para sabotearlo (GARDNER2, 12)

El terapeuta debe hacer lo posible para encontrar un aliado interno:
un miembro próximo de la familia del progenitor alienador, quien se da cuenta del hecho que este exagera. La madre del progenitor
alienador es una aliada excelente, si el terapeuta llega a afiliarla. Ella puede hacer de manera que el progenitor alienador suelte un
poco, persuadiendolo de que sus maniobras son desastrosas para los hijos. Tal aliada es difícil de encontrar, ya que todo el mundo tiene miedo de volverse en blanco para el progenitor alienador (GARDNER2, 13)

Motivaciones del progenitor alienador Respuesta
1) Ciertos progenitores alienadores son cegados por su rabia. Al nivel más superficial se trata de hacerlo apreciar la importancia
del papél del otro progenitor en la educación de los hijos y el hecho que su campaña de denigramiento, destinada a alcanzar el otro
progenitor, tambien contribuye a desarrollar patologías en los hijos (GARDNER2, 14)
2) Ciertos progenitores alienadores son celosos del hecho que el otro se haya metido en una nueva relación y él no. Privarlo de sus hijos equivale a quitarle lo que tiene de más precioso en el mundo. Ciertos progenitores alienadores utilizan la campaña de
denigramiento para entretener cierta relación con el otro progenitor. Pues esta campaña necesita tiempo y interfiere continuamente con la vida del otro progenitor.
Lo mejor que se puede hacer es de empujar el progenitor alienador a tomar su propia vida en mano, a encontrarse otros intereses y a invertirse en una nueva relación (GARDNER2, 15)
3) La cólera se puede provocar por factores económicos. Si el terapeuta se da cuenta que hay buenas razones de pensar que
las decisiones a propósito del capítulo financiero no son justas y contribuyen a la cólera del progenitor alienador, lo debe señalar al
juez. De ninguna manera debe llegar a conclusiones en esta materia y debe dejar esto a cargo de expertos (GARDNER2, 16)
4) El aspecto sobre-protector del progenitor alienador es un factor corriente, que explica la alienación de los hijos. El mundo se ve
peligroso y el otro progenitor en particular representa una posible fuente de peligro. Este síntoma se puede curar por la terapia. Todas las fuentes de cólera, en relación o nó con el otro progenitor, se deben explorar (GARDNER2, 17)
5) A veces ocurre que el progenitor alienador decide de repente de mudarse, de cambiar de ciudad o de país. Puede tener el pretexto de haber hecho un encuentro amoroso o de tener una oportunidad de trabajo.
El terapeuta debe intentar de descubrir si no se trata simplemente de otra maniobra más para excluir los hijos de la vida del otro
progenitor y, si es el caso, de avisar el juez. De todas formas tendrá que reconocer que es en el interés de los hijos de quedarse en
su ambiente actual, bajo la tenencia del otro progenitor (GARDNER2, 18)


3.2.4 Consejos para el tratamiento de los hijos

Motivaciones de los hijos Respuesta
1) Los hijos afirman a menudo que estarán maltratados si se van con el progenitor alienado.
El tomar en serio estas alegaciones es un muy mal servicio y antiterapéutico. Lo que los hijos pretienden querer, no es siempre lo
que es lo mejor para ellos. El terapeuta debe ver su animosidad como superficial y fabricado para obtener las buenas gracias del
progenitor alienador. El buen enfoque es decirles "Vamos, estas cosas no han ocurrido. Hablamos mas bien de lo que pasó realmente, como por ejemplo vuestra próxima visita con vuestro padre (madre)". Debe recordar a los hijos que antes de la separación, tenían una buena relación profunda con el progenitor alienado (GARDNER2, 20 y 21)
2) Los hijos no quieren irse con el progenitor alienado, o se van justificando su decisión por razones diversas, destinadas a contentar el progenitor alienador. "Voy únicamente por su dinero" o "Si no voy, no nos dará mas dinero y nos moriremos de hambre". Los hijos necesitan una excusa para irse con el progenitor alienado sin perder la afección del progenitor alienador. Necesitan la posibilidad de decirle que odian el otro progenitor, pero que van unicamente para evitar las sanciones del tribunal. Piden nada más que estar obligados por alguien, quién les amenace progresivamente con estas sanciones. El terapeuta debe tener este papél, que implica ser acusado de obligarles y de manipularles cruelmente. Lo ideal es que hayan tenido la experiencia de que el tribunal sea decidido a aplicar realmente las amenazas de sanciones financieras o penales, utilizadas por el terapeuta.

El hijo no tiene más que una idea vaga del porqué no quiere irse con el progenitor alienado. Si no tiene una razón precisa de irse,
prefiere subir esta restricción draconiano (GARDNER2, 22 à 33)
3) Ocurre a menudo que los hijos más grandes toman a cargo la programación de los hijos más jovenes, durante las visitas con el
progenitor alienado - "en el campo enemigo". Los más grandes son los primeros a manifestar los síntomas del SAP. Es clásico que el mayor sea en el estadio grave, el segundo en el estadio medio y el menor en el estadio ligero. La separación da menos oportunidad al progenitor alienador de alcanzar el otro progenitor. Programar los hijos para que sean irrespetuosos, desobedientes o turbulentos durante las visitas es un buen medio de descargar su odio.

Si el progenitor alienado ha sido descrito como incompetente, el mayor cree que tiene que asumir su papel. Si ha sido descrito como peligroso, el mayor cree que debe proteger los más chicos. El mayor puede relevar el discurso infamante del progenitor alienador, o animar los otros a robar o a destruir los objetos del progenitor alienado.

El mejor enfoque consiste en organizar las visitas de manera que sean separados los hijos hasta el momento que cada uno tenga la
experiencia que las consecuencias terribles predichas de irse sólo con el progenitor alienado, no se realicen (GARDNER2, 34 a 36)
4) El momento de pasar de un progenitor al otro es particularmente doloroso para el hijo víctima de un SAP. El conflicto de lealtad es aún exacerbado si los dos padres sean presentes. El buen sitio para efectuar esta transición es el gabinete del terapeuta. El progenitor alienador trae los hijos y se queda algún tiempo con el terapeuta. Después los hijos se quedan un ratito sólos
con el terapeuta. El otro progenitor llega finalmente, se queda un rato con los hijos y el terapeuta, antes de irse con ellos (GARDNER2, 37)
5) Ocurre que los hijos echan mentiras, exageran, disfrazan la verdad o intentan de manipular su interlocutor. El terapeuta debe disuadir los hijos de querer hacer placer a cada uno de sus padres, diciendo exactamente lo que piense que su progenitor quisiera escuchar en ese momento.

El terapeuta debe hacer todo para disipar toda mentira. Debe mostrarse bastante incrédulo hacia las alegaciones de los hijos a
propósito del progenitor alienado. Una vez refutado el argumento del hijo, hay que pasar de prisa a otra cosa. La próxima vez, hay que insistir sobre el hecho que la alegación avanzada no se ha producido durante la última visita (GARDNER2, 44)


En ciertos casos es necesario de modular el tiempo de las visitas. El terapeuta debería tener toda la libertad de tomar las decisiones
sobre la extensión y la frecuencia de las visitas. Pues es inpracticable de tener que volver delante el tribunal cada vez que la
duración de las visitas se debe revisar (GARDNER2, 39)

El terapeuta debe ver un aspecto del tratamiento como una desinformación y una desprogramación. Hay que ayudar el hijo para que se dé cuenta que ha sido víctima de un lavado de cerebro (lo que es más fácil de hacerlo entender a hijos más grandes). La técnica consiste en hablarle en estos términos: "No te pido de utilizar mis palabras. Quiero que hagas tus propias observaciones. Quiero que pienses a lo que ha pasado durante tu última visita con tu padre (madre) y que te preguntes si las cosas que tu madre (padre) ha dicho que iban a pasar, han pasado realmente o nó. Durante tu próxima visita, quiero que te fijes y que llegues a tus propias conclusiones a propósito de la existencia de tal peligro o de tal hecho. Dices que eres bastante grande y bastante inteligente para hacerte tu propia idea. Estoy de acuerdo contigo. La gente inteligente se forman una idea basándose sobre sus propias observaciones y no sobre las afirmaciones de otra gente, sea quien sea. Exactamente como te pedí de darme las pruebas de lo que tu crees basado sobre lo que has visto n el pasado, ahora te pido que me des las pruebas, la próxima vez, despues de tu próxima visita, basado sobre lo que habrás visto y vivido tú mismo." (GARDNER2, 40 y 41)

Ocurre que una familia se rompe en dos después de una separación acompañada de una campaña de denigramiento que haya tenido éxito solamente con una parte de los hijos (o acompañada de dos campañas de denigramiento que se cruzan). Las visitas llegan a ser lo que está en juego en los chantajes: los hijos viviendo con un progenitor van a visitar el otro a condición que los que viven con él vienen con el primero. Tales visitas ("swap") valen más que ninguna visita (GARDNER2, 42)

En cuanto la tenencia no esté decidida, la relación con el progenitor que es más cercano psicológicamente se ve amenazada. Una vez la sentencia proclamada, el hijo puede parar su campaña de denigramiento y aprovechar con serenidad los momentos pasados con el progenitor alienado (GARDNER2, 45)

3.2.5. Consejos para el tratamiento del progenitor alienado

El progenitor víctima de un SAP a menudo se pierde delante lo que le pasa a él y a su familia. El terapeuta debe explicarle los mecanismos del desarrollo del procedimiento del SAP. Mejor conocerá este procedimiento, más estará armado para combatirle (GARDNER2, 47)

El hijo muestra que le odia El progenitor alienado debe aprender que el inverso de amor no es el odio, sino la indiferencia.
La campaña de denigramiento de los hijos esconde su afección reprimida, tan extraño que eso pueda parecer al progenitor alienado
(GARDNER2, 48)
El hijo no es cooperativo El progenitor alienado debe aprender a no dar demasiado importancia a las alegaciones de los hijos a su
propósito, y a tolerar su animosidad en el momento de la transición. A veces esta animosidad dura todo el tiempo de la visita. El
progenitor no debe perder el coraje y debe ver en esta animosidad nada más que el resultado de la programación del progenitor
alienador. Tiene que apreciar el hecho que no obstante sus protestas vienen de visita de todas formas, lo que significa que es lo que
quieren. Si realmente no quisieran - lo que es el caso con hijos en el estadio grave - no irían del todo (GARDNER2, 49)
Ocurre a menudo que el hijo, que es bueno y amical durante la visita, tenga en cierto momento una crisis de cólera o de rabia. Hay que ver este episodio como una representación en la ventaja del programador y que será bien informado a este. Se contaré como extendido a la visita entera y ninguna mención se hará de los 95% de buenos momentos del resto. A veces esta crisis proviene de la cólera generada por la confusión del hijo en el conflicto de los padres (GARDNER2, 50)
El hijo le acusa de falsas alegaciones El progenitor alienador necesita ayuda en desviar el hijo de sus provocaciones hostiles hacia
intercambios mas sanos, y en no insistir sobre el hecho que una alegación sea verídica o falsa. Una respuesta simple y breve basta.

Se puede coger una alegación del progenitor alienador y preguntarle si lo ha realmente vivido él mismo. El mejor antídoto contra las ilusiones creadas por el progenitor alienador es una sana experiencia vivida (GARDNER2, 51)
El lazo parece roto Hablar de los tiempos pasados, multiplicar las actividades y los intercambios, entretener los juegos "privados" que dan a cada relación su carácter único (palabras códigos, canciones preferidas...) (GARDNER2, 52)
Dificultades en el momento de la toma a cargo del hijo Hacerse de acompañar por la policía puede ser útil para legitimar el momento y la hora de la toma a cargo del hijo, mientras que da una excusa al progenitor alienador (GARDNER2, 53)

El progenitor alienado no debe olvidar que una relación basada sobre el verdadero amor es más sólido que una relación basada sobre el miedo. Hay que dar al hijo un ambiente en el cual se siente libre de exprimir todas sus impresiones y sus sensaciones, positivas y negativas, a propósito de sus dos padres. Un ambiente opuesto a ese del progenitor alienador... (GARDNER2, 54)
3.3. El programa de transición en la tercera etapa (grave)
3.3.1. El lugar de la transición

Según las posibilidades se considera uno de los tres lugares de transición siguientes:

1) La casa de un amigo o de un conocido, o una centro de acogida La casa de un pariente se debe evitar. Ese amigo o el pariente de
acogida tiene que tener en relaciones bastante buenas con el hijo. Tiene que estar al corriente de la gravedad de la patología del
progenitor alienador. Tiene que ser bastante fuerte para prohibir todo contacto telefónico con este progenitor y tiene que relatar al
tribunal todo fallo de este hacia las sentencias (GARDNER3, 47)
2) Una residencia de niños
Es donde se alojan los pequeños delincuentes, los niños abandonados o abusados. La vigilancia es más organizada y el control del
comportamiento del hijo será más fácil allí. (GARDNER3, §50) Sin ser ideal, este lugar a veces tiene la ventaja de motivar un hijo a ser más cooperativo (GARDNER3, 63)
3) El hospital psiquiátrico
El personal sanitario debe estar al corriente y en contacto con el tribunal (GARDNER3, 52)


3.3.2. Las fases de transición

El objectivo es de dar al hijo la posibilidad de vivir la experiencia del hecho que el progenitor alienado no es la persona peligrosa o
innoble que le han descrito (GARDNER3, 54)

Fase 1 El hijo se coloca en el lugar de transición y se corta todo contacto con el progenitor alienador. Se pone gradualmente en
contacto con el progenitor alienado durante visitas más y más largas y frecuentes según se acostumbra.
Fase 2 Siempre sin contacto ninguno con el progenitor alienador, el hijo hace visitas más y más largas en la casa del progenitor
alienado, hasta que se puede considerar de vivir allí de manera permanente...
Fase 3 El hijo vive con el progenitor alienado. Todo contacto con el progenitor alienador está prohibido y el menor intento se castiga severamente (obligaciones, encarcelamiento, hospitalización...)
Fase 4 El progenitor alienador vuelve gradualmente a tener contacto telefónico vigilado con el hijo, a condición que controla su obsesión de manipular el hijo.
Fase 5 El progenitor alienador visita bajo vigilancia el hijo en casa del progenitor alienado, a condición de controlar su animosidad
hacia el progenitor alienado.
Fase 6 En cuanto todo riesgo de reprogramación haya desaparecido, se pueden intentar unas visitas breves y controladas con el hijo en la casa del progenitor alienador.


4. Los aspectos jurídicos y legales

4.1. Contexto legal en los Estados Unidos

El código penal del estado de California estipula que "Toda persona que guarda, aleja, detiene, sustrae o esconde un hijo, y con
intención maliciosa priva el que tiene la tenencia legal del ejercicio de su derecho de tenencia, o una persona de un derecho de
visita, será castigado con encarcelamiento de un máximo de un año, de una multa de un máximo 1000 dolares o de los dos..."
(GARDNER_ADDENDUM2, 13)

En Pensilvanía este comportamiento está sujeto a una pena de 6 meses con remisión condicional, a una multa de 500 dolares y la suspensión o la supresión del carné de conducir (GARDNER_ADDENDUM2 11)

En Tejas se puede estar persecutado delante los tribunales por haber provocado intencionalmente un desamparo emocional. Los elementos que lo caracterizan son:
el acusado ha procedido intencionalmente o de manera imprudente
el comportamiento es extremo y ultrajoso
el desamparo sufrido por él que introdujo la queja, es el resultado de acciónes del acusado
el desamparo sufrido por él que introdujo la queja, es grave

(GARDNER_ADDENDUM2, 17)

4.2. El código civil alemán

(ELSHOLZ, 21 y 22)

El artículo 1626 § 1 se titula: "El padre y la madre tienen el derecho y el deber de ejercer la autoridad parental (elterliche
Sorge) sobre su hijo menor de edad. La autoridad parental comprende la tenencia (Personensorge) y la administración de bienes
(Vermögenssorge) del hijo.

Según el artículo 1626 a § 1 del código civil, en su versión enmendada, los padres de un niño menor de edad, nacido fuera del
matrimonio, ejercen de manera conjunta la tenencia del hijo, si hacen una declaración en este efecto (declaración sobre la tenencia
compartida) o si se casan.

Según el artículo 1684, en su versión enmendada, un niño tiene derecho de ver a sus dos padres, que tienen cada uno la obligación de mantener contactos con el hijo y el derecho de visitarlo. Además los padres tienen que renunciar cualquier acto, que fuera dañoso para las relaciones entre el hijo y el otro progenitor, o que perjudicaría seriamente su educación. Los tribunales de familia pueden fijar la extensión del derecho de visita, tanto como las modalidades más precisas del ejercicio de este derecho, también hacia terceros. Pueden también obligar los partidos de satisfacer sus obligaciones hacia el hijo.

4.3. Las Cortes Europeas

(ELSHOLZ, §9 a 19, 29, 54 a 61, 68 a 75)

En 1992 los tribunales alemanes rehúsan de otorgar a un padre un derecho de visita a un hijo nacido fuera del matrimonio, y mismo de ordenar un estudio experto psicológico del hijo y de la madre. Despues de pasar por todos los recursos posible, el padre se dirija a las Cortes Europeas de los Derechos Humanos para pedir justicia y reparación, contra el estado alemán.

Invoca que la Alemania no ha respetado el artículo 8 de la Convención según el cual,
1. Toda persona tiene derecho al respeto de su vida (230;) familial (230;)
2. No puede haber entremetida de una autoridad pública en el ejercicio de este derecho, por lo tanto que esta entremetida sea
prevista por la ley y que constituye une medida que, en una sociedad democrática, sea necesaria (…) para la protección de la salud, del moral o de la protección de los derechos y libertades de otros.


En la sentencia ELSHOLZ del 13 de julio 2000, las Cortes Europeas le han dado razón y condenan a la Alemania a pagar 47 600 DEM como por los daños morales. Esta sentencia muestra que, las leyes nacionales sean lo que sean, el interés superior del hijo se encuentra en el derecho fundamental de tener acceso a sus dos progenitores.


5. Los padres que han tenido éxito...

(MAJOR, 77)

1) han seguido cursos para ser padres superiores a la mediana
2) eran temperados y controlaban sus emociones
3) no han abandonado nunca, a pesar de las ganas de dejarlo y de la desanimación
4) querían (y eran capaz de) cargarse de los gastos necesarios
5) tenían un abogado que conocía el síndrome y se habían puesto al corriente de las leyes y del funcionamiento de los tribunales
6) han pedido un estudio experto medicolegal, que ha diagnosticado el SAP y ha recomendado el cambio de tenencia
7) tenían un plan de acción para la educación de los hijos y han mostrado que eran racionales y razonables
8) han buscado la paz y las soluciones más bien que de envenenar la situación, apiadándose del mal que se ha hecho
9) han guardado un diario de lo sucedido, útil para convencer el tribunal
10) han respetado siempre los derechos de visita mismo si los hijos no estaban, de manera a ser capaz de demostrar que lo han intentado, contrariamente a lo que el otro dice
11) durante las visitas de los hijos, no han pensado más que en divertirse, y no les han enseñado nunca jamás las sentencias u otros
documentos sensibles
12) han respetado siempre la ley al pie de la letra (han siempre pagado la cuota alimentaria p.e.)
13) era siempre gente decente, tenían principios y amaban a sus hijos


El procedimiento dicho "Vicarius Deprogramming" (descrito en el "Therapeutic Intervention for Children with PAS") explica como el progenitor alienado puede influenciar el hijo sin que el terapeuta tenga acceso ni al progenitor alienador ni a los hijos
(GARDNER_ADDENDUM2 9)


6. Referencias

LAMONTAGNE Hubert Van Gijseghem,
"Us et Abus 8211; de la mise en mots en matière d’abus sexuel", Meridien 1998
Capítulo 9: "Syndrome d’aliénation parentale: contexte et pièges de 8217;intervention" par Paule Lamontagne
GARDNER Richard A. GARDNER,
"The Parental Alienation Syndrome", 1992, Second Edition 1998
GARDNER1 Richard A. GARDNER,
"Differentiating between the parental alienation syndrome and bona
fide abuse/neglect", http://rgardner.com/refs/ar1.html
GARDNER2 Richard A. GARDNER,
"Family therapy of the moderate type of parental alienation
syndrome", 1999, http://rgardner.com/refs/ar2.html
GARDNER3 Richard A. GARDNER,
"Recommendations for dealing with parents who induce a parental
alienation syndrome in their children", 1998,
http://rgardner.com/refs/ar3.html
GARDNER_ADDENDUM2 Richard A. GARDNER,
"March 2000 addendum", http://rgardner.com/refs/addendum2.html
LOWENSTEIN L. F. LOWENSTEIN
"Parental alienation and the judiciary", 1999,
http://www.fact.on.ca/Info/pas/lowen99a.htm
LOWENSTEIN1 L. F. LOWENSTEIN
"Parent alienation syndrome, a two step approach toward a solution",
1998, http://www.fact.on.ca/Info/pas/lowen98.htm
LOWENSTEIN2 L. F. LOWENSTEIN,
"Parental alienation syndrome (PAS)", 1999,
http://www.fact.on.ca/Info/pas/lowen99.htm
MAJOR Jayne A. MAJOR,
"Parents who have successfully fought parental alienaiton syndrome",
http://www.livingmedia2000.com/pas.htm
BONE-WALSH J. Michael Bone and Michael R. Walsh,
"Parental Alienation Syndrome: How to Detect It and What to Do About
It", 1999 http://www.fact.on.ca/Info/pas/walsh99.htm
CHILDALIENATION “Brainwashing children against fathers”,
http://childalienation.com
FAMILYCOURTS “Parental Alienation Syndrome, A severe emotional and
psychological disorder in children brought on by highly contested
custody battles in our Family Court System.”,
http://www.familycourts.com/pas.htm
ELSHOLLZ "Arret ELSHOLZ du 13 juillet 2000",
http://www.isonet.fr/stop/cour_europeenne2.htm


Los autores:

Richard A. Gardner, M.D. es Profesor Clinical de Psiquiatría Infantil, Universidad de Colombia, College of Physicians & Surgeons, New York City.

L.F. Lowenstein, Ph.D., es especialista psicólogo en el "Centre for the Diagnosis and Treatment of Emotional-Behavioural Problems", Allington Manor School and Therapeutic Centre, Allington Lane, Fair Oak, Eastleigh, Hampshire, UK 5050 7DE

J. Michael Bone, Ph.D., es un psicoterapeuta practicante independiente y mediador certificado en ley familial en Maitland. Se
especializa en divorcio y temas de post-divorcio con hijos menores de edad. Tiene un interés especial en el SAP. Ha actuado como testigo experto en este tema y otros semejantes. Ha sido apuntado por el tribunal para formar recomendaciones a propósito de SAP y las familias.

Michael R. Walsh es un practicante independiente en Orlando. Es un abogado certificado en ley matrimonial y familial, mediador
certificado y árbitro, y es un miembro de la Academia Americana de Abogados Matrimoniales. Durante más de 20 años ha sido un
conferenciante y autor en el "The Florida Bar".

"Creating a Successful Parenting Plan: A Step-by-Step Guide For the Care of Children of Divided Families" por el Dr. A. Jayne Major ha ayudado muchos progenitores en su decisión de las mejores estrategias. El libro incluye ideas para prepararse para la
evaluación psicológica y enseña como diseñar un plan parental a presentar a los profesionales.

APADESHI